Pov FernandoSería muy inmaduro de mi parte decir que me aterra amar, porque para estas alturas de la historia, creo que ya no hay vuelta atrás, pero si hay algo que me aterra grandemente y es fallarle a Sam, por eso escucharla decir que su sueño era casarse conmigo y tener una familia me dejó perplejo, me dejó mudo, desconcertado y nervioso, porque si hay algo de lo que estoy seguro que no cambiará de la noche a las mañana, son mis gustos, y creo que esto no sería un buen ejemplo para mis hijos (esos que puedo llegar a tener algún día). Tampoco quiero sentir la necesidad de llenar estos deseos que despertó Astrid con otras mujeres que no sean Samantha, porque ella se merece lo mejor y lo sé, trato de dárselo, trato de demostrarlo, pero vaya que por primera vez en mi vida, Fernando Laureti está aterrado.Sí, puede ser que sea un cobarde, pero ¿acaso todos no hemos sido cobardes alguna vez? ¿Acaso es un pecado sentir miedo? Miedo de perder, miedo de sufrir, pero sobre todo miedo de hac
Pov SamanthaEl corazón se me detiene de solo ver el cuadro pintando en frente de mí, es él, mi Fernando. Su silueta plasmada en el lienzo es lo mejor que han visto mis ojos, porque cada parte de su cuerpo, incluído los tatuajes están ahí, incluida el camino que se parte entre su vientre y que tanto he besado, incluído el lunar que tiene en su cuello. Bajo la mirada hasta su intimidad, que en el retrato cae en sus abdomen de forma tan sexual que me pone a pasar saliva; es perfecto, estoy sorprendida porque parece tan real que me hace estremecer, y no solo eso, la firma caligráfica de la pintora con la palabra: «para; Samantha. M» en la parte baja me hace acelerar el corazón.—Yo quiero comprarlo, yo puedo pagar lo que sea señor —dice una mujer detrás de mí y la cara se me calienta.Volteo a buscar a Fernando con la mirada, y puedo verlo con las manos cruzadas en un rincón; a su lado esta Giulia y Fernanda que se abanica la cara con ganas de vomitar.«Ella lo vio lo desnudo»«¿Y si se
Pov SamanthaSostengo el dije de mi collar entre mis dedos mientras veo como Fernando se despide de Fernanda con besos y abrazos. Él la tiene agarrada por la cintura mientras ella de las caderas; se ven adorable; demuestran el amor que se tienen con mirarse, es un amor puro de esos que sabes que durará para toda la vida porque hay un lazo muy fuerte y es la hermandad.—Por favor, no duren mucho en venir a visitarme. —Nos dice con los ojos llorosos.—No te prometo nada hermanita, sabes que estamos full con lo del nuevo proyecto de papá, ya fue montado y estamos esperando resultados de la audiencia —explica Fernando acomodando su corbata.—Sí, lo entiendo, ser empresario nos quita mucho tiempo —responde ella acercándose a mí.Fernanda me toma de las manos y me da un abrazo fuerte, para después besar mis mejillas, logrando que me sienta muy bien, ya que la ninfa en cuestión es de esas cuñadas que se convierten en tu más íntimas amigas, y no en esas arpías que se vuelve tu enemiga.«Esper
Pov Samantha.Las historias hermosas, esas que te llenan el alma, y te roban suspiros, esas que te calientan y te hace desear ser la protagonista, esas también llegan a su final, porque los demonios oscuros que rodean los miedos más deprimentes, vuelve a atacar, y está vez no hay tregua, es una decisión, o nada; y eso era lo que estaba sintiendo en mi mundo perfecto, ese que había formado de la noche a la mañana, se estaba desmoronando en mi cara, y yo, no sabía cómo detenerlo.Había pasado unos cuantos meses desde que llegamos de Rusia, de ese viaje tan mágico donde Fernando no me demostró con palabras, sino con hechos que me amaba; y aunque nuestras vidas continuaron aparentemente iguales, nada estaba igual, todo estaba cambiando y yo me estaba dando cuenta poco a poco, y no solo para mí, sino también para Cloe, sin darse cuenta había caído en las garras de un amor doloroso.—Mire, este es el corazón del bebé, tiene 12 semanas de gestación, y el feto está en perfecto estado —explica
