POV: William.
En medio de mi sueño, en el mismo instante en que le pedía a Ashley que fuera mi esposa frente a la Fontana di Trevi, el sonido insistente de mi celular me despierta. Abro los ojos, asustado, pensando que tal vez algo sucedió con Clarisse. Me siento en la cama con un salto y miro a la mesilla de noche, donde dejé mi celular. El brillo de la pantalla alumbra la habitación y suspiro, aliviado, cuando veo el nombre de Blake. De paso, me fijo en la hora.
—Joder, Green —maldigo en voz baja, aunque sonrío.
Blake es mi mejor amigo, es inevitable sentirme feliz por recibir su llamada. Paso mi mano por mi rostro para desperezarme, antes de responder.
—¿Estas son horas de llamar, Blake? —saludo, con mi habitual reclamo. Mi voz suena ronca, después de horas de sueño.
—Yo también estoy muy feliz de escuchar tu voz, Will querido —responde, div
POV: Ashley.Todo un mes pasa y poco a poco, nuestra vida retorna a la normalidad. El tratamiento de mi madre termina y ahora, solo queda esperar a los resultados de los nuevos estudios. Gracias a Dios, la recuperación se desarrolla de forma favorable y los médicos tienen esperanzas, lo que ayuda a conservar la mía.En este tiempo, ha sucedido de todo. Steph por fin comenzó a trabajar con Esme y han forjado una bonita amistad, lo que me hace doblemente feliz. Christopher comenzó en el instituto nuevamente y a la par, realiza algunas visitas semanales a la empresa de William y sus hermanos, para hacer un tipo extraño de pasantía. Mi madre y Ricardo, después de confesiones, lágrimas y promesas, decidieron darse una oportunidad y ahora viven juntos. Al principio, su relación se desarrollaba como la de dos jóvenes adolescentes; solo se veían durante el día y a la noche, Ricardo regre
POV: Ashley.Mis amigas me dejan en el apartamento de William y se van, según ellas, a prepararse para esta noche. Por más que les pregunté, ninguna de las dos soltó detalles, mas que darme a entender que se celebrará una fiesta por mi cumpleaños.El sol ya se esconde, dándole paso a la noche, lo que provoca que un resplandor rojizo atraviese los cristales de las ventanas amplias y se refleje sobre los muebles de cuero negro que decoran el salón. Me llama la atención el silencio y es que, esperaba que William estuviera aquí, para esta hora. Atravieso el salón y llego a la cocina. No hay ninguna nota, por lo que subo directamente a la habitación. Al entrar, el olor del gel de baño de Will inunda mis sentidos y una alegría infinita me llena. Estoy ansiosa de que me vea, así tan arreglada, después de salir del salón de belleza. A diferencia de la otra vez
POV: William.Sus labios impactan con los míos, para sellar su respuesta. El beso que nos damos, esta vez, tiene un sabor diferente. Sabe a felicidad. Sabe a seguridad.Mi corazón retumba fuerte en mi pecho y mis manos no dejan de moverse de su rostro a su cintura, sosteniendo con fuerza su menudo cuerpo, que se mantiene pegado al mío. Arrodillados.—Te amo —susurro contra su boca, cuando los gritos de los invitados retumban en la cafetería.Entre sonrisas que no puedo ocultar, sencillamente porque soy demasiado feliz, y unas ganas enormes de demostrarle a Ashley todo lo que siento, me levanto con ella abrazada a mi cintura. El bajo de su vestido se enreda entre la tela de mis pantalones y me hace recordar lo hermosa que se puso para mí.La miro a los ojos. A esos pozos marrones y expresivos que me gritan tantas cosas, que me confirman que se siente como yo. Enamorada.—Te amo —susur
