Nunca antes me había sentido tan tonto como ahora. Me siento como un total estúpido, como un adolescente que no sabe nada de la vida, pero no es así. Tengo veintitantos años y je arruinado mi vida... lo he hecho deliberadamente sin ponerme a pensar en las obvias consecuencias. No puedo creer que esto me esté pasando a mí, a Daniel Clark no le puede pasar este tipo de cosas. Daniel Clark es cuidadoso y odia a los niños y en general a la idea de ser padre o de tener a una mujer embarazada detrás de él. No, no quiero ni siquiera pensar en como se pondrá ella al saberlo, no puedo descifrar como es que Eli pudiera reaccionar a todo esto.—¿La información es correcta?— pregunto con un hilo de voz al doctor quien me mira soprendio y a la vez ingenuo. Este señor me conoce desde que nací, era muy joven cuando empezó a cuidar de mi familia y de mí... ahora parece que pudiera llegar a ver a mi primogénito nacer y por supuesto que eso no va a sucerder, ni hoy ni en esta vida ni en otra. Daniel Cl
—Dime que no lo estás pensando, Daniel— los ojos de Nath están empapados de mieeo y cautela, pero yo no sé a que se refiere cuando dice eso. —¿De que hablas?— pregunto casi ofendido. —Te conozco Daniel, eres mi hermana y aunque todos fingimos que no sabemos nada de lo que haces cuando sales de casa y te vas a la casa del tío Anthony... es otra cosa, Clark. Te conocemos y conocemos tus alcances.— Frunzo las cejas confundido, no estoy entendiendo nada de lo que dice, ni mucho menos el rumbo que quiere tomar esta conversación. —No quiero hablar de mi vida aquí, Natasha. Aquí está Eli que bien podría estar despierta y estar escuchando y por supuesto que su familia también está detrás de esa puerta, así que preferiría que esos comentarios se quedaran fuera de este lugar. —Natasha reprueba la situación con un movimiento de cabeza. —No me refiero a lo que haces, sino lo que sé que puedes hacer niño tonto. Tengo el presentimiento de que algo malo vas a hacer con Elizabeth. Dime que estoy
El doctor me observa extrañado, pero no soprendido, eso me hace ver que soy una persona de la que se podría esperar todo. No, no me molesta nada de eso, de hecho estoy contento de que tengan esa imagen sobre mí porque eso no me limita a ser quien soy, pero en este caso no es solo mi opinión la que importa. Pues aunque Eli y yo no somos una pareja como tal, al menos desde mi punto de vista, hemos hablado sobre unos supuestos hijos y a ella no le parecen buena idea. Aunque yo quisiera, no la voy a obligar a tener un bebé que probablemente no quiere.—¿Está seguro del procedimiento que quiere que le practique?— el doctor entorna los ojos hacia mí con discreción, pues a mirando por un instante a mi hermana menor.Natasha decidió quedarse un rato más, es como si ella quisiera asegurarse de que lo estoy pidiéndole sea verdad y no solo su imaginación. —Si doctor, estoy seguro de lo que quiero que haga y si es hoy, mejor. Quiero que cuando ella se despierte, no sepa nada de lo que pasó, que n
Lunes en la mañana, todo suena a que todo está resuelto y que puedo dormir en paz. Pero aunque no me arrepiento de haber hecho que hicieran eso con el bebé, la culpabilidad me ataca una vez más en el día. Por alguna razón, me siento culpable de algo que no debería pues estoy contento de haberme librado de algo como lo es un bebé y de paso librar a Elizabeth, pero hay algo que no me deja cerrar los ojos. He intentando dormir, he intentado comer y la comida sabe insípida. Quizás estos síntomas se deban a que... Eli no ha despertado desde su intervención, creo que eso es lo que me preocupa ahora, que por mi culpa ella no tenga la fuerza de despertar, pues desde que el bebé empezó a gestarse, ella empezó a debilitarse. Si algo le pasa, no voy a poder perdonarmelo, yo tengo toda la culpa de esto...Camino de un lado a otro, estoy nervioso, el doctor dijo que ella despertaría en cualquier momento, pero eso lo dijo desde el mismo sábado, hoy ya es lunes por la tarde. Ella ya debería de haber
