holis mis preciosos fanseses n.n/ ayer me quedé sin luz jaja andaban reparando no sé qué de los postes y la luz murió XD así que hoy les toca maratón de tres caps jaja Para todos aquellos que me preguntan sobre mis otros libros de hombres lobo: Mi Hermanastro es mi mate (libro terminado), Probando el destino del Alfa (En proceso), Su majestad ¡Yo elijo a quien amar! (esperando a que me lo aprueben jaja) y La loba blanca se rebela (esperando a que lo acepten, en este les puedo dar maratones todas las semanas :´v) Todos se encontrarán o están disponibles aquí en Buenovela. Espero que los que están en proceso de ser aceptados puedan aparecer ya pronto en la plataforma, les estaré informando. Los amo mil millones de muchoooooooo.
-Yo también me alegro de que estés vivo. – Dije abrazándolo más fuerte. Edson era algo así como el hermano que nunca tuve; era parte de mi familia, así como el señor Fred y Chase. En estos últimos meses cada vez más gente se unía a ese circulo y me hacían sentir cálida por dentro. -No me separaré de ti a partir de ahora. – Dijo de repente Edson sacándome de mis pensamientos. – Te fallé no solo como amigo, sino como Beta. -Oh Edson… no lo hiciste. ¿Cómo podrías saber que ambos íbamos a caer en la trampa de dos lobas malvadas? Aunque, si no mal recuerdas, ya te había dicho que tienes un pésimo gusto en lobas. – Dije en un intento de relajar el ambiente. – Todas quieren mi cuello. -He terminado con las lobas. De todas formas las humanas dan menos problemas. – Murmuró contra mi pelo. – Excepto tú, tú das un montón de problemas y compadezco a tu pareja. Yo le di un golpe juguetón en su abdomen y él se tensó. -¿Realmente estás bien? – Pregunté frunciendo el ceño y mirándolo a la cara.
La casa del señor Dixón no estaba tan lejos, así que corrí como si perros del infierno me persiguieran. Cuando llegué, tristemente no estaba en casa, así como algunas de sus armas en la pared. Suponía que había sido evacuado ya y eso me puso un poco triste. -¿Rose? Joder, no corras así que aun me duele el cuerpo. – Dijo la voz de Edson en lo que parecía ser la entrada del taller. Yo regresé caminando hacia ahí. -Bueno, Bastian se irá pronto, así que debo ser rápida para buscar armas. – Dije con un suspiro. – No sé en dónde m****a estén las mías. Y el señor Dixón no tiene alguna que sepa usar, así que tendré que improvisar. Mi bastón está perdido en acción desde la fiesta en casa de tu novia loca. -No tienes que improvisar. – Dijo lentamente. – Si hablas de las armas que traías cuando tu ex Luna quería jugar a los cuchillos con mi cara, sé dónde los puso. -Genial, vamos… - Entonces me detuve. - … a menos que no quieras ir conmigo. Él resopló. -Te acompañaré, pero solo porque no
-Son lindas. – Dijo Edson cuando subí de nuevo al auto.Yo le sonreí solo un poco como respuesta.-Pisa a fondo Rowan, debemos apresurarnos. – Dijo Bastian subiéndose al auto también.Estuvimos en silencio por un par de minutos; ellos planeaban nuestra entrada y yo solo me encargaba de adornar mi gorrito con las flores que me había regalado Bastian.Si, era cursi y no me importaba. No sabía si el coche regresaría con nosotros porque muchas cosas podían pasar, y no me gustaría dejar mis flores aquí. Era la primera vez que un chico me regalaba flores. O un hombre.-¿Cuántos años tienes, Bastián?- Pregunté en voz baja.-Veintiséis.Eso me hizo alzar la cabeza de mi proyecto de bordado.-¿De verdad? Pareces más viejo. – Dije sin pensar.Rowan comenzó a atragantarse y toser incontrolablemente perdiendo un poco el control del vehículo. Bastian se apresuró a estirarse para tomar el volante y evitar que nos estrelláramos.-Mierda Rose, ese era mi riñón. – Dijo Edson regresándome a mi lugar. P
Colarnos por debajo del cerco fue la parte fácil. Yo estaba preocupada de que estuviéramos haciendo un montón de ruido, pero sorprendentemente ( o quizá no tanto) ningún guardia vino a detenernos con las garras en alto.-La manada de Luca confía demasiado en sus cámaras perimetrales. - Dijo Rowan encogiéndose de hombros. – Nuestra ventaja es que el lobo es demasiado tacaño como para instalar las suficientes como para cubrir todo su territorio.-¿Cómo sabes eso? – Pregunté curiosa. Quizá Bastian ya había planeado atacar la manada con anterioridad y habían revisado el tema de la seguridad.-Porque yo crecí aquí. – Dijo y mi boca cayó hasta el piso.Caminamos unos buenos diez minutos escondiéndonos detrás de cada árbol que encontrábamos.-Soy curiosa y quiero hacer la pregunta obvia. – Dije cuando terminamos en el mismo árbol.-La historia corta es que quedé huérfano a temprana edad y el Alfa simplemente me echó. – Dijo haciéndome una indicación para que siguiera adelante. – Mi padre era
