-Eres un buen hombre. - Dije con un murmullo después de que vimos partir a Sara y las chicas.-¿Uh? - Dijo distraído mirando hacia nuestro alrededor.-Pudiste haber dejado a esas personas o simplemente liberarlas y lavarte las manos. En cambio nos pediste que las lleváramos a un lugar seguro.Eso lo hizo mirarme y tomarme en sus brazos.-Jamás me he considerado un "buen" hombre, Lizzie. - Dijo con suavidad. - Soy solo alguien que intenta hacer lo correcto la mayor parte del tiempo. -¿Y el resto del tiempo? - Pregunté en el mismo tono mientras deslizaba mis brazos al rededor de su cuello para jalarlo hacia mí.-El resto del tiempo soy una persona egoista. Si debo de tomar una decisión, siempre pondré en primer lugar a mis seres queridos. No importa si eso conlleva vender mi alma y terminar en el infierno. Eso... ¿Te hace pensar mal de mi?-No. -Bien, tu opinión es de las unicas que me importan. - Dijo tomando mis labios suavemente en un beso corto.Fue tierno y lleno de significado.
Edson y yo estábamos atentos ante cualquier señal de alarma. Ambos conscientes de que podría ocurrir en cualquier momento, por lo que tratamos de no ser vistos.-Creo que necesito unas vacaciones, estoy oliendo cosas. - Dijo un lobo mientras pasábamos por debajo de una de las ventanas de una edificicación cercana.Otro lobo contestó.-¿Tú también? Creo que olí una Luna...Edson se tensó y me apresuró por medio de gestos.Por fin nuestro objetivo de playera azul entró a uno de estos lugares. Edson me guió hasta un sito debajo de la ventana del lugar.Podíamos escuchar al tipo moviéndose en el interior, no había nadie más con él. Prácticamente seguimos agachados mientras nos acercamos a la entrada principal. Fue justo en ese momento que hubo un aullido en la distancia.-Mierda, encontraron los cuerpos. Vamos. Nos levantamos y corrimos hacia la puerta con el sonido de más aullidos de fondo.Edson abrió la puerta con cierta violencia y yo me apresuré a levantar mi arma.Un lobo negro co
- ¿Aun sigues enojada? - Preguntó divertido mientras conducía hacia la mansión.-Que fingieras que habías perdido las llaves no fue divertido. - Dije con los brazos cruzados en el asiento del conductor. - Pudimos habernos ido antes.-Lizzie, eres jodidamente mortal. A pesar de que nos siguieron hasta el auto, sospecho que esos eran los últimos que quedaban en el área. No estábamos en peligro después de la masacre que hicimos allí atrás. Además, necesitaba ese beso encima del capó de la camioneta para reponer energía. Lo miré con incredulidad antes de suspirar.-No estoy realmente enojada, es solo que no era una situación en la que podríamos tomar algunos minutos para besarnos como adolescentes.-Cualquier situación debe de ser aprovechada para besar a una mujer hermosa. - Dijo convencido antes de agregar suavemente. - Si yo hubiera sentido el más mínimo peligro ahí atrás, yo sería el primero en enviarte a casa.-Bien. Solo avísame la próxima vez que no estamos en peligro inminente ant
-Mantén a tus perros alejados o dispararé. - Dijo Sara con voz letal.Parpadeé y miré de ella hacia Edson. Él parecía tenso. -Aléjense. Vuelvan a sus puestos. - Dijo imitando su tono. Escuché pasos en el pasillo y luego Sara se dirigió hacia mí. -Lizzie, necesito que vayas a la sala y veas lo que he dejado en mi laptop. Yo mantendré quieto al chucho. No estaba entendiendo nada. -¿Qué sucede? - Pregunté saliendo de la cama. Confiaba en ella, no apuntaría a nadie sin una buena razón. -Ve a la sala. - Repitió. Le di una última mirada a Edson antes de salir descalza de la habitación. La sala se encontraba vacía. De hecho, el lugar estaba bastante silencioso a comparación de hacía un par de horas cuando habían una veintena de mujeres exigiendo ser liberadas. Tomé la laptop de Sara con curiosidad. Había un video que estaba pausado, así que le di reproducir. En él se observaba un par de patrullas llegando a la entrada de la manada. Reconocería el sitio aun sin los cadáveres adorn
