Como todo lunes Megan se levantó temprano para ir a trabajar, de hecho, la verdad es que no había podido dormir mucho pensando en la locura en la cual se había metido, en un fin de semana su vida estaba patas para arriba entre la salida de un novio y el ingreso de un prometido, es que lo contaba y nadie se lo creía, lo único bueno era que en la oficina no habían conocido ninguno de los dos así que no se prestaría el cambio para las críticas o el bullying en el caso que se supiera.
Tristemente su ahora ex nunca había asistido con ella a ninguna invitación, así que, si anunciaba la boda, nadie sabría de la diferencia en el novio, pensó en su madre y en la esperanza que ella representaba aquel acuerdo e intento ser positiva, valdría la pena la mentira que estaba a punto de comenzar.
Mientras se vestía recibió un mensaje de Duncan, — Necesito que hablemos, si te parece bien por favor encontrémonos esta tarde.
— Hola, estoy de acuerdo — , definitivamente debían hacerlo pues cuando comenzaran la pregunta sobre cosas personales, gustos o vivencias no sabrían que contestar.
— ¿Te gusta la comida italiana?
— Me encanta.
— Entonces encontrémonos en el restaurante Bella Italia a las 7.
— De acuerdo.
Llega a la oficina y aun la emoción del éxito conseguido el viernes está en el ambiente, apenas cruza las puertas de la oficina le felicitan sus compañeros y ella sonríe alegre pues a pesar de lo ocurrido no deja de ser un logreo, cuando llega a su escritorio apenas coloca la cartera su amiga Bianca viene a saludarla.
— Felicidades Megan de verdad a pesar de que te felicite el viernes creo que todavía estoy emocionada, me imagino que lo celebraste por todo lo alto, ¿verdad?
— No tienes idea — , contesto pensando en lo irónico de la situación.
— Me tienes que contar luego durante el almuerzo.
— Por supuesto, a quien más le contaría yo mis aventuras sino a ti.
— Por cierto, ¿supiste que al parecer vamos a tener otro jefe, un nuevo socio?
— No la verdad es que no, es que estaba tan retraída con el trabajo que así el hombre hubiese estado al lado mío no lo hubiese visto, pero no creas en todo lo que escuchas sabes cómo son los chismes a veces se comentan muchas cosas que resultan no ser ciertas.
— Quizá tienes razón, me iré a trabajar luego hablamos.
La mañana transcurrió sin prisa y sin pausa, la esperaba aquel trabajo que le había delegado su jefe desde el viernes y que por razones obvias no había logrado siquiera ver, al llegar a la hora del almuerzo tenía claro que no contaría nada sobre lo de la boda, así que se limitó en crear una celebración de fantasía donde su novio orgulloso le había hecho el amor sin parar hasta el amanecer luego de cenar románticamente, su oyente se sentía satisfecha con aquella ilusión y Megan pensó en que básicamente había descrito la noche de pasión con Duncan.
Al salir del trabajo se ducho y preparó para la noche ahora con sus sentidos al 100%, se vistió en condiciones, uso un vestido gris plomo ajustado que realzaba su figura y unos tacones altos a juego, cuando llegó puntual a la hora citada ya Duncan se encontraba en el lugar, una vez la vio se le seco la garganta, no parecía la chica con ropa formal y hasta un poco aburrida que conoció en el bar, aquella simplemente era despampanante, le hizo una señal y ella se acercó a la mesa y se sentó.
— Buenas noches, espero no llegar tarde.
— Para nada llegaste puntual — , dijo sintiéndose un poco nervioso, — ¿Deseas tomar algo mientras conversamos?
— Si por favor una copa de vino.
Luego de darle instrucciones al mesero se propuso hablar, — Bien, te dije para vernos porque a pesar que podemos comunicarnos por teléfono tengo claro que debemos ser vistos por algunos testigos que puedan validar nuestra relación ante mi familia, realmente lo que deseo es que nos conozcamos un poco aprendamos algunas cosas básicas el uno del otros pues mi familia quizá te comenzara a hacer algunas preguntas, al igual que a ti sobre mí.
— Justo de eso deseaba que habláramos además de la planificación para la boda.
