Olivia
Sentía el cuerpo pesado y la cabeza apunto de reventarme del dolor, aun conservaba mis ojos cerrados esperando que el dolor menguara un poco y me permitiera levantar de la cama.Estiré mi mano hasta el otro lado la cama y lo sentí frio y vacío, él se había ido y me había dejado otra vez.Sé que le dije que no lo quería cerca, pero mi corazón se llenó de calor cuando me saco de la ducha en sus fuertes brazos y me llevo a la cama para abrazarme hasta quedarme dormida luego de llorar desconsoladamente.Me removí y agudice mi oído para escuchar la fuerte brisa y el sonido de las olas, trayendo consigo el aroma a sal y lluvia.Mi habitación se había convertido en un lugar que había visto tanto amor como dolor, y ahora, en esa tarde nublada que logré enfocar con mi vista cansada a través del balcón los ecos del pasado parecían resonar más que nunca.Consideraba a Enzo como aquel ser que había llegado de improvisto a mi vOlivia En estos tres meses que pasaron, me había convertido en una máquina de matar para la mafia italiana.Y había comenzado a trabajar para la empresa de mi esposo,bueno, nuestra empresa.Aún me costaba ver las cosas como eran, pero es normal sentirme así, antes no podía ver nada como mío, ahora me cuesta ver que las cosas de Enzo son mías, y que las mías son de él.Bien, ya en contexto.Hoy sería mi primera aparición con la mafia como tal, no con los conservadores y sus señoras de la alta sociedad de la mafia.Esta noche vería a los perros de guerra de mi organización, con los que tenía que trabajar codo a codo y que aunque es una regla gustarme respeto, ellos pueden no estar de acuerdo con mi presencia.Enzo confía plenamente en que me voy a desenvolver como una pluma el aire, pero para mí no es es fácil de creermelo.Tengo que sobrevivir esta noche, y cuando lo haga ahí si empiezo a no dudar de mis capacid
La lluvia caía a cántaros sobre las oscuras calles de Nápoles, creando un ambiente melancólico que se reflejaba en mi mente. A pesar de mi reticencia inicial, la curiosidad por el mundo subterráneo al que mi esposo pertenecía había comenzado a consumirme.La mafia italiana, con su aura de misterio y peligro, le ofrecía un desafío que no podía ignorar. Y esta noche debía asumir con la idea de que ya tenía las manos manchadas de sangre en la mente.Mi cabeza era un torbellino de dudas y muchas inseguridades.Pero fue Enzo quien, tras una larga charla sobre la necesidad de sumar aliados en el seno de la organización, me instó a involucrarme más en este mundo.—Tienes habilidades que muchos de ellos no tienen, cariño. Tu inteligencia puede ser nuestra ventaja, —le dijo con una mezcla de orgullo y excitación.A pesar del temor que sentía, sabía que no podía rechazar la oportunidad que me ofrecían esta noche.Así que con mucho valor y
EnzoDespertar con ella a mi lado era todo lo que podía necesitar en este mundo, su calor, su olor y la suavidad de su piel.Anoche me enorgulleció su temple y carácter al momento de conquistar a esos bárbaros pertenecientes a todas las pandillas de la mafia italiana.Es una Diosa, y por ella me arrodillo y arrodillo al mundo ante ella, porque puedo y porque es la reina de toda esta mierda.Anoche dió su opinión con respecto a algunos inconvenientes que presentaban algunos clubes en los barrios bajos de Sicilia con un grupo de forasteros, dió como orden que llevarán a los intrusos con negocios más pequeños y así poder atraparlos y sacarles a golpes con quién estaban trabajando.Ella se ha vuelto una pieza indispensable en la organización, pronto llegaría al punto máximo y de ese trono nadie la bajaría y si algún día llego a faltar, sé que ella me respaldaría.Seguí acariciando su espalda desnuda y de momento se removió y volteó s
