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2. Shi MinZhe conoce a Xu AnRong

El tiempo que Shi MinZhe duró inconsciente fue indeterminado. Pero la luz del sol aún se filtraba con fuerza a través de las amplias ventanas.

Shi MinZhe abrió sus profundos ojos, todavía aturdido por la reciente pérdida de consciencia. Miró de un lado a otro varias veces, hasta que recordó lo que había pasado. Un gran signo de exclamación pareció flotar sobre su cabeza.

"Me fui a dormir, desperté y…"

Se puso de pie en un salto, como si su cuerpo hubiera sido quemado. A su vez, un rostro borroso se formó en su mente confusa. Él no tuvo tiempo de verlo claramente.

¡Alguien había entrado a su habitación!

Pero, ¿quién?

Sin embargo, por mucho que miró, no encontró a nadie. Una pizca de miedo quemó en su piel. Si la habitación estaba vacía, eso significaba que el intruso solo tenía dos rutas posibles: haber escapado o estar escondido en otra parte del apartamento esperando para…

Shi MinZhe quiso pensar en la primera opción. Para empezar, él no tenía nada que fuera de valor para ser robado. Además, el apartamento tampoco es que fuese muy grande, los escondites eran escasos.

"M*****a sea" murmuró por lo bajo, analizando los caóticos hechos.

¿La situación podría ser peor? Quizá. ¿Debería de llamar a la policía? Podría ser otra buena opción.

Aunque aún desconocía si el intruso se había marchado.

Lo divertido fue, que Shi MinZhe aún llevaba puesto su pijama, apenas despierto y con un problema encima.

¿Por qué tenía que lidiar con esto tan temprano en la mañana?

Algo debía de estar conspirando en su contra.

Después de muchos debates mentales, y sobretodo de niveles de miedo alarmantes, el cobarde Shi MinZhe se decidió a salir. Su corazón latía con fuerza en su pecho, incluso pensó que cualquiera podría llegar a percibirlo.

Los latidos aumentaron de velocidad cuando algunos ruidos se escucharon desde la cocina. El camino hasta allí era de solo unos segundos. Shi MinZhe contuvo la respiración y saltó hasta dicha dirección sin pensarlo dos veces.

Todo el aire contenido en sus pulmones apenas pudo escapar. ¡Ese alguien seguía en su casa!  

Estaba muerto, bien muerto.  

Esa persona se encontraba de espaldas a él, hurgando en su nevera por algún extraño motivo. Debido a esto, aún no se había dado cuenta de su presencia.

Shi MinZhe cálculo, a lo sumo debía medir más de un metro ochenta. Él era un enano a su lado, con suerte y llegaba al metro setenta. La posibilidad de atacarlo fue descartada enseguida.

Cayó en otro detalle. Esa persona iba vestida de manera extraña, antigua podría decirse. Enseguida pensó en los personajes de las novelas que solía leer. Pero lo más llamativo fue sin duda su largo pelo blanco, el cual caía con gracia sobre su ancha espalda.

Volvió a la realidad cuando el extraño sujeto detuvo sus movimientos. Shi MinZhe comenzó a rezar y a lamentarse. Iba a morir siendo un fracasado.

Los bonitos ojos de la otra persona se clavaron en él al darse la vuelta. Esa mirada era fría pero atrayente a la vez, imposible apartar la atención de ella. Su rostro por otra parte, tenía una tez clara y limpia, facciones afiladas y bien proporcionadas. Podría considerarse un tipo de belleza "helada".

Las cuerdas vocales de Shi MinZhe parecían haber sido cortadas, no podía pronunciar palabra alguna. ¡Realmente tenía miedo! Nunca en su vida había experimentado una situación similar.

Decidió esperar su muerte. De todas formas, nadie le echaría de menos.  

Se tensó aún más cuando el hombre estuvo a escasos centímetros de su persona, analizando cada detalle. Después de unos cuantos segundos, vio el filo de una espada brillar en el aire. Al segundo siguiente, el arma estaba contra su cuello, amenazando con acabar su vida allí mismo si decidiera escapar de alguna manera.

Shi MinZhe ni siquiera lo consideró.  

"Dime ahora mismo quién eres y dónde estoy. Tienes cinco segundos para hablar"

Cinco segundos eran cinco segundos, no podía desperdiciar el tiempo. Así que tomó aire para pronunciar las siguientes palabras:  

"Mi nombre es MinZhe, el apellido realmente no importa. Estás en mi casa, más concretamente en la cocina. De verdad que no tengo nada de valor, apenas y puedo llegar a fin de mes. Umm…"  

Enseguida cerró los ojos. Si iba a morir, prefería evitar observar el macabro acto.

El tiempo pareció detenerse. Shi MinZhe estaba viviendo una profunda agonía.

¿Por qué no lo mataba ya? ¿O sus palabras habían sido la respuesta que buscaba?

Inquieto, la luz volvió a aparecer. El hombre continuaba observándolo profundamente, aunque un deje de confusión estaba dibujado en su rostro.

