Cada palabra de esa conversación hacía enfurecer a Noelia, y le hacía sentir culpa por lo que había hecho, como decir que no era todo aquello que decían ese par de brujas, si había firmado un contrato con un hombre para que esté tomara su virginidad.No había nada que hacer, salvó salir del cubículo donde se encontraba con toda la dignidad posible, por supuesto ya no era la versión ridícula de la chica que se bajó de la limusina de su amante, su cabello nuevamente estaba amarrado en una cola de caballo.—¿Noelia desde cuándo estás aquí?Pregunto una de las dos arpías chismosas al verla salir del cubículo del baño.—El suficiente — respondió la joven abriendo la llave de agua para lavarse las manos.—Entonces no te has enterado de lo que pasó, hace un rato en la entrada de la universidad. Parece que entre nosotros se encuentra una baby de esas que se acuesta con hombres ricos por dinero y una muy osada, ya que se atrevió a venir en la limusina de su amante.Los puños de Noelia se apreta
Marius, apenas llevaba unas pocas horas en el avipón y ya estaba completamente harto de la compañía de Matthew, a veces podía ser demasiado mordaz en sus opiniones y no se había cortado un pelo en expresar lo que realmente pensaba de su relación con Noelia.— Ella no es como las otras mujeres, no puedes esperar mostrarle un mundo completamente nuevo y que se olvide de ti en seis meses sin más. — aseguró llevándose la copa de champagne a los labios y bebiendo un poco de su contenido —¿No lo ves Marius? Ella no es una de esas Sugar babies a las que estás tan acostumbrado, solo tiene unas necesidades que no sabe cómo cubrir y en un movimiento desesperado la pobre ha dado contigo, eres su jodida tabla de salvación ¿Y sabes lo que pasa cuando alguien que se estaba ahogando encuentra una tabla de salvación a la que aferrarse? Que se agarra con uñas y dientes, que se convierte en lo que le mantiene a flote y cuando la tabla desaparece se ahoga de nuevo y a veces peor que al principio porque
El móvil sonó justo en el momento que a las chicas les llegaba la orden de comida que habían pedido. El rostro de Noelia se iluminó visiblemente al ver de quién se trataba la llamada.—Ya vuelvo, empieza sin mí— le dijo a Eloise quien levantaba una ceja al ver el comportamiento de su amiga, se le notaba tanto lo que estaba sintiendo por ese hombre y eso no era bueno.Por un momento se sintió culpable, al pensar que si Noelia salía con el corazón roto sería por su causa, por ser una mala amiga y darle un mal consejo, de sobra sabía que su amiga no era como ella, que se divertía gastando dinero de sus sugars, aceptado sus regalos e incluso disfrutaba de las hermosas citas y viajes que tenía con ellos, pero su amiga, esperaba que ese Marius fuera capaz de ver que debía tratarla bien o podía romperla y entonces ella le rompería la cara a él.—Hola, ¿qué tal tu día, Marius? — respondió, nada más contestar la llamada en la terraza del restaurante, se podía identificar la emoción y las ganas
—Si mi Daddy estuviera aquí, sería yo la que estaría, acariciando su erección, y no sería precisamente con mis manos, sino con mi boca.—Cerró los ojos y dejó que la falda que tenía cayera junto con sus bragas al suelo para que fuera capaz de ver lo que hacía.— Si estuviera allí, esas tetas estarían ya completamente llenas de las marcas que te haría con mis dientes — aseguró, observándola maravillado de su inhibición, sin perderse ninguno de los detalles que la pantalla le permitía ver.—Aunque desee meterme los dedos no podría hacerlo, porque mi necesidad es que seas tú lo primero que sienta entrar en esa parte de mi anatomía —el teléfono estaba justo frente al espejo lo que hacía, que no solo él la pudiera observar, también ella podía verse reflejada, su rostro rojo y sus labios llorosos a causa del placer, eran como ver a alguien más, en ese reflejo, como no reconocerse a sí misma, aun así no tuvo miedo, se relajó todavía más al darse la vuelta, quedando de espaldas a él, dándole u
