Segunda parte.
Sinopsis: ¡Yo soy tu millonario!
Para Ashley Moon, el viaje a Italia marca un antes y un después en su relación con William; no solo porque durante su estancia en Roma, abre su corazón y expone sus sentimientos y expectativas de una vez, sino porque al fin se decide a vivir su amor y acepta la petición de William de ser su novia. Pero el regreso, no resulta ser tan glorioso como se piensa.
Por motivos profesionales, ella debe regresar sola a la ciudad, mientras William vuela directamente a New York. Pero correspondencia proveniente de la redactora de la columna de chismes de Bright Eternity' s Magazine para confirmar un suceso, pone a Ashley al tanto de los verdaderos motivos que llevaron a su reciente novio hasta la ciudad que nunca duerme.
William O' Sullivan no cabe en sí de gozo con su recién adquirido estatus de novio, no quisiera romper sus planes e ir hasta New York, pero debe hacerlo. Su viaje no resulta ser tan tranquilo y mucho menos rápido, los sucesos más increíbles se desarrollan justo en sus narices y él puede hacer poco o nada para detenerlos.
Con su vuelta a la ciudad, espera poder olvidar todas las desgracias y enfocarse en lo verdaderamente importante: Ashley. Pero en su lugar, solo se encuentra con un muro impenetrable de frialdad e indiferencia.
¿Tendrá William explicaciones válidas para todo lo sucedido?
¿Podrá Ashley creer en su palabra?
¿Se podrá reconstruir la confianza perdida?
A veces, solo una mentira, por pequeña que sea, puede cambiarlo todo.
POV: Ashley.«Seguridad».Mientras mi vida dependía solamente de mí misma, lo único con lo que contaba era la seguridad.Era consciente de que debía trabajar, enfocarme en mis responsabilidades; solo así podría llevar a casa, al final del día, el resultado de mi trabajo. Tenía presente que no necesitaba distracciones y estaba feliz con mi decisión de mantenerlas alejadas de mí. Total, no podía existir siquiera la posibilidad de que mis prioridades se vieran afectadas.Sacrificio. Puro sacrificio. La palabra que puede caracterizar mi vida antes de él.Vivir mi vida no estaba en el top de mis cosas por hacer a corto plazo. Hasta él.Entregarme a sentimientos profundos y distractores, no estaban siquiera en mi lista de cosas por experimentar. Hasta él.Hasta que entró a esa cafetería que por a&ntild
Cuatro días antes…POV: William.El VICE Club está ubicado en el corazón de New York. Según Larry, debíamos encontrarnos todos a las nueve en punto en la zona VIP apartada exclusivamente para nosotros y esperar la llegada de Blake. Sin embargo, son las horas que el supuesto organizador del evento no llega y ya comienzo a arrepentirme de haber venido.Junto con Oliver, Kenny, Tomás y Felipe, nos ponemos al día de lo que sucede en nuestras respectivas vidas; pedimos unos tragos y hacemos tiempo en lo que llega el homenajeado de la noche. La música electrónica se escucha por los altavoces y las luces de colores se mueven al ritmo frenético de la misma. De nuevo, comienzo a preocuparme por la ausencia de los principales exponentes de esta reunión, cuando Tomás hace señas hacia el primer piso y llama la atención de alguien. Me lev
POV: William.Pasar la noche en la comisaría, me deja demasiado aturdido. Una vez pagan la fianza y me despido de todos, me voy rumbo al apartamento que siempre tengo rentado. Por el momento, no quisiera recordar todo lo sucedido, solo deseo dormir por todo un día, sin que nadie me moleste.En el centro de Manhattan suelo pasar mis visitas a esta ciudad. Es un gasto excesivo que tengo, porque siempre pido que esté disponible para mí, pero vale completamente la pena. Cuando llego al apartamento, voy directo a comer algo y luego tomo una ducha rápida para quitarme este horrible olor que traigo. Al mirarme al espejo, veo que mi rostro ya muestra varios colores, pruebas inequívocas de una pelea.—Sabía que no debía venir —murmuro, irritado, mientras busco en el botiquín algo para limpiar y desinfectar un pequeño corte que tengo en la ceja. Al sentir el ardor, respiro e