Suspiro de alivio al ver que ella se mueve y que me mira a los ojos. —Oh... Elizabeth, Dios mío.— No puedo describir la emoción que siento por verla despierta y sana, viva. Me levanto y camino hacia su cama, quiero tenerla cerca, eso aliviaría mi miedo.— Despertaste, cielo.— Comento alegre de que esos bellos ojos estén abiertos, además me miran llena de felicidad. Alza la mano para tocarme y al mismo tiempo se decica a darme unas palabras de aliento —Tranquilo, estoy aquí, contigo.— susurra con dificultad, apenas y puede hablar. Cierra los ojos por un instante y después los abre y mira a su alrededor. Creo que todavía no se da cuenta de donde estamos, va a ser algo impactante para ella. —Tranquila, Eli...— comento asustado de que pueda sorprenderse demasiado al borde de alguna crisis. —Voy a avisar que ya despertaste.— Le explico con ansias de ir a dar las buenas noticias. —Te amo. —Esas dos simples palabras me han... tocado lo más hondo de mi alma, incluso me están acuchillando co
Mantengo a Elizabeth junto a mí, estamos esperando a que por fin la dejen salir del hospital como una nueva persona que ya no tiene nada dentro del vientre. Sus ojos son luminosos, creo que le gusta mucho la atención que le estamos dando todos por lo que ha pasado, en especial su madre. Pues ellos saben que Eli tuvo un accidente que la hizo abortar, no que yo fui quien tomó esa decisión porque no quiero retener a esta pequeña mujer en mi vida por más tiempo. Este error solo me ha hecho ver lo mal que a veces llevo las cosas y lo que hubiera pasado si no hubiera podido detener ese embarazo. Suena repetitivo, pero yo no quiero que este pequeño juego o mentira se vuelva realidad, pues Elizabeth merece 3estar con alguien que sea igual de dulce que ella, pero aun y con eso, dudo que ella pueda encontrar a alguien así. Nadie podría darle amor y comprensión, al menos no la que ella merece y necesita, pero n pienso positivamente, tal vez Andrew es es a persona que le dará eso y más y yo solo
Me despego del calor de Elizabeth, pues los olores se han mezclado. Eso quiere decir que hay alguien en el pasillo además de Rouse, deben de venir a ver a esta mujer que todos queremos. Estoy listo para dejarla ir, estoy listo para darle lo que desde un inicio quería, hacer que fuera irresistible para el idiota de Andrew y creo que es justamente lo que está pasando o eso es lo que pienso. Gracias a una llamada rápido de Harry, es que sé que Andrew ha estado buscando a Elizabeth como puede, pero no sabe que no la podrá encontrar, pues esta en el hospital. —Ya me quiero ir a la casa— Pronuncia Eli molesta, mueve un poco las piernas y se mira las manos. Ha estado en una cirugía, han tenido que conectarle algunas cosas, pero ahora solo tiene mínimas marcas. Muevo la cabeza negando su petición —Ya escuchaste al doctor, hermosa —le toco el cabello suavemente, Eli para mí es como una pequeña muñeca de cristal. Con el corazón en la manoy siendo sincero, digo:— Te extrañé mucho, no quiero p
Marck me mira enfadado, no esperaba que defendiera a Bruno, pero no lo estoy haciendo. Estoy mediando la situación, no hay nada más feo que escuchar como dos intentos de hombres se pelean fuera de la habitación de la que se supone que es su hija o al menos la estiman, o eso es lo que creo. Me cae mal Bruno, ya no lo odio, pero lo sigo odiando por todo lo que pasó con Emma. Verlo a los ojos y darme cuenta de que cada vez que lo miro veo a Emma y lo que pasó con ella, me enoja y mucho. Pero ya no puedo seguir con ese odio y mucho menos si sigo con Eli, ella no merece ser contagiada con sentimientos tan patéticos como los míos y como los de sus patéticos padres.—¿No deberías de irte Bruno?— cuestiona Marck de mal humor, pero menos a la defensiva.— Vete, este no es tu lugar— de nuevo, como el espectador que soy, miro la situación y me burlo de ambos, pero es Rouse quien nos ditrae y alivia la tensión, aunque sea solo un poco.—Marck, cariño, pasa por favor. Entra a ver a Eli— le hace una