POV: William.
Si alguien me preguntara qué ha sido lo más duro que he tenido que soportar, sin dudar diría que todo lo sucedido en las últimas cuarenta y ocho horas. Ni mi infancia con dificultades y carencias, ni mi sacrificio para lograr todo lo que tengo; ni siquiera cuando supe que mi relación con Vivianne podría destruir mi imagen y todo lo que había ganado. Todas esas cosas fueron absolutamente nada, comparadas con el mayor sufrimiento que he experimentado estos dos días: ver a Ashley destruida, sentir su fragilidad y sus peores miedos y tratar de mantener viva su esperanza.
Ni siquiera puedo imaginar lo que ella debe sentir, los últimos años los ha dedicado a cuidar de su madre, a darle todo; y verla ahora tan enferma no puede ser fácil de asimilar.
La operación fue un éxito, eso fue un paso de avance; pero las horas que pasamos en la sala de espera, en las circunst
POV: Ashley.Abro los ojos y la oscuridad me recibe. Solo un resplandor tenue se observa por debajo de una puerta cercana. Estoy acostada de lado y siento un peso sobre mi cuerpo, además de una respiración pausada contra mi oreja. Sonrío, enternecida y feliz, sabiéndome abrazada por el hombre de mi vida. Me acurruco un poco más cerca, dispuesta a sentir su calor y derretirme entre sus brazos. Al instante, sus manos presionan en mi piel y sus músculos se contraen contra mí. No pretendía despertarlo, pero disfruto haberlo hecho.—Hola, dormilona —susurra, pegado a mi oreja y con su voz ronca y baja.Sonrío otra vez, es inevitable hacerlo.—Hola, amor —digo y me giro un poco, para recibir el beso que me espera.William no duda en darme lo que quiero, lo que necesito. Sus labios se mueven con los míos, devorándome con satisfactoria suavidad, hasta que n
POV: William.¿Puedo ser el hombre más feliz del mundo de solo pensar que existe la posibilidad de que sea padre?Sé que tal vez me estoy adelantando a los acontecimientos, que puede ser una falsa alarma; pero es inevitable sentir que mi vida comienza a encausarse. Y esto solo ha sido gracias a la llegada de ella a mi vida: Ashley, la mujer más hermosa, humilde y especial que pude conocer, que aprendí a amar.Desde hace cinco días, no existe un minuto en el que no piense en eso. Me la paso buscando información sobre todo lo relacionado con los bebés, el embarazo, los riesgos…absolutamente todo lo que necesito saber para asegurarme que mi hermosa novia, se encuentre bien. Y ella se ríe de mí, con una mezcla de diversión y asombro, cada vez que le muestro algo nuevo. Sus ánimos, cada vez, son mejores. Y cuando llega del hospital, después de horas acompañando a
POV: William.De solo verla, sé lo que sucede. Y aunque mi corazón duele, no puedo hacer otra cosa que abrazarla y decirle que la amo. Ashley se deja hacer y entre mis brazos, suspira. Puedo imaginar cómo se siente; es más, puedo sentir exactamente lo que ella, porque era algo que ambos deseábamos.—Míralo por el lado bueno —susurro, apelando a mi parte divertida para intentar sacarle una sonrisa—. Ya sabemos lo que queremos, ahora tenemos que disfrutar, aún más, del proceso. ¿Qué me dices?Siento su risa contra mi pecho y sé que el momento incómodo acaba de pasar. No puedo permitir que la falsa alarma sea algo a lo que nos aferremos con tristeza; si no fue hoy, será mañana.—¿Comenzamos hoy mismo?Ashley alza su cabeza, escondida entre mis brazos, con una sonrisa hermosa en sus labios. El brillo de sus ojos es la confirm
POV: William.En medio de mi sueño, en el mismo instante en que le pedía a Ashley que fuera mi esposa frente a la Fontana di Trevi, el sonido insistente de mi celular me despierta. Abro los ojos, asustado, pensando que tal vez algo sucedió con Clarisse. Me siento en la cama con un salto y miro a la mesilla de noche, donde dejé mi celular. El brillo de la pantalla alumbra la habitación y suspiro, aliviado, cuando veo el nombre de Blake. De paso, me fijo en la hora.—Joder, Green —maldigo en voz baja, aunque sonrío.Blake es mi mejor amigo, es inevitable sentirme feliz por recibir su llamada. Paso mi mano por mi rostro para desperezarme, antes de responder.—¿Estas son horas de llamar, Blake? —saludo, con mi habitual reclamo. Mi voz suena ronca, después de horas de sueño.—Yo también estoy muy feliz de escuchar tu voz, Will querido —responde, div
