Todavía faltaba una hora para que Mathew entrara a su siguiente clase, por eso observaba exhaustivamente los papeles que habían sacado de las ruinas del laberinto, sobre todo uno en especial, la partida de nacimiento de Noelia, su hija, y la partida de nacimiento de su hijo, el mellizo de Noelia nacido muerto.Dos, Mathew y Violet habían tenido dos hijos, todavía no podía creerlo, la mente del abogado voló hasta su adolescencia, hasta los momentos más felices de su vida, pero en esta ocasión, el más triste o tal vez el segundo más triste, porque el peor momento de su vida fue, sin duda, la muerte de Violet.«— Lo siento Mathew ya no podremos vernos más — dijo ella con lágrimas en los ojos y desviando la mirada al suelo incapaz de verlo a la cara mientras hablaban.— ¿Estás terminando conmigo?— preguntó un jovenc Mathew mientras tomaba a la chica del mentón y la hacía observarlo — dijiste que hablarías con tus padres y romperías tu compromiso con el engreído de James.— No lo entiendes—
Noelia se tensó ante la llegada inesperada de Marius. Le sería imposible negarle a ese hombre que ese hijo era suyo.Aunque ¿Cómo podría? Jamás había estado con alguien que no fuera él, tampoco era que deseara estar con otro hombre aparte de Marius, no mientras no pudiera sacarlo de su cabeza o su corazón.—¿Y usted quién es para decirme que me vaya?— le preguntó Armand al recién llegado. Bajo ningún motivo, iba a dejar que ese hombre lo desechara así como así, no lo sacaría del camino de la chica y mucho menos la dejaría desprotegida, James se lo había dicho, Noelia corría peligro con ellos — ¿Creo que es usted el que está de más aquí?Las palabras de Armand sorprendieron a la joven, haciendo que volteara a verlo.¿Qué es lo que estaba tratando de hacer?Sin embargo, no dijo nada, es más, permanecía callada, tratando de pensar en que estaba pensando Armand al decir ese tipo de cosas. ¿Acaso no se daba cuenta de las implicaciones que tenían sus palabras?—Armand…— por fin habló Noelia
—Si tanto lo sientes, deberás dejar de defenderme de esa manera de ahora en adelante — respondió Noelia — Hay cosas que solo yo puedo decidir, Armand.Él lo entendía, sabía que había hecho mal, pero no podía dejar que Noelia se uniera a ese hombre que la haría sufrir. No cuando sabía los sentimientos que empezaba a tener por ella y lo peligroso que era Marius Lorraine junto a su familia y el abogado, que había resultado ser padre de Noelia, no se salvaba.— Lo siento, pero solo no quería que te preocuparas, quería darte tiempo para que pensaras en que quieres hacer sin que te sientas presionada, te has convertido en alguien muy importante para mí, Noelia — él se inclinó y dejó un beso en la comisura de los labios de la joven para luego levantar ligeramente el rostro, pero sin terminar de alejarse de ella, muy cerca de su boca, resistiendo la tentación de besarla y comprobar si, efectivamente, sentía algo por ella o no, era de esas personas que creía que un beso podría sacarlo de la du
— Verás Marius, cálmate — realmente a Mathew le costaba reconocer a su amigo en ese hombre, Marius Lorraine el hombre que no creía en el amor y lo alquilaba por cierto tiempo, porque le parecía una perdida de energía intentar conocer a alguien — sé que estás al tanto del embarazo de Noelia y sé al igual que yo, tú…Armand estaba lleno de contradicciones, esa chica que él debía seducir y por la que empezaba a sentir cosas, ahora resultaba que estaba embarazada de otro hombre y encima su padre le decía que debía aceptarlo, convertirse en un apoyo para ella y hacerse cargo de ese bastardo como si fuera suyo.¿Quién demonios se creía su padre para dar ese tipo de consejos cuando ni él mismo había estado presente en su vida jamás?Pero lo cierto era que si Armand miraba en el fondo de su corazón, encontraba cierto cariño que no podía negar, en realidad no era amor, ni siquiera atracción sexual o algo así, sentía la necesidad de proteger a esa chica de la familia que quería dañarla.Por eso
