Apretó los ojos esperando el golpe, el conductor piso el freno, y Malcolm llego a tiempo para apartarla del camino, arrojándola contra el suelo y girando para que cayera sobre él, estuvo a un centímetro de ser golpearla con una esquina del coche.Ella se acurruco en su pecho, sujeta por los brazos fuertes de Malcolm, su respiración era agitada.—¿Qué demonios te pasa? Te volviste loca. —Arianne estaba desorientada, la tomo del rostro con ambas manos, —¿Estas bien? vamos a te llevare a casa.Arianne parecía estar en shock, noto que Malcolm estaba vestido, ¿Cómo se vistió tan rápido?Malcolm parecía ser un hombre delgaducho y débil, pero la cargo entre sus brazos con mucha facilidad. Ellas se cubrió la boca al estar tan cerca de su jefe.—¿La señorita se encuentra bien? —el hombre del auto se bajó para asegurarse de no estaba en algún lio—Ella está bien, solo un poco asustada. —Arianne cerro los ojos y oculto su rostro lleno de vergüenza en el cuello de Malcolm, —La llevare a casa, qu
Malcolm tomo su lugar sentado frente al escritorio del sonriente juez al igual que Malcolm este con la pequeña en sus brazos. Ella mantuvo de pie por fuera de la oficina intentado que su jefe se pusiera de pie y saliera a hablar con ella de nuevo, la estaba obligando a ser ella la que se echara atrás¿Qué quería?, ¿Tenerla en sus manos?Pero ante la oscura escena, Arianne se dio cuenta que en realidad no quería separarse de Malcolm. —Vamos Arianne, el abogado es un hombre muy ocupado. Con paso lento entro en la oficina, se sentó a un lado, la pequeña mirada de la niña era un oasis de felicidad, su sonrisa un cálido abrazo a su corazón, no podía imaginar su vida sin ver de cerca el crecimiento de ese pequeño angelito en tan solo unos días su amor se volcó sobre ese pedacito de carne. Luci levanto su manita Arianne la tomo y sintió un golpe de emociones en su pecho. —Bueno están aquí por su libre decisión para…—comenzó el abogado —¡No!, —grito brincando en la silla — no quiero, no
Se compadecía de un hombre que nunca tuvo compasión con ella, que solo le hacía más daño que felicidad, que no pensaba en nadie más que en el mismo. Arianne dio un paso atrás mirando con tristeza a Erick lleno de moretones en la cara. —Vete Erick. —ella tomo la mano de Malcolm. él le agradeció con una mirada fija pero sin una sonrisa en sus labios. Se giro llevando consigo a Arianne. Ella lo miro mientras daba vuelta sujeta de la mano e Malcolm, vio una lagrima salir de su ojos, pero lamentablemente no confió en la sinceridad de ese dolor.—Lo ven, la tiene amenazada —comenzó a gritar —, no te preocupes Arianne, te voy a liberar, te voy a rescatar del temible dragón, yo seré tu príncipe azul cariño. Ni temas. La gente seguía avanzando, sin prestar atención al alboroto de un hombre que parecía haber perdido el juicio, mientras que otros se detenían curiosos de la escena salida de una nota amarillista. Malcolm estaba molesto, apenas lograba contener la calma para no volver a golpe s
Las noches en aquella casa tan grande eran muy tranquila, Arianne estaba acostumbrada al barullo de los vecinos, golpes venidos de los apartamento de alado o de arriba, aquí era tan silencio que asustaba si un alfiler caía al suelo. La mesa estaba preparada con platos de porcelana, y una fila interminable de cubiertos. Varias copas transparentes y un hermoso centro florar en la mesa. Después de ver a Erick la comunicación entre ellos fue nula, al menos tenían comunicación visual. Y Malcolm estaba enfadado.—¿Usted come solo? —asintió. Malcolm la observaba con los ojos entre cerrados, analizándola, intentando de alguna manera entrar en sus pensamientos y sacar a patadas cualquier recuerdo que tuviera de Erick. Era tan divertido hacerlo con la imaginación. Por el contrario Arianne estaba tan nerviosa de sentir la mirada acusadora sobre ella. sin saber que estaba pensando o como la estaría juzgando. —La mayoría del tiempo si, — dijo mientras tomaba una servilleta y a colocaba sobre