— Te quiero en el aeropuerto en media hora, Brigitte te llevará, no hace falta que termines tu comida, habrá de todo en el avión, te vienes a Francia conmigo, no puedo esperar para volver a verte.Ni siquiera preguntó, solo ordenó porque la necesitaba allí con él, le urgía tocarla, respirar su jodido aroma. Que se fuera a la mierda Lucrecia y toda su familia, por primera vez en cinco años, Marius llevaría una mujer a casa y a penas hacía unos días que la conocía.Ella no creyó que él fuera capaz de pedirle eso, jamás había salido de América a pesar de tener pasaporte, apenas lo conocía. Además, no había sido una sugerencia, sino una orden, una que ella, aunque deseara rebatir, no lo haría, también se moría por estar con él.La universidad no era problema, podía tomar clases en línea, tenía la opción de hacerlo gracias a sus impecables calificaciones.Recogió su panti y la metió entre su ropa, no se la colocaría, para ese entonces Eloise llamaba a la puerta tan fuerte que no tuvo más r
Juliett estaba nerviosa, aunque no era la primera vez que recurría a esa persona en busca de ayuda.Pero esta vez lo estaba demasiado, no lograba dejar de frotar sus manos una contra otra mientras aguardaba en la sala de espera a que pudiera ser atendida, algo le decía que debía salir de ahí, que no era igual que en las ocasiones anteriores, que sería diferente.Sentía fuertes avispas en el interior de su estómago, removiéndose furiosas cómo si quisieran advertirle del peligro, pero por mucho que esas avispas tratarán de ponerla sobre aviso, ella no podía hacer otra cosa más que esperar y rezar por no arrepentirse al haber ido a pedir ayuda a ese hombre, aunque sabía que no le quedaba otra opción a pesar del riesgo que corría.Porque no temía por ella o su seguridad, sino que el peligro se dirigiera hacia su hija, por eso rezaba, mientras esperaba, porque esas avispas no fueran advertencias o señales que la alertaran de que algo pudiera ocurrirle a su preciosa hija.Media hora pasó an
Una vez su madre pronunciaba esas palabras Noelia guardaba silencio y ya no hacía más preguntas, de igual manera su madre tenía razón, la vida no era fácil para ambas, pero tampoco era tan difícil, al menos no la mayor parte del tiempoAun así, si Noelia fuera cualquier otra chica sabría o al menos sospecharía sobre los extraños viajes de su madre y la forma que ella conseguía el dinero cada vez que estaban en apuros. De algún lugar tenía que salir esa ayuda, pero bueno, era el tipo de chica difícil de creer que pueda existir. Por lo confiada e inocente que era para algunas cosas y lo astuta que era para otras.Juliette, salió con el corazón bombeando con mucha fuerza, con la promesa de poder obtener en un par de días los fondos suficientes para evitar que perder la casa donde vivían y que su hija tuviera que dejar la universidad; sin embargo, el costo por esa ayuda en esta ocasión era demasiado grande, tan grande que sentía como el corazón se le estrujaba con fuerza de solo pensarlo
— Vaya, parece que estamos todos — Marius fue el último en entrar a la sala donde estaba el resto de su familia, sus dos hermanas, su hermano, su madre y por supuesto, la persona que los había reunido a todos, su padre.— Ni que estuviéramos en Navidad.—¿Quieres un café, algo de comer, hijo?— preguntó Camille, la madre de Marius, acercándose a besar la mejilla de su hijo, ignorando su comentario mordaz y es que a ella lo que más ilusión le hacía era tener a todos sus hijos en casa a la vez, era algo muy extraño que solo ocurría en Navidad o celebraciones aisladas.— Un café estará bien Madre, comí en el avión, no tengo hambre — aseguró Marius con dulzura, devolviéndole el beso a su madre y luego sentándose en el sillón para sostener la mirada de su padre y patriarca de la familia Phillip Lorraine.— Y ahora que estamos todos ¿Qué es lo que sucede?Phillip esperó a que la sirvienta dejara las bebidas que habían pedido sus hijos y se marchara, lo que debía decir era algo que solo ellos p