Ashley FreetmanNoah y yo, llegamos al salón y todos estaban en el, ninguno pasó desapercibido el brazo que rodeaba mi cintura, ni siquiera mis amigos, a quienes seguramente les debía mi desayuno; ya que el haberme ido apresurada con Noah, hasta el dinero se me olvidó dejarles. Caminé hasta mi asiento, al lado de los hermanos Mariluz y Alexander. Noah, se dirigió a su escritorio, encendió una portátil y un vídeo beam.─ ¿Fue con él? ─ Siseó Mariluz, un poco incrédula.─ ¿De qué hablas? ─ Me hice la desentendida, sabía que quería información relacionada con sus sospechas. ─ ¿Qué quería el alcohólico? ─ Preguntó Alexander─ Ya te he dicho, que no le digas así ─ gruñí furiosa. ─ Está bien, lo siento, ¿Qué deseaba el profesor? ─ Corrigió la pregunta. ─ Lo pedí como tutor de mis pasantías, en el área de oncología pediátrica, eso me ayudará no solo con mi tesis en la especialización de pediatría, sino con la especialización de oncología infantil, que pienso cursar al graduarme.
La observaba degustar su comida, por más que me hubiese disgustado los días de separación, no podía pasar por alto el cansancio que reflejaba su rostro. Estos días habían sido pura mierda, me sorprendía constantemente que solo el alivio, que sentía al verla me calmaba.Ya parecía un loco obsesivo observando mi teléfono a cada rato, solo revisaba una y otra vez las imágenes que me enviaba mi novia, con la recién nacida entre sus brazos, así aliviaba un poco el disgusto que llegaba, cada vez que le pedía que nos encontráramos y una excusa siempre estaba presente. Cuando no era la niña, eran las evaluaciones, como si no pudiese estudiar conmigo a su lado.Las semanas fueron transcurriendo muy lentamente y mi rabia y ansiedad se hacían más presentes, no podía creer como esta niña me tenía tan atrapado, hasta las horas en el hospital se me hacían eternas sin ella.─ ¿Porque tan serio? ─ Preguntó mi mujer, sacándome de mis pensamientos y el sentir que era precisamente eso, me agradó. ─
Noah Hanks─ ¿Qué deseas hacer? ─ Pregunté besando sus labios, ella escondió nuevamente su rostro en mi cuello. ─ Todo lo que soñé desde adolescente, menos estudiar, ─ siseó en mi cuello haciéndome sentir su aliento cálido, estremeciéndome y dándome una dolorosa erección. Juro que deseaba que descansara primero, aunque sea un par de horas, pero sentirla cálida y darme a entender que me desea tanto, no lo hacía fácil.─ ¿Qué soñabas? ─ Pregunté con curiosidad, el morbo me llamaba en ese momento.─ Noah, ─ mencionó dándome un golpecito en el hombro, solté una risilla.─ Yo, también te he soñado y con bastante morbo, ─ le confesé en su oído, sin dejar de morder el lóbulo de su oreja, ella se retiró un poco para observarme. ─ ¿Qué has soñado? ─ Preguntó mirándome y luego buscando mis labios besándome.Me gustaba cuando era ella, la que tenía la iniciativa. Busqué el orillo de su blusa, levantándola para despojarla de la prenda de vestir, necesitaba tocarla.─ Que tú me buscas, qu
Noah Hanks.─ Jadee cuando sus labios se unieron y se cerraron en la cabeza de mi miembro, deslizándose lentamente por todo el falo; gruñí cuando sus manos se posaron en cada lado de mis caderas e impulsaron a realizar el vaivén. Sus mejillas, se hundieron succionando y ascendiendo entre la succión, tomé su largo cabello envolviéndolo en mi mano, para ayudarla con el vaivén; pero me sorprendió cuando la succión descendente, me llevó hasta su garganta y lo presionó cómo deseando tragárselo.─ ¡Mierda! ─ Mascullé con la sensación producida con la felación, le daría el premio Nobel, a ese vídeo educativo. Mis caderas se movieron al ritmo de su boca, que se estaba volviendo muy pecaminosa. Bajé la mirada nuevamente, ella arrodillada, con su cabello rojo envuelto en mis manos y mi miembro en su boca, era mi sueño perfecto y estaba tan rica la felación, que estaba a punto de correrme. Salí de ella antes de vaciarme, tenía días deseando follarla, giré su cuerpo besando su espalda e incli
