Pov SamanthaMe volteo con rapidez, aunque siento que todo se da en cámara lenta, no quiero decirle nada, no quiero pedirle una explicación y mucho menos perdonarlo como en el pasado, porque ya estoy cansada; me cansé de esperarlo, me cansé de darle más de lo que él puede darme, me cansé de ser un número, pero sobre todo me cansé de amarlo.Salgo del lugar con las lágrimas caer por mis mejillas de forma dolorosa. No me inmuto en apartarlas porque siento que es necesario sacar todo el dolor que tengo en mi cuerpo. Apenas llego a donde dejé el auto, veo a mis guardaespaldas bajarse de un taxi.—Lo siento señor, ella salió como loca y no pude detenerla… —Me vuelvo y ahí es donde me percato que Fernando viene detrás de mí.El agua aún cae de forma fuerte, incluso algunos truenos se escuchan, pero no hay tormenta más fuerte que la que siento en mi interior.—Por favor Samantha, necesito que hablamos, pasa al restaurante, te estás mojando y… —Levanto la mano para que no siga hablando. Cam
Pov Fernando.Me quedo mirando la puerta del aeropuerto con las manos cruzadas en mis piernas. Tengo un nudo en la garganta desde hace días que no se me quita, que no se me va por nada del mundo. Me enamoré, amo a Samantha con todas las fuerzas del mundo y por ese amor que le tengo se que tengo que dejarla ir, pero joder, como duele, como duele dejar ir a alguien con la que quieres pasar el resto de tu vida, y a la vez tienes miedo de joderlo todo.«Ya lo jodiste Fernando»Trago grueso mirando el móvil a la espera de una respuesta que no llega. Ella es una mujer de decisiones, y lo sé, y también se que si estuvo amándome en silencio por tantos años puede hacerlo por toda la vida, o como también olvidarse de mí.«Me niego»Me niego a dejarla ir, me niego a que otro hombre bese sus labios, a qué otro hombre sea el dueño de su mente y de su corazón, me niego a que otro hombre sea el dueño de su amor.Me estaba tratando de alejar de Samantha porque Reana me contactó; me dijo que fuera a v
Pov Samantha.Al otro día en la mañana estaba empacando mis cosas para viajar a Estados Unidos; como lo había dicho antes, nunca había salido de Francia antes de Rusia, y muchos menos a USA, pero tenía que estar con él, tenía que ir y verlo, abrazarlo, decirle que estaba ahí, y que lo necesitaba vivo, porque sin él no respiraba el mismo aire que yo, me volvería loca.Cuando tienes una rutina por años, y luego la cambias, sientes como si una parte de tí se va, y eso era lo que exactamente me estaba pasando en estos momentos, sentía que se me iba mi vida con cada minuto que no sabía de Fernando. Demetrio no había avisado nada más, y lo entiendo, él es un hombre demasiado sobreprotector y supongo que ver a su hijo irse de sus manos lo estaba destrozando.Meto todo en la maleta con lágrimas en los ojos y salgo a la sala de mi casa.—¿De verdad no quieres que te acompañe? —pregunta Cloe limpiando la nariz.Niego con la cabeza; ya su panza está grande, y no quisiera que se estrese con el vi
Pov Samantha.¿Acaso no piensan irse nunca? ¿No tienen que fregar trastes o simplemente bañar al perro? Llevo una hora intentando entrar a ver a Fernando sin ninguna suerte, porque ni Andrea, el gemelo, ni las sumisas se han levantado de ahí. Demetrio y Eva salieron hace poco, por lo que escuché a cambiarse para volver, pero ni estás mujeres, ni Andrea Laureti me ha dado tregua para entrar.¿Y si me presento? ¿Qué podía salir mal?No, me rehuso a ser parte del clan de las chicas superpoderosas; no solo porque yo sé que soy más que un simple contrato, sino porque no quiero seguir menospreciandome sabiendo lo que valgo.Camino a la recepción tratando de pensar un plan para poder entrar cuando la suerte parece voltearse a mi favor. —¿Eres la nueva enfermera, verdad? —pregunta una chica vestida de blanco, por lo que presumo que es enfermera—. Menos mal que llegaste, mi cambio de guardia era hace una hora, y por poco pensé que no vendrías —me toma del brazo y me conduce a un cuarto que es
