─ No, podemos regresarnos después que te despidas o te quedas en mi casa. ─ Responde con tranquilidad. ─ ¿Tú casa o la de tú padre? ─ Pregunté besando ligeramente sus labios.─ De ambos, recuerda que heredé la parte que dejó mi madre, ─ mencionó besándome. ─ Se enfriaran las cotufas, ─ mencioné besándolo nuevamente y soltándome luego de sus brazos. Saqué las cotufas del microondas y acomodé las bolsitas en una bandeja. Noah, tomó la bandeja de los refrescos, y yo, de las cotufas y salimos hacia la sala. Los niños, habían acomodado los cojines sobre el piso, observé la pantalla que los tenía a todos demasiado entretenidos y hasta abrazando ambos niños a Samantha.─ ¿Qué ven? ─ Les pregunté.─ Una película de vampiros, ─ sonrió Samantha. Me acerqué entregándole las cotufas y Noah, los refrescos, luego se retiró dejándonos en la sala y yo, me acomodé en el sofá detrás de los niños, pendiente que la película no tuviese censura. Noah, llegó con cobijas que entregó a los niños y
Ashley Freetman─ Sí, pero no deseo que nadie se entere hasta el día de la cena, ─ mencioné mirándola directamente a sus ojos.─ Entonces perdí mi apuesta, ─ mencionó frustrada.─ Técnicamente Noah, no me presentó hoy como su novia, daremos la noticia el día de la cena, ─ mencioné sonriendo, entendiendo porque no había reaccionado como siempre lo hacía.─ Creo que Jaime y yo, tenemos un cincuenta y cincuenta por ciento, porque Andrew, perdió la apuesta totalmente. ─ Aclaró pensativa. ─ Creo que debes consultarlo con Jaime, después de la cena que daremos y juntos toman una decisión, ─ le mencioné, ya que la notaba un poco preocupada. ─ Yo, ya me cobré la apuesta, ─ mencionó frustrada.─ Solo es cuestión de hablarlo con Jaime, podemos volver a salir y que él, escoja las películas. La tranquilicé, y Samantha, sonrió.─ La verdad, es que deseo que se tarden más en ese viaje, ─ Siseó.─ Samantha, no fue tú culpa, simplemente no era el momento de presentarme como novia, ya tenemos u
Ashley Freetman.Deseaba tocarlo, estimularlo también. Su boca, se apoderó de mi otro pezón y su mano ya libre comenzó un descenso. Rodee su cabello con mis dedos, sabía lo que buscaba, sus mordidas y el barrido de sus dientes por mi vientre, me sofocaba más, despertando una sensación en mi vagina de ser atendida, para poder calmar los latidos que me hacían desear cerrar mis piernas, y poder controlarlo. Sus dedos, se colaron por los costados de mi pantalón pijama, dejándome con la tanga de algodón con costados de encaje, no eran muy pequeña, ni sexy, pero si bonita y agradable a la vista. Noah, metió los dedos de ambas manos por los costados de la panty, acariciando mis labios vaginales. Su boca, se fue a mis muslos internos, besándolos mientras sus dedos seguían jugando. Jadee, abriendo más las piernas cuando él, bajó la panty sacándola de mis piernas, observó mi sexo humedeciendo su labio inferior. Con sus manos, abrió mis piernas y hundió su cabeza en mi sexo. Su lengua, s
Ashley Freetman.─ Buenos días, ingrata. ─ Saludó mi amiga.─ Buenos días, Mariluz. ─ Respondí a su hermoso saludo.─ Ya te iba a llamar, pero mi padre y mi tía, no me dejaban ni respirar bien, ─ expliqué ya que me había pedido que la llamara apenas saliera. ─ Pensé que quien te tenía enredada en su polla, era la hermosura del profesor, ─ mencionó y yo, solo enrojecí.─ Ese silencio me dice que acerté, ─ se carcajeó.─ No, solo que me dejaste sin palabras, ─ mencioné tratando de disimular, el tipo de conversación frente a Noah. ─ ¡Qué lástima! si fuese yo, ya me le habría comido toda la polla, ─ volvió a carcajearse. ─ Mary, por lo visto amaneciste muy contenta, ─ expresé.─ Ayer follé bastante, ─ revela entre risas.─ ¡Oh, por Dios! ─ exclamo colocando la mano en mis labios, para contener la risa sorprendida, sin embargo, capto la atención de Noah, quizás por mis repentinas palabras. Él, frunce el entrecejo observándome, cuando la luz del semáforo cambia, continúa su viaje co
