— Deja de meterte en mi vida, Bruno, soy lo suficientemente mayor como para saber en lo que me estoy metiendo, —gruño molesta entrando en su departamento.— Pues te comportas como una adolescente hormonal cuando estas cerca de ese tipo.— No seas ridículo, además, se cuidarme perfectamente bien yo sola, —se quejó haciéndole frente, nadie más se atrevió a meterse en su discusión.— No quiero que salgas lastimada, Jess, eso es todo, ese tipo solo quiere jugar contigo.— Cedric, se llama Cedric, —le corrigió irritada. —Y nadie dijo que lo que tenemos sea algo serio, estoy consciente de que se irá pronto, —afirmó con calma.— ¿Qué te está pasando? Tú no eras así.— Solo quiero algo de emoción en mi vida, Bruno, eso es todo.— Algo saldrá mal en esto, Jess y siento que tú serás la más afectada.— Bruno, se en lo que me estoy metiendo y está bien, se cuáles serán las consecuencias si me involucro más de lo debido y no va a suceder, no saldré lastimada, —afirmó mirándolo con cariño. —Ya soy
Se acercó con cautela y preparándose para cualquier cosa, ya sea salir corriendo o un ataque sorpresa pero se relajó al ver a los chicos reunidos tranquilamente en la sala de estar conversando, por lo que decidió entrar, charlar con sus amigos siempre la des estresaba aunque estaba segura de que al principio le sería más estresante, se detuvo entonces un poco dudosa, quizás no era una buena idea después de todo, decidió darse la vuelta y dirigirse hacia su departamento.— Jess, llegaste, —pero la voz de Laura la detuvo y se dio la vuelta nuevamente para encontrar la puerta totalmente abierta y a su amiga en el umbral.— Sí, pero ya me voy adormir, estoy cansa...— Tonterías, pasa, te tenemos una sorpresa, —sonríe un tanto divertida lo que le da mala espina a Jessie quien entra cautelosa al departamento, llevándose una gran sorpresa.— ¿Cedric? —pregunta al verlo sentado un poco serio frente a Bruno que lo mira con cara de pocos amigos.— Qué bueno que llegas, Jessie. —gruñe el último
En la mañana se levantó para ir a trabajar como cualquier día aún a pesar de no haber dormido absolutamente nada la noche anterior, se bañó y vistió como si nada, al salir de la habitación se topó con las chicas en la cocina preparando el desayuno, estaba un poco desanimada aún por lo que se rehusó a comer con ellas, necesitaba aire, se sentía sofocada.— Comeré en el trabajo… —Les informó forzando una sonrisa. —Seguramente Cedric me tendrá algo, últimamente le ha dado por cocinar para mí… —Se burló y las chicas sonrieron también.— Qué envidia Jess, guapo, con dinero y aparte cocina... Te sacaste la lotería. —Afirmó Laura animada.— No lo alabes tanto aún, amiga. —Bromeo Victoria divertida. —¿Cocina bien?— Como los dioses... después de todo es el futuro heredero de una prestigiosa cadena de restaurantes ¿No?— Lo reitero, te sacaste la lotería con ese bombón, no sabes qué envidia te tengo.— ¿De qué hablas? Si tú tienes a Zack. —Se burló Victoria empujándola con el hombro.— ¿Zack?
