Un repiqueo constate con su dedo demostraba lo irritado que se encontraba en ese momento, él no era alguien que tuviera la paciencia de un santo, de hecho era conocido por no tener nada de paciencia, él era un hombre que le gustaban las cosas cuando lo indicaba y a la hora que indicaba, era un hombre bastante exigente y que no le gustaba para nada las personas que lo hacían enojar, ahora él parecía terriblemente irritado y mientras tenía su cabeza funcionando a mil por hora su expresión llena de fastidio podía ser notada por todos en el lugar, que dicha que se encontraba solo, ya que había hecho que todos en el lugar se fueran hacía una hora.
Él planeaba que ellos se encontraran a solas en el piso, que nadie pudiese interferir en su vista, aún no sabía por qué razón lo había hecho, pero lo cierto era que ahora se encontraba preguntándose por qué carajo
Irina conocía muchos secretos de la familia Leroux, desde el hecho del por qué los hermanos no se llevaban para nada bien, hasta el hecho de por qué el padre de Adrien había sido prácticamente expulsado al extranjero hacía muchos años, conocía la verdadera causa de muerte de la madre de Adrien la cual solía ser una completa mentira ante la prensa y también conocía perfectamente a Camille Doufor, una italiana malvada y cruel que podía codearse junto con la amante el padre de aquellos chicos y también era por supuesto sabido que conocía la magnífica dulzura de la abuela Leroux, ella podía llegar a saber un sin fin de historias y de secretos de aquella familia, pero aquella era enteramente fiel a su señor.Adrien había creído en ella cuando nadie lo había hecho, el chiquillo que solo llevaba una semana iniciado su empresa de software buscaba
--Este se ve muy bien… Y este… Oh…. Este es hermoso… Y este… Por Dios tantos estilos… ¿Cuál crees que se vería mejor?, si definitivamente el blanco, en tu piel y tu cabello se verían hermosos… Este también, y este también… Hay tantos… Me encanta venir de compras ¿No estás emocionada? --aquello era una locura, la chica quería salir corriendo, Irina no dejaba de elegir de un lado a otro y dárselo a la vendedora, mientras que ella las seguía de cerca sin decir una sola palabra, además de que la vendedora al igual que ella se habían cansado de no ser escuchadas, por lo que las dos al mismo tiempo solo asentían con la cabeza y esperaban que fuese suficiente para que la mujer no siguiese eligiendo ropa por doquier en lo que Valentinne se preguntaba si alcanzaría el día para poder probarse todo aquello.--Consi
Esto parecía de aquellas escenas sacadas de un mal libro de cuentos, de verdad es que esa chica no se cansaba de hacer tonterías, ¿Ahora que iba a hacer? ¿Un escándalo? Ella no podía actuar de manera tan impulsiva, ella era una chica lista, no podía actuar como quisiera, porque ahí se encontraba junto a ella la secretaria del que se suponía que era su esposa, no podía hacer que lograran descubrir la verdad y que todo se volviera un desastre, ella perdería la oportunidad de recuperar la herencia de su padre y seguramente Adrien Leroux se enojaría tanto que la dejaría en la calle y se aseguraría que nunca consiguiera un trabajo para dejarla morir de hambre, ella no podía permitir aquello, por eso debía solo tranquilizarse y hablar con la maxima amabilidad posible hacia aquella molesta mujer que era su prima, pues la verdad era que no deseaba un problema ahora.--&ique
Silencio… Muchos no comprendían lo que ocurría, además de que al llegar Adrien habían sacado a todas las personas que se encontraban curiosas, por lo que ocurría, pero entonces estaba Valentinne completamente sorprendida ante la situación y como aquel parecía estar como si nada, como aquel observaba a Chantal como si fuese no más que una basura, sin contar que ella ahora estaba perdida, ella ya no podía hacer más, apretó la bolsa en sus manos y sintió unas terribles ganas de llorar, Adrien la sacaría a patadas de la mansión Leroux, ella tendría que vender la casa de su padre y con ello podía vivir por un tiempo, pero la empresa de su padre era más que obvio que la había perdido, sin contar que ahora había perdido una gran cantidad de dinero al comprarle el regalo a Adrien, estaba perdida, ella quería llorar, quería solo revolcarse
No había la más mínima muestra de que las cosas estuviesen bien, Adrien no decía nada, y Valentinne estaba a punto de iniciar a comerse incluso las uñas de los pies, en lo que observo como Irina seguía en silencio en el asiento delantero junto con el conductor y como Adrien solo observaba algunos documentos en el auto como si fuese eso lo más importante del mundo y la ignoraba por completo, ella no lo entendía, él acaba de decir que sabía que ella no era Chantal Rossel, él acaba de decir que sabía que ella lo había estado engañando por días, pero el hombre no mostraba el mayor interés de hecho estaba concentrado en su trabajo como si no fuese más que un viaje completamente común, como si no fuese más que un día normal.No lo entendía ¿Dónde estaban los gritos? ¿Los regaños? E incluso se preguntaban &ique
--Esposa… ¿Esposa verdadera? ¿Cómo? Yo… --era tan divertida, tan curiosa y la podría llamar muy, pero muy inocente, ¿Sería solo con él o les mostraría esa faceta suya a todos? De cierta manera a
La alarma podía ser tan malvada, ella quería seguir durmiendo, quería simplemente quedarse en aquella cómoda cama por horas y no saber del mundo, pero aquello no posible, pues a los segundos escucho el toque de la puerta y seguido de ello se encontró a una Anais divertida al ver su gesto lleno de pereza y cansancio que tenía la chica al mostrar que evidentemente no había dormido absolutamente nada, en lo que solo negó con la cabeza y se dirigió sin decir palabra alguna hacia su armario y saco una maleta para poder preparar todo para el viaje que harían la pareja hacia la villa principal de los Leroux, un lugar a las afueras de Francia, que era conocido como el paraíso de los adinerados, pues tenía un sin fin de tierras a la redonda adaptadas para la cosecha de vino y una enorme mansión que solo recibía a las personas más adineradas de todo el mundo, eso sí, solo podí
--Pero mira nada más que hermos eres, pareces un ángel, un hermoso ángel, si… Eso eres… --la sonrisa y las palabras de la mujer eran llenas de dulzura, estaba completamente fascinada con Valentinne, mientras que esta no comprendía que ocurría con ella, parecía una abuela que no había visto a su nieta por años, parecía que estaba completamente satisfecha con Valentinne solo con verla y la verdad es que ella no veía ni una sola gota de hipocresía o falsedad, parecía ser una mujer que mostraba su auténtico ser y eso le agradaba muchísimo a Valentinne.--Ya deja de acosarla abuela la asustarás… --la voz de Cedrik se escuchó en el lugar, en lo que Adrien observo a su hermano con un poco de cautela, mientras el castaño solamente se sentó frente a ellos con una pequeña sonrisa como era de costumbre, algo que Valentinne imitaba sin