Ashley Freetman.Me coloqué la bata médica, tal y como lo hizo él, abrió el maletín, sacando recetarios e implementos de consulta pediátrica, a los veinte minutos se formó una locura, se escuchaba el ruido, voces hablando y personas caminando, también puertas siendo abiertas. En esta área, ingresaron varios médicos y enfermeras, me sorprendió ver a Mésele y varios conocidos que se acercaron con una sonrisa a saludarme. Observé como este consultorio se llenaba de médicos, que prácticamente quedamos apretujados en los escritorios. Enfermería se dispersó por los diferentes consultorios, la profesora Black, llegó apresurada, era la jefe de pediatría y estaría a cargo de esa área en la jornada.─ Hay inmunización para los niños, en el consultorio al lado de este, ─ informó con una gran sonrisa, buscando con su mirada a mi novio, sonriéndole con coquetería y observando que su lado derecho e izquierdo estaban ocupados con un colega y por mí.─ En cinco minutos iniciamos, ─ informó s
Ashley Freetman.─ Nos vemos mañana, ─ mencionó Noah, tomando el maletín. Yo, me despedí abrazando y besando las mejillas, de mis compañeros laborales del hospital y personas de quién he aprendido mucho. Hoy todos, me trataron como un médico más. Noah, tomó mi mano y entrelazó nuestros dedos, ambos salimos dirigiéndonos al vehículo.─ ¿Mañana será igual? ─ Pregunté colocándome el cinturón de seguridad. ─ Espero que no empeore, ─ mencionó Noah, encendiendo el auto. Yo, lo observé, entendiendo que podían presentarse emergencias y serían muy difícil de atender en esas condiciones. El camino hacia el hotel, no fue muy largo, aunque el cansancio nos pedía a gritos una cómoda alcoba.─ Pediré servicio de comida a la habitación, ─ indicó Noah, una vez ingresamos en ella. ─ Yo, primero me ducharé, ─ mencioné buscando ropa interior y una pijama para dormir, así como mis productos de higiene personal.Me dirigí al baño desvistiéndome y dejando que el agua caliente, relajara todos los mú
Ashley Freetman.Volví a fijar mi visión en el espejo, observando como mis caderas, se movían al compás de sus dedos y ni siquiera, sabía cuando había comenzado hacerlo. Mi piel, estaba erizada y sonrosada, mis pezones estaban muy erectos y duros, mi rostro había cambiado, a uno totalmente desconocido, mis ojos estaban más oscuros y cada vez me gustaba más, el reflejo del espejo. Saqué la punta de la lengua humedeciendo mis labios y los mordí dejando prensado entre mis dientes el inferior, el amase de mi pecho izquierdo, luego el pellizco de mi pezón y los dedos moviéndose, al son de mis caderas, me excitaron más aun; haciéndome gemir de una forma impresionante. Mi cuerpo, respondía solo observándonos a los dos, era maravilloso. Deseaba verlo ahora, a él, reflejado en el espejo mientras lo masturbo. Una de mis manos, se fue hacia mi trasero, buscando su erección, atrapándolo y masturbándolo. No podía ver su erección en el reflejo, pero el movimiento de mi mano, era un gran est
Ashley Freetman─ Dímelo otra vez, ─ pidió levantando mi mentón. Me acomodé apoyando mis brazos en su pecho y mi mentón sobre mis brazos mirándolo.─ ¿Cuál? ¿El mi amor o el mi vida? ─ Le pregunté sonriendo.Él, también lo hizo y, era delicioso que apenas estuviese amaneciendo y él, ya estaba sonriendo.─ Los dos me gustan y deseo escucharlo a cada rato, no importa quien esté a nuestro alrededor, ─ mencionó abrazándome completamente, tallando mi cuerpo en sus manos, debajo de las sábanas que nos cubrían.─ ¿Está seguro doctor Noah? ─ Pregunté abrazándolo, él, gruñó consiguiendo sacarme una pequeña risilla. ─ Segurísimo, todos deben entender que yo, soy tú amor, tú vida, ─ mencionó besándome posesivamente. Mordió mi lengua y frotó su pene en mi vagina. ─ Mi amor, llegaremos tarde a la jornada, ─ expresé.─ Hoy no tenemos que conducir varias horas, Llegaremos a tiempo y cada quien ya conoce su lugar, así que todo estará más organizado ─ explicó.─ ¿Por qué los colaboradores no está