Pov Samantha.Cuando era pequeña sufría de ataques de asma con constancia, pero después que cumplí los ocho años estos episodios comenzaron a disminuir hasta que desaparecieron, hasta el día de hoy. Siento que el aire me falta, y el pecho me duele por lo que ví. ¿qué hacía con ellas ahí? ¿Todas esas mujeres son sumisas? Dios, son mujeres bellísimas, con cuerpo de modelos y rostro hermosos y perfectos.Camino hasta el baño de mujeres del piso y meto la cara en el lavamano; la respiración no se me regula, y cada segundo se me dificulta más respirar, es como si mi mente no asimila que él es un hombre de muchas mujeres, y si, lo sabía, pero otra cosa es verlo. Me incorporo intentando salir del baño, pero Fernando está en la puerta, tiene la mirada gacha, y sus mejillas están demasiado rojas. No me inmuto, no tengo nada que reclamarle aunque me gustaría hacerlo. Él siempre fue claro conmigo, pero joder, como duele saber y aceptar que el hombre que amas es de muchas mujeres más.—¿Podemos
Pov Samantha.Las preguntas comenzaron a rodar por mi mente cuando dijo que se iba a tatuar, por qué: ¿qué hace un Amo llamándome novia? ¿Qué hace Fernando Laureti tatuándose la abreviación de mi nombre?Tomo una bocanada de aire y me pongo de pie con el corazón latiendo a mil por hora. Otra vez ese sentimiento como si no pudiera respirar me embarga, pero está vez de una placentera emoción.Volteo a ver a Fernando y él está bajando su pantalón para que lo puedan tatuar. La mirada de la chica está en él, y la mía en ella. Frunzo el ceño en su dirección y él me da una mirada coqueta que me pone a tragar saliva.Me quedo mirando a la mujer que tatúa con rapidez, y procura no tocar mucho a mi jefe. Sí, lo sé, no debería llamarlo así, pero esto se está volviendo en mi fetiche.Le colocan el gel, y también tapan el tatuaje para luego ponerse de pie y tomarme de la mano para salir. Ambos damos las gracias y bajamos de nuevo al auto.—¿Por qué te tatuaste mi nombre? —le pregunto apenas entram
Pov Samantha.Cuando abrí los ojos, enseguida llevé la mano a mi frente. Tenía una pequeña gasa en la parte derecha, y me dolía la cabeza, pero más me dolía el pecho al recordar todo lo que había pasado. Reana me había dicho en mi cara que Fernando y ella habían estado juntos, y no, no es que no esté consciente de que podía pasar, sino que me duele que haya sido en los días que estuvo conmigo, o mejor dicho, si me duele saber que está con otras mujeres, porque yo lo quiero solo para mí.—Despertaste —dice Fernando entrando por la puerta de la habitación, y con tres médicos más.—¿Qué haces aquí? Yo… —Mi boca se queda seca.Él se acerca a mí y besa mi frente, mientras aprieta mi cabello; siento como me aprieta fuerte como si no quisiera que me fuera nunca.—Mi número estaba registrado como llamada de emergencia.Lo miro incrédula, yo nunca puse su número como llamada de emergencia. —Yo lo hice, es que… pues pensé que en algún momento podrías necesitarlo, y no me equivoqué. —Volteo la
Pov Fernando:Jamás había sentido lo que era la posesión, lo que era ese sentimiento de celos descontrolados que te hacen pensar que esa persona te pertenece, y eso me pasa con Samantha, siento que ella es mía, y que nadie puede, ni debe tocarla porque lo ajeno no sé toca, no se ve, y muchos menos se desea, pero ella, esa mujer de cabellera castaña, de ojos grises y de cara seductora y a la vez inocente, es una mujer rebelde, una mujer retadora que no se deja gobernar por nadie, lo sé, lo supe desde el primer día. Sin embargo, seguí procurandola, seguí buscándola y tentadola porqué me gusta ver el mundo arder, solo que estaba vez, esta ardiendo de celos.Quita su saco y puedo verla de pie a cabeza. Una fuerte erección se planta entre mis piernas, y estoy seguro que en la de otros hombres y eso hace que el humo salga por mi cabeza de manera asesina. El imbécil de Stafano se la come con la mirada y ¿cómo no? La mujer en cuestión lleva un vestido rojo, de tela sexual y ajustada, con aber
