─ Me alegra mucho, tenerte en este equipo de trabajo, ─ sonrió la doctora, apretando mis cachetes con cariño, como si yo fuese una pequeña. Ella, era la persona más amable, que había conocido en mi vida.─ Me iré a cambiar, ─ musité.─ El bolso está en la habitación de Caleb, ─ mencionó Noah.Asentí colocándome guantes y tapaboca dirigiéndome hacia el pasillo, donde estaba la habitación de mi primer hijo. Sonreí consiguiendo a Caleb, jugando con la pista que le había regalado. Ya se veía mucho más activo, seguía en una silla de ruedas, para no afectar más su pierna, que solo hacía un mes de su cirugía. El tratamiento estaba funcionando, él al verme sonrió, caminé hasta él abrazándolo.─ ¿Por qué estás solito? ─ Le pregunté.─ Noah, le dijo a la enfermera que se retirara a descansar, que ya ustedes habían llegado y se harían cargo, ─ mencionó, yo asentí besando su frente.─ Me iré a cambiar, ─ le dije buscando el bolso, para ingresar al baño.─ ¿Jaime viene hoy? ─ Me preguntó.─
─ Este chico, debe estar cansado, así que vamos para tú habitación, ─ invitó Bill a Caleb.─ Deberíamos primero enseñarle la casa, ─ intervino Jaime.─ Las dos casas, para que conozca sus habitaciones, ─ propuso mi hermano Andrew.─ Con una será suficiente y cuando descanse se le enseñará la otra, ─ mencionó Noah.─ Sube a descansar un rato, yo me encargo, ─ le sugerí a Noah.─ Te espero arriba, ─ mencionó y mis mejillas volvieron a enrojecer. Observé a Bill y parecía bastante despreocupado.Noah, subió las escaleras dirigiéndose a su habitación, los chicos recorrieron a Caleb, por la planta baja.Noah, bajó recién duchado, almorzamos, luego levantó a Caleb, de la silla de ruedas y subió las escaleras. Lo llevó a la habitación que le indicó Jaime, acomodándolo en la cama, lo cambié y le apliqué el tratamiento.─ Ve a descansar, nosotros nos encargamos, ─ mencionó Bill, yo no moví un paso, pero Noah, si lo hizo, levantándome entre sus brazos y llevándome a su habitación.─ Noahh, ─ m
Ashley Freetman─ Pensé conseguirte aquí, llego y resulta que ninguno de mis hijos está en mi casa, pero si en la casa vecina y hasta con ropa del vecino, ─ pronunció mi padre, observando mi cuerpo, el cual estaba todavía con la ropa de Noah.─ Lamento decepcionarte tanto papi, ─ pronuncié abrazándolo.─ ¿Estás segura de lo que estás haciendo? ─ Me preguntó besando mi cabeza.─ Solo estoy segura que lo amo con todo mi ser papi, ─ sisee.─ No deseo verte sufrir, Ashley. ─ Pronunció preocupado.─ Déjame crecer papi, no me sigas encerrando en una ostra, ─ pronuncié.─ Y crecer es convertirte en su amante, ─ se quejó.─ Me ha pedido que nos casemos, ─ pronuncié.─ Eso es lo que vienes a decirme, que se casarán, ─ alegó y moví mi cabeza negándolo.─ Yo le he pedido un tiempo, lo necesito, ─ le informé y ambos guardamos silencio.─ ¿Cómo está Caleb? ─ Preguntó.─ Ha procesado todo bien, ya veremos como va evolucionando, mañana lo traeré para acá. ─ Le hice saber.─ Hoy me llamaron de Ser
Ashley FreetmanTía Ivanna, tío Jordan y Noah, sonríen orgullosos. Ellos, como profesores de la universidad sabían que había esa posibilidad, pero no pensé que se hiciera realidad. Mis hermanos, también sonríen orgullosos. ─ Es una de nuestras excelentes alumnas, en las cuales solo dos, han logrado la meta de recibir Doble Título. ─ Se escucha al micrófono. Mi padre, se levanta de la silla sorprendido, tía Ivanna y tío Jordan, también me observan expandiendo los ojos, ya que me ha costado mucho trabajo, ocultarlo de ellos dos. Noah, me guiña un ojo sintiéndose orgulloso. ─ Recibe con los Máximos Honores el Título de Médico General. ─ Mencionan al micrófono y los aplausos se escuchan. Mariluz y Alexander, aplauden con fuerza, unos minutos de algarabía más se escucha en el salón de las graduaciones. Recibo el título que me ofrecen, lo tomo orgullosa, lo levanto con mi mano derecha enseñándoselo a todos. ─ Recibe con los Máximos Honores, el Título de Especialista en Pediatría,
