Duncan salió rápidamente del baño estaba totalmente excitado ante el hecho de que estuvo a punto de traspasar los límites con Megan y lo peor de todo es que le había gustado, se aroma, su piel, los labios suaves y cálido, ¡Ay Dios dame fortaleza!Al ver la llamada de un número conocido respondió si mucho afán pero lo esperaba una sorpresa, — ¿Duncan?, hola es Leslie, te acuerdas de mí.— Por supuesto, ¿Cómo estás?, creo que no hablamos desde la segundaria.— Si me había ido del país, pero ya estoy aquí de nuevo.— Que bien y ¿Cómo obtuviste mi número?— Con mucho esfuerzo, la verdad hable con media Inverness, quiero invitarte a cenar, ¿si se parece?, claro, esta noche.— No puedo, pero prometo guardar tu número y avisarte cuando esté disponible.— Está bien, esperare ansiosa tu llamada, si cambias de parecer igual me avisas.— De acuerdo.Duncan ahora un poco más sereno comenzó a pensar en lo ocurrido, había sido salvado por la campana sin duda de cometer un error de mezclar la pasión
Duncan fue el primero en despertarse, apenas abrió los ojos vio a Megan que dormía a su lado se veía realmente hermosa, como una guerrera serena pero a la espera constante de la próxima batalla, no recordaba mucho de lo ocurrido en la noche anterior pero sí que ella lo había cuidado y atendido por un momento se sintió mal de sus constantes peleas, así que intentaría llevársela bien y la llevaría a ver a su madre al hospital el fin de semana para que se sintiera feliz y más tranquila de que su madre ya estaba recibiendo el tratamiento.Megan abrió los ojos lentamente se sentía agotada y con los músculos engarrotados, vio que Duncan se había levantado, así que fue tras el olor de café recién colado que llenaba sus fosas nasales y allí lo encontró con el torso desnudo, pero con el pantalón de vestir puesto.— Buen día, ¿Cómo te encuentras?— Buen día para ti también, la verdad tengo la cabeza hecha un biombo, pero ya me tomé un medicamento para el dolor, ¿deseas café?— Claro, de hecho,
Duncan estaba convencido que Megan lo intoxico a propósito, quizá por tantas discusiones, por el arranque que había tenido por su compañero de trabajo o simplemente porque la sobrecargó de trabajo, por ello cuando ella le propuso ir a la casa de su abuela para aprender a cocinar para él, no le creyó.— Vamos no seas así, sé que cometí un error, pero permíteme enmendarlo —, entendía un poco su molestia, pero vale que no fue a propósito, parecía un niño consentido, cuando se era adulto había que saber tolerar los errores propios y de los demás, pero era que no pegaba una con él, pero la explicación era simple, entre ellos no había más que un trato.— No me convences pues además de que te lo había escrito en aquel informe, todos los productos que hay en la nevera y despensa son libres de gluten, sin lactosa, etc— No preste suficiente atención pensé que se trataba de que te cuidabas, te lo juro pensé que era por cuidar tu salud y figura.— Te daré el beneficio de la duda si lo deseas est
Después de salir de la oficina de Duncan Megan se sentía un ser despreciable había tomado algo preciado para él y literalmente lo había compartido con todos, una especie de secreto, algo que a lo mejor era un recuerdo de su madre o de generaciones pasadas lo entregó a unos simples extraños para satisfacción personal, se sintió una vil ladrona por tomar algo que no le estaban dando, por abusar de la confianza depositada en ella por su abuela, ahora entendía y justificaba aquella actitud hiriente y llena de indignación.Megan se sentía apenada, su idea no era ofender ni hacer sentir mal a Duncan, de hecho, pensó en que de tener éxito con la receta era algo que podría preparar que resultara de su gusto y que a la vez que no le intoxicara, pero parecía que no lograba dar pie con bola con él, sin embargo, ella siempre buscaba una salida, no deseaba rendirse así que al salir del trabajo noto que el parecía quedarse un poco más y decidió aprovechar para preparar una sorpresa.De lo que compr