— Si desde mañana se deberá coordinar, el vestido, comida, flores, regalos, todo lo que cumpla con nuestras tradiciones, la boda sería el sábado por lo que las despedidas de solteros será el viernes, mañana es la cita con la planificadora de bodas coordine que sea mi abuela quien organice todo para que no debas faltar al trabajo y por ello mi familia desde nos estará contactarnos para involucrarnos en las decisiones.
— Lo entiendo, estaré atenta.
— Traje unas agendas para que apuntemos algunas importantes para ambos que deberíamos estudiar durante los próximos días para saber que contestar a las preguntas que nos hagan, debemos crear una historia de cómo nos conocimos y esas cosas que todos novios deben saber.
— Vale podemos decir que nos conocimos en el trabajo.
— Creo que mientras nos apeguemos más a la realidad, podremos mantenernos más creíbles y más fácil de recordar lo que decimos.
— Pero conocerse en un bar es no tan romántico, al menos para la gente normal.
— Digamos que nos conocimos aquí, viniste por una copa porque terminaste con tu novio. Y de allí partimos
— Me parece bien hagámoslo.
Por unas horas estuvieron escribiendo algunos datos personales como sucesos impactantes, anécdotas más conocidas o desamorres, esa misma noche la contacto la planificadora de bodas y acordaron trabajar en los horarios de almuerzo y luego de salir del trabajo para poder tener todo listo para el gran día, al siguiente día en el horario del almuerzo se citaron en un lugar cercano.
— Hola amor — , la saludo Duncan con un beso en las mejillas, se encontraba ya en el lugar con dos mujeres una que era claro que se tratada de su abuela por la edad y la otra debía ser la planificadora de bodas, se sintió nerviosa e intimidada ante la situación extraña.
La joven llena de energía al ver que estaba nerviosa creyó que se debía a la boda y de inmediato intentó calmarla, extendió su mano y se presentó, — Soy Emily, vamos a trabajar juntas y veras como todo va a salir muy bien, tengo todo aquí y avanzaremos cuanto sea posible.
— Ella es mi abuela como lo puedes intuir, Elizabeth — , la dama se levantó y luego de estrechar su mano la abrazo.
— Me alegra mucho poder conocerte, no sé porque Duncan te tenía escondida, pero quiero que sepas que eres bienvenida a la familia, en nombre de todos, deseo darte la bienvenida a la familia.
— Se lo agradezco, a ambas por su ayuda, no es fácil planificar una boda con tan poco tiempo aun cuando sea pequeña.
— Tu solo déjalo en nuestras manos — , prometió Elizabeth.
Pidieron la comida y se pusieron manos a la obra, gracias a que Emily estaba preparada con mucha información, decidieron el tipo de flores, colores, lugares disponibles para la recepción y ya tenían hasta el lugar donde se realizaría la recepción, — Mañana será la prueba de vestido para que puedan ajustarlo si es necesario.
Esa tarde al salir de la oficina tenían la cita para la prueba del pastel así que Duncan y ella se citaron en la pastelería junto a la planificadora de bodas, el pastelero presento las opciones con pequeños trozos en distintas combinaciones de biscocho y cremas, — Creo que nada mas de verlos engordo no creo poder probar todas las opciones — , dijo Megan.
— Hagamos algo, aquí hay seis trozos, si cada uno seleccionara el que le parezca mejor entre dos, entonces luego seleccionamos el ganador entre esos — , propuso Duncan.
— Está bien — , así lo hicieron, y cuando tuvieron el ganador Duncan de la manera más espontánea y como si se trataran de una pareja verdadera tomo un poco de crema y se lo coloco en la nariz mientras susurraba, — en otras circunstancias los probado directamente de tus labios.
La planificadora de bodas al ver el intercambio y tensión sexual que había entre ambos le pareció genial, había parejas que, aunque llevaran una vida juntos y se fueran a casar no compartían una química así, les iría bien tenía un buen presentimiento.
Cuando fue el momento de probarse el vestido al día siguiente Duncan le envió un mensaje que su abuela le había prohibido ir para que su matrimonio no tuviera mala suerte así que en esta oportunidad estaría sola con algunas mujeres de su familia, y cuando entro en la tienda el único rostro conocido y amable era el de Elizabeth, — Hola Megan, bueno aquí estamos para uno de los días más emocionantes en la vida de una mujer, así que esperemos algo que sea de tu gusto.
— Estoy segura que sí.
