Ashley Freetman.La sensación de complacerlo en todos los sentidos me abarcó y ese deseo insano de que me ame solo a mí, también me abarcó. Recordé las líneas del diario de mi madre y sentí un dolor punzante en mi pecho, separándome de él y buscando acomodarme en un lado de la cama. Él, me abrazó desde mi espalda, como si comprendiera mis sentimientos, giró mi cuerpo levantando mi mentón.─ ¿Cuándo te distes cuenta de esa dependencia? ─ Preguntó buscando mis labios y esta era su peor forma de hacerme tan dependiente a él, porque en sus brazos él, me domina completamente, en sus brazos yo, simplemente soy su títere.─ Cuando comencé a leer el diario de mi madre, ─ musité, él volvió a besarme.─ Sabía que esa libreta traería problemas, lo supe desde la noche que me dijiste que lo estabas leyendo y luego no quisiste dormir conmigo ─ mencionó. ─ Me duele leer cuanto la amabas, como la buscabas, le pedías que estuviese contigo, ─ musité y otra vez las lágrimas me traicionaban.─ Entonce
Ashley Freetman.─ No son iguales, ─ pronuncia mi hermana.─ Pero, suenan iguales, ─ refuta el niño. Me sorprendo de que Samantha, esté todavía aquí, observo que tenga su traje de bioseguridad, con lo despistada que es, hay que estarle recordando.─ ¡Hola! ─ saludo a ambos. El niño me ve y se sonríe y a mí el corazón me tiembla. Coloco el bolso donde le traje comida, en la mesita que tiene al lado de la camilla. Observo las letras que tiene mi hermana a su lado, ella está sentada en una punta de la camilla.─ ¿Has desinfectado eso? ─ Le pregunto señalando las letras.─ Por supuesto, ─ responde ella enseguida. Samantha, se ha obsesionado con enseñarle a leer al pequeño.─ Pitillo, piensa que la B y la V son iguales, le explico que no es así, ¡Dios¡ que nombre tan feo también ¿Quién se llama así? ─ menciona mi hermana pensativa. Yo sonrío al ver su gesto de horror.─ Las letras no son iguales y tampoco se pronuncian igual y de verdad, el nombre deberíamos cambiarlo, ─ sonrío.─ Claro
Ashley FreetmanTía Valerie, se despidió, así como las chicas con las que había llegado, me fui a duchar y a cambiar, todo el personal que había ayudado hizo lo mismo. Al salir de la ducha fui a ver a Jonás, para ver si había despertado, pero seguía bajo efectos de los analgésicos. Pasé a ver a Francho y a Luna, luego a los niños del pasillo que estaba recorriendo, hasta llegar a la habitación del niño, estaba despierto y sudando; le habían bajado más la dosis para irlo desintoxicando, busqué toallas húmedas y comencé a limpiar su cuerpecito.─ Vamos al mueble para leerte un cuento, ─ le propuse para distraerlo, lo cargué sentándolo en el mueble. Me acomodé a su lado, coloqué su cabecita en mis piernas y comencé acariciar su rostro.─ ¿De verdad me vas a llevar para tú casa cuando salga de aquí? ─ Preguntó mirándome como si le costara creerlo.─ Si tú quieres sí, pero primero debes sanar, vamos a iniciar un tratamiento que es muy fuerte y te hará sentir indispuesto, ─ le hice saber
Ashley FreetmanMésele, ya estaba vestido de payaso o de medio payaso, porque igual tenía que colocarse el traje de bioseguridad. Buscó los globos y los dos primeros regalos. Nos dirigimos primero a la habitación de Jonás, el niño nos sonrió, se emocionó al ver el payaso con los globos.─ Los primeros regalos son los nuestros, ─ mencioné entregándole mi regalo y Mésele, el suyo, él sonrió.─ Termina de arreglarte para que recorras el pasillo, ─ le pedí al niño y sonreí besando su cabecita. Luego fuimos a la habitación de Francho, e hicimos lo mismo. Francho, estaba muy emocionado. Después de visitar a los dos cumpleañeros, me dirigí a la habitación del niño, que al parecer le gusta el nombre Caleb, él no tenía a nadie y a mí me gustaba ayudarlo. Cuando llegué dos enfermeras estaban con él, acomodé en la mesita al lado de la camilla los globos y los regalos, para ayudarlas atenderlo ya que no se veía bien.Busqué una pijama para cambiarlo, había buen clima, pero él, estaba sudando
