Rastus se movió en la bañera, presionando su erección contra mi pierna. Ladeo la cabeza, reclamando mis labios con los suyos. El beso fue ligero, suave e increíblemente calido, mientras me relajaba contra él, mis manos encontraron lugar en su pecho. Su latido del corazón...Firme y fuerte bajo las llemas de mis dedos.Cundo finalmente rompio el beso, mi cabeza me daba vueltas y respiraba entrecortadamete. Parpade un par de veces, intentando disipar el deseo que me nublaba los sentidos.—Podrías haber dicho esto, en lugar de hacerme creer que estás herido. —Intenté no gemir mientras lo regañaba. Pero, aun así, yo misma sonreí tímidamente.«Diosa por favor llena nuestros dias con mas dicha como está...»suplique. —¿Qué tiene de divertido eso? Siento que me quemo, me duele. Tengo las bolas tan azules que tengo miedo de que se me caigan. ¿Puedes al menos remendármelas, cariño?Todavía no entendía cómo era capaz de hacerme reír y cortarme la respiración al mismo tiempo...—¿Estás seguro d
ALFA RASTUS:La cantidad de veces que había parpadeado desde que me desperté al lado de mi hermosa mujer era incontable e incluso cuando salí del baño en bata, seguí parpadeando solo para asegurarme de que esto no era otro juego enfermizo.Que esta escena donde Agnes guiaba mis débiles pasos y nuestros cachorros saltaban en nuestro dormitorio no fuera un juego enfermizo al que mi mente estaba jugando de nuevo solo para torturarme como lo ha estado haciendo desde el mismo día que sentí la energía de Agnes recorriendo mis venas muertas reparando mi corazón roto... haciendolo latir.Fui consciente de ese momento y de todos los que vinieron después.Estaba consciente pero no podía abrir los ojos.Perdí la noción del tiempo, pero sentí como si hubiera estado atrapado por la eternidad y no por días, semanas o meses.Además, no podía sentir ni oír mucho.Ni siquiera a Agnes, aunque seguramente pasó tiempo conmigo.Eso me asustó tanto que dejé de luchar contra mi propia mente y mi consciencia
Me aseguré de que la fiesta terminara en dos horas, ya que no quería que Rastus se estresara. La única razón por la que acepté fue porque sabía que era necesario, ya que la manada merecía confirmar el bienestar de su alfa.Después de todo, lo extrañábamos y sería injusto quedármelo para mí.Inmediatamente después de terminar la fiesta, nuestros amigos y familiares vinieron a nuestra casa a cenar, o lo que yo llamaría una reunión, tras días de tristeza, culpa, pena y depresión. Lisa y algunos sirvientes nos sirvieron pastel a todos mientras estábamos sentados en la gran sala.Después de que los sirvientes sirvieran vino tinto en nuestras copas, Andrew levantó su copa; —Por alfa Rastus —dijo.—Por alfa Rastus. —Todos nos levantamos y brindamos.Los cachorros también alzaron su vaso de jugo de naranja junto con nosotros. Fue un momento hermoso.Rastus se aclaró la garganta para llamar la atención de todos. Sus ojos se movían de un lado a otro de la sala mientras los observaba a todos,
ALFA RASTUS: —Solo quiero quedarme en la cama con mi esposa. ¿Es demasiado? —gemí contra el cabello de mi amada. —Hemos estado en cama durante los últimos diez días, Rastus. Creo que eso es suficiente…—respondió mientras se retorció en mis brazos. —Nunca me canso de ti, Agnes. Siempre quiero más. —La interrumpí, inhalando el aroma de su cabello mientras la atraía hacia mi pecho, frotando mi erección contra sus suave trasero. Ella se rió entre dientes, disfrutando este momento tanto como yo. —Tenemos planes para hoy, Rastus. Realmente deberíamos hacerlo —dijo. Sólo tenía que recordarme a Larisa y Jake. El plan era reunir a la manada en la plaza de la manada y castigar públicamente a Larisa y Jake, pero tras muchos días deliberando, no se me ocurrió el castigo adecuado para ellos dos. No los quería muertos porque matarlos sería demasiado fácil, pero tampoco quería mantenerlos encerrados para evitar cualquier sorpresa que perturbara la paz que Agnes que se había esforzado tanto p
