50. El inicio de un viaje peligroso (III)

***

El ambiente tan pesado, estaba ejerciendo una presión inmensa sobre Shi MinZhe.

¡Xu AnRong lo odiaba! ¿Cómo podría pasar una noche entera con él?

Además…

La habitación solo tenía una cama. ¿Qué tan mala suerte podría acumular en un solo día?

No supo que decir. Su rostro aún continuaba pálido, así que se quedó en el mismo sitio sin moverse.

Nada más se oía fuera, pues ya era de noche y las demás personas estaban descansando. Por eso, Shi MinZhe escuchaba claramente su propia respiración nerviosa.

A pesar de que Xu AnRong le dedicó esa mirada sin emociones, lo ignoró y continuó aflojando sus ropas. El veneno había avanzando de forma tan veloz que era imposible que no se notaran sus efectos de forma externa.

Se encontraba débil, y parecía como si la sangre hubiera abandonado su cuerpo. Tan pálida como una mañana de invierno. Debido a esto, las venas azuladas se veían con claridad por debajo de la piel.

Xu AnRong tosió varias veces, y s