POV: William.
Sus labios impactan con los míos, para sellar su respuesta. El beso que nos damos, esta vez, tiene un sabor diferente. Sabe a felicidad. Sabe a seguridad.
Mi corazón retumba fuerte en mi pecho y mis manos no dejan de moverse de su rostro a su cintura, sosteniendo con fuerza su menudo cuerpo, que se mantiene pegado al mío. Arrodillados.
—Te amo —susurro contra su boca, cuando los gritos de los invitados retumban en la cafetería.
Entre sonrisas que no puedo ocultar, sencillamente porque soy demasiado feliz, y unas ganas enormes de demostrarle a Ashley todo lo que siento, me levanto con ella abrazada a mi cintura. El bajo de su vestido se enreda entre la tela de mis pantalones y me hace recordar lo hermosa que se puso para mí.
La miro a los ojos. A esos pozos marrones y expresivos que me gritan tantas cosas, que me confirman que se siente como yo. Enamorada.
—Te amo —susur
POV: Ashley.Al día siguiente de nuestro compromiso, los medios de comunicación explotan con la noticia. Cómo lo supieron, no sabemos, lo que sí puedo asegurar es que esta vez, todo lo que dicen me importa poco.Solo hay algo que me preocupa en toda esta cobertura y es que Vivianne aún no aparece. William puso una demanda en su contra y sus abogados, están a la espera de que se inicie el proceso; no quedará impune su intento de hacerme daño. Por otro lado, supe que mi prometido trabaja directamente con la delegación de la policía, en la búsqueda de esa loca, pero nada han logrado encontrar. Ni siquiera una pista de su último paradero. Lo más seguro es que haya logrado salir del país.En medio de todo el ajetreo por el tema de la boda, debo confesar que esa situación no me deja dormir bien. Es una constante espina clavada el hecho de que su mirada enloquecida,
POV: Ashley.Dos días. Solo dos días le toma a Eleonor prepararlo todo. No me deja hacer absolutamente nada a mí, ella se encarga de todo. Quiere perpetuar el hecho de que nunca antes he visitado la playa. Yo la dejo hacer, porque me encantaron todos los detalles que me ha ido contando y porque confío en ella. También, porque Steph la está ayudando y bueno, mi amiga conoce mis gustos.Por mi parte, solo he sido llamada para escoger colores, modelo de invitaciones y hacer la prueba del pastel y la comida que se ofrecerá en el brindis. Nada más.Me entusiasma y a la vez, me pone ansiosa no saber nada. Pero si quiero que la experiencia sea completa, debo mantener las cosas así.Por el momento, lo único que debo hacer es encontrar el vestido perfecto. Tengo una idea de lo que quiero, pero eso solo lo sabré cuando lo vea y diga: quiero ese. Y bueno, en más de diez tiendas recor
POV: Esme O' Sullivan.Bajo las escaleras temblando como una hoja, siento el sudor frío correr por mi frente y no dejo de pensar que no debía aceptar la idea de Ashley, Vivianne está loca, de eso no hay dudas. No he dado ni dos pasos cuando un ruido sordo me hace voltear. Con el miedo palpitando en mi garganta, ruego para que no sea lo que estoy pensando, pero un bulto color blanco rueda por las escaleras y mi corazón se detiene por unos segundos.Como en cámara lenta lo veo todo; mi amiga cayendo sin poder hacer nada, la risa maquiavélica de Vivianne resonando, desde el segundo piso, en toda la tienda. Y, por último, mi grito de terror. Lo escucho, aunque no alcanzo a creer que haya sido yo. Así de irreal se siente todo.En cuanto logro reaccionar, corro hacia donde mi amiga yace en el suelo. Desmayada. No ando mirando si Vivianne continúa observándonos desde arriba, solo puedo escuchar el ec
