Pov Fernando.No, no fue simplemente un impulso el que me decidiera pedirle a ser mi novia a Samantha, era algo que venía pensando desde el día que me dí cuenta que ella había sido solo mía, y no sé si es machismo, o egoísmo, o simplemente amor, pero no quiero que otro hombre esté con ella, no quiero que otro hombre la toque como yo lo hago, y mucho menos deseo que sea la Ama o sumisa de alguien más que no sea yo, porque… porque me volvería totalmente loco, joder.La veo a mi lado mientras conducimos al penthouse, y no puedo dejar de pensar en lo hermosa que es, y también en lo inocente que se ve dormida; es como un ángel, un ángel cuando cierra los ojos y un demonio cuando los abre; un demonio seductor, sexi y caliente, y esa combinación de ella es la que me tiene prendido.Llevo una mano hasta su cabeza, y la pongo detrás de ella para que no se golpeé con el cristal, está tan dormida que no se da cuenta que hasta en sus más profundos sueños la procuro.«Estoy jodido»El pecho me sal
Pov Samantha Los ojos de Fernando se iluminan, pero no me responde, no me dice nada, solo se queda mirándome como si yo no fuera real y lo entiendo porque que esperaba yo un; "yo también" un "yo más" no, porque aunque no sé porque Fernando y yo somos novios, definitivamente no es porque me ame, además, ¿Quién ama tan rápido a alguien? Alguna vez leí un libro, que se llamaba "amor a primera vista" narraba la historia de un joven que se enamoró de su vecina el mismo día que la vio.«Pero ese no es tu caso Sam»Supongo que el chico del libro y yo tenemos el mismo síndrome de enamoramiento precoz, o como sea que se llame.Me baja de la isla de la cocina, y apenas siento mis pies tocar el frío piso, avanzo a buscar mi ropa. Él no me dice nada, saca de la nevera leche, la echa en una cacerola y la caliente, mientras yo recojo mi ropa con la mirada gacha.¿Para que se lo dije?»A la mierda, estoy cansada de callar el amor que siento por él, y si me lo pregunta se lo volvería a decir mil vec
Pov Samantha.Apenas llego al edificio, bajo del auto sin ni siquiera esperar que el guardaespaldas frene. Estoy molesta, estoy con el corazón a mil por hora, y aunque puede parecer hipócrita porque yo también soy celosa, es diferente joder.«¿Por qué es diferente?»Porque yo sería incapaz de estar con otro hombre que no sea Fernando, estuve tres años de mi vida esperándolo, conformándome con vibradores clictoriano que sacieran mis deseos de él, y nunca, jamás pensé en tener un noviazgo, mirando los pósters que tengo en mi habitación, y imaginandome cada día su rostro y él lo sabe, no sé cómo carajo lo sabe pero lo sabe, entonces, ¿que le hace pensar que ahora que lo tengo lo voy a engañar? Es que yo he sacrificado mucho para estar con él, yo firmé ese documento, yo me adentré en un mundo extraño para mí, yo… yo he demostrado que lo amo.—Señorita Mercier, procure por favor bajar con más cuidado… —Intenta hablar el guardaespaldas.«Vaya, pensé que era mudo»Miro al hombre de dos metro
Pov Samantha.El horrible perfume de Dubois llega a mis fosas nasales y con eso el miedo; primero porque no sé por qué razón está haciendo esto, y segundo porque jamás en mi vida había pasado por algo similar. Intento zafarme de su agarre a toda costa, pero él presiona tanto que se me dificulta respirar.—Tanto tiempo en esta empresa, y a mí jamás me viste como él, pero llega el imbécil ese y le abres las piernas. —Me presiona más.Los latidos de mi corazón se aceleran, primero porque no entiendo sus palabras: ¿No sé supone que me odiaba? Ahora de la noche a la mañana yo le gusto.Me remuevo incómoda buscando la manera de soltarme, pero lo que logro es que él con su otra mano jale mi cabello con fuerza. Chillo de dolor, y las lágrimas comienzan a cubrir mi cara cuando el muy imbécil me lanza al escritorio. Mis nalgas quedan expuestas para él, y sin quitar la mano de mi boca intenta subirme la falda, pero cuando se lo que hará me da la valentía de morderlo.—¡Ah! —grita asustado.Logro
