Me tomo un sorbo de mi trago, el ardor baja por mi garganta haciéndome olvidar tan solo por un instante los nervios que me atenazan su presencia, sigo sin creer que Olivia esté aquí a mi lado, justo en este inolvidable lugar. Después de estos años sin dejar de pensar en ella, siento que es una ilusión, de esas que a veces veo en mis sueños. — Como escuchaste, de algo que tenemos en común tú y yo — le repito, y se pone aún más nerviosa, ¿Será posible que aún sienta algo por mí?— ¿Qué… qué podríamos tener en común? — sus palabras vacilan y no deja de ver el horizonte oscuro de la ciudad. Me gustaría contestarle que el amor que siento por ella, que no la he podido olvidar, pero no estoy seguro si ella sienta lo mismo por mí. Así que no sé si es algo que tenemos en común. La miro y hay algo diferente en ella, aparte de ese vestido verde oliva que resalta su increíble figura, sus caderas se ven más anchas, en el recogido de su cabello se puede nota
Una olla con crema de leche, leche, azúcar, almendras enteras y unas flores de lavanda. Son los ingredientes principales para la preparación del Panna Cotta, llevo todo a fuego lento para que los sabores de cada uno se vayan impregnando en el líquido.Respiro profundo y espero que este plato, bueno en esencia es un postre, este postre si me salga bien, tengo que seguir intentándolo, si quiero volver a cocinar alguna vez en mi vida, lo tengo que seguir intentando. Cierro mis ojos mientras revuelvo la leche despacio, e inevitablemente no puedo evitar recordar el beso de Alejandro en despedida sobre mi mejilla, sus ojos azules, su olor, su manera de hablar y su mera presencia me van calentando como calienta el fuego esta preparación. Revuelvo la harina con las almendras molidas para formar la masa de las tejas, ya he vertido la gelatina en la leche, la he puesto en moldes y llevado a la nevera. Tomo la miel y la voy agregando de a poco a la masa, la miel me hace recordar
En sus ojos esmeraldas veo todo, el dolor que le causé, todo lo que le cuesta mantenerse en este lugar justo en este momento. Incluso que este tiempo en Paris no ha sido del todo muy bueno y quién sabe cuántas cosas más no sabré. Su boca se entreabre, esperando que la bese, después de todo lo que le he hecho ¿Aún puede quererme? O será una falta de buen juicio, o una traición de sus libidinosos deseos. ¿Podría besarla incluso después de todo lo que le he hecho?Mis ojos se deslizan por todo su rostro pálido y solo el cielo sabe cuánto deseo finalizar la distancia entre nosotros, podría tomarla de nuevo en esta cocina hacerle el amor como alguna vez se lo hice, pero me ha hecho caer en cuenta de todo. ¿Qué podría ofrecerle a ella a parte del dolor? Cómo puedo llegar a ser tan canalla de quererla conmigo sin importar todo el daño que le he hecho. — Lo siento — susurro cerca de su boca, el olor a todo lo que ella a preparado, las frutillas, lavanda, mantequilla, se m
Alejandro me suelta y sale de la cocina sin decir una sola palabra más, yo me quedo jadeando y dando gracias a los cielos por su retirada. Emily me mira con los ojos completamente abiertos, y su boca creo que ha caído hasta el suelo, y me hace sentir aún más avergonzada porque por cierto momento me olvidé de su presencia y que estaba ahí observando la escenita que hemos montado. — ¿Qué?— Olivia… estás — hace una pausa — No, no, no… Están… completamente jodidos. — ¿De qué me hablas? — trato de hacerme la tonta, pero es imposible. — Mira, tú ya estás muy grandecita para explicarte estás cosas, yo de ti, me sentaba y hablaba con él, le contaba todo, absolutamente tooodo y salía de eso de una vez — baja el tono de su voz — Y no perdería la oportunidad de ser feliz y formar una familia. — ¿La locura de Nick se te ha contagiado?— No, Olivia — Emily se molesta por mi comentario — Deberías de dejar de ser tan orgullosa y obstinada y ha
— Me importa un carajo, ¡Renuncio! — y antes de salir Nick se me atraviesa en el camino y bloquea mi paso — ¡Déjame salir o…! — trato de empezar una advertencia.— Espera, Olivia. Cálmate un momento — me pide Emily, interrumpiendo las siguientes palabras que iban a salir de mi boca.— No voy a pasar por lo mismo, no otra vez, Emily — me entrego al llanto — Tú más que nadie sabe todo lo que he tenido que pasar — puedo apenas pronunciarle en medio del sollozo. — Lo sé — me afirma y agacha la cabeza arrepentida. Ella se encuentra en la peor situación de todas, apoyar a su esposo o su amiga.— Olivia — me pide su atención Nick — Estamos en quiebra — pronuncia con tanta rudeza que parece tratar de ocultar algo más — Si te vas tendré que cerrar este lugar.Deja de ocupar la salida y entra despacio, derrotado y con el mundo encima y al final se deja caer con todo su peso sobre una de las sillas del lugar, respira profundo y parece que ha dejado caer un g