"¿A qué secta perteneces? No recuerdo haber visto un escenario con una  tecnología tan avanzada"  

Ahora fue el turno de Shi MinZhe para sorprenderse.

¿Enserio había dicho secta?

"Eh… Si la universidad puede ser considerada como una secta, entonces pertenezco a esa desde hace varios años"

Shi MinZhe tenía un problema, y es que cuando estaba nervioso, comenzaba a bromear y a decir tonterías. Este fue uno de esos momentos.

Pero supuesto, no era adecuado, y solo agravó la excéntrica situación.

"Cuida tus extrañas palabras. Sería muy fácil para mí acabar con tu vida en este mismo instante"

La grave voz del hombre penetró en sus oídos. Shi MinZhe ya no sabía qué hacer, la espada clavándose en su cuello con fuerza.

"¡Es la verdad! ¡No hay nada más que contar y ni siquiera sé quién eres!"

Algo pareció destellar en sus ojos, afilandose como dos finas cuchillas. Retiró la espada y la guardo en su lugar correspondiente. Debido a la tensión acumulada, Shi MinZhe cayó al suelo al verse liberado, respirando pesadamente. Desde esa posición, solo podía ver las delicadas botas negras de alta calidad de la otra persona.

"Si es verdad lo que dices, eres alguien muy extraño" hizo una pausa, antes de continuar. "Por supuesto, yo soy Xu AnRong, líder de la secta Senshi Xu, la más grande en el país de TianTan. Tu memoria debe ser muy frágil para no reconocerme"

En ese instante, Shi MinZhe se tensó. Inclinó su cabeza hacia arriba, y de repente, juró haber visto a un dios.

Espera, ¡era él!

¡El gran Xu AnRong! Protagonista de su novela favorita.

¿Cómo no pudo darse cuenta antes? Su cerebro debe de haber sufrido algún tipo de lesión.

Sacudió su cabeza de un lado a otro. ¿No estaba soñando cierto? ¿Acaso era producto de su mente aún dormida? Pero, enseguida recordó. Esa ropa, esos rasgos… No había duda, podría reconocerlo en cualquier lugar.

Una euforia desconocida comenzó a recorrer su cuerpo, su corazón latiendo demasiado rápido, desbocado como un veloz caballo a la deriva. En movimientos torpes, se puso de pie, aún sin poder creerlo.

Shi MinZhe observó a Xu AnRong, sus profundos ojos azabache ahora albergaban una idolatría de otro nivel. Estiró una de sus manos para tocar a Xu AnRong, quién se apartó al ver sus atrevidas acciones.  

De acuerdo Shi MinZhe, no es momento de sacar tu lado más fanático. 

¿Cuántas posibilidades hay de que esto ocurra?

Exactamente, ninguna. Al menos para la persona promedio.  

Dio unas cuantas respiraciones, ¿pero quién se puede calmar al ver a su personaje favorito cobrar vida? En absoluto, nadie.

En una de sus locas fantasías, Shi MinZhe pensó que si moría, le gustaría transmigrar como uno de los protagonistas de "Cambio a la vida simple a través de las nubes". Aunque, que el mismísimo Xu AnRong se presentara delante tuya, tampoco estaba mal.

Nada, nada mal.

El período de adaptación de Shi MinZhe a este hecho, en realidad fue de solo unos segundos. Todo un récord. Podemos considerar a este terrible fanático como excéntrico a más no poder.

Shi MinZhe sabía cada detalle de la novela, y por supuesto de Xu AnRong, desde su altura, pasado o gustos. Claro que, todos estos datos fueron proporcionados por el propio autor. Después de leer la historia tantas veces, era imposible que algo escapara de su memoria. Podríamos considerarlo el mayor fan.

Tal y como había dicho, el hombre delante suya era Xu AnRong, el gran guerrero del país TianTan. Todo un referente, logró formar la secta más importante a una edad muy temprana. Esta secta, Senshi Xu, era conocida en cada rincón. Debido a su basta extensión e importancia, era imposible que alguien no hubiera escuchado su nombre, al menos una sola vez a lo largo de su vida.

Shi MinZhe recuperó la compostura, nunca había estado tan emocionado, aunque por fuera se mostrara indiferente.

"¡Lo siento, lo siento! ¡Ya recuerdo!"

Las facciones de Xu AnRong parecieron suavizarse, volviendo a su expresión habitual.

"Basta de charlas, regresemos a Senshi Xu"

La comisura de los labios de Shi MinZhe se contrajo. Cierto, ¿cómo había llegado Xu AnRong aquí en primer lugar?

"Me gustaría llevarte de vuelta, pero será algo complicado" Shi MinZhe murmuró, más para sí mismo que para Xu AnRong.  

Xu AnRong cruzó sus brazos, adoptando una postura altiva. Shi MinZhe dudó sobre que hacer. Decirle directamente que en realidad era un personaje de una novela, sin duda sería problemático. Además, no sabía como iba a reaccionar.

"Puedes quedarte aquí hasta que averigüe el origen de todo esto" comentó después de un rato Shi MinZhe.