Noah HanksEl WakaWaka de Shakira, se escuchaba a lo lejos, aspiré profundo, el olor de su piel y su perfume me recordaron a la persona que tenía entre mis brazos. Hundí más la nariz en su cuello, el molesto ruido de la melodía continuaba. Ella intentó moverse, pero la prisión de mis brazos se lo impedía.─ Noahh, ─ susurró aun adormilada. ─ ¿Por qué colocas la alarma a esta hora? ─ Pregunté sobre su cuello, sin poder evitar besarlo y morderlo suavemente. ─ Es mi recordatorio, para buscar lo necesario en la casa de mi tío Jordan y dirigirme a la mía a estudiar, ─ explicó moviéndose un poco para abrazarme. Así era más difícil que saliéramos de esa cama.Levanté un poco mi cabeza observándola, las sábanas estaban cubriendo solo la mitad de nuestros cuerpos, los torsos eran visibles y sus hermosos pechos fueron la mejor visión, bajé hasta ellos llevando primero uno hasta mi boca.─ Noah, así no nos iremos de aquí, ─ sonrió moviéndose ─ No quiero irme, ─ murmuré llevando el otro
Noah Hanks.─ Noah, ¿Cómo estás? ─ Sonrió Valerie al verme, un poco extrañada con mi presencia, acomodó la bebé hacia un lado de su cuerpo y se levantó un poco besando mi mejilla. ─ Hola, Valerie. Muy bien y tú ¿Cómo estás? ─ Saludé devolviendo el beso en su mejilla. ─ Practicando nuevamente para mamá, ─ sonrió mostrando la bebé entre sus brazos ─ Tía, que bueno verte bien, ─ mencionó Ashley, abrazando a Valerie. Samantha, llegó a nuestro lado, besando a su nieta en la mejilla.─ Noah, hijo que bueno verte, ─ musitó Samantha, con cariño besando también mi mejilla. Ashley, observó la interacción y sonrió, estaba seguro que esto le hacía pensar que ellos no harían oposición a lo nuestro, yo esperaba lo mismo, pero lo dudo.─ Mira lo que te traemos, pequeña. ─ Mencionó Ashley, a la bebé levantando los regalos y quitándole a Valerie, la bebé, caminó hasta mi lado. ─ ¿Está preciosa, verdad? ─ Preguntó enseñándome a la pequeña. ─ Es muy hermosa, ─ mencioné observando a la
Noah Hanks.La seguí por la vía todavía demasiado transitada a esa hora, ella tomó la vía hacia la casa de Ethan, yo hacia la mía aunque no estaba muy lejos, no tenía una excusa para seguirla hacia ese lugar y cada vez mi frustración era más grande, no entendía que me sucedía, esto no me había ocurrido ni con Gianna, ni con Katty, la madre de Jaime; por el contrario, esta última se quejaba por mi falta de atención hacia ella. Llegué a mi casa.─ ¿Jaime? ─ Le pregunté a mi padre, aunque sabía la respuesta. ─ Ya sabes dónde está, es un digno hijo tuyo, ─ señaló mi padre con una sonrisa. Que le podía decir, de niño yo vivía metido en la casa de Ethan, y mis intenciones eran las mismas que las de mi hijo. Solo que yo, me había fijado en una mujer mayor que yo, que no me amaba a mí, sino a su cuñado. La mensajería de texto repicó en mi teléfono. ─ Ya estoy en casa, ─ leí el mensaje de mi novia, subí hasta mi habitación, me cambié por ropa más deportiva, abrí la ventana de mi
Noah Hanks.─ No me agrada el chico que trajiste en tú cumpleaños, ─ refutó inmediatamente su padre.─ Papá, deja los celos y no es Alexander, ─ Alegó mi novia, y eso llamó más la atención de todos.─ Y ¿Cuándo lo conoceremos? ─ Preguntó su hermana Samantha, entusiasmada. ─ Estaba pensando en preparar una cena con toda la familia, el primer fin de semana después que llegue de viaje ─ Informó Ashley. ─ ¿Cuánto durará la jornada? ─ Preguntó Maximiliano, a quien parecía que la felicidad se le había escapado de su rostro.─ Creo que una semana, pero no estoy segura, ─ mencionó Ashley─ Durará quince días incluidos los viajes, va a realizarse en cuatro sectores rurales, todavía están abiertas las suscripciones para quienes deseen sumarse, ─ les invité, ya que me extrañó que Ivanna y Jordan, esta vez no se sumaran, después me di cuenta que la esposa de Jordan, estaba en los días de parto e imagino que ese fue uno de los motivos. ─ Esta vez no me sumé, por los compromisos que h