Ashley Freetman─ Descansa, ─ le dije al niño, ya que estaba somnoliento.─ Ya los niños de terapia biológica están listos, ─ mencionó la doctora Rosario, llegando hasta nosotros.─ Vamos a ver que síntomas presentan, ─ señaló la enfermera Claudia. Una de las enfermeras nos informó, que estaban llegando con el gran pastel o mejor dicho, los pasteles. Noah, me hizo seña para que esperara, todos salieron del Star de médicos, menos nosotros.─ Trata de que sea rápido, por favor, ─ musitó Noah, mirándome. Me acerqué a él, lo abracé y lo besé.─ Vamos, señor Director. ─ lo invité, envolviendo mi brazo en el suyo. Ambos salimos, le pedí a tía Valerie y a tía Abigail, dividirnos por las diferentes alas del piso, para culminar más rápido. Todos se colocaron los trajes adecuados de bioseguridad, para poder ingresar a las habitaciones. También los regalos habían pasado por el protocolo correspondiente, para evitar más gérmenes. Comenzamos el recorrido, los dos cumpleañeros fueron los pri
Ashley Freetman.Todos salimos de la habitación y Noah, rodeó mis hombros. Tía Abigail, estaba al final del otro pasillo saliendo de una habitación. Ambas se cambiaron retirándose toda la ropa hospitalaria, guantes y tapabocas, luego se despidieron marchándose.─ ¿Qué deseaba Lumbardi? ─ Preguntó Noah, un poco disgustado.─ Me preguntó sobre el niño y nos ayudará con servicios sociales, ─ respondí, una mujer gritó en el pasillo. Los dos giramos nuestro rostro, era la habitación de la niña Luna, corrimos hacia ese lugar, así como la doctora Rosario, también corrió, consiguiéndonos que la niña, estaba morada.─ El equipo de oxígeno, ─ pidió Noah, todos nos apresuramos atender la niña, que no podía respirar. Estas eran reacciones de los procedimientos de quimios. Logramos estabilizarla, pero el oxígeno no lo pudimos retirar, después de estas emergencias surgieron otras. El tiempo transcurrió, unos niños salían de alta y otros continuaban ingresados en el piso de Oncología Infantil.─
Ashley Freetman─ Tío Samuel, vino a saludarte, ─ le informé, él observó a tío Samuel, besé la mejilla de ambos y salí de la habitación dejándolos solos. La enfermera que estaría pendiente de Caleb, llegó y esperó que tío Samuel, saliera y ella ingresó. Me despedí de tío y luego fui hacer el cambio de guardia.─ ¿Vienes antes de irte a España? ─ Me preguntó Caleb.─ Mañana en la noche estaré de vuelta, ahora vienen Samantha y Jaime, con la abuela Samantha, no te estés alterando mucho, yo voy ayudar a tía Valerie, con el evento, ─ le informé, él asintió un poco triste, me acerqué abrazándolo.─ La enfermera estará en contacto conmigo y tú y yo, podemos comunicarnos por video llamada, ─ le recordé, él asintió, así lo hemos hecho, utilizando el teléfono de la enfermera. Caleb, rodeó mi cuerpo abrazándome. Noah, nos observó, así como el resto de médicos.─ Pensé que iríamos al departamento a descansar un rato, ─ mencionó Noah, cuando bajamos al estacionamiento.─ Esta noche nos po
Ashley FreetmanCuando llegué al salón de fiesta ya tía Valerie, estaba allí con los hermanos Lumbardi, los cuales me llamaron para posar en las fotos en representación a la publicidad de la empresa. Tía Valerie, ordenó activar el encendido y la iluminación que pendía del techo, llamó la atención de todos y más fotos y videos fueron tomados.─ Te dije que eran muy buenas en su trabajo, ─ sonrió Franchesco Lumbardi. Todo parecía el sueño de bodas de cualquier reina, los candelabros en las mesas también fueron encendidos, los invitados fueron llegando, luego los novios, ahora esposos, a todos les llamaba la atención las aves iluminadas colgando del techo. La decoración fue alabada y los Lumbardi, fueron vanagloriados. Amaneció y al parecer la fiesta continuaba, en horas de la media mañana fue que respiramos, cuando vi la cama ni siquiera fui capaz de retirarme el vestido de fiesta, caí como un plomo medio muerta del cansancio. A las tres de la tarde mi teléfono me despertó, el Wak