OliviaA medida que avanzaba el tiempo, me convertí en una figura clave en la planificación de las operaciones de la organización.Mi mente táctica se volvió esencial para trazar caminos en un mundo donde cada decisión podía llevar a la gloria o al desastre. Pero ese era el lado divertido de todo ésto.No podía temer más en equivocarme, soy la reina de la organización, que los otros me teman a mí.Me encontraba en el jardín de la fortaleza, sentaba en una tumbona con Iskra acostada en otra al lado mío con su cabecita preciosa en mis piernas, es una felina hermosa y malcriada, como decía Enzo.Me regañaba cada vez que la conseguía en la cama conmigo, pero es que era difícil apartarme de ella a estas alturas.Estaba también Alexa sentada en un sillón frente a mí revisando contratos conmigo y algunos estados de cuenta de los bares que se manejaban a las afueras de Nápoles. Últimamente me la pasaba en estás, es más fácil para Enzo po
OliviaSi me pidieran definir esta semana en una sola palabra podría decir esta:Mierdero.Eso es lo que podía describir todo este problema.Con este nuevo desafío, tuve que decidir si seguir con mi ascenso en la mafia o si tomaría el camino del sacrificio para proteger a Enzo y a todo aquello que ha construido a base de sudor y sangre.En mi interior, sabía que no podía permanecer en la oscuridad para siempre. Las elecciones que hiciera definirían no solo su futuro sino también el de todos los que la rodeaban dentro de la organización.Es por eso que hoy estamos aquí reunidos en la sala de reuniones con los miembros más importantes de la mafia.Cuando miró alrededor de la sala llena de rostros que una vez la aceptaron, comprendió que su intuición y estrategia no solo eran armas en un juego de poder, sino que también eran su propio salvoconducto, su única esperanza de encontrar un camino hacia un destino que no
Olivia—Más rápido, —supliqué en un gemido bajo.Las penetraciones eran cada vez más duras, sentía que en cualquier momento me iba a partir en dos.—Dime lo que quieres, —dijo él en medio de un gruñido animal.Sus manos iban a mi espalda baja haciéndole presión hacia abajo en el acolchado debajo de mi.—Quiero que me des tan duro que cuando acabemos no pueda caminar. —mi descaro crecía cada vez más.Los movimientos de sus caderas y el choque de su pelvis con mi trasero, me puso a millón y solo hacia los empujes de mis glúteos cada vez más duros.—Lléname, cariño, lléname completa, —supliqué necesitada.—Te voy a embarazar, —hizo una promesa oscura mientras me nalgueaba y seguía dándome duro.Lo sentía tan profundo y rico que ya ni mi mente razonaba.—Carajo, hazme los bebés que quieras, pero lléname toda de tu leche, —mierda, sonaba tan grotesca como el sonido de la unión de muestras carnes.
OliviaEn estas semanas habíamos estado llenos de trabajo, tanto en la oficina como en la organización.Habíamos tenido varios ataques de la mafia rusa y las cosas están siendo complicadas.Sin embargo, no es una limitante para también gozar de nuestro matrimonio y nuestras ganas de follar a cada nada.Enzo sigue empeñado en embarazarme pero no entiende que no es algo de un día para otro.Me he puesto en control con la mejor ginecóloga del país, y estamos tratando de ver por qué aún no me he embarazado, pero me dice que es por la presión que siento dentro de mi trabajo.Enzo trata de que no me agite, pero me gusta lo que hago, llevo la dirección de los nuevos proyectos farmacéuticos y adicionalmente estamos tratando de expandir la cadena hotelera que solo está aquí en Italia.También hemos hecho arreglos a la fortaleza para que se sienta más viva y menos oscura y tratando de hacerle un espacio a parte a Iskra porque ya m
Enzo Mi mujer se atiborreo de comida grasosa, tenía un estómago de camionero. Cuando yo apenas me comí la hamburguesa más grande del servicio y un vaso de té helado grande, ella se comió la misma hamburguesa que yo, unas papas familiares, una caja de nuggets de pollo, un vaso grande de refresco y de paso un helado de dulce de leche. Mis hombres y yo la mirábamos asustados, sentía que le iba a dar una embolia por toda la comida que se metió. Pero no, ella estaba bien campante diciendo que le había quedado un espacio vacío y que llenaría al llegar a la casa. Estaba loca si pensaba que la iba a dejar comer de nuevo. Parece un barril sin fondo. Creo que es por todas las veces que la he follado estos meses, que pierde energía y con lo único que se llena es con comida basura. Voy a tener que hablar su ginecóloga pronto, no tiene cita sino hasta dentro de tres meses por el tratamiento d