Pov Samantha.Me quedo dormida después de tanto pensar, hasta que siento ruidos afuera. Me levanto con cuidado de no despertar a Toby, y tomo un bate que tengo detrás la puerta. Vivir sola en un apartamento por años, siempre me generó inseguridades, por esa razón tengo algo con que defenderme. Además, que lo que pasó con Dubois me tiene demasiado nerviosa.Camino con cuidado y me agacho en el umbral de la puerta con el corazón a mil, hasta que… veo a Fernando buscando algo de comer en la nevera.Dejo el bate dónde estaba y salgo de brazos cruzados. Mi aún novio está sin camisa, vino con un shorts de dormir, y tiene el cabello alborotado.—¿Qué haces? —Le pregunto detrás de él.El brinco que pega Laureti no es nada normal; se voltea así a mí con los ojos rojos como un tomate por el alcohol, e intenta caminar pero sus pasos son como gelatina.—Tengo hambre, estaba buscando algo que comer en la nevera, pero mirate afuera. —Arrastra las palabras.Llevo la mano a mi boca tratando de conten
Pov Fernando.Todo lo que ha pasado en los últimos días me tiene la tensión alta, aunque no me la he tomado y nunca he sufrido de nada, pero, ¡Joder! Algo debo tener por sentir un mar de preocupaciones revoloteando en mi mente; sé perfectamente que si decidí tener una relación con Sam, debo alejarme de las demás chicas, lo tengo claro y estoy consciente, pero también sé que no es algo fácil, y eso es lo que más me tiene estresado. Además, lo que pasó con Dubois: lo mandé al hospital, le rompí una costilla, y creo que tendrán que reconstruirle la nariz, pero ¿cómo no? Quiso tocar a mi chica a la fuerza, y de solo recordarlo me calienta la cabeza de nuevo.Me quedo observando los ojos grises de Sam a la espera de una respuesta. El corazón me late rápido y es que, de verdad no quiero que se aleje de mí, no quiero, ni puedo imaginarme una vida sin que ella esté a mi lado; no quiero llamarle amor a esto, porque no quiero entregar mis sentimientos y salir herido, pero sea lo que sea que si
Pov Samantha.Siempre había visto a Fernanda en televisión, o incluso en las revistas que la nombraban: "la empresaria soltera más cotizada de Rusia" y vaya, vaya, que si era cotizada y hermosa y eso lo supe cuando la tuve frente a frente. Sus cabellos negros eran como la oscuridad de la noche, caían a sus caderas en unas hondas divinas qué la hacían parecer una diosa y su cuerpo, vaya, su cuerpo eran curvas extrovertidas que dejaban a cualquiera con la boca seca.—¡Estoy aquí! —grita emocionada al vernos.Bajo la mirada porque me da vergüenza mirarla a la cara después de lo de la la vez anterior.«¿Qué pensará de mí? ¿Que soy una celópata obsesiva? Sí, sí lo soy»—Sube la mirada, Fernanda al igual que toda mi familia son personas cálidas, y jamás te harán un desprecio —musita Fernando.Subo la mirada encontrándome con los ojos azules de Fernanda que me observan con una sonrisa y vaya, sus ojos resplandecen gracias a su cabello.«Verdadera ninfa»Da escalofríos mirarla; porque es tan
Pov Samantha.Por primera vez Fernando me abraza en forma de cuchara para dormir. Siento los latidos de su corazón en mi espalda, y también el olor de su shampoo y de su perfume; el frío del clima Rusiano me tiene los senos erguidos, sin embargo, me siento muy cansada, así que me acurruco en su pecho para quedarme dormida pero…—¿Cuál es el sueño más grande que tienes? —pregunta acomodando mi cabello hacia atrás.Respiro profundamente antes de contestar. Tengo claro cuáles son mis sueños, pero tengo tanto miedo a decirlo.—Dime, me gustaría saber —Vuelve a insistir.Me siento en la enorme cama de agua y lo miro a los ojos. Tiene el dorso desnudo, (como siempre). Y se acostó en boxer. Su pequeña y respingada naríz está un poco roja por el clima y aún así no deja de verse sexi y hermoso.—¿De verdad? —pregunto tragando grueso. Asiente con la cabeza optando la misma postura que yo.—Tengo varios sueños, el primero es tener mucho dinero para ser dueña del orfanato, me gustaría reclutar ni
