La alarma podía ser tan malvada, ella quería seguir durmiendo, quería simplemente quedarse en aquella cómoda cama por horas y no saber del mundo, pero aquello no posible, pues a los segundos escucho el toque de la puerta y seguido de ello se encontró a una Anais divertida al ver su gesto lleno de pereza y cansancio que tenía la chica al mostrar que evidentemente no había dormido absolutamente nada, en lo que solo negó con la cabeza y se dirigió sin decir palabra alguna hacia su armario y saco una maleta para poder preparar todo para el viaje que harían la pareja hacia la villa principal de los Leroux, un lugar a las afueras de Francia, que era conocido como el paraíso de los adinerados, pues tenía un sin fin de tierras a la redonda adaptadas para la cosecha de vino y una enorme mansión que solo recibía a las personas más adineradas de todo el mundo, eso sí, solo podí
--Pero mira nada más que hermos eres, pareces un ángel, un hermoso ángel, si… Eso eres… --la sonrisa y las palabras de la mujer eran llenas de dulzura, estaba completamente fascinada con Valentinne, mientras que esta no comprendía que ocurría con ella, parecía una abuela que no había visto a su nieta por años, parecía que estaba completamente satisfecha con Valentinne solo con verla y la verdad es que ella no veía ni una sola gota de hipocresía o falsedad, parecía ser una mujer que mostraba su auténtico ser y eso le agradaba muchísimo a Valentinne.--Ya deja de acosarla abuela la asustarás… --la voz de Cedrik se escuchó en el lugar, en lo que Adrien observo a su hermano con un poco de cautela, mientras el castaño solamente se sentó frente a ellos con una pequeña sonrisa como era de costumbre, algo que Valentinne imitaba sin
--Adrien… Que bueno que llegas ¿Quieres probar? Está exquisito, sabes que tengo un talento indudable para cocina y no es por alagarme, pero lo sabes… --una sonrisa tranquila salió de los labios de Cedrik este no parecía estar nervioso o preocupado por la mirada mortífera que le daba su hermano mayor de hecho, era todo lo contrario parecía como si nada ocurriera.Valentinne pensó que tal vez él estaba tan acostumbrado a aquella mirada que no le importaba el hecho de que su hermano se mostrara de aquella forma, tal vez Adrien era con todos de aquella manera, tal vez él era igual que la abuela y esperaba que su esposo se sintiera mejor a su lado, tal vez él estaba depositando tanta confianza en ella y por eso era tan amable con ella, solo en busca de que ella fuese un apoyo para Adrien, aquello hizo que de nuevo aquella montaña rusa de sentimientos volviera a su pecho.Pero entonces
Aquel tic que tenía Adrien tan arraigado en él cuándo estaba enojado era el sonido más revelador en aquella cena, el sentado en la silla principal de la mesa como correspondía, observaba como su abuela y su esposa hablaban en medio de sonrisas sobre alguna cosas triviales y conversaciones de la cosecha de vinos y champán, de como la mujer se había vuelto unas de las mujeres más maravillosas, también hablaron del abuelo de Adrien que siempre indicaba sobre cómo era el mejor hombre del mundo y como se parecía tanto a Adrien tanto físicamente como temperamentalmente y como solía ella disfrutar cuando era una jovencita y pasar tiempo en el campo.Las conversaciones se iban de aquí y allá y todo con base en la excelente comida cocinada por los hombres de la casa, una habilidad que según su abuela era más que necesaria para un hombre francés, sin contar que
Sus mejillas, sus labios y su rostro, aquello era la muestra fija que ella no había podido olvidarlo, que ella no había podido borrar aquel beso de su mente y sus labios, aquellos que ahora ella tocaba con sus manos y observaba en el espejo llena de concentración, no podía borrarlo de su mente, no había podido siquiera estar un poco más tranquila y poder compensar su corazón, pero justamente cuando creía que había podido tranquilizarse, llegaban como relámpagos la sensación de tener su roce, sus labios sobre los suyos, la sensación tan corta de poder sentir su sabor en la boca.Ella debía definitivamente hacer las cosas de otra manera, debía concentrarse y más que todo no debía de ser tan tonta, solo había sido algo que seguramente para él no era nada importante, él no mostró la más mínima muestra de que le hubiese siquiera
--¿Seguro que no escaparas antes de la boda? No quiero estar allí y que tú no estés, sería una vergüenza para mi familia… Te asesinaré si no vas… Lo juro… --una pequeña sonrisa salió de los labios de Adrien para arrastrar a la chica hacia él y darle un casto beso en los labios y observarla con la adoración que solía hacerlo siempre aquel muchacho enamorado.--Más te vale que estés allí, yo llegare primero, intenta por primera vez en tu vida llegar a tiempo a una cita, la verdad es que es horrible que llegues tarde a todos los lugares incluso a tu misma boda… --ella solo había reído ante aquello, ella solo mostraba una sonrisa que hacía que aquel muchacho enamorado se convenciera de que sin duda ella era la mujer de su vida y que aquella boda era lo que más deseaba en su vida.--Lo intentaré… No pued
--Por eso es importante sumar mis amigos, las multiplicaciones y las sumas incluso las restas son lo elemental… --las risas se escucharon en el gran salón de economía de la universidad de Ruan, todos parecían terriblemente interesados en las palabras del aquel decano de tanta experiencia que era el profesor favorito de la gran mayoría de los estudiantes.Incluso para Valentinne aquel hombre era un genio al que se le debía mucho respeto, pero ahora no era algo que valiera la pena ser escuchado para Valentinne, ella estaba completamente sumida en sus pensamientos, aquello que no hacía más que torturarla, y era aquel hombre que no había llegado a dormir a su habitación aquella noche, el mismo que al ella despertar no se encontraba y el mismo que según su abuela se había marchado temprano debido a una emergencia en la empresa.Ella sabía que solo había sido porque él pl
--No deberías estar por ahí sin quien te proteja, nosotros somos personas delicadas y temo por tu seguridad, deberías hablar con mi hermano sobre ello... --Valentinne quien se encontraba completamente sumida en sus pensamientos escuchó la voz de Cedrik y observo como este parecía concentrado en la carretera, mientras que ella solo se preguntaba ¿Cómo hablaría con aquel hombre, cuando este parecía estar evitándola?--Lo haré… Gracias por traerme, no sabía cómo venir hasta aquí… Esta mañana tu abuela fue muy amable de enviar al chofer por mí… --Cedrik observo a Valentinne y se preguntó que ocurría en aquella cabecita, ella parecía estar un poco distraída, además de que en las pocas veces que él había tenido encuentros con ella, esta habla un poco más.--No hay problema… Ya sabes
Silencio, aquel hombre no se mostraba en lo más mínimo hablador todo el tiempo, pero ahora había un gran silencio además de una enorme tensión en el lugar, Adrien se había quitado la chaqueta de su traje y la corbata, además de haber subido las mangas de su camisa hacia los codos, mientras que ella aun en silencio lo seguía con su mirada, además de que este no mostraba en lo más mínimo querer hablar o querer tener aquellas charlas tan suyas en las que ella era el motivo de las burlas de Adrien, donde ella no era más que víctima que de cierta manera le gustaba la forma divertida en la que él la miraba.Pero ahora no había nada, Adrien se movía de un lado a otro en completo silencio sin mostrar siquiera una mirada hacia ella, parecía estar inmerso en la cocina, parecía estar evadiéndola de nuevo, parecía estar allí, pero a la vez no,