— No me importa, lo sé y me da igual, ese hijo es mío, si ella me acepta — aseguró Marius — yo lo criaré como mío porque eso debió ser. Mi hijo, porque nunca debió suceder todo lo que ha sucedido entre nosotros.— Marius necesitas calmarte — dijo el abogado, por un lado, estaba feliz de ver que a él no le importaba siquiera que tuviera un hijo con otro hombre, por otro lado, le preocupaba el estado en el que su amigo se encontraba — no puedes hablarle así a ella o vas a asustarla, debes ir despacio ¿Me escuchas? Aprovechar esa fiesta para acercarte a ella y decirle lo que me acabas de decir, pero con tacto, no tan directo.Si, sin duda, no había nada malo en hacer esperar un poco más al rubio, al fin y al cabo esas palabras seguramente terminarían con las inseguridades de su hija.— Está bien, Matt, nos vemos esta noche en la mansión Lorraine — dijo Marius sin poder apartar la mirada de la chica — Haré lo que me dices, pero ya es hora de que Noelia y yo volvamos a estar juntos.Noelia
Quien en ese momento no se encontraba en sus cabales era el hijo de James Dubois.—Joven, no puede — la voz de la joven secretaria de su padre no impidió que él siguiera su camino hasta el despacho de su padre, haciendo que cortará la llamada que en ese momento estaba atendiendo.La mirada suplicante de la secretaría tras el joven hizo que su jefe la disculpara con un movimiento de su mano, indicándole que él se haría cargo.—Esto no entraba en los planes, nunca me dijiste que debiera aceptar al bastardo de otro—, exclamó Armand molesto ante la mirada inquisitiva de su padre.James estaba perdiendo la paciencia, o mejor dicho quería tomar ventaja de los nuevos acontecimientos antes de que todo se revirtiera en su contra.— No solo debes hacerte cargo de ese hijo, también debes proteger a ambos. Los Lorraine no tardarán en querer deshacerse de ella y más ahora con un futuro heredero en camino— mencionó James, quien ya había empezado a urdir un nuevo plan en su cabeza.El teléfono móvil
Noelia asintió. No deseaba otra cosa que no fuera tomar la mano del hombre frente a ella, le había costado mucho permanecer con su apariencia imperturbable frente a él.—Gracias…— susurró aferrándose a su mano y después abrazándose a su brazo.Mathew como era un caballero, se quedó allí, ayudando a salir a Eloise del coche. No porque quisiera algo de ella. Todo lo contrario, la quería lejos, pero siempre había sido un hombre caballeroso, por lo que no dejaría de serlo por nadie. Mucho menos por Eloise.— Gracias —dijo Eloise, por fin su amiga había hecho algo bueno, alejarse de ese hombre para que pudiera ser ella quien se acercara a Mathew.La chica no tardó en dedicarle una sonrisa que ya no provocaba en Mathew ni la atracción ni la excitación de meses atrás, él era experto en conocer las zonas oscuras dentro de la gente que lo rodeaba, no por nada era uno de los mejores abogados del momento, así que ella ya no podía engañarlo.— No agradezcas, nunca dejé de ser un caballero.— Mi c
Noelia se debatía entre sus deseos y lo que debía hacer, por supuesto que ese beso que le había dado había sabido a poco, lo sabía y por eso quiso huir, pero él la había aprisionado entre sus brazos y lo único que deseaba era permanecer contra el cuerpo de ese hombre, seguir sintiendo el calor que tanto había extrañado.Todos esos meses, lejos de esos cálidos brazos, lejos de él, habían sido una tortura, además de que no había razones para que ella siguiera distanciada de él.Hasta su padre parecía haber hecho las paces con Marius, algo que no le molestaba, es más, le encantaba, ya que ahora el abogado parecía volver a ser el mismo que ella había conocido, lleno de vida y de vitalidad, dejando de lado al ogro y siempre paranoico Mathew.Por lo que se entregó a sus deseos de besar a Marius, al hombre al que ella le había entregado no solo su virginidad, también su corazón y con el que ahora tendría un hijo.Su beso empezó siendo tímido, para después convertirse en uno más profundo, dón