POV: Ashley.Al día siguiente de nuestro compromiso, los medios de comunicación explotan con la noticia. Cómo lo supieron, no sabemos, lo que sí puedo asegurar es que esta vez, todo lo que dicen me importa poco.Solo hay algo que me preocupa en toda esta cobertura y es que Vivianne aún no aparece. William puso una demanda en su contra y sus abogados, están a la espera de que se inicie el proceso; no quedará impune su intento de hacerme daño. Por otro lado, supe que mi prometido trabaja directamente con la delegación de la policía, en la búsqueda de esa loca, pero nada han logrado encontrar. Ni siquiera una pista de su último paradero. Lo más seguro es que haya logrado salir del país.En medio de todo el ajetreo por el tema de la boda, debo confesar que esa situación no me deja dormir bien. Es una constante espina clavada el hecho de que su mirada enloquecida,
POV: Ashley.Dos días. Solo dos días le toma a Eleonor prepararlo todo. No me deja hacer absolutamente nada a mí, ella se encarga de todo. Quiere perpetuar el hecho de que nunca antes he visitado la playa. Yo la dejo hacer, porque me encantaron todos los detalles que me ha ido contando y porque confío en ella. También, porque Steph la está ayudando y bueno, mi amiga conoce mis gustos.Por mi parte, solo he sido llamada para escoger colores, modelo de invitaciones y hacer la prueba del pastel y la comida que se ofrecerá en el brindis. Nada más.Me entusiasma y a la vez, me pone ansiosa no saber nada. Pero si quiero que la experiencia sea completa, debo mantener las cosas así.Por el momento, lo único que debo hacer es encontrar el vestido perfecto. Tengo una idea de lo que quiero, pero eso solo lo sabré cuando lo vea y diga: quiero ese. Y bueno, en más de diez tiendas recor
POV: Esme O' Sullivan.Bajo las escaleras temblando como una hoja, siento el sudor frío correr por mi frente y no dejo de pensar que no debía aceptar la idea de Ashley, Vivianne está loca, de eso no hay dudas. No he dado ni dos pasos cuando un ruido sordo me hace voltear. Con el miedo palpitando en mi garganta, ruego para que no sea lo que estoy pensando, pero un bulto color blanco rueda por las escaleras y mi corazón se detiene por unos segundos.Como en cámara lenta lo veo todo; mi amiga cayendo sin poder hacer nada, la risa maquiavélica de Vivianne resonando, desde el segundo piso, en toda la tienda. Y, por último, mi grito de terror. Lo escucho, aunque no alcanzo a creer que haya sido yo. Así de irreal se siente todo.En cuanto logro reaccionar, corro hacia donde mi amiga yace en el suelo. Desmayada. No ando mirando si Vivianne continúa observándonos desde arriba, solo puedo escuchar el ec
POV: Ricardo Fuentes.«No puedo creer que haya fallado otra vez». Me repito una y otra vez, mientras conduzco como loco detrás de la ambulancia que lleva a Ashley.La desesperación cubre cada pedazo de mí, de solo pensar en que esta vez, puede ser diferente. Tuvimos el peligro en las mismas narices y no nos dimos cuenta.—¡Maldición! —Golpeo el volante con furia recorriendo mis venas, además de miedo.Ashley no es solo la prometida de mi jefe y amigo; es como una hija para mí. Desde el principio supe que esa pequeña era especial, pero los últimos tiempos, he podido confirmarlo. Es como su madre. Y de solo pensar en que le suceda algo malo, algo irreversible, me duele el corazón. No solo por mí, más bien, por todos los que forman vida junto a ella.—Señor, la señorita O' Sullivan está reaccionando, ¿hacia d&oac
—Vivianne regresó.Conforme escucho su afirmación, golpeo la mesa frente a mí con mi puño. «¡Joder! ¡Lo sabía, sabía que ella estaba cerca! Estuvo esperando el momento justo para presentarse. ¡Maldita sea!».La ansiedad me llena y lo primero que pienso, es en Ashley. Si le sucediera algo yo creo que no podría soportarlo.—¿Y Ashley? ¿Ella está bien? —pregunto, impaciente, con un nudo en la garganta, recordando el encuentro anterior entre ellas y el atrevimiento de Vivianne; lo que pudo provocar su episodio de locura.Un temblor me recorre en cuanto escucho a Ricardo suspirar del otro lado de la línea. Demora un segundo de más en darme una respuesta y solo esa fracción de tiempo me basta para intuir problemas. Mi corazón se acelera y sube a mi garganta, sintiendo terror ante lo que el silencio puede signifi