Al día siguiente cuando Megan despertó el olor de café llegó a su nariz y por unos segundos estiró sus músculos y sonrió al imaginar que aquel liquido tibio y oscuro bajaba por su garganta y deleitando su paladar, además despertar sus sentidos, pero como si se tratara de un segundo despertar luego fue traída a la realidad, los recuerdos de ocurrido en la noche anterior de nuevo la lleno de molestia e indignación, no tenía ganas de verle la cara así que intento vestirse con pausa para dejar correr un poco más de tiempo pero cuando bajo a la cocina allí se encontraba Duncan esperándole, con el café y un buen desayuno servido.Intento regresarse, pero escucho, — Buenos días, por favor siéntate conmigo a desayunar, debo decirte algo.— No hace falta que tengas actos de lastima para conmigo, no tienes que congraciarte.— Quiero hacerlo, es mi forma de decir lo siento, por favor no cometas mis errores al ser orgullosa y complicada, creo que has demostrado que en eso de trato a las personas
Megan regreso a su escritorio y aunque todavía la situación con Duncan y aquella mujer le incomodaba un poco decidió relajarse, total él tuvo la delicadeza de preocuparse por ella y preguntarle qué le ocurría, así que su palabra de llevarse bien y tener una buena relación la estaba cumpliendo así que para que exigir más, no debía presionar aún más la situación.Tenía ganas de estirarse un poco luego de una hora de realizar sin parar los planes para uno de los proyectos, así que decidió ir por alguna bebida, — ¿Vas por café?, ¿verdad?— Sí, dime, ¿Qué deseas? — , dijo moviendo el pie como si estuviera impaciente de sus continuos pedidos.— Por favor, te lo pido, es más te lo suplico, sálvame la vida con un café, estoy demasiado agotado, temo no tener todos los sentidos alertas para realizar el trabajo con la exactitud que se necesita.— Tranquilo, te entiendo, justo estoy aprovechando de ir antes de ocuparme en otros trabajos.— Sabes cómo me gusta, ¿verdad?— Sí, claro, doble sin az
Cuando despertaron a la mañana siguiente Megan inevitablemente sonrió, aquellos sofás parecían que se habían convertido en el centro de sus piyamadas, Duncan estaba en el otro sofá el pobre seguro le dolería el cuello seguramente, pero sonrió al ver que tenía mejor semblante que el día anterior.— Supongo que te hace chiste lo mismo que a mi anoche, parece que nos estamos acostumbrando a dormir aquí.— Jajaja, justo era lo que pensaba, aunque la verdad gracias a ti dormí sin problema porque la manera en que has colocado las almohadas me ha dejado completamente inmóvil.— ¿Necesitas ayuda?— Sí, jajaja, creo que me quede atorada.Él fue hasta ella y con cuidado fue quitando todo lo que había colocado y luego la tomo de la mano para ayudarla a sentarse, — ¿Cómo te sientes?— La verdad bastante bien, es que hasta el calmante me sirvió para descansar profundamente, creo que he renovado energías y ¿tu?— La verdad es que para haber dormido en el sofá me siento bien.— Excelente.— ¿Te sie
Al día siguiente día Megan apenas abrió los ojos sonrió ante el reto que le supondría el día se levantó animada y llena de confianza pues el trabajo realizado en la noche anterior era excelente y lo sabía, así que le iría bien en la presentación y nada mejor que vestirse acorde a la ocasión, así que busco el traje que la hiciera lucir formal pero con un toque sexi, se hizo una coleta alta para mostrar un cuello más largo y estilizado y un maquillaje natural pero con los ojos destacado con un toque de profundidad.Duncan al verla le resultó fascinante era una mujer inteligente, hermosa, segura de sí misma y cuando la conocías realmente te dabas cuenta de que era también dulce y gentil, una mujer llena de virtudes y le encantaba tenerla como amiga.— Te prepare el desayuno.— ¿Sabes que no tienes que hacerlo todos los días?, ¿verdad?, no me malcríes.— A mí me gusta la verdad además no tengo problemas de si me voy a preparar mi desayuno hacer el tuyo.— Entonces tú haces el desayuno y