Con ansias miro por la ventana, esperando a que lonque he pedido desde hace unos días aparezca andando por la vereda que muestra el camino hacia esta casa, pero no pasa. Tuve que organizar esto con muy poquito tienpo, pero al final logré comprarle un regalo a Elizabeth. Cuando pedí que me ayudaran con eso, especialmente para no tener problemas con los impuestos, pensé que sería una buena recompensa por lo que estoy haciendo. Quizás si la llene de regalos ella al final pueda perdonarme y si eso no sucede, al menos sirven para mitigar mi maldita culpa.

—¡Señor!— escucho a mis espaldas. —Hay un problema con lo que ha pedido, al parecer confundieron el modelo y la que ya estaban por traer era la incorrecta. 

—¿De que hablas? ¿Un error? Necesito eso ahora mismo, no tengo tiempo para errores.— Miro mi reloj, estoy enfadado, esto no es un juego. —Dile  a esa gent