Ashley Freetman.Deseaba tocarlo, estimularlo también. Su boca, se apoderó de mi otro pezón y su mano ya libre comenzó un descenso. Rodee su cabello con mis dedos, sabía lo que buscaba, sus mordidas y el barrido de sus dientes por mi vientre, me sofocaba más, despertando una sensación en mi vagina de ser atendida, para poder calmar los latidos que me hacían desear cerrar mis piernas, y poder controlarlo. Sus dedos, se colaron por los costados de mi pantalón pijama, dejándome con la tanga de algodón con costados de encaje, no eran muy pequeña, ni sexy, pero si bonita y agradable a la vista. Noah, metió los dedos de ambas manos por los costados de la panty, acariciando mis labios vaginales. Su boca, se fue a mis muslos internos, besándolos mientras sus dedos seguían jugando. Jadee, abriendo más las piernas cuando él, bajó la panty sacándola de mis piernas, observó mi sexo humedeciendo su labio inferior. Con sus manos, abrió mis piernas y hundió su cabeza en mi sexo. Su lengua, s
Ashley Freetman.─ Buenos días, ingrata. ─ Saludó mi amiga.─ Buenos días, Mariluz. ─ Respondí a su hermoso saludo.─ Ya te iba a llamar, pero mi padre y mi tía, no me dejaban ni respirar bien, ─ expliqué ya que me había pedido que la llamara apenas saliera. ─ Pensé que quien te tenía enredada en su polla, era la hermosura del profesor, ─ mencionó y yo, solo enrojecí.─ Ese silencio me dice que acerté, ─ se carcajeó.─ No, solo que me dejaste sin palabras, ─ mencioné tratando de disimular, el tipo de conversación frente a Noah. ─ ¡Qué lástima! si fuese yo, ya me le habría comido toda la polla, ─ volvió a carcajearse. ─ Mary, por lo visto amaneciste muy contenta, ─ expresé.─ Ayer follé bastante, ─ revela entre risas.─ ¡Oh, por Dios! ─ exclamo colocando la mano en mis labios, para contener la risa sorprendida, sin embargo, capto la atención de Noah, quizás por mis repentinas palabras. Él, frunce el entrecejo observándome, cuando la luz del semáforo cambia, continúa su viaje co
Ashley Freetman.Me coloqué la bata médica, tal y como lo hizo él, abrió el maletín, sacando recetarios e implementos de consulta pediátrica, a los veinte minutos se formó una locura, se escuchaba el ruido, voces hablando y personas caminando, también puertas siendo abiertas. En esta área, ingresaron varios médicos y enfermeras, me sorprendió ver a Mésele y varios conocidos que se acercaron con una sonrisa a saludarme. Observé como este consultorio se llenaba de médicos, que prácticamente quedamos apretujados en los escritorios. Enfermería se dispersó por los diferentes consultorios, la profesora Black, llegó apresurada, era la jefe de pediatría y estaría a cargo de esa área en la jornada.─ Hay inmunización para los niños, en el consultorio al lado de este, ─ informó con una gran sonrisa, buscando con su mirada a mi novio, sonriéndole con coquetería y observando que su lado derecho e izquierdo estaban ocupados con un colega y por mí.─ En cinco minutos iniciamos, ─ informó s
Ashley Freetman.─ Nos vemos mañana, ─ mencionó Noah, tomando el maletín. Yo, me despedí abrazando y besando las mejillas, de mis compañeros laborales del hospital y personas de quién he aprendido mucho. Hoy todos, me trataron como un médico más. Noah, tomó mi mano y entrelazó nuestros dedos, ambos salimos dirigiéndonos al vehículo.─ ¿Mañana será igual? ─ Pregunté colocándome el cinturón de seguridad. ─ Espero que no empeore, ─ mencionó Noah, encendiendo el auto. Yo, lo observé, entendiendo que podían presentarse emergencias y serían muy difícil de atender en esas condiciones. El camino hacia el hotel, no fue muy largo, aunque el cansancio nos pedía a gritos una cómoda alcoba.─ Pediré servicio de comida a la habitación, ─ indicó Noah, una vez ingresamos en ella. ─ Yo, primero me ducharé, ─ mencioné buscando ropa interior y una pijama para dormir, así como mis productos de higiene personal.Me dirigí al baño desvistiéndome y dejando que el agua caliente, relajara todos los mú
