¿Hasta ahora que les vas pareciendo la historia? Por favor dejen un comentario al inicio, me gustaría saber su opinión.
Anna.-Después que había bajado la adrenalina de lo sucedido con su tía, Anna sabía que tenía que darle muchas explicaciones a su abuelo empezando de dónde provenía ese dinero, le daría la misma excusa que le dio a doña Clara un préstamo obtenido en el banco, aunque era complicado puesto que si había alguien que la conocía a la perfección era su abuelo.— ¿Me vas a explicar? –Don Braulio rompió el silencio que había entre ambos dentro del taxi.— Sí –Anna suspiró. –Hace unos meses opté por un préstamo en un banco, hoy recibí la noticia de que me fue aprobado, he subsanado la deuda que quedaba con Ruby y podemos mudarnos a otro lugar, solo que nos quedaremos unos días en un hotel mientras consigo el lugar adecuado. –Dijo mirando por la ventana.— Pero Anna, saliste de una deuda para entrar en otra y con un banco y… -Anna tomó la mano de su abuelo sonriendo.— Bubu, descuida vamos a estar bien –Don Braulio no quedó muy convencido con la respuesta de su nieta, en el fondo sabía que no iba
Anna.-La joven llegó a su oficina luciendo completamente diferente con un traje de oficina de pantalón color negro que en una oportunidad Emily le había obsequiado, su cabello amarrado en una cola de caballo, de ella descendían dos mechones de cabello que junto a sus lentes le daban un look tierno, pero muy profesional.Al llegar al piso su amigo la vio con la boca abierta sorprendida mirándola de arriba abajo, para luego fruncir su ceño y cruzar sus brazos ignorándola.— Sé que estás enojada conmigo y para disculparme te traje esto –De su bolsillo Anna sacó un chocolate con almendras, el preferido de Emily.— Lo voy a aceptar porque dicen que despreciar los alimentos es de mala suerte, sin embargo sigo muy enojada contigo ¿Por qué no me dijiste que ibas a renunciar? Soy tu mejor amiga Anna— Lo sé Emily, fue un arranque y pues… conseguí el dinero para saldar las deudas con mi tía y… –Emily apretó con fuerza la mano de Anna, pelando sus ojos como si fueran a salir rebotando por el esc
Anna.-Anna salió de la oficina con la mirada fija en la puerta, desde afuera podía ver las dos siluetas que se encontraban dentro, dio un suspiro para luego caminar hacía el escritorio de Emily, al llegar no la vio la hora marcaban doce con treinta.— Es hora de almuerzo, que raro que no me esperó –Anna se encogió de hombros y dio vuelta para irse, cuando la risa de Emily la detuvo giró de nuevo y vio la puerta de Daniel semi abierta, la joven iba a retirarse, pero la curiosidad la carcomía, de puntillas se acercó mirando por la pequeña rendija y su quijada casi cae al piso, su amiga estaba sentada sobre el regazo de su jefe dándose besos. – ¡Lo sabía! –Dijo Anna en un susurró, se apartó de la misma manera y salió de la oficina sonriendo.(…)Ya en el taxi Anna observaba el folleto que Derek le había entregado, sus labios de curvaron en una sonrisa llena de ilusión, pensaba que por fin su jefe volvería a ser el mismo de antes amable, generoso ese que tanto ella recordaba y que creyó q
Anna.-Después de ir a la universidad Anna se dirigió a una oficina inmobiliaria, era hora de rentar una casa para ella y su abuelo, todas las opciones que le mostraron eran perfectas, pero eligió una que quedaba cerca de la empresa y de la universidad, también de fácil acceso al centro de terapias de su abuelo. Sin dudarlo firmó el contrato y cuando vio las llaves en sus manos no podía creerlo, por fin ella y su abuelo tendría su propio espacio, no estaba lleno de lujos pero era de ellos.— ¡Bubu, llegué! Te tengo una… dos sorpresas –Anna se sorprendió al no ser recibida por su abuelo, la habitación del hotel no era muy grande, cuando se acercó a la cama su abuelo estaba dormido, pero en el fondo Anna sabía que algo no andaba bien. –Bubu, despierta. –Pidió Anna, pero Don Braulio ni siquiera se movió. – ¡Abuelo! –Dijo en un tono más fuerte y aun nada acerco sus dedos para constatar si respiraba, fue una sorpresa darse cuenta que no y el pánico se apoderó de ella, marcó rápidamente el 9
