Cuando llegó al restaurante su alta figura captó la atención de manera inmediata, en especial de las féminas en el lugar. Sin dudarlo se movió hacia la pelirroja que ha elevado su mano y ya de pie aguardaba por él. Portia solo amplió la sonrisa encontrándose con el apuesto Darcy Upton, a quien no dudo en retener en un abrazo un poco largo y hasta le dejó doble beso, viéndole la tibia sonrisa que dibujó.
Tomó su lugar junto a ella, recibiendo con educación el menú que el mesero dejó para él, ordenando de inmediato una copa de vino blanco, de sus favoritos, pero la final Portia le tomó la mano entusiasmada de saberse al fin teniendo ese almuerzo del que le venía como alertando desde hace varios meses.—Que delicia verte—indicó la guapa mujer viéndolo con una amplia sonrisa—pero veo que ya ese ceño fruncido te ha dejado marcas cariño—le tocó la frente donde parecido limpiar esa que al parecer se ha vuelto una arruga permanente en Darcy—cuéntame, ¿Cómo estás?¿cómo esCon el dinero que le dieron para la gasolina, logró llenar el tanque de su sedán y consiguió pasar por el supermercado comprando algunas cosas para la cena y también para la limpieza de su casa. Le dolía un poco la espalda, y llevaba una sensación de nervios en su panza que quizás no se trataba de algo malo, sino de una especie de emoción que se relacionaba a la idea de haber conseguido el empleo. Si bien había logrado mentalizarse con esa idea, lo vio todo perdido cuando se encontró con los azules ojos de Darcy Upton y esa seria pregunta que le vacío en un segundo la esperanza del cuerpo. No esperaba encontrarse con una Zoey enferma y aunque no iba a juzgar el papel del caballero como padre, si le preocupaba que no haya reaccionado de una manera más rápida ante la alta fiebre de la niña. Podría imaginar que debe tener demasiado en la mente, ella sabe bien lo difícil que fue para su padre continuar no solo con su vida, también con el cuido de ellos dos como sus h
Tras un suspiro salió de su automóvil viendo hacia la punta de esa magnifica mansión donde volvía como la nueva niñera de los Upton. Tenía una seguridad más profunda esa mañana, aunque claro que la idea de continuar enfrentándose a Darcy Upton y su humor volátil la hacia cuestionarse cuanto terminará durando en el empleo, pero ella esperaba que fueran los tres meses completos que implicaba las vacaciones, y si se podía más, mucho mejor. Llevó el cabello que ha peinado con una media cola hacia atrás y se ajustó el bolso al hombro buscando el interior de la casa. No sabía si los empleados ingresaban por la puerta principal, ha visto en películas y series que suelen tener una puerta independiente, pero como aun no conoce la fabulosa mansión, se colocó ante la misma tocando el timbre. Estaba cinco minutos antes de la hora de entrada, para su padre aceptó un horario demasiado profundo y tardío, además que era una jornada de doce horas que quizás merecía un mejor salar
Como las pequeñas no esperaban que su niñera comiera en otro lugar que no fuera el comedor, lo vistieron y hasta adornaron con unas largas velas que lograron sacar de la bodega. Cuando su padre y Sunny aparecieron ante ellas, las rubias se vieron entre si con tibias sonrisas tomando cada una a uno de ellos. Zoey empujó a su padre hasta la cabecera del comedor y Zarah llevó de su mano a la maestra Sunny hasta el lado derecho del caballero, pero ella de inmediato negó ante lo mismo. —Mejor tú siéntate ahí preciosa y yo me hago a tu lado. —¿No quieres estar con mi papi?—preguntó un poco burlesca, pero Sunny pasó saliva cuando Darcy la miró con la ceja arqueada. —¿No quiere estar conmigo?—preguntó él con voz grave, haciéndola abrir grandes ojos. El sonrojo en la chica fue de inmediato. Claro que Darcy no se pondría a favor de sus hijas, pero no pudo evitar su sonrisa cuando vio a Sunny como debatiendo que responder. —Zarah hija