Ashley Freetman─ ¿Eso es para la fiesta de Samantha? ─ Preguntó el niño, al ver las imágenes.─ No, es la decoración para otro evento, la de Samantha, será muy sencilla y... ¿Tú para cuando deseas tú cumpleaños? ─ Pregunté mirándolo.─ No lo sé, porque si escojo un mes y ese no es, ─ pronunció, lo observé a sus ojitos. Desde que lo conocí, me ha llamado la atención, lo inteligente que es a pesar de lo pequeño, también que se expresa bien y con educación, a pesar de ser un niño de la calle que no sabía leer y escribir, aunque ahora, eso ha mejorado mucho; ya escribe y Lee con dificultades, pero lo ha aprendido hacer, ahora hemos incluido números, sumas y restas a su aprendizaje y hemos notado que es muy rápido, para memorizar.─ Podemos escoger el último día y mes del año, así no nos preocupamos si es o no es la fecha, ─ pronuncié.─ ¿En la Navidad? ─ Preguntó ampliando sus ojitos.─ Siempre vi los pavos y los jamones, también las galletas y desee comerlos, ─ pronunció y me partió el
Ashley Freetman─ Debiste ir a dormir en tú cama, necesitas descansar, ─ mencioné.─ Necesito dormir contigo, para descansar ─ mencionó besándome ligeramente. Una risilla nos hizo levantar la vista hacia la camilla, dirigí mi visión hacia Caleb, el cual nos estaba observando con una risilla. Noah, sonrió y se dirigió al baño, busqué en la nevera, había ensalada que había enviado tía Ivanna, gelatina, frutas y jugo natural.─ ¿Quieres fruta? ─ Le pregunté a Caleb, el asintió. Saqué una pera y un vaso de jugo, subí la camilla para que quedara sentado, lavé la fruta, la piqué en trozos y se la pasé. Acomodé el vaso de jugo, en la mesita cerca de la camilla. Al parecer su malestar ya estaba pasando. Noah, salió del baño, buscó guantes y tapabocas colocándoselos.─ ¿Te sirvo frutas y ensalada? ─ Pregunté y él asintió. Volví a la nevera, sirviéndole la ensalada y el jugo entregándoselos. Saqué las frutas para los dos y las lavé, picando varios trozos. Nos sentamos en las sillas cer
Ashley Freetman─ ¿Qué te sucede Samantha? ─ Pregunté apresurada y preocupada. Caleb, bajó el libro que estaba intentando leer y levantó la vista a mi rostro.─ Deja de llorar, que no te entiendo. ─ Le ordené caminando de un lado a otro, de la habitación.─ ¿Qué sucede? ─ Preguntó Caleb con su carita angustiada, intentó levantarse, pero corrí hasta él, deteniéndolo.─ ¡Algo le sucede, a la abuela Samantha! ─ gritó mi hermana, a través del teléfono aturdiéndome.─ ¿Dime qué tiene? ─ Pregunté.─ Te envío una ambulancia, ─ mencioné a punto de cortar la llamada.─ No, ya vamos en camino, el abuelo Ethan, la lleva en tú auto ─ balbuceó entre el llanto y la angustia. ─ Listo, bajo para la emergencia para el ingreso, ─ le dije.─ ¿Qué sucede? ─ Preguntó Mésele, ingresando a la habitación y notando mi preocupación.─ No lo sé, hay una emergencia con mi abuela Samantha, por favor, necesito que alguien se quede con Caleb, para bajar a la emergencia, ─ le dije a Mésele, y me acerqué a Ca
Ashley Freetman─ ¿Se acaba de quedar dormido? ─ Le susurré a Samantha, preguntándole.─ Apenas te fuiste se durmió, estaba muy cansadito, ─ susurró ella también. Asentí, comprendiendo que la ansiedad lo había cansado, pero se durmió antes de cumplir el tratamiento. Noah y yo, nos observamos, porque cada vez se iba controlando más. Samantha, se fue con tía Ivanna. Cuando papi, salió del quirófano, eran ya las veinticuatro horas, cuando se fueron. La noche transcurrió bastante pesada y con mucho movimiento, otra vez no habíamos pegado un ojo. Mi abuela estaba mejor, su presión arterial había mejorado. Caleb, también había pasado bien la noche, aunque cada vez que Noah o yo, llegábamos de la habitación de la abuela, él preguntaba como seguía. Entregamos la guardia y Caleb, salió de alta culminando su primer ciclo de quimios.─ ¿Puedo ver a la abuela? ─ Preguntó Caleb, cuando lo estábamos preparando para partir.─ Antes de irnos pasaremos por su habitación, ─ respondí para tranq