Pov Samantha.¿Acaso no piensan irse nunca? ¿No tienen que fregar trastes o simplemente bañar al perro? Llevo una hora intentando entrar a ver a Fernando sin ninguna suerte, porque ni Andrea, el gemelo, ni las sumisas se han levantado de ahí. Demetrio y Eva salieron hace poco, por lo que escuché a cambiarse para volver, pero ni estás mujeres, ni Andrea Laureti me ha dado tregua para entrar.¿Y si me presento? ¿Qué podía salir mal?No, me rehuso a ser parte del clan de las chicas superpoderosas; no solo porque yo sé que soy más que un simple contrato, sino porque no quiero seguir menospreciandome sabiendo lo que valgo.Camino a la recepción tratando de pensar un plan para poder entrar cuando la suerte parece voltearse a mi favor. —¿Eres la nueva enfermera, verdad? —pregunta una chica vestida de blanco, por lo que presumo que es enfermera—. Menos mal que llegaste, mi cambio de guardia era hace una hora, y por poco pensé que no vendrías —me toma del brazo y me conduce a un cuarto que es
Pov Fernando.Miro la caja negra en mis manos con el anillo de diamantes en el y trago grueso. No es fácil lo que voy a hacer, es dejar mi mundo atrás, es dejar todo por ella, pero estar cerca de morir me demostró que la vida es una sola, y si no se puede vivir con quién se ama, ¿para qué vivirla? Podemos tener dinero, lujos, mujeres, pero si no tienes a una compañera real al lado, jamás, jamás serás feliz, porque está travesía es más llevadera acompañado.Samantha no me ha llamado, a pesar de que le pedí matrimonio a nivel nacional e internacional, con cientos de televidentes mirando, y con mi familia detrás. Debo decir que Eva se la pasó preguntando quién era la susodicha, y hasta dijo que organizaría la boda del año, mucho más grande que la de Andrea por qué, "No todos los días se casa un promiscuo" no voy a negar que su manera de hablar en vez de halagarme me ofende: ¿acaso soy muy promiscuo? No quiero saber la respuesta a eso. En fin, tuve que decirle que se calmara un poco, porq
Pov Lucas.Flashback.—¿Necrospermia? ¿Esta enfermedad es lo que yo creo, doctora? —pregunté preocupado.Había salido de casa después que encontré la mujer que amaba, y con la que me iba a casar en mi cama con mi mejor amigo, y no solo eso, le pregunté por qué me había traicionado y me dijo que yo era un hombre inútil, que no le podía dar un hijo, y que además estaba embarazada del hombre que comió en mi mesa por años. No fue tanto la decepción la que reinó ese día en mí, sino también el asco de sus palabras, de su humillación pero sobre todo de "insensibilidad" al decirme todo esto en mi cara.—Así es, el problema señor es que usted lo tiene más avanzado; el 85% de sus espermatozoides están muertos, lo que le es casi imposible procrear. —Me agarré la cabeza con frustración.Había intentado por años tener un hijo con ella, de hecho pensé que mi futura esposa era la del problema, porque yo tenía una vida muy activa; iba al gimnasio con frecuencia, no consumía alcohol más de lo debido,
Pov Samantha.Termino de sacar el cuadro de la caja y lo coloco enfrente de mí cama; no lo iba a dejar, era obvio, sigue siendo mi mayor sueño y mi mayor regalo. Lo miro a los ojos azules trazados por el pincel y el estómago se me contrae; esto me duele más a mi que a él, porque estoy tomando una decisión difícil en mi vida, un cambio, algo radical que termine con mi pasado de una vez por todas. Las obsesiones no son buenas, terminan dañando hasta la última hebra de la cordura.—Es demasiado sexi —dice Cloe tocando su panza—. Y hermoso, es como si lo hubiera tallado los dioses, dándole el toque exacto de perversidad y romance justo —Suspiro.Tiene razón, Fernando es esa última llama de fuego, esa que quieres avivar para que no se agote, no se extinga jamás, porque es demasiado caliente y pura como para dejarlo ir. Pero también es esa daga que tienes clavada en el pecho, esa daga que no sabes si sacar, o dejarla ahí y que te mate.Stefano ha sido una gran ayuda para mí vida en las últi