— Te presento al parte de la familia, ella es mi hija Samanta, su hija Anna y su otra hija Victoria — , todas asintieron con la cabeza sin mucha emoción, pero la abuela tenía de sobra para todas.
Megan entro en un probador y pronto le trajeron varios modelos que había seleccionado de un catálogo, el primero no le quedaba bien, el otro que, si la espalda era muy baja, llegó un momento en que los nervios ya se habían apoderado de ella, ¿Qué hacia ella allí escogiendo vestido en vez de ir con su madre?, no tenía mente para eso, estaba frustrada frente al espejo con gente extraña y sin saber que escoger.
Isabel se levantó de donde estaba sentada al ver que parecía estar a punto del llanto, — ¿Qué ocurre hija?, estas nerviosa es normal.
— Es mi mamá — , Elizabeth no le había querido preguntar antes pues con las emociones a flor de piel por el poco tiempo para organizar la boda no sabía si tocaría un tema sensible para ella.
— ¿No quiso venir?, ¿quieres que la llame?
— No por favor, ella está lejos y en un hospital no puede venir — , se le había escapado la verdad, pero era una situación que la estaba carcomiendo y no podía más.
Elizabeth la abrazo para permitirle que se desahogara, pero la chica no lloro, se mantuvo fuerte, aunque disfruto de su atención, luego la soltó y ella pregunto, — ¿quieres dejarlo así por hoy?
— No tranquila ya me calme — , respiro hondo y terminó de escoger el que le parecía que le quedaba mejor contando con la aprobación de todas las presentes.
La tradición dictaba una serie de presentes antes de la boda así que, al siguiente día, Duncan fue a comprar un broche de plata para Megan mientras ella compraba una camisa para que la usara durante la boda, los padrinos que habían sido escogidos entre los primos de Duncan le regalaron a él un reloj y a la novia un juego de té.
Cuando llego el viernes realizaron una pequeña reunión para la entrega de regalos a la novia y luego fue el momento para cada uno cumplir con la despedida de soltero mientras Duncan bebía con sus amigos ella iba de bar en bar recolectando monedas en un sombrero a cambio de besos.
El sábado había llegado el día tan esperado, Elizabeth había convencido a Megan que se preparar en su casa para que no estuviera sola mientras Duncan lo haría en un hotel, apenas llego la novia parecieron activarse los presentes, maquillador, estilista, todos trabajando con el grupo de mujeres en tiempo récord.
Cuando estuvieron listas Megan se detuvo por un momento frente al espejo, era increíble que estuviera por casarse de una manera tan improvisada y con un hombre que no amaba, pero sin duda lucía como cualquier novia en su día especial, de pronto la abuela de Duncan se colocó a su lado, — Tengo algo para ti — , fue a lo que parecía ser una oficina y trajo dos pequeñas cajas, — todos te dieron sus regalos pero estaba dejando para lo último lo mejor — , abrió la primera caja y saco una cadena con un relicario, era un pieza antigua pero hermosa y de la segunda saco una cinta con los colores que caracterizaban su familia que coincidiría con el Kilt que estaría vistiendo Duncan en aquel momento.
— Este relicario ha pasado de generación en generación el día de la boda del nieto mayor, es un símbolo del amor eterno así que le colocaran las fotos de ambos para que siempre se mantengan así unidos como uno solo y esta cinta con los colores de la familia Wallace representan que a partir de hoy será uno más de nosotros, de nuestro clan y apellido.
Megan se sintió conmovida por todos aquellos gestos de parte de Elizabeth, pero no tuvo tiempo de expresarlo mucho más porque en ese momento vinieron por ellas para ir a la iglesia, todo a partir de allí fue muy rápido y mientras ella caminaba sola por el pasillo hacia el solo podía pensar en que ocurriría en el altar no lo habían hablado ni practicado y una vez el padre los declaro esposos se quedaron viéndose a los ojos sin saber qué hacer.
Torpemente Duncan tomó su rostro y la acercó a él para darle un beso corto, luego completamente incomodos se tomaron de la mano para salir de la iglesia, la recepción fue algo pequeño, debían cumplir con su primer baile de esposos, pero les costó acoplarse, — Estas actuando como un robot, tienes que ser más espontaneo.
— ¿Y tú?, una mujer enamorada debe estar más no se más cariñosa.