POV: Ashley.Todo un mes pasa y poco a poco, nuestra vida retorna a la normalidad. El tratamiento de mi madre termina y ahora, solo queda esperar a los resultados de los nuevos estudios. Gracias a Dios, la recuperación se desarrolla de forma favorable y los médicos tienen esperanzas, lo que ayuda a conservar la mía.En este tiempo, ha sucedido de todo. Steph por fin comenzó a trabajar con Esme y han forjado una bonita amistad, lo que me hace doblemente feliz. Christopher comenzó en el instituto nuevamente y a la par, realiza algunas visitas semanales a la empresa de William y sus hermanos, para hacer un tipo extraño de pasantía. Mi madre y Ricardo, después de confesiones, lágrimas y promesas, decidieron darse una oportunidad y ahora viven juntos. Al principio, su relación se desarrollaba como la de dos jóvenes adolescentes; solo se veían durante el día y a la noche, Ricardo regre
POV: Ashley.Mis amigas me dejan en el apartamento de William y se van, según ellas, a prepararse para esta noche. Por más que les pregunté, ninguna de las dos soltó detalles, mas que darme a entender que se celebrará una fiesta por mi cumpleaños.El sol ya se esconde, dándole paso a la noche, lo que provoca que un resplandor rojizo atraviese los cristales de las ventanas amplias y se refleje sobre los muebles de cuero negro que decoran el salón. Me llama la atención el silencio y es que, esperaba que William estuviera aquí, para esta hora. Atravieso el salón y llego a la cocina. No hay ninguna nota, por lo que subo directamente a la habitación. Al entrar, el olor del gel de baño de Will inunda mis sentidos y una alegría infinita me llena. Estoy ansiosa de que me vea, así tan arreglada, después de salir del salón de belleza. A diferencia de la otra vez
POV: William.Sus labios impactan con los míos, para sellar su respuesta. El beso que nos damos, esta vez, tiene un sabor diferente. Sabe a felicidad. Sabe a seguridad.Mi corazón retumba fuerte en mi pecho y mis manos no dejan de moverse de su rostro a su cintura, sosteniendo con fuerza su menudo cuerpo, que se mantiene pegado al mío. Arrodillados.—Te amo —susurro contra su boca, cuando los gritos de los invitados retumban en la cafetería.Entre sonrisas que no puedo ocultar, sencillamente porque soy demasiado feliz, y unas ganas enormes de demostrarle a Ashley todo lo que siento, me levanto con ella abrazada a mi cintura. El bajo de su vestido se enreda entre la tela de mis pantalones y me hace recordar lo hermosa que se puso para mí.La miro a los ojos. A esos pozos marrones y expresivos que me gritan tantas cosas, que me confirman que se siente como yo. Enamorada.—Te amo —susur
POV: Ashley.Al día siguiente de nuestro compromiso, los medios de comunicación explotan con la noticia. Cómo lo supieron, no sabemos, lo que sí puedo asegurar es que esta vez, todo lo que dicen me importa poco.Solo hay algo que me preocupa en toda esta cobertura y es que Vivianne aún no aparece. William puso una demanda en su contra y sus abogados, están a la espera de que se inicie el proceso; no quedará impune su intento de hacerme daño. Por otro lado, supe que mi prometido trabaja directamente con la delegación de la policía, en la búsqueda de esa loca, pero nada han logrado encontrar. Ni siquiera una pista de su último paradero. Lo más seguro es que haya logrado salir del país.En medio de todo el ajetreo por el tema de la boda, debo confesar que esa situación no me deja dormir bien. Es una constante espina clavada el hecho de que su mirada enloquecida,