Pov FernandoSería muy inmaduro de mi parte decir que me aterra amar, porque para estas alturas de la historia, creo que ya no hay vuelta atrás, pero si hay algo que me aterra grandemente y es fallarle a Sam, por eso escucharla decir que su sueño era casarse conmigo y tener una familia me dejó perplejo, me dejó mudo, desconcertado y nervioso, porque si hay algo de lo que estoy seguro que no cambiará de la noche a las mañana, son mis gustos, y creo que esto no sería un buen ejemplo para mis hijos (esos que puedo llegar a tener algún día). Tampoco quiero sentir la necesidad de llenar estos deseos que despertó Astrid con otras mujeres que no sean Samantha, porque ella se merece lo mejor y lo sé, trato de dárselo, trato de demostrarlo, pero vaya que por primera vez en mi vida, Fernando Laureti está aterrado.Sí, puede ser que sea un cobarde, pero ¿acaso todos no hemos sido cobardes alguna vez? ¿Acaso es un pecado sentir miedo? Miedo de perder, miedo de sufrir, pero sobre todo miedo de hac
Pov SamanthaEl corazón se me detiene de solo ver el cuadro pintando en frente de mí, es él, mi Fernando. Su silueta plasmada en el lienzo es lo mejor que han visto mis ojos, porque cada parte de su cuerpo, incluído los tatuajes están ahí, incluida el camino que se parte entre su vientre y que tanto he besado, incluído el lunar que tiene en su cuello. Bajo la mirada hasta su intimidad, que en el retrato cae en sus abdomen de forma tan sexual que me pone a pasar saliva; es perfecto, estoy sorprendida porque parece tan real que me hace estremecer, y no solo eso, la firma caligráfica de la pintora con la palabra: «para; Samantha. M» en la parte baja me hace acelerar el corazón.—Yo quiero comprarlo, yo puedo pagar lo que sea señor —dice una mujer detrás de mí y la cara se me calienta.Volteo a buscar a Fernando con la mirada, y puedo verlo con las manos cruzadas en un rincón; a su lado esta Giulia y Fernanda que se abanica la cara con ganas de vomitar.«Ella lo vio lo desnudo»«¿Y si se
Pov SamanthaSostengo el dije de mi collar entre mis dedos mientras veo como Fernando se despide de Fernanda con besos y abrazos. Él la tiene agarrada por la cintura mientras ella de las caderas; se ven adorable; demuestran el amor que se tienen con mirarse, es un amor puro de esos que sabes que durará para toda la vida porque hay un lazo muy fuerte y es la hermandad.—Por favor, no duren mucho en venir a visitarme. —Nos dice con los ojos llorosos.—No te prometo nada hermanita, sabes que estamos full con lo del nuevo proyecto de papá, ya fue montado y estamos esperando resultados de la audiencia —explica Fernando acomodando su corbata.—Sí, lo entiendo, ser empresario nos quita mucho tiempo —responde ella acercándose a mí.Fernanda me toma de las manos y me da un abrazo fuerte, para después besar mis mejillas, logrando que me sienta muy bien, ya que la ninfa en cuestión es de esas cuñadas que se convierten en tu más íntimas amigas, y no en esas arpías que se vuelve tu enemiga.«Esper
Pov Samantha.Las historias hermosas, esas que te llenan el alma, y te roban suspiros, esas que te calientan y te hace desear ser la protagonista, esas también llegan a su final, porque los demonios oscuros que rodean los miedos más deprimentes, vuelve a atacar, y está vez no hay tregua, es una decisión, o nada; y eso era lo que estaba sintiendo en mi mundo perfecto, ese que había formado de la noche a la mañana, se estaba desmoronando en mi cara, y yo, no sabía cómo detenerlo.Había pasado unos cuantos meses desde que llegamos de Rusia, de ese viaje tan mágico donde Fernando no me demostró con palabras, sino con hechos que me amaba; y aunque nuestras vidas continuaron aparentemente iguales, nada estaba igual, todo estaba cambiando y yo me estaba dando cuenta poco a poco, y no solo para mí, sino también para Cloe, sin darse cuenta había caído en las garras de un amor doloroso.—Mire, este es el corazón del bebé, tiene 12 semanas de gestación, y el feto está en perfecto estado —explica