Despues de eso el día transcurrió lento, Jessie se dedicó a hacer su trabajo aunque Cedric afirmo que ya no es necesario, ella solo lo miro mal y le aclaro que aunque ahora estuvieran juntos ese seguía siendo su trabajo y no dejaría de hacerlo solo porque él era su novio, Cedric solo sonrió ante eso y acepto con cierto orgullo que ella continuara con lo que hacía, centrándose el mismo en su propio trabajo, concretando la cita con los Graham y planeando como convencer los para la fusión, de vez en cuando enfocaba su mirada en Jessie, quien se paseaba despreocupadamente de aquí para allá limpiando y ordenando lo que ya estaba limpio y ordenado, estaba escuchando música con unos audífonos y tarareaba ligeramente concentrada en lo que hacía, e se había ubicado en la mesa del balcón a trabajar precisamente para poder verla, con una sonrisa y un poco de dificultad aparto la mirada de ella y se centró nuevamente en su trabajo, así les llegó la hora del almuerzo, como Cedric aún estaba muy oc
— Cedric, ya bájame, me estoy mareando, —Se quejó Jessie aún riendo.— No puedo, estoy muy feliz, al fin te encontré.— No seas tonto...— Me defendiste de mi madre.— No fue nada tan heroico, no exageres.— Para mí lo fue Jess. —Afirmó él deteniéndose, su expresión seria.— ¿Realmente era tan difícil para ti?— He vivido toda la vida en un círculo de amor–odio por ellos, es estúpido, pero todo lo que he hecho, bueno o malo es para que me noten, pero nunca lo hacen, tú has sido lo único que he querido por mí, no por ellos y aun así sentía temor a que te conocieran, a que se enteraran porque sabía que no te querrían, pero no quería perderte y temía que tú no soportaras la presión o que no quisieras estar realmente conmigo sino que solo quisieras mi dinero y...— Ced... Solo han sido tres semanas, todo esto va muy rápido y eso que aún no me acuesto contigo, ahora me da miedo hacerlo ¿Y si salgo embarazada? —fingió un escalofrió de terror y luego sonrió. —Lo cierto es que me gustas realm
Era de color melón, con una franja vertical de flores rojas en el centro, a todo lo largo del vestido, al ponérselo noto que le llegaba un poco más debajo de medio muslo, las mangas eran largas aunque dejaban sus hombros al descubierto y caían anchas por sus brazos, también tenía una linda caída por su cuerpo y se ajustaba a la cintura con un delgado cinturón marrón, unos botines del mismo color hacían juego con el cinturón, se miró sorprendida ante lo bonita y femenina que la hacía ver ese simple atuendo, normalmente ella solo vestía pantalones vaqueros, camisetas y zapatillas deportivas, sencilla y cómoda, sin accesorios y no se maquillaba, en ese momento aunque sabía que aún le faltaba por ser arreglada ya sentía un gran cambio en sí.— Bien, ya me vestí... ¿Ahora si me dirán que se traen entre manos? ¿De dónde sacaron este vestido y todo lo demás?— ¿Realmente no te lo puedes imaginar? —sonrió Victoria divertida, Jessie la miro mal.— Para ser tan inteligente mi querida Jess, eres
Cuando llegaron al restaurante Cedric se sintió un poco incómodo, y la miro un poco avergonzado por llevarla a uno de sus restaurantes, pero Jessie solo lo miro sonriendo, ella aún estaba nerviosa pero el verlo a él en ese momento la relajaba y divertía, quería pasarla bien y dejarse llevar un poco, confiaba en él, John los recibió en la puerta sonriendo de oreja a oreja, se veía divertido y un poco más animado de lo que ella recordaba, miraba a Cedric con un pequeño brillo de burla en los ojos. — Buenas noches señorita… — La saludo con galantería haciéndola sonreír. —Powell, si gustan seguirme, los guiare a su mesa. — Muchas gracias. —Jessie le devolvió la sonrisa, Cedric estaba serio aunque no molesto, ella tomo su brazo y caminaron tras John hasta una pequeña terraza privada, fuera. Estaba techada y apenas verla Jessie se quedó sin aliento, estaba decorada de manera sencilla pero el jardín tras ella era fascinante, flores de diversos colores se mezclaban con los diferentes tonos
— Al menos fuiste amable, hace un tiempo mis compañeros de estudios se burlaban de mí por ser tan "princesa"— Debió haber sido difícil para ti.— Un poco, pero entonces estaba Bruno, siempre cuidándome, incluso de Zack, él también se burlaba de mí, pero no con mala intención, aún lo hace–. Sonrió negando con la cabeza.— Me alegra que los tengas.— Yo también, son como mi familia. —El asintió y continúo comiendo. —¿Has sabido algo de Nora?— Ha estado bien, está más animada y aunque Norberto le discute bastante sale más de la habitación y camina por los alrededores, me dijo que se muere más rápido estando todo el día recostada sin hacer nada cuando no se siente mal.— Es una mujer testaruda. —Jessie sonrió con cariño.— Es una de las cualidades que admiro de ella.— Les estoy agradecida a ella y a Norberto de que estuvieran contigo este tiempo, aunque no hayan logrado corregirte del todo. —Sonrió con burla.— Voy a tomar eso como un alago.— Lo fue, créeme.— ¿Cómo está la comida?—