AGNES;El odio en los ojos de Rastus cuando pronunció las dos palabras que llamaron la atención de todos habría sido alarmante si no recordara que Larisa dejó morir a su padre sin honor en una celda y lo dejó pudrirse hasta que no fue más que huesos secos.Tal vez me habría aterrorizado si no recordara lo destrozado que estaba Rastus cuando descubrió que sus padres, con quienes había estado enojado, habían estado sufriendo dentro de su manada todo ese tiempo que el penso que estaban conociendo el mundo."Entonces mure con ella." Dos palabras sencillas pero poderosas que impactaron a Helen, cuyos llantos se estaban volviendo molestos.Sí, ninguna madre debería tener que sufrir viendo morir o ser asesinado a su hijo.Sin embargo, su hija no entendió que cuando puso un arma letal en la cabeza de mi cachorro y estaba lista para apretar el gatillo... lo hizo y le quitó la vida a Jessica ante mis ojos.Larisa no lo pensó dos veces antes de intentar capturar a mis cachorros y a mí.Podríamos
ALFA RASTUS;No entendí a Agnes hasta que vi a Larisa detenerse en seco. Me daba la espalda, pero en cuanto dejó de correr, se dio la vuelta como si estuviera bajo una fuerza insoportable.Agnes se quedó quieta, sin siquiera levantar las manos.Pero la mano de Larisa pasó sobre su cuello y me hizo darme cuenta de que realmente, Agnes tenía esto resuelto.—¿Recuerdas haberle hecho esto a mi compañero? Aplastarle el corazón con tu poder oscuro —dijo con calma.Larisa inhaló con fuerza, sus ojos se tornaban rojos a cada segundo.No podía hablar, pero si pudiera, probablemente estaría rogando. Al menos, Agnes le estaba dando la oportunidad de rogar. No me la dio cuando me envolvió con su energía y me aplastó el corazón."No le está dando la oportunidad de suplicar. La está torturando. Tú, más que nadie, deberías saber lo devastador que es sentir la muerte azotándote". Lex explicó la intención de nuestra hembra.Sonreí, sabiendo que ésta era su manera de vengarse de mí, de Kyle y de todos
PUNTO DE VISTA DEL AUTOR; La tensión en el cuerpo de alfa Rastus y su lobo era casi insoportable mientras perseguía.No, mientras la cazaba.No se trataba de una simple persecución; no corrió a toda velocidad para terminar la persecución rápidamente. La acechó, manteniéndose lo suficientemente cerca como para seguir cada uno de sus movimientos, pero lo suficientemente lejos como para prolongar la deliciosa caza.Su lobita era ágil, y ambos se enorgullecía enormemente de ello.Su forma de moverse, su agilidad y velocidad...Hizo que la persecución fuera emocionante, alimentando a su lado depredador que rugía dentro de él.La desventaja era que su pene estaba tan duro que probablemente podría partir un tronco con él.Cuanto más la perseguía, más difícil le resultaba controlar sus instintos. Ese impulso primario que le gritaba que atrapara a su presa, la derribara y le arrancara gritos de placer. Que se enterrara en su cuerpo, que se aferrara a ella hasta que todas las criaturas del bos
PUNTO DE VISTA DEL AUTOR; —Hazlo. —Su desafío ardía con la misma intensidad que el rubor en sus mejillas.—Muéstrame que eres mi alfa, Rastus.Su cuerpo vibró con más fuerza, el deseo y restricción. Podía sentir a su lobo, alzarse clavándole las garras."No, aléjate de esto. No te necesitamos aquí". Le rugio a su lobo en su mente.—Tal vez Tristán sería un mejor alfa —se burló Agnes desafiandolo, sabiendo que su macho no queria tocarla por el sexo duro de la noche anterior, aunque le parecia dulce que intentara cuidarla y pensar siempre en su bienestar antes que sus propios deseos—. Es lo suficientemente fuerte como para sujetarme y darme lo que, necesitó.El rugido que le partió la garganta fue animal, silenciando el bosque que los rodeaba... y todo se volvió borroso.Apenas se dio cuenta de que la volteó. Ahora, ella yacía boca abajo, con él apretado contra ella, sujetando sus manos por encima de su cabeza, con la cara pegada al suelo. Apenas se cuenta de que le separó los muslos co