Había visto a papá esa tarde, este parecía estar mejor, con la ayuda de Hans, habían logrado que uno de los mejores especialistas le ayudara, pudiese revisarle y darles los pasos a seguir. Estaba claro que se quedaría por un rato más en el hospital, tenia que estar seguros de que en su cabeza no hubiese nada que le afectará a futuro, eso había logrado que su madre se preocupara más, nunca la había visto así, era siempre serenidad, risas, pero esta vez no había nada de eso. La entendía, no estaba preparada ni ella para dejar a su padre en tal caso, ahora su madre menos.— ¿En qué piensas? — le pregunto en cuanto estaban en el coche, irían a casa de Hans, aún no se sentía cómoda con su ofrecimiento, pero había insistido. — Si tu papá sale de esto, volveré a casarme, le propondré matrimonio — dijo haciendo que sus hijos le miraran y se miraran entre ellos.— Padre había dicho algo similar — le contó y está se echó a llorar, estaba asustada de que le pasara algo.— No pienso perderlo nu
La madre de Tania era bastante agradable, sentía como si fuese una madre, algo que no sentía desde hace mucho tiempo.— ¿Mara? — preguntó él en cuanto escucho el nombre de la mujer, esta no estaba feliz con su nombre, pero había decidido nunca cambiarlo, era un dulce recuerdo de sus padres.— Aguas amargas — preguntó él, había escuchado aquel nombre con un significado que distaba de lo grandioso, no entendía por qué sus padres lo habían escogido.— Realmente no lo pensaron por eso precisamente.Mis padres estaban bastante enamorados, cuando nací, fue lo mejor que a ellos le pudo pasar, eso es lo que contaba Margarita, la abuela de Tania.Para ellos el significado iba más allá, sí, uno de ellos era ese, la mujer afligida, en un pasaje de la Biblia, Noemí, al perder a su familia, dijo: "No me llaméis más Noemí, llamadme Mara, porque Dios me ha llenado de amargura", ellos no lo veían así.Pues el otro significado era de la mujer enamorada, la romántica.Aprecio eso, es que a veces se le
Padres, estos siempre intentan pensar en lo mejor para sus hijos, lo difícil de esto es cuando comienzan a pensar en lo que a ellos les gusta y que según su criterio, beneficia a sus pequeños.Así había sido la vida de Hans, este había tenido una familia bastante intensa, estos intentaban que él tuviese lo mejor, pero la fama, el dinero y el poder de intervenir en los gustos de sus hijos.Las gemelas habían decidido irse por el mundo del modelaje, ninguna de las dos estaba dispuesta a hacer una carrera universitaria, el peso quedó en manos de Hans, que se había decidido por el deporte, tampoco estudió, pero debía ser uno de los mejores pilotos de la fórmula y lo había logrado.— Quisiera estudiar algo relacionado con animales, quizás veterinaria — le había dicho cuando estaba a punto de terminar su escuela, estaba en aquella búsqueda de lo que realmente quería para su vida.— ¿Qué quieres qué? — preguntó este dejando de lado el matutino periódico y por primera vez en algunas semanas,
Comer, reír y charlar un poco, eran las cosas que más hacían desde la estancia de la familia de Tania en casa de Hans, estos estaban completamente acostumbrados a eso, parecía ser cotidiano sentarse en la noche y hablar, Mara, preparaba algunas galletas, las favoritas de Hans eran de chips de chocolate en avena.— No pensé que estas serían mis favoritas — dijo él mientras degustaba de las deliciosas galletas de Mara.— Son las primeras que aprendí a hacer, la primera vez fue desastroso — contó esta entre risas.— Yo nunca aprendí a hacer galletas — dijo este haciendo que Mara se emocionara, una de las cosas que más amaba era enseñar.En sus ratos libres lo hacía, Tania nunca había aprendido a hacerlas, pero cuando comenzó a independizarse aprendió por su cuenta.— Me gustaría enseñarte — le dijo esta y no era una pregunta como tal, la realidad era otra, ya tenía programado en su mente, los días en los que iría.Tania veía como estos se llevaban tan bien, mucho mejor que con ella misma