Anna.-El delicioso aroma del café se coló por las fosas nasales de Anna la danza del aceite chispeando en el sartén emitiendo el olor a tocino recién frito la hizo despertar, abrió los ojos de a poco vio una imagen caminando por su cocina, pensó en lo último ¿mi cocina? Terminó de abrir los ojos, Anna se sentó y de inmediato un pequeño dolor en la parte baja de su espalda la hizo arrugar el rostro.No pudo evitar soltar un bostezo, rápidamente puso las manos sobre su boca cuando sus ojos se fijaron en el hermoso dorso desnudo que estaba parado frente a su cocina, un pañuelo reposaba en su hombro mientras Derek manipulaba la sartén como todo un experto.— ¿Sabe cocinar? –Fue lo primero que pensó, era todo un espectáculo verlo en esa faceta, negó reprochándose mentalmente de inmediato porque no sabía que le estaba pasando, sus pensamientos deben estar con el hombre con el que… recordó en ese momento que había olvidado avisarle a Orión, y que el hombre seguramente habrá ido al hotel.Ann
Dos Meses Después.-El abuelo de Anna ya estaba más recuperado los primeros días estuvo muy amargado y gruñón al tener que quedarse todo el día en cama, pero su semblante impresionantemente cambió cuando Derek contrato a un enfermera que lo atendiera para que Anna pudiera enfocarse en sus estudios y en su nuevo cargo en la empresa.Ella no estaba muy convencida al ver a la exuberante pelinegra encargarse de cuidar a su abuelo, era del tipo de mujer que Derek solía cogerse, de hecho Anna la recordaba, la había visto o mejor dicho escuchado gemir con fuerza como una foca mal herida mientras se acostaba con su jefe. Pero sin duda Karina como se llamaba la mujer había mejorado el estado de ánimo de su abuelo por lo que a regañadientes aceptó que se quedara.Mientras tanto Anna disfrutaba de los días que tenía clases, había olvidado lo que sentía estar sentada en un salón lleno de estudiantes, cada clase la recibía con una gran sonrisa y absorbía todos los conocimientos que le impartían al
Por otro lado Derek se sentía miserable, había reservado la habitación frente a la de Anna, cuando ella insistió en revelar su rostro se llenó de pánico aún, aun no estaba preparado para descubrir su identidad ante Anna.Pasó mucho tiempo pensando y había elegido conquistar a Anna como Derek Morgan y una vez hecho era cuando le diría toda la verdad, tal vez era lo más patán del mundo, pero no deseaba ser rechazado no cuando cada vez que estaba cerca de ella cada fibra dominante de su cuerpo se activaba y no podía evitar estar entre sus brazos de nuevo.A la mañana siguiente.-Dando uno golpecitos en su escritorio Derek observaba con gran atención la puerta de su oficina esperando a que Anna llegará, intentaba concentrarse en los documentos que tenía frente a él y cada tanto miraba su reloj, sabía que estaba en clases, pero no olvidaba la imagen de ella caminando y sonriendo junto al chico en la universidad.— ¡Suficiente Derek! Pareces un adolescente esto no es lo tuyo –Volvió a centra
Anna.-Después del desagradable encuentro que había presenciado en la que ahora es su oficina también con su jefe y su… novia, Anna lo miraba de reojo aún sorprendida de que Derek le hubiera pedido disculpas por semejante escenita, estaba molesta aunque no sabía realmente si era por el poco respeto que su jefe le tiene a su lugar de trabajo o si era por lo que la tal Dalia tenía entre sus manos.De inmediato eliminó el segundo pensamiento, no tendría por qué estar celosa, la Anna adolescente que estaba perdidamente enamorada de Derek Morgan y la que siempre imaginaba como sería su boda con él sí, seguramente si estaría celosa. “Definitivamente esos sentimientos no pueden volver” pensó de inmediato.— Anna regreso un momento voy a la oficina de Daniel, los contratista enviaron algunas modificaciones sobre la construcción en Japón por favor échales un ojo— Seguro –Respondió Anna sacándola de sus pensamientos, lo siguió con la mirada hasta que desapareció por la puerta verlo moverse es t