Ashley Freetman─ Descansa, ─ le dije al niño, ya que estaba somnoliento.─ Ya los niños de terapia biológica están listos, ─ mencionó la doctora Rosario, llegando hasta nosotros.─ Vamos a ver que síntomas presentan, ─ señaló la enfermera Claudia. Una de las enfermeras nos informó, que estaban llegando con el gran pastel o mejor dicho, los pasteles. Noah, me hizo seña para que esperara, todos salieron del Star de médicos, menos nosotros.─ Trata de que sea rápido, por favor, ─ musitó Noah, mirándome. Me acerqué a él, lo abracé y lo besé.─ Vamos, señor Director. ─ lo invité, envolviendo mi brazo en el suyo. Ambos salimos, le pedí a tía Valerie y a tía Abigail, dividirnos por las diferentes alas del piso, para culminar más rápido. Todos se colocaron los trajes adecuados de bioseguridad, para poder ingresar a las habitaciones. También los regalos habían pasado por el protocolo correspondiente, para evitar más gérmenes. Comenzamos el recorrido, los dos cumpleañeros fueron los pri
Ashley Freetman.Todos salimos de la habitación y Noah, rodeó mis hombros. Tía Abigail, estaba al final del otro pasillo saliendo de una habitación. Ambas se cambiaron retirándose toda la ropa hospitalaria, guantes y tapabocas, luego se despidieron marchándose.─ ¿Qué deseaba Lumbardi? ─ Preguntó Noah, un poco disgustado.─ Me preguntó sobre el niño y nos ayudará con servicios sociales, ─ respondí, una mujer gritó en el pasillo. Los dos giramos nuestro rostro, era la habitación de la niña Luna, corrimos hacia ese lugar, así como la doctora Rosario, también corrió, consiguiéndonos que la niña, estaba morada.─ El equipo de oxígeno, ─ pidió Noah, todos nos apresuramos atender la niña, que no podía respirar. Estas eran reacciones de los procedimientos de quimios. Logramos estabilizarla, pero el oxígeno no lo pudimos retirar, después de estas emergencias surgieron otras. El tiempo transcurrió, unos niños salían de alta y otros continuaban ingresados en el piso de Oncología Infantil.─
Ashley Freetman─ Tío Samuel, vino a saludarte, ─ le informé, él observó a tío Samuel, besé la mejilla de ambos y salí de la habitación dejándolos solos. La enfermera que estaría pendiente de Caleb, llegó y esperó que tío Samuel, saliera y ella ingresó. Me despedí de tío y luego fui hacer el cambio de guardia.─ ¿Vienes antes de irte a España? ─ Me preguntó Caleb.─ Mañana en la noche estaré de vuelta, ahora vienen Samantha y Jaime, con la abuela Samantha, no te estés alterando mucho, yo voy ayudar a tía Valerie, con el evento, ─ le informé, él asintió un poco triste, me acerqué abrazándolo.─ La enfermera estará en contacto conmigo y tú y yo, podemos comunicarnos por video llamada, ─ le recordé, él asintió, así lo hemos hecho, utilizando el teléfono de la enfermera. Caleb, rodeó mi cuerpo abrazándome. Noah, nos observó, así como el resto de médicos.─ Pensé que iríamos al departamento a descansar un rato, ─ mencionó Noah, cuando bajamos al estacionamiento.─ Esta noche nos po
Ashley FreetmanCuando llegué al salón de fiesta ya tía Valerie, estaba allí con los hermanos Lumbardi, los cuales me llamaron para posar en las fotos en representación a la publicidad de la empresa. Tía Valerie, ordenó activar el encendido y la iluminación que pendía del techo, llamó la atención de todos y más fotos y videos fueron tomados.─ Te dije que eran muy buenas en su trabajo, ─ sonrió Franchesco Lumbardi. Todo parecía el sueño de bodas de cualquier reina, los candelabros en las mesas también fueron encendidos, los invitados fueron llegando, luego los novios, ahora esposos, a todos les llamaba la atención las aves iluminadas colgando del techo. La decoración fue alabada y los Lumbardi, fueron vanagloriados. Amaneció y al parecer la fiesta continuaba, en horas de la media mañana fue que respiramos, cuando vi la cama ni siquiera fui capaz de retirarme el vestido de fiesta, caí como un plomo medio muerta del cansancio. A las tres de la tarde mi teléfono me despertó, el Wak