Mathew tenía muy claro que ya no podía esperar más, el juicio contra los Lorraine estaba por terminar, sin ninguna prueba concluyente que los inculpara en el incendio que tuvo lugar veinte años atrás.Pero él sabía donde podía encontrar algo, había un recuerdo que le atormentaba, y tenía que ver con la muerte de Juliet, el cual se repetía una y otra vez en su mente, haciendo que no fuera capaz de olvidar sus últimas palabras.«La verdad está escondida entre los escombros del laberinto, encuéntrala Mathew»Aquellas palabras lo tenían desconcertado. No podía ser tan fácil, por eso intento buscar mensajes en clave en esa frase, pero no encontró nada, así que llegó a la conclusión, de que, efectivamente, se refería literalmente al laberinto.Después de estudiar por varios días la forma de entrar y burlar la seguridad de la mansión Lorraine, Mathew por fin, se colaba a la propiedad, ayudado por la complicidad de la noche que lo ayudaría a encontrar la verdad.Marius no lograba conciliar el
— Entonces esto es lo que vamos a hacer, ¿Lo entendiste? Debemos investigar la certeza de los documentos que encontramos — aseguró Mathew mientras le servía café a su mejor amigo. Ambos conversaban tranquilamente, sentados en dos taburetes, alrededor de la mesa de desayuno del apartamento de Mathew.Los documentos que encontraron exculpaban a los Lorraine de lo sucedido y les daban los motivos de James Dubois para terminar con toda la familia de Violet, con ella incluida.Pero no solo eso, habían encontrado mucho más de lo que esperaban, cosas que debían seguir investigando y, sobre todo, volvía imprescindible buscar la manera de que Dubois aparezca y pague por todos sus crímenes.— Ahora que resolvimos nuestras diferencias — empezó a hablar Marius mientras daba un sorbo a su taza de café — ¿Vas a dejar que vuelva a acercarme a Noelia?Mathew observo a su amigo, con esa mirada, que se volvía hielo a menudo y bebió un poco más de su café, debía reconocer que ya no había motivos para q
Aunque estaba preocupado por Noelia, Marius tenía muy claro que era mejor darle su espacio y dejar que Mathew se ocupara de ella, al menos hasta que no le dijeran que necesitaban un médico, algo que, por un lado, esperaba que no sucediera, pero por el otro le encantaría poder tener a esa chica enferma a su disposición para curarla y consentirla en su cama.El noble negó reprendiéndose mentalmente por la idea de aprovecharse de una paciente, así fuera Noelia y caminó hasta la puerta para examinar a su competencia, un crío, uno atractivo, pero de no más de veinte años, no era competencia para él, aunque ella tenía la misma edad, quizá creyera que una relación con un chico de su edad sería más fácil.— Encantado, Marius Lorraine — dijo extendiendo la mano en dirección al joven sin perder, ni un ápice de su porte aristocrático — ¿Usted es?—Mucho gustó mi nombre es Armand— respondió el joven, de inmediato sintió un sentimiento de aversión; sin embargo, no lo externó, le sonrió al hombre d
Todavía faltaba una hora para que Mathew entrara a su siguiente clase, por eso observaba exhaustivamente los papeles que habían sacado de las ruinas del laberinto, sobre todo uno en especial, la partida de nacimiento de Noelia, su hija, y la partida de nacimiento de su hijo, el mellizo de Noelia nacido muerto.Dos, Mathew y Violet habían tenido dos hijos, todavía no podía creerlo, la mente del abogado voló hasta su adolescencia, hasta los momentos más felices de su vida, pero en esta ocasión, el más triste o tal vez el segundo más triste, porque el peor momento de su vida fue, sin duda, la muerte de Violet.«— Lo siento Mathew ya no podremos vernos más — dijo ella con lágrimas en los ojos y desviando la mirada al suelo incapaz de verlo a la cara mientras hablaban.— ¿Estás terminando conmigo?— preguntó un jovenc Mathew mientras tomaba a la chica del mentón y la hacía observarlo — dijiste que hablarías con tus padres y romperías tu compromiso con el engreído de James.— No lo entiendes—