POV: WilliamAbro la puerta y siento una rabia infinita correr por mis venas. No entiendo el motivo de su visita y eso me pone de muy mal humor. Lo último que me falta ahora es que Vivianne empiece a acosarme, otra vez.—¿Qué se supone que haces aquí? —pregunto, con voz helada y mis manos apretadas en puños.—Will, ¿dónde están tus modales? —responde, con una sonrisa que me produce repugnancia.Intenta acercarse. Levanta sus manos y pretende apoyarlas en mi pecho descubierto, pero logro aguantarla con las mías, antes de que me toque. Sin embargo, mi gesto le provoca una sonrisa, como si hubiera esperado precisamente esto. La suelto al instante, con una sacudida.—Vete, Vivianne, no tienes nada que hacer aquí —gruño, con molestia. Me está colmando la paciencia.—Solo quería verte otra vez. &mdas
POV: William.—Menuda resaca llevas, Will.La voz de mi hermano me provoca dolor de cabeza. Gruño molesto y continúo mi camino hasta la cocina para tomar un vaso de agua.—¿No darás ni los buenos días? —insiste Leonel.—Cállate —exijo y le doy una mirada que no promete nada bueno.—Ok —dice, después de soltar una carcajada y levantar sus manos a modo de rendición.Lleno el vaso de agua y la bebo sin parar, tengo la boca seca y tal parece que me tragué un cartón. El agua cae en mi estómago vacío y siento mis entrañas revolverse, hago una mueca de asco y escucho otra carcajada de Leonel.Lo fulmino con la mirada, pero él no se da ni por enterado. Continúa riéndose como tonto, con las manos aguantando su estómago, con burla.—Vete a la mierda —
POV: William.Salimos del apartamento, Rafael y yo, rumbo al garaje interior del edificio. Mi hermano va directo a un auto de dos plazas que alquiló en algún momento y con una sonrisa de satisfacción, me pide que me suba. Con un ronroneo, el auto se enciende y no puedo hacer más, que disfrutar lo que se siente.Salimos del parqueo interior y nos incorporamos a la avenida; por unos minutos avanzamos en silencio, mirando el movimiento de cientos de personas y autos a nuestro alrededor. No sé hacia dónde vamos y, aunque aguanto un poco mi curiosidad, termino preguntándole a mi hermano nuestro destino.—Esta mañana, mientras estaba con Anna, ella comentó algo que me dejó pensando —explica Rafael y yo lo escucho, con atención.—¿Anna?—Sí, la morena de ayer.—Ajá, ¿qué hay con ella?
POV: William.—Will, ¿ya estás listo? —pregunta Leonel y entra a mi habitación, sin esperar respuesta.—Si vas a entrar sin permiso, para qué carajos preguntas —replico, rodando los ojos, mientras termino de arreglar el nudo de mi corbata frente al espejo.—Porque me da la gana —responde y se sienta en la silla de escritorio, a unos metros de mí.Yo lo ignoro y sigo a lo mío. Siento la mirada suya sobre mí; algo me quiere decir este loco. Lo conozco y sé que está buscando la forma de decirme algo. Lo miro a través del espejo y él, para desviar la atención, comienza a hablar sus habituales tonterías.—Ese traje acentúa el color de tus ojos.El tono de voz que utiliza y su seguido pestañear, en actitud coqueta, me hacen soltar la carcajada. Literalmente, me ahogo con mi propia saliva. Mientras toso,
Actualidad…POV: Ashley.Mi teléfono suena otra vez. Por el tono de llamada, sé quién es. Por supuesto, lo ignoro por completo. Es la décima vez que William me llama en lo que va de tarde. Tal vez no sepa lo que sucede o sea lo suficientemente tonto para entender que no quiero hablar con él.Acostada en la cama, doy media vuelta y me recuesto del otro lado. Con mis manos unidas debajo de mi mejilla, siento la humedad que corre por ellas. Sé que no debería llorar, pero no puedo evitarlo. Esos momentos, en los que creemos que por fin seremos felices, para luego darnos de bruces con un muro enorme, uno que lleva un cartel de neón color rojo, que dice “No es tu lugar”; así me siento. Desubicada. Sorbo por la nariz una vez el teléfono deja de sonar.Cuatro días. Cuatro días le bastó para romperme el corazón. Yo