Pov SamanthaMe volteo con rapidez, aunque siento que todo se da en cámara lenta, no quiero decirle nada, no quiero pedirle una explicación y mucho menos perdonarlo como en el pasado, porque ya estoy cansada; me cansé de esperarlo, me cansé de darle más de lo que él puede darme, me cansé de ser un número, pero sobre todo me cansé de amarlo.Salgo del lugar con las lágrimas caer por mis mejillas de forma dolorosa. No me inmuto en apartarlas porque siento que es necesario sacar todo el dolor que tengo en mi cuerpo. Apenas llego a donde dejé el auto, veo a mis guardaespaldas bajarse de un taxi.—Lo siento señor, ella salió como loca y no pude detenerla… —Me vuelvo y ahí es donde me percato que Fernando viene detrás de mí.El agua aún cae de forma fuerte, incluso algunos truenos se escuchan, pero no hay tormenta más fuerte que la que siento en mi interior.—Por favor Samantha, necesito que hablamos, pasa al restaurante, te estás mojando y… —Levanto la mano para que no siga hablando. Cam
Pov Fernando.Me quedo mirando la puerta del aeropuerto con las manos cruzadas en mis piernas. Tengo un nudo en la garganta desde hace días que no se me quita, que no se me va por nada del mundo. Me enamoré, amo a Samantha con todas las fuerzas del mundo y por ese amor que le tengo se que tengo que dejarla ir, pero joder, como duele, como duele dejar ir a alguien con la que quieres pasar el resto de tu vida, y a la vez tienes miedo de joderlo todo.«Ya lo jodiste Fernando»Trago grueso mirando el móvil a la espera de una respuesta que no llega. Ella es una mujer de decisiones, y lo sé, y también se que si estuvo amándome en silencio por tantos años puede hacerlo por toda la vida, o como también olvidarse de mí.«Me niego»Me niego a dejarla ir, me niego a que otro hombre bese sus labios, a qué otro hombre sea el dueño de su mente y de su corazón, me niego a que otro hombre sea el dueño de su amor.Me estaba tratando de alejar de Samantha porque Reana me contactó; me dijo que fuera a v
Pov Samantha.Al otro día en la mañana estaba empacando mis cosas para viajar a Estados Unidos; como lo había dicho antes, nunca había salido de Francia antes de Rusia, y muchos menos a USA, pero tenía que estar con él, tenía que ir y verlo, abrazarlo, decirle que estaba ahí, y que lo necesitaba vivo, porque sin él no respiraba el mismo aire que yo, me volvería loca.Cuando tienes una rutina por años, y luego la cambias, sientes como si una parte de tí se va, y eso era lo que exactamente me estaba pasando en estos momentos, sentía que se me iba mi vida con cada minuto que no sabía de Fernando. Demetrio no había avisado nada más, y lo entiendo, él es un hombre demasiado sobreprotector y supongo que ver a su hijo irse de sus manos lo estaba destrozando.Meto todo en la maleta con lágrimas en los ojos y salgo a la sala de mi casa.—¿De verdad no quieres que te acompañe? —pregunta Cloe limpiando la nariz.Niego con la cabeza; ya su panza está grande, y no quisiera que se estrese con el vi
Pov Samantha.¿Acaso no piensan irse nunca? ¿No tienen que fregar trastes o simplemente bañar al perro? Llevo una hora intentando entrar a ver a Fernando sin ninguna suerte, porque ni Andrea, el gemelo, ni las sumisas se han levantado de ahí. Demetrio y Eva salieron hace poco, por lo que escuché a cambiarse para volver, pero ni estás mujeres, ni Andrea Laureti me ha dado tregua para entrar.¿Y si me presento? ¿Qué podía salir mal?No, me rehuso a ser parte del clan de las chicas superpoderosas; no solo porque yo sé que soy más que un simple contrato, sino porque no quiero seguir menospreciandome sabiendo lo que valgo.Camino a la recepción tratando de pensar un plan para poder entrar cuando la suerte parece voltearse a mi favor. —¿Eres la nueva enfermera, verdad? —pregunta una chica vestida de blanco, por lo que presumo que es enfermera—. Menos mal que llegaste, mi cambio de guardia era hace una hora, y por poco pensé que no vendrías —me toma del brazo y me conduce a un cuarto que es