“El renovado restaurante del Hotel Johnson´s London Corporated ha integrado a un nuevo ayudante es su cocina, la mismísima Isabel Johnson, sí exactamente la hermana del renombradísimo Nick Johnson heredero de todo el conglomerado Johnson que últimamente se ha visto envuelto en ciertos inciertos económicos. Este podrá ser la última apuesta del joven empresario para no perder lo que su padre formó durante años ¿Qué cargo ocupara la joven esperanza de la familia?Además, se supo que en su mismo equipo se encuentra el dueño de restaurante y chef Alejandro Fonollar y la chef en jefe Olivia Rose, ahora nos preguntamos como muchos otros ¿Por qué no dejó a su hermana Isabel en ese puesto? ¿O entrará ella a ocupar ese puesto desterrando a la chef Olivia? ¿No confía en las habilidades de Isabel? O ¿Le apuesta a la experiencia de la chef Olivia Rose? Y si es así ¿Por qué no dejar al chef Alejandro Fonollar que parece tener más experiencia? Lo vemos en su popular restaurante, que ha adqu
— Oliva, tenemos que hablar — escuchar su voz inmediatamente me hace cambiar de estado de ánimo, siento el rostro caliente, aprieto con fuerza los puños y tiro el limpión que estoy usando para limpiar los platos de los pedidos.— Primero, Isabel — recalco su nombre — Le pido que me diga chef, porque es lo que soy, además soy la jefe de cocina y merezco el respeto. — me acerco un paso más a ella obligándola ir hacía atrás — Y no le he dado la confianza para que me llame de otra manera. Segundo, estamos en pleno servicio, mis horarios de cotilleo son reducidos a nada. Así que, si no se trata de algo sobre la cocina, le pido que no lo diga. El resto de la cocina queda en completo silencio, exceptuando por supuesto el ruido de las ollas, cubiertos y platos. Es posible que todos hubiesen escuchado mis palabras, no obstante, no intento bajar la voz, porque quiero que todos entiendan que el tener el apellido Johnson no le va a dar privilegios en la cocina a esta mujer, y muc
Entra Alejandro a la cocina con todo y su imponencia, claramente él parece más el jefe que yo, así que estiro mi espalda y levanto el mentón. Isabel sonríe de manera maquiavélica mientras ambos pasamos por su lado y eso la hace ver menos atractiva. Yo me voy detrás de Alejandro para evitar que me vea sonrojada, las ultimas palabras que me mencionó en el callejón me quedaron haciendo eco en mi mente. Si fuese una persona con TOC estaría teniendo un ataque nervioso en este momento por no haber finalizado esa frase… “Yo aún estoy… ¿¡Qué!? ¡Maldición! Está… ¿Enamorado…? No, no, no eso es imposible. Cómo podría estar enamorado de mí ahora, si nunca lo ha estado.— ¿Qué sucede? — Alejandro le pregunta Emily quien espera en la puerta que da de la cocina al comedor.— ¿Y Olivia? — pegunta extrañada Emily. — Am… Aquí está.— ¿Qué? ¿Qué sucede? — me sacan de mi ataque interno de histeria y me sacudo para espabilar rápidamente. — Es que necesito a O
— ¿Entonces vamos a robarnos la Michelín? — pregunta Alejandro mientras que yo práctico uno de mis platos a solas en la cocina. Se le ve sonriente y de buen humor, de hecho, intenta bromear conmigo.Le hago cara de no comprender lo que me dice, aunque de apoco los recuerdos de la noche anterior con el periodista empiezan a aparecer. Alejandro levanta el periódico hasta mi altura y en un título grande en negrita dice “La estrella que le robarán a Alejandro´s Fonollar” con una foto de nuestra cocina en pleno servicio.— ¡Ay, por Dios! — dejo de hacer lo que estoy haciendo y le rapo el periódico a Alejandro de las manos para leer rápidamente el articulo — Ese tipo es un imbécil, no dije absolutamente nada de lo que está aquí — pronuncio por lo bajo. — ¿Qué sucedió? — Un periodista, anoche vino a hacer preguntas — respiro para controlar mi ira — Y como no quise contestarlas ha sacado eso — lanzo el periódico hasta el mesón más cercano. — Acaso ¿Qué