Pov Samantha.Me subo lentamente para quedar frente a Fernando: lo sabe, todo lo que he estado ocultando todo este tiempo él ya lo sabe; él sabe que lo amo y yo como tonta haciéndome ver cómo la puta ama, cuando él está consciente de que muero por él, cuando él está consciente que lo amo con locura.«¿Qué hago?» Las ganas de querer lanzarme del auto me invaden de nuevo, pero no debo seguir siendo cobarde y decirle de una vez por todas mis sentimientos, aunque eso lleve que él los destruya y me haga daño.—Yo… —intento hablar pero la boca de Fernando me detiene.Su lengua caliente invade mi cavidad bucal, comienza a hacer estragos en mí mientras me sube a sus piernas con rapidez. El vestido rojo se sube más mostrando mis muslos, mientras Fernando aprovecha de apretar mis glúteos. Jadeo en su boca sintiendo su erección, y él se abre la bragueta del pantalón para meter su miembro pero…—Estamos en el auto —digo en su boca y sus ojos azules me miran con deseo—No me importa, te quiero em
Pov Samantha.Trago doble antes de acercarme a él. Mis manos caen a los costados y estoy casi segura que me va a decir algo, pero no, a diferencia de eso se acerca a mí y besa mis labios con ternuras; prácticamente estoy temblando de miedo, pero no lo demuestro e intento que no se de cuenta. —Te queda muy sexi mi camisa —Sonríe con ternura.Respiro profundo cuando me pasa por el lado y se sienta en la mesa como si nada. El olor de él llena enseguida el espacio, y yo tengo que apretar las piernas antes de acercarme.«¿No oyó?»—¿Qué hiciste de rico? —pregunta abriendo las tapas de las bandejas.Le sirvo todo en silencio mientras él me detalla de arriba abajo.«Tiene que decir algo Sam, antes que se de cuenta»—Vamos a ver a los niños al orfanato —le digo sentándome en la mesa enfrente de él.Comienza a tomar pan tostado con mermelada, y también se sirve jugo mientras yo cómo fruta picada; es realmente hermoso, y no sé porqué quiero grabar cada movimiento, cada gesto, cada sonrisa de é
Pov Samantha.La primera vez que ví a Fernando, debo confesar que me llamo mucho su físico, y como lo he dicho antes su sonrisa, pero ahora sí estoy totalmente jodida. Fernando no solo es una cara bonita, él es más que eso, él es un hombre sobreprotector, buen hijo por lo que he visto, y un excelente hermano, porque vaya que querer a tus sobrinos como hijos propios eso es algo muy grande, pero aparte de eso, él es un excelente ser humano, y eso es algo que me tiene a flor de piel, eso es algo que me tiene en un hilo porque cada día lo amo más. Aunque le grito a mi mente que no siga dejando que este amor crezca, mi mente me dice: "no es culpa mía, es tu maldito corazón que lo ama, y lo sigue amando cada día más porque él es todo lo que deseas".Apenas se baja del auto, Eloise deja el columpio y se lanza en sus brazos. Veo como Fernando da vuelta con ella como si fuera un avión, y como ella sonríe mirando su rostro; se ve hermosa, se ven hermosos. Sin entender el impulso, tomo mi móvil
Pov Samantha.Creo que tendré que ir al otorrino, porque lo que acaba de salir de la boca de Fernando no puede ser lo que oí. Me quedo fría mirándolo como si estuviera loco, y cuando estoy apunto de preguntarle si escuché mal el me pregunta:—¿No me vas a responder nada? Dime Samantha, ¿quieres ser mi novia? —me pregunta de nuevo.La respiración se me corta, y debo respirar profundo antes de hablar, porque Joder, no se que decirle. Estuve tantos años de mi vida esperando este momento que no se que decir, que hacer, que sentir. Trago grueso y cuando intento hablar, solo logro reírme como foca con hipo.—Puedes pensarlo, se que… te dije que quería que fuéramos una pareja sexual, pero… la verdad es que, no se que le pasa contigo, Sam. No te voy a decir que te amo, pero si siento que no quiero verte con nadie más que no sea yo.Trago doble.—Yo… sí, déjame pensarlo. —Es lo que logro responder.Fernando sonríe nervioso, para luego acariciar a Toby en la cabeza y besar mis labios.—Sea cual