Tal y como lo dijo el doctor, Elizabeth camina como si nada le hubiera pasado, pero por su bien, hago que vaya despacio. No quiero que se vuelva a desmayar pues no debe de regresar al hospital porque entonces no tendré tiempo para cuidarla. Gracias a su estadía de cinco días en el hospital, estoy atrasado con un proyecto que debo de presentar en la constructora de mi padre. Básicamente, ahora es mía, pero papá sigue en el consejo que aprueba o niega proyectos, en este caso, como mi primer proyecto, necesito que quede perfectamente pleneado. Debo de hacer una maqueta, mis planos y una presentación de costos y materiales y de todo eso, por supuesto que no llevo nada. Solo el plano hecho en digital, pero mi padre es un señor de antaño. Él quiere que se haga a mano, desgraciadamente. Una burla cuando puedes hacerlo en los programas y después imprimirlo y listo, tienes diez planos iguales.—¿En qué piensas?— la mano de Eli se desliza por mi pierna para llama mi atención. No, no voy a dejar
Todos le dan un abrazo a Elizabeth una vez entra a la casa. Tenemos la presencia de mi mamá, de mi hermano Ben y obviamente de Natasha, pero sus ojos me dicen que ella no está aquí, sino que está en cualquier otra parte, menos con nosotros. —Bienvenida, Elizabeth —susurra mi madre cuando la abraza.— Me alegro de que estés bien, cariño, te ves fuerte.— Por primera vez y para mi sopresa, las palabras de mi madre parecen ser sinceras. Creo que en verdad se alegra tenerla aquí y a salvo. Tal vez sea por el asunto del bebé, por eso es tan buena. —Gracias señora Valeria, le agradezco— le da un beso en la mejilla y ahora va mi hermano. Le da una pequeña caja roja, mi instinto es fulminarlo con la mirada, no voy a dejar que le de un regalo a Eli, en especial porque yo no tengo uno para ella. —Ten Eli, pensé que después de estar en un hospital, te gustaría un obsequio —le tiende la caja y Eli lo toma emocionada, eso me hace sentir mal. Creo que debí de comprarle algo, tal vez ropa o auto nu
El último en irse es Ben, pues mi hermano no tenía nada más que hacer, pero antes de irse ha salido a caminar con cuchufleto. Nos ha hecho un favor sacándolo a pasear, el perro debe de estar harto de tantos días solo y en casa. A pesar de que Nath lo sacaba una vez por día, dudo que para él haya sido suficiente. Por otro lado, a mamá no le gusto nada la idea de tener un perro, pero al final este se ganó au cariño, logró conquistar a Valeria Clark en menos de un día. Cuchufleto es un perro muy querido, al parecer, además de educado y listo. —¿Cómo te la pasaste?— le sonrío al animal que me mira moviendo la cola de un lado a otro.— Eres bonito, me pregunto si puedo establecer una conexión contigo, pues ambos somos como unos perros.— Al darme cuenta de lo que estoy haciendo, me río, como es posible que esté hablando con un perro e intentando hacer cosas locas. Mis poderes no creo que funcionen con un animal que no es cambia formas.— Olvídalo Cuchu, estoy muy loco. Los días de estrés me h
Entro a la casa, buscando a Zack, pues desde hace dos semanas que no lo veo. Esto es increíble, ni siquiera cuando estaba fuera de Parsons veía tan poco a Zack. Siempre estabamos en contacto, siempre nos veíamos o incluso hacíamos videollamada para comunicarnos cosas sobre el negocio del tío Anthony que desde entonces ya estaba muerto. Por eso es que hoy, haber pasado tantos días sin cruzar palabras o mensajes con él, me resulta extraño y como si hubiese algún problema con él. Sé que probablemente ese chico con alma de señor, me va a regañar y más cuando se entere de la verdadera razón por la que estuve ausente. —Señor —saluda uno de los vigilantes cuando me ve pasar.—Buenos días —saludo de vuelta. —Espera— lo llamo cuando sigue caminando.— ¿Puedes decirme en donde está Zack? Necesito hablar con él. —El señor Zack está en su oficina —responde respetuosa y amablemente. —Gracias— respondo y sigo caminando, hacia allá iba, pero quería confirmar que el tonto de mi 3mejor amigo esté en