—¿Quiere que le cocine?, lave su ropa, planche, quiere que me comporte como… —una mueca de sonrisa paralizo a Arianne, sus ojos, eran hermosos, llenos de dulzura de encanto de deseo.—No, no, no y no, tengo servicio para eso cariño —dejo de apretar su muñeca, envolvió con su mano la pequeña suave y delicada mano de Arianne.No se molestaba en esconder sus sentimientos, en instantes ni siquiera el mismo se daba cuanto de lo que hacía, era tan natural la forma en que actuar con Arianne. Cualquier contacto era gratificante.—Quiero que duermas en mi cama, quiero que paseemos un día a la semana tú y yo solos, quiero bailar contigo, quiero obsequiarte cosas, como cada mes en nuestro aniversario, quiero besar tus labios cuando se me antoje, quiero …. —iba a sugerir hacer el amor pero prefirió conservar su vida por ahora —Comportarme contigo como si fuera en verdad mi esposa, quiero por seis mes vivir un relación de verdad contigo Arianne.Él se moría por besarla, era un impulso incontrolab
La cama era enorme, recostados de lado dándose la espalda mutuamente, Arianne esperaba algo mas de esta noche, un acercamientos una suave insinuación, cualquier cosa era suficiente para acceder, le costaba ser ella quien diera el primer paso, como hacerlo sin quedar como una fácil. Como hacerlo sin quedar en ridículo por ser tan inexperta. Su corazón palpitaba por las imágenes en su mente y las sensaciones aun frescas en su cuerpo.—¿Estas despierta? —temió y apretó los ojos cuando Malcolm rompió el denso silencio —en verdad estas dormida Arianne—No. —respondió muy quedo —No puedo dormir.Hubo otro largo silencio, ninguno de los dos tenía palabras para decir, Malcolm sabía que deseaba hacer, era la primera vez que no podía dormir por que no soportaba el deseo de abalanzarse sobre una chica.Era quizás porque esta recostada en su cama, como podría dormí con una hermosa e ingenua señorita en su cama sin que él atacara con toda su galantería, o pero aun como una fiera salvaje hambrient
Quizás Malcolm esperaba que ella lo sedujera.—Esta noche salgamos, quiero una noche de chicas.—Está bien, entonces llamare a tu hermana, hay algo que no me estas diciendo si ella viene estoy segura que lo confesaras. Le pedirás permiso a Malcolm —le pregunto con el teléfono en el oído—¿Qué?, por supuesto que no. el no es mi jefe fuera del trabajo.—Rous, adivina que tu hermana quiere contarnos los detallas de su luna de miel….Arianne entro en la oficina de su jefe, llevaba los encabezados para las notas del boletín de fin de semana, al entrar él se encontraba de espaldas a su escritorio con una taza de café y un artículo que miraba fijamente. Aunque sus pensamientos estaban hundidos en la conversación de la noche anterior.Arianne pensó en dejar el folder sin hacer ruido y salir antes de que se diera cuenta. Al estar junto a la silla giratoria de cuero observo un pequeño cuadro, algo que no habia antes ahí.Era la fotografía de la playa donde parecía que Luci estaba sobre Malcolm
Aunque no le gustaba contarle las cosas a su padre, siempre encontraba una respuesta conversando con ese viejo sabio, ese hombre lo conocía más de lo que el mismo se conocía. Desde esa mala se estaba sintiendo tan diferente, solo de recordar lo que le pidió la noche anterior le hervía la sangre e imaginarla sonriendo con otro le parecía una herejías.—Sinvergüenza, desvergonzada. Que se cree, —se acomodó el cabello, —tranquilo, ella no es capaz de engañarme —un mujer lo miraba lasciva desde otra mesa, era hermosa y con un cuerpo de infierno, del tipo que le gustaba seducir, Malcolm ni siquiera se percató de la insinuaciones de la chica —acaso no puede ser feliz sin tener un hijo. ¿Por qué quiere un hijo con tanta insistencia?A él que más le daba si buscaba a otro hombre, ella al final de cuentas era libre aunque fuera su esposa, un hijo era lo único que no iba a darle.Pasaba de medio día, observo su reloj, después de conversar con su padre iría a donde estaba la sorpresa de Arianne