POV: Ashley.
«Tengo calor», es lo primero que pienso al despertar.
Mi espalda está cubierta por un pecho caliente y unos enormes brazos me rodean. Siento una respiración profunda y pausada muy cerca de mi oreja.
William.
Sonrío, aún sin abrir mis ojos, al recordar todo lo que hicimos anoche y varias veces más durante la madrugada. Un dolor delicioso se expande por mi cuerpo y no intento fingir que eso me molesta.
«Porque no me molesta para nada», suelto una risita con ese pensamiento. Si me dejaran elegir, sin dudas escogería sentir este dolor placentero todos los días de mi vida, si es William quien lo provoca.
Con el despertar de nuevas sensaciones, revivo todo lo que sentí y me retuerzo con deseo creciente, acurrucándome en su pecho y pegando mi trasero contra él. Estoy emocionada y suspirando, cuando algo duro choca contra mi trasero, a la vez q
POV: Ashley.«Maldito», reclamo mientras me río de mí misma.Veo como Will sale de la habitación, dejándome más caliente que una estufa y como toda una enferma sexual. Mi estómago vuelve a gruñir y es cuando reacciono; voy hasta la maleta y guardo el dichoso aparato vibrante de goma y recojo todos los condones que están sobre la cama.«Maldita Steph».Esta vergüenza que acabo de pasar es por culpa de ella. Por más que luego deba agradecerle algo, según William, jamás le daré el gusto para que su ego crezca más.Regreso al baño y busco el albornoz, dudo mucho que él haya ido a cambiarse si vino a mi habitación vestido así, por lo que no creo que esté fuera de lugar. Me desenredo un poco el cabello, aunque me cuesta hacerlo, dado que ya se secó demasiado y me quedaron muchos nudos de nuestro
POV: William.«Estoy feliz».Me siento como un chiquillo y nadie diría, de saber todo lo que soy por dentro, que tengo treinta años. Solo me bastó un sí y que me dijera que me quería, para que Ashley me hiciera considerarme el hombre más afortunado de todos.Mientras recojo mis cosas y las guardo en la maleta, pienso en cuánto cambió todo en unos pocos días. Ahora, a nuestro regreso, espero que todo siga siendo tan increíble, porque a pesar de que quisiera mantener por mucho más tiempo nuestra burbuja, ya debemos regresar.Mi celular suena y me sorprende que me estén llamando a esta hora, es de madrugada. Miro la pantalla y el nombre de Larry se lee otra vez. Respondo, porque ahora sí tengo un poco más de tiempo para atender lo que tiene que decir. Ayer me respondió con un mensaje que tal vez me llamaría para darme una noticia.<
Segunda parte. Sinopsis: ¡Yo soy tu millonario! Para Ashley Moon, el viaje a Italia marca un antes y un después en su relación con William; no solo porque durante su estancia en Roma, abre su corazón y expone sus sentimientos y expectativas de una vez, sino porque al fin se decide a vivir su amor y acepta la petición de William de ser su novia. Pero el regreso, no resulta ser tan glorioso como se piensa. Por motivos profesionales, ella debe regresar sola a la ciudad, mientras William vuela directamente a New York. Pero correspondencia proveniente de la redactora de la columna de chismes de Bright Eternity' s Magazine para confirmar un suceso, pone a Ashley al tanto de los verdaderos motivos que llevaron a su reciente novio hasta la ciudad que nunca duerme. William O' Sullivan no cabe en sí de gozo con su recién adquirido estatus de novio, no quisiera romper sus planes e ir hasta New York, pero debe hacerlo. Su