Noelia se tensó ante la llegada inesperada de Marius. Le sería imposible negarle a ese hombre que ese hijo era suyo.Aunque ¿Cómo podría? Jamás había estado con alguien que no fuera él, tampoco era que deseara estar con otro hombre aparte de Marius, no mientras no pudiera sacarlo de su cabeza o su corazón.—¿Y usted quién es para decirme que me vaya?— le preguntó Armand al recién llegado. Bajo ningún motivo, iba a dejar que ese hombre lo desechara así como así, no lo sacaría del camino de la chica y mucho menos la dejaría desprotegida, James se lo había dicho, Noelia corría peligro con ellos — ¿Creo que es usted el que está de más aquí?Las palabras de Armand sorprendieron a la joven, haciendo que volteara a verlo.¿Qué es lo que estaba tratando de hacer?Sin embargo, no dijo nada, es más, permanecía callada, tratando de pensar en que estaba pensando Armand al decir ese tipo de cosas. ¿Acaso no se daba cuenta de las implicaciones que tenían sus palabras?—Armand…— por fin habló Noelia
—Si tanto lo sientes, deberás dejar de defenderme de esa manera de ahora en adelante — respondió Noelia — Hay cosas que solo yo puedo decidir, Armand.Él lo entendía, sabía que había hecho mal, pero no podía dejar que Noelia se uniera a ese hombre que la haría sufrir. No cuando sabía los sentimientos que empezaba a tener por ella y lo peligroso que era Marius Lorraine junto a su familia y el abogado, que había resultado ser padre de Noelia, no se salvaba.— Lo siento, pero solo no quería que te preocuparas, quería darte tiempo para que pensaras en que quieres hacer sin que te sientas presionada, te has convertido en alguien muy importante para mí, Noelia — él se inclinó y dejó un beso en la comisura de los labios de la joven para luego levantar ligeramente el rostro, pero sin terminar de alejarse de ella, muy cerca de su boca, resistiendo la tentación de besarla y comprobar si, efectivamente, sentía algo por ella o no, era de esas personas que creía que un beso podría sacarlo de la du
— Verás Marius, cálmate — realmente a Mathew le costaba reconocer a su amigo en ese hombre, Marius Lorraine el hombre que no creía en el amor y lo alquilaba por cierto tiempo, porque le parecía una perdida de energía intentar conocer a alguien — sé que estás al tanto del embarazo de Noelia y sé al igual que yo, tú…Armand estaba lleno de contradicciones, esa chica que él debía seducir y por la que empezaba a sentir cosas, ahora resultaba que estaba embarazada de otro hombre y encima su padre le decía que debía aceptarlo, convertirse en un apoyo para ella y hacerse cargo de ese bastardo como si fuera suyo.¿Quién demonios se creía su padre para dar ese tipo de consejos cuando ni él mismo había estado presente en su vida jamás?Pero lo cierto era que si Armand miraba en el fondo de su corazón, encontraba cierto cariño que no podía negar, en realidad no era amor, ni siquiera atracción sexual o algo así, sentía la necesidad de proteger a esa chica de la familia que quería dañarla.Por eso
— No me importa, lo sé y me da igual, ese hijo es mío, si ella me acepta — aseguró Marius — yo lo criaré como mío porque eso debió ser. Mi hijo, porque nunca debió suceder todo lo que ha sucedido entre nosotros.— Marius necesitas calmarte — dijo el abogado, por un lado, estaba feliz de ver que a él no le importaba siquiera que tuviera un hijo con otro hombre, por otro lado, le preocupaba el estado en el que su amigo se encontraba — no puedes hablarle así a ella o vas a asustarla, debes ir despacio ¿Me escuchas? Aprovechar esa fiesta para acercarte a ella y decirle lo que me acabas de decir, pero con tacto, no tan directo.Si, sin duda, no había nada malo en hacer esperar un poco más al rubio, al fin y al cabo esas palabras seguramente terminarían con las inseguridades de su hija.— Está bien, Matt, nos vemos esta noche en la mansión Lorraine — dijo Marius sin poder apartar la mirada de la chica — Haré lo que me dices, pero ya es hora de que Noelia y yo volvamos a estar juntos.Noelia