Pov Samantha.Me quedo dormida después de tanto pensar, hasta que siento ruidos afuera. Me levanto con cuidado de no despertar a Toby, y tomo un bate que tengo detrás la puerta. Vivir sola en un apartamento por años, siempre me generó inseguridades, por esa razón tengo algo con que defenderme. Además, que lo que pasó con Dubois me tiene demasiado nerviosa.Camino con cuidado y me agacho en el umbral de la puerta con el corazón a mil, hasta que… veo a Fernando buscando algo de comer en la nevera.Dejo el bate dónde estaba y salgo de brazos cruzados. Mi aún novio está sin camisa, vino con un shorts de dormir, y tiene el cabello alborotado.—¿Qué haces? —Le pregunto detrás de él.El brinco que pega Laureti no es nada normal; se voltea así a mí con los ojos rojos como un tomate por el alcohol, e intenta caminar pero sus pasos son como gelatina.—Tengo hambre, estaba buscando algo que comer en la nevera, pero mirate afuera. —Arrastra las palabras.Llevo la mano a mi boca tratando de conten
Pov Fernando.Todo lo que ha pasado en los últimos días me tiene la tensión alta, aunque no me la he tomado y nunca he sufrido de nada, pero, ¡Joder! Algo debo tener por sentir un mar de preocupaciones revoloteando en mi mente; sé perfectamente que si decidí tener una relación con Sam, debo alejarme de las demás chicas, lo tengo claro y estoy consciente, pero también sé que no es algo fácil, y eso es lo que más me tiene estresado. Además, lo que pasó con Dubois: lo mandé al hospital, le rompí una costilla, y creo que tendrán que reconstruirle la nariz, pero ¿cómo no? Quiso tocar a mi chica a la fuerza, y de solo recordarlo me calienta la cabeza de nuevo.Me quedo observando los ojos grises de Sam a la espera de una respuesta. El corazón me late rápido y es que, de verdad no quiero que se aleje de mí, no quiero, ni puedo imaginarme una vida sin que ella esté a mi lado; no quiero llamarle amor a esto, porque no quiero entregar mis sentimientos y salir herido, pero sea lo que sea que si
Pov Samantha.Siempre había visto a Fernanda en televisión, o incluso en las revistas que la nombraban: "la empresaria soltera más cotizada de Rusia" y vaya, vaya, que si era cotizada y hermosa y eso lo supe cuando la tuve frente a frente. Sus cabellos negros eran como la oscuridad de la noche, caían a sus caderas en unas hondas divinas qué la hacían parecer una diosa y su cuerpo, vaya, su cuerpo eran curvas extrovertidas que dejaban a cualquiera con la boca seca.—¡Estoy aquí! —grita emocionada al vernos.Bajo la mirada porque me da vergüenza mirarla a la cara después de lo de la la vez anterior.«¿Qué pensará de mí? ¿Que soy una celópata obsesiva? Sí, sí lo soy»—Sube la mirada, Fernanda al igual que toda mi familia son personas cálidas, y jamás te harán un desprecio —musita Fernando.Subo la mirada encontrándome con los ojos azules de Fernanda que me observan con una sonrisa y vaya, sus ojos resplandecen gracias a su cabello.«Verdadera ninfa»Da escalofríos mirarla; porque es tan
Pov Samantha.Por primera vez Fernando me abraza en forma de cuchara para dormir. Siento los latidos de su corazón en mi espalda, y también el olor de su shampoo y de su perfume; el frío del clima Rusiano me tiene los senos erguidos, sin embargo, me siento muy cansada, así que me acurruco en su pecho para quedarme dormida pero…—¿Cuál es el sueño más grande que tienes? —pregunta acomodando mi cabello hacia atrás.Respiro profundamente antes de contestar. Tengo claro cuáles son mis sueños, pero tengo tanto miedo a decirlo.—Dime, me gustaría saber —Vuelve a insistir.Me siento en la enorme cama de agua y lo miro a los ojos. Tiene el dorso desnudo, (como siempre). Y se acostó en boxer. Su pequeña y respingada naríz está un poco roja por el clima y aún así no deja de verse sexi y hermoso.—¿De verdad? —pregunto tragando grueso. Asiente con la cabeza optando la misma postura que yo.—Tengo varios sueños, el primero es tener mucho dinero para ser dueña del orfanato, me gustaría reclutar ni