Nunca en la vida había conocido a alguien como Ángel, este era su versión masculina y la forma en la que podían entablar una conversación era realmente agradable.Había llegado esa noche al restaurante con un poco de ansiedad, no sabía si sería como aquella vez que habían salido, estaba nerviosa y negarlo era algo que no haría.— ¡Hola! — le saludo en cuanto lo vio, este tenía una sonrisa de oreja a oreja, algo que le agradaba bastante, pues este siempre estaba bastante feliz.— Estuve esperando unas cuantas horas, pero vale la pena cuando la compañía es tan agradable — le dijo en cuanto la tuvo cerca, Tania no podía negar que aquel colombiano era demasiado guapo, pero también tenía claro que la amistad que este le había brindado era realmente agradable, hace mucho no conocía a alguien con esa manera de ser y tratarle.— Espero no haberte hecho esperar demasiado — le dijo y este Sonrió, no tenía ningún problema con los cinco minutos que esta había llegado tarde.— Estaba esperando des
Para Chaid era difícil entender que Tania tenía en mente salir con un hombre como aquel, pensaba que los modelos de revista no eran lo suyo.¿Pero quién le ganaba a un latinlover?Ese pensamiento lo había llevado a sentarse justo al frente de aquel hombre, lo miraba fijamente y con la intención de que este notará su presencia.Su teléfono sonó y en la pantalla pudo ver el nombre de Katrina, una hermosa australiana que muchas veces le había acompañado en algunos momentos de aburrimiento.— ¿Quedamos hoy? — le había preguntado y este se quedó reflexionando un poco, ¿sería buena idea citarla? Sin más le dio la dirección del lugar en el que estaba, quizás lo llamaría la atención si llevaba a alguien más.— Tu jefe/amante está mirando nuevamente, ¿quieres que seamos más cariñosos aún? — le preguntó y esta se negó, era algo que le estaba causando demasiada risa.— No creo que sea necesario hacer que este pendiente de mí, solo hemos tenido sexo algunas veces, sentimientos de su parte no hay
Tania cada vez se sentía más perdida con la actitud de Hans, este parecía bastante molesto con lo sucedido la noche anterior. — ¿Todo bien? — pregunto su madre al desayuno, la cara larga de los dos no era algo a lo que estaba acostumbrada.— No, solo no he dormido muy bien — contesto ella, mientras daba un bostezo.— Yo igual — añadió el mientras que Mara prefería guardar silencio.— Estaré con tu padre, ya dentro de algunos días le darán de alta, Hans quería desde ya agradecer todo el tiempo que me has brindado tu casa — le dijo al joven que amablemente le había dejado quedar en su casa.— Las puertas de mi casa están abiertas para ti cuando desees, aunque aún no te vas, dímelo cuando llegue el momento — contesto mientras que la mujer sonreirá.Tania solamente miraba la manera en la que estos dos se entendían, parecía ser que eran muy parecidos, mismo signo para ser exactos.— ¡Hans, te espero en la piscina! — dijo Tania levantándose del lugar en el que estaba desayunando. — Se me ha
Hans había dejado de hablar con sus padres desde hace algún tiempo, quizás desde aquel momento en el que se había accidentado, sabía que estaba mal, pero no podía evitar sentirse orillado a olvidarle.— ¡Si no te encuentro aquí, te olvidas de tu padre! — dijo en modo de saludo.— No es que me olvide, estoy acostumbrado a tu ausencia, si, que la independencia es algo que aprendí por ti — añadió y le estiró la mano, era la forma más cordial de saludarlo.— Saludarte no es algo que deseo por ahora — le contestó este sin siquiera tomar la mano de su hijo.Su familia se había alejado desdén algunos meses, la navidad había sido la fecha en la que estos hicieron un alto, no podía decir que su padre era malo, pero era de aquellos a los cuales se les olvidaba la existencia de sus hijos.Esa Navidad, sus hermanas comenzaron a cuestionar su vida, estas no tenían la culpa de lo que estaba pasando, incluso, eran puro amor con él, pero su padre era de aquellos a los que lo que estaba pasando no era