POV: Ashley.«Seguridad».Mientras mi vida dependía solamente de mí misma, lo único con lo que contaba era la seguridad.Era consciente de que debía trabajar, enfocarme en mis responsabilidades; solo así podría llevar a casa, al final del día, el resultado de mi trabajo. Tenía presente que no necesitaba distracciones y estaba feliz con mi decisión de mantenerlas alejadas de mí. Total, no podía existir siquiera la posibilidad de que mis prioridades se vieran afectadas.Sacrificio. Puro sacrificio. La palabra que puede caracterizar mi vida antes de él.Vivir mi vida no estaba en el top de mis cosas por hacer a corto plazo. Hasta él.Entregarme a sentimientos profundos y distractores, no estaban siquiera en mi lista de cosas por experimentar. Hasta él.Hasta que entró a esa cafetería que por a&ntild
Cuatro días antes…POV: William.El VICE Club está ubicado en el corazón de New York. Según Larry, debíamos encontrarnos todos a las nueve en punto en la zona VIP apartada exclusivamente para nosotros y esperar la llegada de Blake. Sin embargo, son las horas que el supuesto organizador del evento no llega y ya comienzo a arrepentirme de haber venido.Junto con Oliver, Kenny, Tomás y Felipe, nos ponemos al día de lo que sucede en nuestras respectivas vidas; pedimos unos tragos y hacemos tiempo en lo que llega el homenajeado de la noche. La música electrónica se escucha por los altavoces y las luces de colores se mueven al ritmo frenético de la misma. De nuevo, comienzo a preocuparme por la ausencia de los principales exponentes de esta reunión, cuando Tomás hace señas hacia el primer piso y llama la atención de alguien. Me lev
POV: William.Pasar la noche en la comisaría, me deja demasiado aturdido. Una vez pagan la fianza y me despido de todos, me voy rumbo al apartamento que siempre tengo rentado. Por el momento, no quisiera recordar todo lo sucedido, solo deseo dormir por todo un día, sin que nadie me moleste.En el centro de Manhattan suelo pasar mis visitas a esta ciudad. Es un gasto excesivo que tengo, porque siempre pido que esté disponible para mí, pero vale completamente la pena. Cuando llego al apartamento, voy directo a comer algo y luego tomo una ducha rápida para quitarme este horrible olor que traigo. Al mirarme al espejo, veo que mi rostro ya muestra varios colores, pruebas inequívocas de una pelea.—Sabía que no debía venir —murmuro, irritado, mientras busco en el botiquín algo para limpiar y desinfectar un pequeño corte que tengo en la ceja. Al sentir el ardor, respiro e
POV: WilliamAbro la puerta y siento una rabia infinita correr por mis venas. No entiendo el motivo de su visita y eso me pone de muy mal humor. Lo último que me falta ahora es que Vivianne empiece a acosarme, otra vez.—¿Qué se supone que haces aquí? —pregunto, con voz helada y mis manos apretadas en puños.—Will, ¿dónde están tus modales? —responde, con una sonrisa que me produce repugnancia.Intenta acercarse. Levanta sus manos y pretende apoyarlas en mi pecho descubierto, pero logro aguantarla con las mías, antes de que me toque. Sin embargo, mi gesto le provoca una sonrisa, como si hubiera esperado precisamente esto. La suelto al instante, con una sacudida.—Vete, Vivianne, no tienes nada que hacer aquí —gruño, con molestia. Me está colmando la paciencia.—Solo quería verte otra vez. &mdas
POV: William.—Menuda resaca llevas, Will.La voz de mi hermano me provoca dolor de cabeza. Gruño molesto y continúo mi camino hasta la cocina para tomar un vaso de agua.—¿No darás ni los buenos días? —insiste Leonel.—Cállate —exijo y le doy una mirada que no promete nada bueno.—Ok —dice, después de soltar una carcajada y levantar sus manos a modo de rendición.Lleno el vaso de agua y la bebo sin parar, tengo la boca seca y tal parece que me tragué un cartón. El agua cae en mi estómago vacío y siento mis entrañas revolverse, hago una mueca de asco y escucho otra carcajada de Leonel.Lo fulmino con la mirada, pero él no se da ni por enterado. Continúa riéndose como tonto, con las manos aguantando su estómago, con burla.—Vete a la mierda —