— ¿tú crees que luzco muy seca?
— Trata de verme con más amor para las fotos al menos no como borrego degollado.
Pasaron por las mesas, saludando a los invitados, Duncan la mantuvo tomada por la cintura y ella sonreía como si se tratara de una propaganda de pasta dental, finalmente después de unas horas despidieron a todos y se quedaron hasta tarde para firmar unos documentos, tal como era el plan que habían hecho.
Luego de firmar los documentos Megan se preguntó qué ocurriría a partir de allí, sin embargo, una vez quedaron solos Duncan le aclaró, — Creo que lo ideal es que te mudes mañana a mi casa, por razones obvias no podríamos vivir cada uno en casas separadas, pero claro cada uno tendrá su espacio.— Pensé que vivías con tu abuela.— No, me quedo allí cada vez que lo deseo, tengo mi habitación, pero realmente yo vivo independiente desde hace mucho.— ¿Y por qué debería vivir contigo y no al revés?— ¿En serio me estás haciendo esa pregunta?— Está bien, no tienes que hablar de nuestras diferencias en valores absolutos de nuestras cuentas bancarias ni que estoy alquilada y tú eres propietario, es que eso de acatar órdenes de manera sumisa no es lo mío, pero me parece bien.— Te envió la ubicación cuando llegue allí y no madrugues estoy agotado.— Como diga — , respondió colocándose en posición militar.Megan llegó a su casa aun con el vestido puesto y toda la situación le pareció totalmente
Duncan luego que Megan dejará la oficina reflexionó sobre la reacción que había tenido, que le ocurría ¿Por qué de pronto tuvo tanta rabia al verla con aquel hombre?, solo sabía que no quería hombres revoloteando a su alrededor, debía mantener las apariencias, pero ella no debía ser vista con otros pues si se descubría su matrimonio podrían poner en duda su veracidad si la vinculaban sentimentalmente a otro, solo por eso fue que la puso en contexto.Megan estaba que le hervía la sangre cuando salió de la oficina, ¿Quién se creía Duncan? obvio era su esposo, pero se suponía que ellos estaban en un matrimonio por contrato que en esencia no eran pareja, así que su arranque de macho alfa no iba con la realidad, se sentó en su puesto ahora con dos proyectos más en mano intentado calmarse, de inmediato se acercó su amiga Bianca.— Te ves molesta, ¿ocurre algo?, ¿El nuevo jefe te llamo la atención?— Creo que solo estoy estresada el director general es un poco exigente le parece que puedo co
Duncan salió rápidamente del baño estaba totalmente excitado ante el hecho de que estuvo a punto de traspasar los límites con Megan y lo peor de todo es que le había gustado, se aroma, su piel, los labios suaves y cálido, ¡Ay Dios dame fortaleza!Al ver la llamada de un número conocido respondió si mucho afán pero lo esperaba una sorpresa, — ¿Duncan?, hola es Leslie, te acuerdas de mí.— Por supuesto, ¿Cómo estás?, creo que no hablamos desde la segundaria.— Si me había ido del país, pero ya estoy aquí de nuevo.— Que bien y ¿Cómo obtuviste mi número?— Con mucho esfuerzo, la verdad hable con media Inverness, quiero invitarte a cenar, ¿si se parece?, claro, esta noche.— No puedo, pero prometo guardar tu número y avisarte cuando esté disponible.— Está bien, esperare ansiosa tu llamada, si cambias de parecer igual me avisas.— De acuerdo.Duncan ahora un poco más sereno comenzó a pensar en lo ocurrido, había sido salvado por la campana sin duda de cometer un error de mezclar la pasión
Duncan fue el primero en despertarse, apenas abrió los ojos vio a Megan que dormía a su lado se veía realmente hermosa, como una guerrera serena pero a la espera constante de la próxima batalla, no recordaba mucho de lo ocurrido en la noche anterior pero sí que ella lo había cuidado y atendido por un momento se sintió mal de sus constantes peleas, así que intentaría llevársela bien y la llevaría a ver a su madre al hospital el fin de semana para que se sintiera feliz y más tranquila de que su madre ya estaba recibiendo el tratamiento.Megan abrió los ojos lentamente se sentía agotada y con los músculos engarrotados, vio que Duncan se había levantado, así que fue tras el olor de café recién colado que llenaba sus fosas nasales y allí lo encontró con el torso desnudo, pero con el pantalón de vestir puesto.— Buen día, ¿Cómo te encuentras?— Buen día para ti también, la verdad tengo la cabeza hecha un biombo, pero ya me tomé un medicamento para el dolor, ¿deseas café?— Claro, de hecho,