El edificio desde el que íbamos a saltar resultó ser una especie de bodega por lo que no hubo resistencia o lobos dentro del lugar. Llegar a la azotea fue la parte fácil. Busqué en los dos pisos del lugar una escalera pero no encontré nada parecido; tendría que correr, saltar y rezar por no romperme la cabeza contra el suelo ya sea del otro lado de la ventana o dos pisos más abajo. Así que la decisión aquí sería sencilla: Saltar ahora o esperar a Edson. Me asomé brevemente para mirar la situación de abajo; Edson se encontraba intercambiando golpes ligeros con los guardias. Fruncí el ceño porque no veía fuerza en sus golpes, quizá aún estaba herido y la misión le quedaba un poco grande en este momento. Lo observé por un minuto más antes de decidir que no necesitaba mi ayuda porque los guardias se movían igual de lento. Me encogí de hombros y caminé hasta el extremo opuesto de la azotea. Cerré los ojos para armarme de valor al mismo tiempo que comenzaba a dar pequeños brinquitos par
Bastian. Tenía un montón de cosas que decirle a mi pareja como despedida, pero no quería atarla a mis sentimientos. Sabía que las relaciones entre los humanos eran mucho menos intensas al principio a comparación de los lobos, así que era consciente de que no me anhelaría de la forma en que yo lo hacía en caso de una separación. Lo sabía y aun así me arrepentía de quedarme callado. Sacudí mi cabeza para volver a enfocarme en mi misión; ya tendría tiempo para seguir conociendo a mi pareja una vez que terminara con Luca, con la guerra, con el caos después de la guerra… eso asumiendo que sobreviviéramos. Joder. De todas formas, ¿Cuándo la vida había sido sencilla? Llegamos por fin a la tercer cerca, ambos nos transformamos para cavar rápidamente. -¿Qué haremos al llegar? – Preguntó Rowan. Era una pregunta válida. -No tengo una jodida idea. No tenemos un número aproximado de lobos en ese lugar y tampoco sabemos si se quedarán de brazos cruzados y nos dejarán pasar libremente hasta s
Tuve que subir un montón de escalones mientras los lobos que venían conmigo me pasaban de largo para unirse a lo que sea que estaba pasando más adelante. M****a, aun no estaba completamente recuperada de mi secuestro y ya sentía que me dolían las piernas y necesitaba un descanso. Como sea. Cuando por fin llegué a la cima me tomé un par de segundos para observar el panorama completo: Rowan y Bastian hasta el cuello de enemigos en el centro del lugar, un montón de lobos a mi alrededor transformándose y el sonido distintivo de balas. Me concentré en las balas tratando de ubicar quién m****a estaba disparando; ahí, tratando de huir, una loba disparaba en dirección a Bastian. Oh, no. Nadie acabaría con él si yo estaba presente, aun tenía que decirme un montón de cosas y ambos lo sabíamos. Corrí en línea recta hacia ella con el único propósito de verla caer. Al acercarme pude percatarme a simple vista de que la loba vestía mucho mejor que todas las lobas con las que me había topado hast
-No teníamos un plan de evacuación. -Me confesó Rowan veinte minutos más tarde mientras yo estaba acurrucada en el costado de Bastian. Había cambiado lugar con Edson en el auto, y ahora los Betas estaban en frente. -Entonces… ¿Solo improvisaste? – Pregunté incrédulamente. -Obviamente lo hizo. ¿Sabes las posibilidades que teníamos de salir ilesos de lo que parecía un plan descabellado de carnicería? -Preguntó Edson con una sonrisa desquiciada. -¿Qué pasará con el tema de la guerra? No sabemos si vamos a sobrevivir a eso mañana, ¿Por qué le daríamos falsas esperanzas a esa manada? - Dje después de pensarlo por un momento. -No son falsas esperanzas. – Dijo Bastian. – Quitando de en medio los guardias de Skilltown, únicamente nos queda por tratar el convencer a seis manadas de que el culpable ha sido Luca y que tenemos pruebas de ello. -¿Nos escucharán?-Dije saliendo de su costado para mirarlo a los ojos. -Estoy seguro de que un par de manadas lo harán. -¿Y el otro par? -El otro p