Después de todo Anna si tiene garras. Déjame un comentario en la portada y agrega a tu biblioteca.
Derek.- Ver a Anna tan decidida marcando su terreno y exigiendo el respeto que se merece como su futura esposa hacía sentir a Derek orgulloso, tenía carácter y era lo que más le gustaba de ella, aunque estaba claro que lo que buscaba era que él desistiera del matrimonio, pensaba que con su estrategia de apartarlo de Dalia le afectaría, pero Anna no estaba más alejada de saber el alivio que él sentía por su petición.— Tienes razón –Dijo él con una sonrisa, dejando a Anna algo sorprendida aunque intentó disimular. –Vas a ser mi esposa y mereces respeto.— Ok –Estaba contrariada, la había tomado por sorpresa, Derek intentó reprimir una sonrisa. –De acuerdo y no te preocupes por Chris, no quiere volver a saber nada de mí, me lo dejó muy claro.— ¿Te molesta? –La ira comenzaba a acumularse en su pecho al ver la decepción en los ojos de Anna, al verse obligada de alejarse del idiota del psicólogo.— No, me pondré a trabajar –Entrecerró los ojos siguiéndola, una nueva idea estaba surgiendo
Derek.-La presión que sentía sobre su pecho ante esa noticia “Una hija” nunca en su vida había pensado en tener hijos, jamás y ahora, una hija con Dalia, no sabía cómo reaccionar.— ¿Por qué me lo dices ahora? ¿Por qué lo ocultaste? –Preguntó con la mandíbula tensa alejándose de la mujer que en este momento se estaba ganando su desprecio.— Porque no… podía ponerla en riesgo, la amenaza de la mafia siguió latente –Derek giró su cabeza bruscamente.— ