Olivia
Nos quedamos un par de horas en el evento para que no quedara entre dicho que la dama de la mafia solo hacia apariciones para hacer negocios.Me envolví en el tema de la recaudación y pude ver que habían muchas personas que no tenían nada que ver con el mundo criminal interesados en aportar un granito de arena para ese lado humilde del mundo, son seres humanos que también tienen derecho a una buena vida a pesar de no contar con todos los recursos.Me involucré en una que otra fundación para tener algo que hacer cuando llegara a casa, porque eso de solo estar en la habitación con Iskra y en la tarde entrenando con mis guardaespaldas me estaba llevando a la locura.Y como no tenía a Enzo cerca, me aburría muchísimo más.—Es un verdadero honor tenerla dentro de la función, Sra. Cavalli —me agradeció la señora Tyler, dueña de las organizaciones de recaudación más famosas del mundo entero.—El honor es mío, Sra. Tyler —resoondOlivia—Respondeme reina mía —me instó a responderle.Pero no lo hice, estaba anonadada y asustada, pero nunca lo dejé de apuntar.—Solo necesito que me dejes en paz —dije con tono de súplica.De verdad que estaba cansada de ésto y preocupada por no tener escapatoria.—No voy a llevarte conmigo —hizo una estúpida pausa. —Por ahora, claro —me sonrió como sádico.—No me iré contigo jamás —le quité el seguro a la pistola y él subió las manos al aire con burla.Se creía muy listo si piensa que no soy capaz de dispararle ahora, antes lo hice pero no tenía el entrenamiento necesario, eso no pasará ahora, ésta vez sí contaba con buena puntería.—Eso déjaselo a tu querido padre —la burla en su voz me hizo tensarme. —Cuando tu querido marido lo deje en la calle vendrá hasta mi y hará lo posible para no ser un maldito pordiosero.Sus palabras hicieron que algunas lágrimas salieran de mis ojos, y él se acercó a tr
Olivia Todo esto estaba firmemente calculado, ellos sabían que vendría yo al evento, eso quiere decir que hay un infiltrado en mi organización, y los días de vida los tiene contado.Los dos hombres del ruso que quedaron cantaron como pajaritos, dejando en la calle a su maldito jefe y a la Bratva, su poca lealtad entre ellos da mucho de que hablar.Tenía una molestia y una preocupación alojada en mi pecho que me hacía procesar las cosas lentamente, primero mi pelea con Enzo, luego esta maldita trampa y después lo de Alexa. Y como si fuera poco, no sabía nada de mi marido.Ahora lo necesitaba más que a nadie y no lo tenía respaldandome.—Salvatore —lo llamé y él se acercó a mi para atender a mi llamado.Él suspiró y me miró fijo a los ojos. —Sé que me vas a preguntar por el capo, pero no sabemos nada de él. Es mejor llegar a la fortaleza y asegurarnos de que este ahí.Respiré entrecortadamente y solo asentí para evitar derrumbarme ahí.Luego de hacer una carnicería en la habitación par
OliviaCorrí a mi habitación como pude, solo quería llegar y desmayarme, no quería saber nada de nadie.Estaba decepcionada y cansada de toda esta mierda y si no me mantenía cuerda esto iba a poder conmigo.Apenas llegue, cerré con seguro la puerta principal y tropezándome con todo llegué a la sala que tenía en el ala. Me senté en el sofá y solté a llorar desconsoladamente mientras quitaba mis tacones y los tiraba sin cuidado por ahí.Sentía un dolor muy agudo en el pecho y no se trataba tanto de conseguirlo con esa mugrosa sirvienta, se trataba de lo que me pasó en Roma a manos del ruso, fui cruelmente engañada y usada a su conveniencia.Y de paso, hieren a mi guardaespaldas con una sustancia extraña y ni sabemos cómo le vaya a afectar esa herida y el veneno que tenía esa daga.Matar a los hombres del hotel y acribillar a la mitad de los empleados por lo que me pasó no va a resolver nada, en lo único que me he convertido es en una asesina sin fronteras, sé que tengo que hacerme temer