(Contenido sendible, se recomienda discreción)La diferencia entre éste y los otros videos era que había audio.La escena iniciaba con una habitación casi en penumbra. Mi hermana se encontraba buscando una salida. La escuché maldecir por un par de minutos antes de que una puerta se abriera y entrara un tipo gordo y algunos más.-He estado un poco estresado últimamente, humana. Tendrás el enorme honor de divertirme por los siguientes días.Ella lo mandó a la mierda, él ordenó que la inmovilizaran.No perdió su chispa mientras veía cómo la amarraban a los postes de la única cama enorme en la habitación. Los maldijo, les escupió y no dejó de pelear incluso después de ser amordazada.-Salgan, ahora. - Escuché a Edson decir con voz dura en algún punto de mi espalda.Mi vista permaneció en las imágenes.El gordo se subió a la cama.-Ya verás que te gustará tanto como a mí. - Dijo pasando su lengua por los labios. – Para cuando termine contigo, suplicarás ser mi humana exclusiva.El tipo g
Aparcó justo en la entrada del lugar. Ambos bajamos y yo solo me quité el casco dejándolo caer en cualquier lugar. Edson se detuvo brevemente a dejar con cuidado su casco sobre la moto y sin mirarme comenzó a caminar despacio. Lo seguí. Pasamos los edificios y anexos para internarnos en el bosque. Caminamos al menos quince minutos esquivando maleza y raíces hasta que llegamos a un claro. Una pila de rocas en formación anormal se encontraba en el medio iluminada por los últimos rayos de luna. No tardaría en amanecer. Edson se detuvo, no es como si necesitara decirme que esa era la tumba de mi hermana. Me acerqué sin prisa y me senté frente a la pila cruzando mis piernas. -Te he encontrado, hermana. Ni siquiera estoy segura de haberlo dicho. Quizá solo lo pensé. Estiré una de mis manos y toqué con suavidad una de las rocas. Estaba extrañamente cálida... o tal vez mis manos estaban igual de frías que esa roca. -Vete. -Lizzie, no puedo dejarte aquí sola. -Vete.
Edson. (Una semana después)En algún punto la recepcionista va a llamar a la policía.Lo que era irónico al ser un edificio habitado únicamente por policías.O quizá llamaría a la perrera. Eso sería más exacto.Había desarrollado una insana rutina durante los últimos días. Dormía una o dos horas, comía cualquier cosa que se deslizara por mi garganta, llevaba a las lobas, a mi madre y a mi hermano a un sitio seguro, y luego los lobos y yo investigábamos uno de los sitios de subastas clandestinas de los que había obtenido información.Normalmente terminaba en alguna pelea, algunas humanas aterradas y yo incendiando el lugar.La piromanía se había vuelto parte de mi vida.Después regresábamos a la mansión, llamaba a Sara para que se hiciera cargo de las humanas nuevas, sacábamos a todos del sitio seguro y yo corría hacia el edificio de Lizzie en donde me quedaba mirando hacia su ventana durante la noche y gran parte de la madrugada. No la había visto desde el "incidente". Yo sabía que
Lizzie.Esta tarde mi silla era especialmente incómoda y sofocante.Había vuelto al trabajo hace un par de días y más o menos tenía una rutina.Levantarme al amanecer, contemplar a la nada hasta que sonara el despertador, darme un baño rápido y ponerme un uniforme milagrosamente limpio para ir a la Estación de Policía.Pasaría algunas horas frente el ordenador haciendo papeleo de forma automática, evitaría conversaciones con mis compañeros, me obligaría a levantar el trasero cuando el tío Jeff me mandara a comer y luego volvería frente a la computadora en medio de un transe y un coma inducido por la cafeina y donas de azúcar.Me iría a casa en cuanto comenzara a atardecer para meterme directo a la cama después de arrojar mi uniforme sobre la mesa. Ahí me quedaría mirando hacia la ventana con la mente en blanco hasta que el sueño me venciera... y comenzara todo de nuevo.Para este punto, el tío Jeff había notado que estaba actuando extraño, pero no insistió en el tema porque alguien le