Valerie Ghill─ ¿España? ─ Le pregunté a Franchesco, frunciendo el entrecejo. Abigail, es la que más había insistido en la firma del contrato y es la que no podía viajar todavía por la beba.─ Sí, les dije que teníamos un evento programado, hay un contrato con el Hotel Lumbardi de España, para un gran evento, se casa una personalidad artística.─ ¿Para cuándo es el matrimonio y a quien debo contactar para conocer sus gustos? ─ Pregunté un poco nerviosa. Una cosa era planificar eventos sencillos y otra cosa era planificar eventos de mayor magnitud.─ En cuarenta y nueve días será el evento y en quince días podemos viajar para que conozcan el lugar, aunque si desean hacerlo antes me informas y reprogramamos el viaje. ─ Pronunció y a mí, casi se me salen los ojos.─ ¡Queeee! ─ casi grité.─ ¿Cómo que en cuarenta y nueve días? ─ Le pregunté y de verdad, me estaba arrepintiendo de haber firmado el contrato hacía solo una semana.─ Te pedimos un mes y medio, para cumplir con nuestros
Valerie Ghill─ Yo, puedo hacer el primer viaje, podría cuadrar con Hailey, a ver si nos acompaña, de seguro ella, podrá ayudarnos en eso de aves volando, ─ propuso Abigail.─ Sabes bien, que yo debo observar para que mi imaginación se expanda, ─ pronuncié.─ ¿Yo puedo ir para España? ─ intervino mi hijo.─ No queda de otra, ─ le respondí.─ Puedes quedarte en la casa, ─ refirió Ashley.─ También en la mía, ─ refirió Abigail.─ Prefiero conocer España, ─ se animó Sebastián.─ Para observar el lugar pueden ir tía Abigail y tú, que ese sería el viaje más corto, en los otros cuadramos fechas y yo te acompaño, ─ musitó Ashley, y creo que sería lo mejor.─ Hablaré con el señor Lumbardi, para partir después del evento de los niños del hospital.─ Lo podemos hacer simultáneo, yo me quedaría aquí cumpliendo con los eventos, propuso Ashley, y también era una buena idea. Continuamos revisando todo, pero no se me salía de la cabeza, que necesitaba una lluvia de ideas. Abigail, se retiró y Ashley
Valerie GhillLumbardi, pasó su brazo izquierdo por los hombros de Ashley, sacándola de la habitación. Noah y yo, nos quedamos observando la acción, mi amigo de infancia con su mandíbula apretada; al parecer no le agradaba tal situación, yo desvié la mirada, tratando de no darle importancia, aunque la realidad no era esa. A los minutos Ashley, ingresó con una sonrisa de oreja a oreja, llamando nuevamente la atención de Noah. Ashley, se acercó al pequeño de la emergencia y el niño, a pesar de que tenía sus ojitos bastante triste, observó a mi sobrina preocupado. Ella, lo tranquilizó y yo, me estaba llenando de curiosidad con respecto al pequeño.─ ¿El señor Lumbardi, ya se retiró? ─ Le pregunté a mi sobrina.─ Sí, se fue hace rato, ─ respondió ella sonriendo. Noah, levantó una de sus cejas y observó a su novia, bueno, yo pensaba que todavía eran novios.─ Es hora de retirarnos, en una hora viajamos para España, ─ le recordé a Ashley. Ella, respiró profundo, habíamos decidido rea
Ashley Freetman─ ¿Oso, no piensas que ya es hora de dejar descansar a Lissie? ─ Preguntó tía Ivanna, apoyando su cabeza en el pecho de tío Jordan. Bajé otro escalón observando como tío Jordan, la envolvía entre sus brazos. Este era uno de esos momentos entre ellos, que me hacía pensar si yo, había cometido un error al separarlos.─ Ambos, hicimos esa promesa juntos, Ivanna. ─ Pronunció tío Jordan, besando su cabello. Al verlos así, muchas veces me he preguntado si todavía se aman.─ Lo sé oso, pero las cosas han cambiado, tú y yo, nunca tendremos un hijo juntos, y la promesa fue clara, los dos prometimos que cuando tuviésemos nuestra primera hija, la nombraríamos Lissie. ─ refirió tía Ivanna.─ Lo sé, pero tú, no nombrarás a tú hija Lissie. ─ Mencionó tío Jordan.─ Sabes bien, que hice un trato con Maximiliano, si es hembra se llamará Hailey, y... si es varón Ethan. ─ Mencionó tía Ivanna. Conocía ese acuerdo con mi padre, prometieron llamar a sus hijos, como nuestros abuelos, p