Las estadísticas no eran nada favorables y ciertamente se perdió mucho con esa cancelación de contratos que tuvieron en los últimos seis meses ya que las tiendas que decidieron no vender más sus productos eran fuertes distribuidores en su momento. Entre lecturas, tomada de apuntes y más se fue acabando el sándwich y el jugo, sintiéndose en realidad mejor para continuar. Fue detallando una especie de paso a paso de lo que procederán para poder conseguir no solo nuevos contratos con tiendas más grandes, también para posicionarse en el mundo del internet, algo que Darcy poco había sorteado, pero de acuerdo a sus investigaciones aquel día, ciertamente era un camino de mucha prosperidad y estas llamadas, influencer, podría hacer tratos que lograrán posicionar nuevamente la marca donde estaba. Wesley no ha dicho ninguna mentira y es que cuando buscó el nombre de Upton perfumería en internet todo lo que encontró estaba relacionado al accidente que cobró la vida de su esposa y lanzamientos v
Las chiquillas se fueron viendo entre si cuando empezaron a abrir los regalos. Estaban seguras que nada de eso fue pensado en ellas, porque más allá de la fea muñeca de porcelana, que Portia le dio a Zarah, el resto de juguetes eran completamente diseñados para bebés. Legos, un rompecabezas, y hasta un juego de tazas de té que fue lo único que podrían encontrar interesante para uno que otro juego. Con sonrisas que dibujaron como pudieron y esos agradecimientos forzados fueron moviendo los juguetes hacia la habitación que tenían designada para la recreación. Portia, nuevamente tomando vino, se sentía encantada ante la reacción de las pequeñas, pero fue aún más efusiva cuando sacó de unas cajas un par de suéteres de alta calidad para Darcy quien solo arqueó una ceja. —No pensaste que te había olvidado ¿o sí?—consultó colgando los mismos ante él—espero sean de tu agrado, sé bien que esta marca te gusta. —Si, si lo hace—revisó los Loro Piana que había recib
Aunque sentía una completa incomodidad con la pelirroja en la mesa, Sunny no dudo en ayudarle a las pequeñas con sus hamburguesas, ya que el armado era completamente individual dándole a cada uno la oportunidad de hacerla a su gusto. Fue ella quien se puso de pie cuando Zarah pidió un poco de salsa ranch y si bien Lisa le dijo que no le hiciera caso a la invitada no invitada, ella estaba empezando a dudar de si era realmente buena idea comer donde la familia lo hacía. Claro que nunca había sido niñera, pero si en un par de ocasiones hizo de empleada doméstica, aunque no duró demasiado, la última vez que lo intentó apenas consiguió terminar el mes, y aunque no era un ama de llaves como Lisa, comprendió que el trabajo era realmente agotador, demandante y poco remunerado como debía, pero al final sí, en ambas ocasione se vio tomando los alimentos lejos de donde lo hacían los dueños de la casa. Sabe bien que ese lugar en la mesa lo ha conseguido por las niñas, pero y
No fue el almuerzo más cómodo y agradable para un Darcy que pasó con la mandíbula apretada y el ceño fruncido escuchando la voz de Sunny mientras respondía las desubicadas preguntas que su socio le hacía. Claro que la chica no dijo nada fuera de lugar, señaló su edad, su especialidad como pedagoga, su sueño desde niña de trabajar con niños, y hasta su color favorito, quizás aprendió mas de ella en esa comida que en lo que ha hablado, pero no era de esa forma que quería que pasará. Claro que en sus planes no estaba conversar con vino y quesos con la niñera de sus hijas, pero ha sentido a Wesley como un completo desubicado, y hasta un poco fuera del lugar, porque lo dejó de lado de la conversación, a él y Portia que solo miraba como Sunny se llevaba un mechón tras la oreja cuando Wesley le hacía un tipo de elogio. Quizás la joven castaña no era tonta después de todo y su ingenuidad solo era parte de una apariencia porque para Portia era casi seguro que la misma en
Al llegar a su casa estiro los pies en la mesa ante ella y solo se recostó al sillón cerrando los ojos. Casi ha llegado a las ocho de la noche y eso que salió también casi puntual, ya que se paso unos quince minutos. Dejo a las gemelas bañadas, cambiadas con sus pijamas, con dientes lavados y por supuesto cenadas, un tiempo que también tomo con ellas.Se vieron la sirenita completa y cuando cambiaron a la cenicienta el señor Darcy se unió a sus hijas, para el final Zarah casi dormitaba en el pecho ancho y fuerte de su padre, y fue entonces cuando vieron la hora. Fue un día agitado para muchos, pero también cargado de tensión, de un poco de reto y visitas que parecían haber drenado las energías en ellos.Cuando su abuela se acerco a la joven esta separo su mano del rostro para verla a los ojos.—¿Pesado ese primer día oficial?—Pesado abuela