Pov Fernando.Estoy recostado de mi silla negra de cuero con los ojos cerrados y la mano empuñada, la razón: la falta de sexo de la últimas semanas. Siento el grosor de mi miembro gotear a cada nada, siento como las articulaciones de mi cuerpo viven contraídas, y siento como cada puto segundo de mi vida mi corazón bombea más sangre de la normal y pareciera que se estatancaran ahí abajo, joder. La deseo, la venero, la quiero romper y hacerla mía hasta que mi cuerpo se canse y el de ella se enrojezca, pero sobre todo hacer en ella mis más cochinos placeres. La extraño, extraño su sonrisa traviesa, extraño el gris de sus ojos, extraño su cuerpo, extraño todo de ella y la razón es porque la amo. Me fue difícil entenderlo, el sentimiento era extraño para mí, porque con Astrid jamás sentí ese deseo de hacerla mía, mía hasta en un papel firmado que lleve mi apellido al lado de su nombre, mía con una anillo que me costó miles de dólares, mía con un hijo mío en su vientre porque sí, quiero ma
APov Samantha.Siento una mano recorrer mi columna, bajar por ella y posarse en mi cintura, para luego llevarme hasta él. Reconozco su loción, mezclado con crema de afeitar y shampoo de Chanel, además de que su mero toque para mí es como si lanzarán doscientos voltios de corriente por mi ser, además, que el: "buenas noches gatita" me hacen empapar las bragas en cuestión de segundos.«Santa virgen del orgasmo no me hagas pecar está vez»Me giro despacio al mismo momento que quito la mano que maltrata mi cintura porque su toque es duro y posesivo, demostrando que sigo siendo de él, a pesar de todo soy de él.—Buenas noches señor Laureti, un gusto que haya aceptado nuestra invitación para dicha fiesta —Le sonrío lo más que puedo y enseguida sus ojos brillan a mi dirección.Sus ojos se clavan en el tatuaje que se ve en medio en medio de mis senos, y tengo que acomodar mi vestido para que no siga detallando ahí.—Buenas noches señora Samantha —Se acerca a mi oído y me dice—; Disculpa que n
Pov Lucas.Entro al lugar con las manos sudando y el corazón latiendome fuerte. Hay dos mujeres en este salón que me pertenece, una de ellas luce un vestido negro holgado, que le hace lucir bastante atractiva porque además se ve adorable por la enorme panza, y la otra la tiene ella en su vientre y es la razón de mi locura en estos últimos días.«Las quiero de vuelta» Es lo que pienso y voy ha hacer lo que sea necesario para tenerlas. Se que fui un tonto por no hablar con ellas, pero realmente, realmente estoy arrepentido.—Señor Lucas, ¿quiere fresa con crema? Se lo puedo dar en la boca para que no se ensucie los dedos —dice mi nueva secretaria.Ruedo los ojos por sus estupideces, y además porque no se para que la traje, pero me insistió tanto que no pude negarme.—Mira, si tú me das fresas con cremas, te van arrancar las uñas —le digo y ella se queda fría sin entender.«No la soporto»Abro mi saco y camino hasta la enorme mesa donde hay varios aperitivos, y cócteles. Tomo un Spritz,
Pov Fernando.He aguantando toda la noche las ganas de querer arrancarle el vestido a Samantha y pasarle la punta de mi lengua por todo el cuerpo como perro sediento; tengo que acomodar la erección que cargo desde que entré por la puerta cada nada, y las manos me pican por tocarla, pero esta molesta. Sus ojos llenos de rabia me lo dicen, sus semblante sobrio, y su sonrisa llena de ironía, y la entiendo, de verdad que entiendo toda la molestia que se carga, por esa razón aún no le he dicho todo lo que ha pasado, porque estoy seguro que no me dejaría hablar y me abofetearía como tanto quiere hacerlo, lo sé, sus pequeñas manos empuñadas me dicen que quiere golpearme.«Yo también lo haría si fuera ella»Stefano anuncia un banquete para todos los presentes, y yo ruedo los ojos. Lo que quiero es irme de aquí a un lugar a solas con ella, y aunque la posibilidad de amarrarla con mi corbata y lanzarla a mis hombros como saco ronda en mi cabeza, sé que eso arruinaría el trabajo de Samantha, cos