POV: Ricardo Fuentes.«No puedo creer que haya fallado otra vez». Me repito una y otra vez, mientras conduzco como loco detrás de la ambulancia que lleva a Ashley.La desesperación cubre cada pedazo de mí, de solo pensar en que esta vez, puede ser diferente. Tuvimos el peligro en las mismas narices y no nos dimos cuenta.—¡Maldición! —Golpeo el volante con furia recorriendo mis venas, además de miedo.Ashley no es solo la prometida de mi jefe y amigo; es como una hija para mí. Desde el principio supe que esa pequeña era especial, pero los últimos tiempos, he podido confirmarlo. Es como su madre. Y de solo pensar en que le suceda algo malo, algo irreversible, me duele el corazón. No solo por mí, más bien, por todos los que forman vida junto a ella.—Señor, la señorita O' Sullivan está reaccionando, ¿hacia d&oac
—Vivianne regresó.Conforme escucho su afirmación, golpeo la mesa frente a mí con mi puño. «¡Joder! ¡Lo sabía, sabía que ella estaba cerca! Estuvo esperando el momento justo para presentarse. ¡Maldita sea!».La ansiedad me llena y lo primero que pienso, es en Ashley. Si le sucediera algo yo creo que no podría soportarlo.—¿Y Ashley? ¿Ella está bien? —pregunto, impaciente, con un nudo en la garganta, recordando el encuentro anterior entre ellas y el atrevimiento de Vivianne; lo que pudo provocar su episodio de locura.Un temblor me recorre en cuanto escucho a Ricardo suspirar del otro lado de la línea. Demora un segundo de más en darme una respuesta y solo esa fracción de tiempo me basta para intuir problemas. Mi corazón se acelera y sube a mi garganta, sintiendo terror ante lo que el silencio puede signifi
POV: Ashley.El monitor comienza a sonar en cuanto el médico me da la noticia. Literalmente, siento que mi corazón se detiene y, por supuesto, el aparato conectado a mí, lo informa.El ruido es bastante molesto, pero yo estoy en shock. Solo repito en mi cabeza, sin parar, las palabras dichas. La forma en que cambia el sentido de mi vida en solo un segundo. No puedo sonreír, no todavía. No puedo celebrar, porque puede ser en vano. A fin de cuentas, rodé por unas escaleras.Veo al médico correr en mi dirección, para tratar de estabilizar la máquina, ya que solo fue una falsa alarma. Lo miro, sin ver realmente; tal parece que estoy flotando sobre una nebulosa, viéndolo todo desde fuera y sin poder hacer nada.De repente, otro estruendo me hace saltar. Reacciono a tiempo de ver a Esme atravesar la puerta como loca, jadeando y con los ojos muy abiertos, repletos de lágrimas. Una risa
POV: William.—Lo siento, Will…Ash... —solloza y mi corazón se detiene—, va camino al hospital, Vivianne la empujó y cayó por unas escaleras. No dejo de recordar esta frase que me rompió de mil formas diferentes. ¿Desesperación? Eso es poco para todo lo que sentí mientras creía lo peor, mientras no tenía noticias de ella.Mezcla de emociones contradictorias, pero todas siguiendo una pauta: disgusto y desconsuelo. No sentía una sin creer que la otra estaba siendo más influyente. La rabia por saber que otra vez Vivianne había puesto en peligro a Ashley y de contra, esta había huido después; cólera por no creer que todo un equipo de seguridad había sido burlado por una demente. Agonía, al no tener nada claro sobre el estado de mi prometida y sentir el constante y profundo miedo a perderla.Una vez le dije a
POV: Ashley.Varias veces, mientras William insiste en saber por qué quiero adelantar la boda, tengo que morderme la lengua para poder callar. Tengo un plan; uno que se me ocurrió de una manera muy curiosa y el que quiero cumplir al pie de la letra.Que no se diga que Will es el único detallista de los dos, porque yo también tengo mi vena romántica y necesito sacarla a relucir luego de todo lo que él me preparó en la pedida de mano.Saber que ahora sí estoy embarazada me tiene de un puro nervio y quiero compartir todas estas emociones con él. Estoy segura de que se pondrá feliz con la noticia, puesto que la otra vez, con las probabilidades, fue bastante evidente que deseaba una confirmación.No dejo de pensar en el momento que deba decirle e imagino sus ojos brillosos y su sonrisa radiante.—¿Qué piensas? —pregunta, interrumpiéndome de repe