OliviaSentía el cuerpo pesado y la cabeza apunto de reventarme del dolor, aun conservaba mis ojos cerrados esperando que el dolor menguara un poco y me permitiera levantar de la cama.Estiré mi mano hasta el otro lado la cama y lo sentí frio y vacío, él se había ido y me había dejado otra vez. Sé que le dije que no lo quería cerca, pero mi corazón se llenó de calor cuando me saco de la ducha en sus fuertes brazos y me llevo a la cama para abrazarme hasta quedarme dormida luego de llorar desconsoladamente.Me removí y agudice mi oído para escuchar la fuerte brisa y el sonido de las olas, trayendo consigo el aroma a sal y lluvia. Mi habitación se había convertido en un lugar que había visto tanto amor como dolor, y ahora, en esa tarde nublada que logré enfocar con mi vista cansada a través del balcón los ecos del pasado parecían resonar más que nunca. Consideraba a Enzo como aquel ser que había llegado de improvisto a mi v
Olivia En estos tres meses que pasaron, me había convertido en una máquina de matar para la mafia italiana.Y había comenzado a trabajar para la empresa de mi esposo,bueno, nuestra empresa.Aún me costaba ver las cosas como eran, pero es normal sentirme así, antes no podía ver nada como mío, ahora me cuesta ver que las cosas de Enzo son mías, y que las mías son de él.Bien, ya en contexto.Hoy sería mi primera aparición con la mafia como tal, no con los conservadores y sus señoras de la alta sociedad de la mafia.Esta noche vería a los perros de guerra de mi organización, con los que tenía que trabajar codo a codo y que aunque es una regla gustarme respeto, ellos pueden no estar de acuerdo con mi presencia.Enzo confía plenamente en que me voy a desenvolver como una pluma el aire, pero para mí no es es fácil de creermelo.Tengo que sobrevivir esta noche, y cuando lo haga ahí si empiezo a no dudar de mis capacid
La lluvia caía a cántaros sobre las oscuras calles de Nápoles, creando un ambiente melancólico que se reflejaba en mi mente. A pesar de mi reticencia inicial, la curiosidad por el mundo subterráneo al que mi esposo pertenecía había comenzado a consumirme.La mafia italiana, con su aura de misterio y peligro, le ofrecía un desafío que no podía ignorar. Y esta noche debía asumir con la idea de que ya tenía las manos manchadas de sangre en la mente.Mi cabeza era un torbellino de dudas y muchas inseguridades.Pero fue Enzo quien, tras una larga charla sobre la necesidad de sumar aliados en el seno de la organización, me instó a involucrarme más en este mundo.—Tienes habilidades que muchos de ellos no tienen, cariño. Tu inteligencia puede ser nuestra ventaja, —le dijo con una mezcla de orgullo y excitación.A pesar del temor que sentía, sabía que no podía rechazar la oportunidad que me ofrecían esta noche.Así que con mucho valor y
EnzoDespertar con ella a mi lado era todo lo que podía necesitar en este mundo, su calor, su olor y la suavidad de su piel.Anoche me enorgulleció su temple y carácter al momento de conquistar a esos bárbaros pertenecientes a todas las pandillas de la mafia italiana.Es una Diosa, y por ella me arrodillo y arrodillo al mundo ante ella, porque puedo y porque es la reina de toda esta mierda.Anoche dió su opinión con respecto a algunos inconvenientes que presentaban algunos clubes en los barrios bajos de Sicilia con un grupo de forasteros, dió como orden que llevarán a los intrusos con negocios más pequeños y así poder atraparlos y sacarles a golpes con quién estaban trabajando.Ella se ha vuelto una pieza indispensable en la organización, pronto llegaría al punto máximo y de ese trono nadie la bajaría y si algún día llego a faltar, sé que ella me respaldaría.Seguí acariciando su espalda desnuda y de momento se removió y volteó s
OliviaA medida que avanzaba el tiempo, me convertí en una figura clave en la planificación de las operaciones de la organización.Mi mente táctica se volvió esencial para trazar caminos en un mundo donde cada decisión podía llevar a la gloria o al desastre. Pero ese era el lado divertido de todo ésto.No podía temer más en equivocarme, soy la reina de la organización, que los otros me teman a mí.Me encontraba en el jardín de la fortaleza, sentaba en una tumbona con Iskra acostada en otra al lado mío con su cabecita preciosa en mis piernas, es una felina hermosa y malcriada, como decía Enzo.Me regañaba cada vez que la conseguía en la cama conmigo, pero es que era difícil apartarme de ella a estas alturas.Estaba también Alexa sentada en un sillón frente a mí revisando contratos conmigo y algunos estados de cuenta de los bares que se manejaban a las afueras de Nápoles. Últimamente me la pasaba en estás, es más fácil para Enzo po