Duncan estaba convencido que Megan lo intoxico a propósito, quizá por tantas discusiones, por el arranque que había tenido por su compañero de trabajo o simplemente porque la sobrecargó de trabajo, por ello cuando ella le propuso ir a la casa de su abuela para aprender a cocinar para él, no le creyó.— Vamos no seas así, sé que cometí un error, pero permíteme enmendarlo —, entendía un poco su molestia, pero vale que no fue a propósito, parecía un niño consentido, cuando se era adulto había que saber tolerar los errores propios y de los demás, pero era que no pegaba una con él, pero la explicación era simple, entre ellos no había más que un trato.— No me convences pues además de que te lo había escrito en aquel informe, todos los productos que hay en la nevera y despensa son libres de gluten, sin lactosa, etc— No preste suficiente atención pensé que se trataba de que te cuidabas, te lo juro pensé que era por cuidar tu salud y figura.— Te daré el beneficio de la duda si lo deseas est
Después de salir de la oficina de Duncan Megan se sentía un ser despreciable había tomado algo preciado para él y literalmente lo había compartido con todos, una especie de secreto, algo que a lo mejor era un recuerdo de su madre o de generaciones pasadas lo entregó a unos simples extraños para satisfacción personal, se sintió una vil ladrona por tomar algo que no le estaban dando, por abusar de la confianza depositada en ella por su abuela, ahora entendía y justificaba aquella actitud hiriente y llena de indignación.Megan se sentía apenada, su idea no era ofender ni hacer sentir mal a Duncan, de hecho, pensó en que de tener éxito con la receta era algo que podría preparar que resultara de su gusto y que a la vez que no le intoxicara, pero parecía que no lograba dar pie con bola con él, sin embargo, ella siempre buscaba una salida, no deseaba rendirse así que al salir del trabajo noto que el parecía quedarse un poco más y decidió aprovechar para preparar una sorpresa.De lo que compr
Al día siguiente cuando Megan despertó el olor de café llegó a su nariz y por unos segundos estiró sus músculos y sonrió al imaginar que aquel liquido tibio y oscuro bajaba por su garganta y deleitando su paladar, además despertar sus sentidos, pero como si se tratara de un segundo despertar luego fue traída a la realidad, los recuerdos de ocurrido en la noche anterior de nuevo la lleno de molestia e indignación, no tenía ganas de verle la cara así que intento vestirse con pausa para dejar correr un poco más de tiempo pero cuando bajo a la cocina allí se encontraba Duncan esperándole, con el café y un buen desayuno servido.Intento regresarse, pero escucho, — Buenos días, por favor siéntate conmigo a desayunar, debo decirte algo.— No hace falta que tengas actos de lastima para conmigo, no tienes que congraciarte.— Quiero hacerlo, es mi forma de decir lo siento, por favor no cometas mis errores al ser orgullosa y complicada, creo que has demostrado que en eso de trato a las personas
Megan regreso a su escritorio y aunque todavía la situación con Duncan y aquella mujer le incomodaba un poco decidió relajarse, total él tuvo la delicadeza de preocuparse por ella y preguntarle qué le ocurría, así que su palabra de llevarse bien y tener una buena relación la estaba cumpliendo así que para que exigir más, no debía presionar aún más la situación.Tenía ganas de estirarse un poco luego de una hora de realizar sin parar los planes para uno de los proyectos, así que decidió ir por alguna bebida, — ¿Vas por café?, ¿verdad?— Sí, dime, ¿Qué deseas? — , dijo moviendo el pie como si estuviera impaciente de sus continuos pedidos.— Por favor, te lo pido, es más te lo suplico, sálvame la vida con un café, estoy demasiado agotado, temo no tener todos los sentidos alertas para realizar el trabajo con la exactitud que se necesita.— Tranquilo, te entiendo, justo estoy aprovechando de ir antes de ocuparme en otros trabajos.— Sabes cómo me gusta, ¿verdad?— Sí, claro, doble sin az