Ashley FreetmanTía Valerie, se despidió, así como las chicas con las que había llegado, me fui a duchar y a cambiar, todo el personal que había ayudado hizo lo mismo. Al salir de la ducha fui a ver a Jonás, para ver si había despertado, pero seguía bajo efectos de los analgésicos. Pasé a ver a Francho y a Luna, luego a los niños del pasillo que estaba recorriendo, hasta llegar a la habitación del niño, estaba despierto y sudando; le habían bajado más la dosis para irlo desintoxicando, busqué toallas húmedas y comencé a limpiar su cuerpecito.─ Vamos al mueble para leerte un cuento, ─ le propuse para distraerlo, lo cargué sentándolo en el mueble. Me acomodé a su lado, coloqué su cabecita en mis piernas y comencé acariciar su rostro.─ ¿De verdad me vas a llevar para tú casa cuando salga de aquí? ─ Preguntó mirándome como si le costara creerlo.─ Si tú quieres sí, pero primero debes sanar, vamos a iniciar un tratamiento que es muy fuerte y te hará sentir indispuesto, ─ le hice saber
Ashley FreetmanMésele, ya estaba vestido de payaso o de medio payaso, porque igual tenía que colocarse el traje de bioseguridad. Buscó los globos y los dos primeros regalos. Nos dirigimos primero a la habitación de Jonás, el niño nos sonrió, se emocionó al ver el payaso con los globos.─ Los primeros regalos son los nuestros, ─ mencioné entregándole mi regalo y Mésele, el suyo, él sonrió.─ Termina de arreglarte para que recorras el pasillo, ─ le pedí al niño y sonreí besando su cabecita. Luego fuimos a la habitación de Francho, e hicimos lo mismo. Francho, estaba muy emocionado. Después de visitar a los dos cumpleañeros, me dirigí a la habitación del niño, que al parecer le gusta el nombre Caleb, él no tenía a nadie y a mí me gustaba ayudarlo. Cuando llegué dos enfermeras estaban con él, acomodé en la mesita al lado de la camilla los globos y los regalos, para ayudarlas atenderlo ya que no se veía bien.Busqué una pijama para cambiarlo, había buen clima, pero él, estaba sudando
Ashley Freetman─ Descansa, ─ le dije al niño, ya que estaba somnoliento.─ Ya los niños de terapia biológica están listos, ─ mencionó la doctora Rosario, llegando hasta nosotros.─ Vamos a ver que síntomas presentan, ─ señaló la enfermera Claudia. Una de las enfermeras nos informó, que estaban llegando con el gran pastel o mejor dicho, los pasteles. Noah, me hizo seña para que esperara, todos salieron del Star de médicos, menos nosotros.─ Trata de que sea rápido, por favor, ─ musitó Noah, mirándome. Me acerqué a él, lo abracé y lo besé.─ Vamos, señor Director. ─ lo invité, envolviendo mi brazo en el suyo. Ambos salimos, le pedí a tía Valerie y a tía Abigail, dividirnos por las diferentes alas del piso, para culminar más rápido. Todos se colocaron los trajes adecuados de bioseguridad, para poder ingresar a las habitaciones. También los regalos habían pasado por el protocolo correspondiente, para evitar más gérmenes. Comenzamos el recorrido, los dos cumpleañeros fueron los pri
Ashley Freetman.Todos salimos de la habitación y Noah, rodeó mis hombros. Tía Abigail, estaba al final del otro pasillo saliendo de una habitación. Ambas se cambiaron retirándose toda la ropa hospitalaria, guantes y tapabocas, luego se despidieron marchándose.─ ¿Qué deseaba Lumbardi? ─ Preguntó Noah, un poco disgustado.─ Me preguntó sobre el niño y nos ayudará con servicios sociales, ─ respondí, una mujer gritó en el pasillo. Los dos giramos nuestro rostro, era la habitación de la niña Luna, corrimos hacia ese lugar, así como la doctora Rosario, también corrió, consiguiéndonos que la niña, estaba morada.─ El equipo de oxígeno, ─ pidió Noah, todos nos apresuramos atender la niña, que no podía respirar. Estas eran reacciones de los procedimientos de quimios. Logramos estabilizarla, pero el oxígeno no lo pudimos retirar, después de estas emergencias surgieron otras. El tiempo transcurrió, unos niños salían de alta y otros continuaban ingresados en el piso de Oncología Infantil.─