Ashley Freetman.Volví a fijar mi visión en el espejo, observando como mis caderas, se movían al compás de sus dedos y ni siquiera, sabía cuando había comenzado hacerlo. Mi piel, estaba erizada y sonrosada, mis pezones estaban muy erectos y duros, mi rostro había cambiado, a uno totalmente desconocido, mis ojos estaban más oscuros y cada vez me gustaba más, el reflejo del espejo. Saqué la punta de la lengua humedeciendo mis labios y los mordí dejando prensado entre mis dientes el inferior, el amase de mi pecho izquierdo, luego el pellizco de mi pezón y los dedos moviéndose, al son de mis caderas, me excitaron más aun; haciéndome gemir de una forma impresionante. Mi cuerpo, respondía solo observándonos a los dos, era maravilloso. Deseaba verlo ahora, a él, reflejado en el espejo mientras lo masturbo. Una de mis manos, se fue hacia mi trasero, buscando su erección, atrapándolo y masturbándolo. No podía ver su erección en el reflejo, pero el movimiento de mi mano, era un gran est
Ashley Freetman─ Dímelo otra vez, ─ pidió levantando mi mentón. Me acomodé apoyando mis brazos en su pecho y mi mentón sobre mis brazos mirándolo.─ ¿Cuál? ¿El mi amor o el mi vida? ─ Le pregunté sonriendo.Él, también lo hizo y, era delicioso que apenas estuviese amaneciendo y él, ya estaba sonriendo.─ Los dos me gustan y deseo escucharlo a cada rato, no importa quien esté a nuestro alrededor, ─ mencionó abrazándome completamente, tallando mi cuerpo en sus manos, debajo de las sábanas que nos cubrían.─ ¿Está seguro doctor Noah? ─ Pregunté abrazándolo, él, gruñó consiguiendo sacarme una pequeña risilla. ─ Segurísimo, todos deben entender que yo, soy tú amor, tú vida, ─ mencionó besándome posesivamente. Mordió mi lengua y frotó su pene en mi vagina. ─ Mi amor, llegaremos tarde a la jornada, ─ expresé.─ Hoy no tenemos que conducir varias horas, Llegaremos a tiempo y cada quien ya conoce su lugar, así que todo estará más organizado ─ explicó.─ ¿Por qué los colaboradores no está
Ashley FreetmanObservé las carpas, estaban tan llenas como ayer. Noah, rodeó mi cintura, él tenía razón, no había prisas para llegar tan temprano. En la parte interna del módulo, todavía no había cola y parecía muy organizado, todo el mundo llegó al consultorio que le correspondía, hoy había otro aperturado, que se leía en la puerta, otorrinolaringología. Me alegré por este hecho.Ginecología, tenía tres cubículos en un consultorio, bueno, eran tres ginecólogos colaborando, así como dos odontólogos, quizás trasladar este tipo de equipos era más difícil. Noah, saludó a varios colegas.─ Últimamente está muy contento, doctor. ─ Mencionó una enfermera que no conocía, pero estaba en el área de emergencias, según su insignia señalada en el uniforme. Noah, sonrío acercándome más a él. ─ Quizás mi novia, es la culpable ─ mencionó besando mi frente, yo enrojecí, decirlo a nuestros compañeros de trabajo, es gritarlo a los cuatro vientos en el hospital y que mi familia, se entere en un
Ashley FreetmanLa espuma se sentía deliciosa cubriendo hasta mis pezones, el agua tibia era muy relajante, los olores de esencias mezcladas, llenaban los sentidos con agrado. Como si todo fuese un tranquilizante, a excepción de los besos y las caricias de Noah, que de tranquilizantes, no tenían nada. Sobre todo, cuando sus dedos pellizcaban mis pezones y sus besos se deslizaban, desde mi cuello hasta mis hombros. Esta delicia en el Jacuzzi, se había convertido en nuestro despertar matutino, desde que llegamos hace tres días a este hotel.─ ¿No te cansas? ─ Le pregunté soltando un pequeño gemido, ya teníamos una hora en el jacuzzi y él, no deseaba salir todavía. ─ Nunca me cansaré de esto, ─ siseó mordisqueando mi cuello y presionando mis pechos. Noah, levantó sus caderas, frotando su miembro en toda mi entrada, ya sin ningún tipo de vergüenza lo tomé entre mis manos y lo introduje en mi interior, deslizándome completamente sobre esa dura erección, por segunda vez en esta mañana.