"Imposible, tengo que volver ahora. Informé que al menos me tomaría un mes llevar las exploraciones de manera correcta. No sé cuan lejos está este lugar de Senshi Xu"

Muy, muy cerca, más concretamente en la habitación de Shi MinZhe, donde un ejemplar de la novela descansaba sin problemas.

"Por favor espera, estoy tan perdido como tú"

Le dedicó una última mirada antes de comenzar a caminar por la cocina, pensando en múltiples escenarios. Xu AnRong por su parte, se sentó en uno de las sillas allí presentes, aún con los brazos cruzados y ojos cerrados.

El cerebro de Shi MinZhe echaba humo, nada se le ocurría. Había leído muchas historias sobre transmigración, pero nunca una donde fuera el propio personaje que viajaba al mundo real. Cuando pasara todo esto, se prometió hacer una buscada exhaustiva sobre novelas de este tipo.

Si Xu AnRong estaba aquí, ¿habría muerto en su propio mundo? ¿O simplemente sería momentáneo?  

Imposible, el protagonista no podía morir. Y si moría, seguro existiría alguna forma de traerlo a la vida de nuevo.

Shi MinZhe fijó la vista en él, era real, Xu AnRong ahora mismo estaba a escasos centímetros de su persona, en su cocina y en su casa. Relucía como una preciosa obra de arte en un museo, destacando sobre lo demás.

Lo que era verdad, no se podía negar. Xu AnRong poseía una gran presencia, como protagonista, su halo estaría presente a donde quiera que fuera.

Desde su largo pelo blanco, similar a la nieve del invierno, hasta las delicadas pero atractivas facciones en su rostro.

Cada lugar podía clasificarse como perfecto.

 

En su exhaustiva observación, Shi MinZhe cayó en la cuenta de un objeto extraño. Ese objeto extraño, era un colgante de aspecto extravagante que decoraba su cuello. Resaltaba entre lo demás porque las ropas de Xu AnRong eran de tonos oscuros y opacos. Dicho colgante poseía un azul cálido, tanto brillante como resplandeciente, en forma de lágrima y no muy grande.

Él no recordaba la mención de este elemento en la novela, ¿podría ser la causa de que estuviera aquí? 

Acortó la distancia con Xu AnRong y sin dudarlo tomó el colgante en sus manos. Xu AnRong se sobresaltó, apartándolo de un solo golpe.  

"¡Espera, déjame ver!" Shi MinZhe intentó acercarse a él, pero Xu AnRong lo echaba para atrás en cada intento.

"¿Cómo te atreves a tocarme?"  

Shi MinZhe se estremeció ante esa pregunta. El tono de voz de Xu AnRong era tan imponente y autoritario, que sería imposible no hacerle caso.

¡Pero era necesario que lo tocara!

Es decir, a ese objeto extraño.

Estaban frente a frente, ambas miradas chocando. Xu AnRong sujetaba su muñeca en el aire, con firmeza y a pocos centímetros.  

Regla número uno: nunca subestimes la fuerza del protagonista.

Shi MinZhe dejó escapar un quejido de dolor, aún así, clavó la mirada en el pequeño colgante. Por otra parte, Xu AnRong no dejaba de analizar sus movimientos.

"Estoy seguro de que ese colgante que llevas puesto, tiene que ser el motivo de tu presencia aquí" explicó nervioso.

De forma repentina, Xu AnRong liberó su agarre, para prestarle atención a sus palabras. Sin embargo, en cuanto hizo eso, Shi MinZhe cayó sin remedio encima suya debido a la falta de equilibrio.  

Lo que pasó a continuación, fue aún más sorprendente.

Destellos de luz llenaron el lugar, el espacio deformado comenzó a expandirse y a contraerse, hasta que solo la oscuridad se hizo paso.  

Pasó un largo periodo de tiempo, hasta que Shi MinZhe recuperó la consciencia de sí mismo. 

De repente, luz volvió a surgir, inundando cada uno de sus sentidos.

Cuando abrió los ojos, lo primero que vio fue el basto cielo sin nubes, el gran astro solar brillando en todo su esplendor. Llevó una mano su cabeza, la cual dolía horrores.

Lo segundo que percibió, fue que en sus manos había algo, más bien, en todo su cuerpo. Desde esa misma posición tumbada, observó que la ropa que anteriormente llevaba puesta había cambiado.

"Espera…"

Sacudió su rostro de un lado a otro, y al fin se levantó. Delante de él, un amplio e imponente bosque le daba la bienvenida.

Su ridículo pijama ahora se transformó en conjunto negro con guantes incluidos. El pelo ahora estaba atado en una coleta alta, cayendo desordenada a lo largo de su espalda. Incluso se veía un poco más alto, quizá por un par de centímetros.

Shi MinZhe palideció.

¡¿Acaso había transmigrado?! ¿Y por qué lucía como una especie de bandido?

No tuvo tiempo de pensar esto, cuando escuchó un par de pasos detrás suya.

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