Ashley Freetman─ Tío Samuel, vino a saludarte, ─ le informé, él observó a tío Samuel, besé la mejilla de ambos y salí de la habitación dejándolos solos. La enfermera que estaría pendiente de Caleb, llegó y esperó que tío Samuel, saliera y ella ingresó. Me despedí de tío y luego fui hacer el cambio de guardia.─ ¿Vienes antes de irte a España? ─ Me preguntó Caleb.─ Mañana en la noche estaré de vuelta, ahora vienen Samantha y Jaime, con la abuela Samantha, no te estés alterando mucho, yo voy ayudar a tía Valerie, con el evento, ─ le informé, él asintió un poco triste, me acerqué abrazándolo.─ La enfermera estará en contacto conmigo y tú y yo, podemos comunicarnos por video llamada, ─ le recordé, él asintió, así lo hemos hecho, utilizando el teléfono de la enfermera. Caleb, rodeó mi cuerpo abrazándome. Noah, nos observó, así como el resto de médicos.─ Pensé que iríamos al departamento a descansar un rato, ─ mencionó Noah, cuando bajamos al estacionamiento.─ Esta noche nos po
Ashley FreetmanCuando llegué al salón de fiesta ya tía Valerie, estaba allí con los hermanos Lumbardi, los cuales me llamaron para posar en las fotos en representación a la publicidad de la empresa. Tía Valerie, ordenó activar el encendido y la iluminación que pendía del techo, llamó la atención de todos y más fotos y videos fueron tomados.─ Te dije que eran muy buenas en su trabajo, ─ sonrió Franchesco Lumbardi. Todo parecía el sueño de bodas de cualquier reina, los candelabros en las mesas también fueron encendidos, los invitados fueron llegando, luego los novios, ahora esposos, a todos les llamaba la atención las aves iluminadas colgando del techo. La decoración fue alabada y los Lumbardi, fueron vanagloriados. Amaneció y al parecer la fiesta continuaba, en horas de la media mañana fue que respiramos, cuando vi la cama ni siquiera fui capaz de retirarme el vestido de fiesta, caí como un plomo medio muerta del cansancio. A las tres de la tarde mi teléfono me despertó, el Wak
Valerie Ghill─ ¿España? ─ Le pregunté a Franchesco, frunciendo el entrecejo. Abigail, es la que más había insistido en la firma del contrato y es la que no podía viajar todavía por la beba.─ Sí, les dije que teníamos un evento programado, hay un contrato con el Hotel Lumbardi de España, para un gran evento, se casa una personalidad artística.─ ¿Para cuándo es el matrimonio y a quien debo contactar para conocer sus gustos? ─ Pregunté un poco nerviosa. Una cosa era planificar eventos sencillos y otra cosa era planificar eventos de mayor magnitud.─ En cuarenta y nueve días será el evento y en quince días podemos viajar para que conozcan el lugar, aunque si desean hacerlo antes me informas y reprogramamos el viaje. ─ Pronunció y a mí, casi se me salen los ojos.─ ¡Queeee! ─ casi grité.─ ¿Cómo que en cuarenta y nueve días? ─ Le pregunté y de verdad, me estaba arrepintiendo de haber firmado el contrato hacía solo una semana.─ Te pedimos un mes y medio, para cumplir con nuestros
Valerie Ghill─ Yo, puedo hacer el primer viaje, podría cuadrar con Hailey, a ver si nos acompaña, de seguro ella, podrá ayudarnos en eso de aves volando, ─ propuso Abigail.─ Sabes bien, que yo debo observar para que mi imaginación se expanda, ─ pronuncié.─ ¿Yo puedo ir para España? ─ intervino mi hijo.─ No queda de otra, ─ le respondí.─ Puedes quedarte en la casa, ─ refirió Ashley.─ También en la mía, ─ refirió Abigail.─ Prefiero conocer España, ─ se animó Sebastián.─ Para observar el lugar pueden ir tía Abigail y tú, que ese sería el viaje más corto, en los otros cuadramos fechas y yo te acompaño, ─ musitó Ashley, y creo que sería lo mejor.─ Hablaré con el señor Lumbardi, para partir después del evento de los niños del hospital.─ Lo podemos hacer simultáneo, yo me quedaría aquí cumpliendo con los eventos, propuso Ashley, y también era una buena idea. Continuamos revisando todo, pero no se me salía de la cabeza, que necesitaba una lluvia de ideas. Abigail, se retiró y Ashley