Pov Fernando.Miro la caja negra en mis manos con el anillo de diamantes en el y trago grueso. No es fácil lo que voy a hacer, es dejar mi mundo atrás, es dejar todo por ella, pero estar cerca de morir me demostró que la vida es una sola, y si no se puede vivir con quién se ama, ¿para qué vivirla? Podemos tener dinero, lujos, mujeres, pero si no tienes a una compañera real al lado, jamás, jamás serás feliz, porque está travesía es más llevadera acompañado.Samantha no me ha llamado, a pesar de que le pedí matrimonio a nivel nacional e internacional, con cientos de televidentes mirando, y con mi familia detrás. Debo decir que Eva se la pasó preguntando quién era la susodicha, y hasta dijo que organizaría la boda del año, mucho más grande que la de Andrea por qué, "No todos los días se casa un promiscuo" no voy a negar que su manera de hablar en vez de halagarme me ofende: ¿acaso soy muy promiscuo? No quiero saber la respuesta a eso. En fin, tuve que decirle que se calmara un poco, porq
Pov Lucas.Flashback.—¿Necrospermia? ¿Esta enfermedad es lo que yo creo, doctora? —pregunté preocupado.Había salido de casa después que encontré la mujer que amaba, y con la que me iba a casar en mi cama con mi mejor amigo, y no solo eso, le pregunté por qué me había traicionado y me dijo que yo era un hombre inútil, que no le podía dar un hijo, y que además estaba embarazada del hombre que comió en mi mesa por años. No fue tanto la decepción la que reinó ese día en mí, sino también el asco de sus palabras, de su humillación pero sobre todo de "insensibilidad" al decirme todo esto en mi cara.—Así es, el problema señor es que usted lo tiene más avanzado; el 85% de sus espermatozoides están muertos, lo que le es casi imposible procrear. —Me agarré la cabeza con frustración.Había intentado por años tener un hijo con ella, de hecho pensé que mi futura esposa era la del problema, porque yo tenía una vida muy activa; iba al gimnasio con frecuencia, no consumía alcohol más de lo debido,
Pov Samantha.Termino de sacar el cuadro de la caja y lo coloco enfrente de mí cama; no lo iba a dejar, era obvio, sigue siendo mi mayor sueño y mi mayor regalo. Lo miro a los ojos azules trazados por el pincel y el estómago se me contrae; esto me duele más a mi que a él, porque estoy tomando una decisión difícil en mi vida, un cambio, algo radical que termine con mi pasado de una vez por todas. Las obsesiones no son buenas, terminan dañando hasta la última hebra de la cordura.—Es demasiado sexi —dice Cloe tocando su panza—. Y hermoso, es como si lo hubiera tallado los dioses, dándole el toque exacto de perversidad y romance justo —Suspiro.Tiene razón, Fernando es esa última llama de fuego, esa que quieres avivar para que no se agote, no se extinga jamás, porque es demasiado caliente y pura como para dejarlo ir. Pero también es esa daga que tienes clavada en el pecho, esa daga que no sabes si sacar, o dejarla ahí y que te mate.Stefano ha sido una gran ayuda para mí vida en las últi
Pov Fernando.Estoy recostado de mi silla negra de cuero con los ojos cerrados y la mano empuñada, la razón: la falta de sexo de la últimas semanas. Siento el grosor de mi miembro gotear a cada nada, siento como las articulaciones de mi cuerpo viven contraídas, y siento como cada puto segundo de mi vida mi corazón bombea más sangre de la normal y pareciera que se estatancaran ahí abajo, joder. La deseo, la venero, la quiero romper y hacerla mía hasta que mi cuerpo se canse y el de ella se enrojezca, pero sobre todo hacer en ella mis más cochinos placeres. La extraño, extraño su sonrisa traviesa, extraño el gris de sus ojos, extraño su cuerpo, extraño todo de ella y la razón es porque la amo. Me fue difícil entenderlo, el sentimiento era extraño para mí, porque con Astrid jamás sentí ese deseo de hacerla mía, mía hasta en un papel firmado que lleve mi apellido al lado de su nombre, mía con una anillo que me costó miles de dólares, mía con un hijo mío en su vientre porque sí, quiero ma