—Por favor, alguien borreme la memoria— grito en eo pasillo para que los implicados de mi pequeño trauma escuchen. Maldita sea, que asco, solo puedo sentir eso y no enojo, Zack es un buen hombre y por eso es que confío en que cuida de mi hermana. Solo que no me esperaba esto, se supone que ya no hay nada entre ellos y también se supone que Zack que tiene a alguien. —Borrenmela, alguien que me ayude. —Daniel — es Natasha desde la puerta, pero no sale.— ¿Qué haces aquí?— pregunta ingenuamente. —¿Qué?— abro la boca confundido por su casi estúpida pregunta. —¿Qué que hago aquí? Hermana, este es mi lugar, mejor dicho, ¿qué haces tú aquí?—carajo, es verdad —se queja en voz baja.— ¿No tenias que estar cuidando a Eli? —La miro mal, ¿por qué me cuestiona? —No te voy a explicar, mejor... adiós —vuelve a entrar y cierra la puerta y yo, yo me quedo de nuevo a sola en el pasillo. No voy a hacer un drama, pues no me corresponde, pero necesito hablar con Zack, yo no quería ver cosas tan íntimas
—Ya, basta, basta, dejen de pelearse. Deben de tranquilizarse ambos, nunca pelean de esta forma. —Se queja de nosotros Zack. Lo que me faltaba, Zack de mediador, no necesito que alguien me diga que me tranquilice. Necesito que alguien saque a m i hermana de mi casa en este mismo instante. —Te voy a pedir un favor, Zack. Sacala de mi oficina y por supuesto de mi casa, pero ahora mismo. Hazlo, no la quiero seguir viendo que solo me molesta su presencia. —Me quejo de mal humor. —¿De tu casa hermano? Sta casa no ws tuya, es del tío Anthony, por lo tanto es de la familia.— Me contesta enfadada, ¿en que momento va a cerrar la boca y se irá a molestar a otro lado en donde la soporten?—Cierra la boca Nath, Anthony ya no está vivo, por lo tanto esta casa es mía y ni tú ni nadie va a venir a imponer sus reglas porque no lo voy a permitir. Así que toma tus cosas y vete de mi casa.—No me voy a ir, sentencia. —Alzando los hombros despreocupada. —Como quieras, podemos hacer que te saquen y ent
El que se queda es Zack, no porque no se quiera ir con Natasha, sino que esta obligado a quedarse aquí por que su deber con su trabajo. —¿No te vas?— le pregunto serio.—¿Puedo irme?— cuestiona sarcásticamente mirandome igual de mal que yo lo hago.— No hay opción, debo de quedarme con mi jefe, por obligación. —Vete si quieres, pero ya sabes, no vuelves amigo.— Respondo enojado, miro las hojas y analizo lo que hay en la ellas.— No te voy a obligar a quedarte.—¿Que pasa contigo? Estas distinto y eso que dijo Nath... me has dejado en blanco, Daniel.— Suspiro cansado, no estoy listo para que mi mejor amigo también me regañe.—No quiero hablar del tema, Zack, si te impresionó eso, entonces mejor no hablemos de eso. No tiene caso que hablemos de algo que es íntimo para mí. —Entonces cuentamelo, hermano, somos mejores amigos o mejor dicho, somos como familia, Daniel. Habla, puedes confiar en mí. —Zack, en serio, no quiero hablar. Es un tema que me duele mucho, aun y aunque Nath diga que
Llego a casa cuando Eli esta tomando su siesta. Ella dice que esta bien, pero estoy seguro de que no es así, debe de estar agotada. Ella dice que es fuerte, que no le duele nada y que además, ya puede hacer prácticamente lo que sea. Lo que no sabe es que entró a quirófano mientras estaba inconsciente y peor, que estuvo embarazada. Lo malo de un embarazo cuando eres licántropo es que te absorbe toda la energía, te debilita y ella esta recuperándose del embarazo, no de la caída. Por eso es que debo de cuidarla mucho, al grado se asegurarme que guarde reposo. Entro a nuestra habitación con cuidado, no quiero hacer ruido. Solo debo de cambiarme de ropa por algo más cómodo que jeans y botas. Busco entre las cosas, una camiseta ancha y un pantalón de chándal con el cual me sienta más a gusto. Me cambio muy rápido y estoy listo para ponerme a trabajar en el proyecto. No importa cuanto haga hoy, presiento que al final no voy a poder terminarlo por su complejidad y por la cantidad de cosas que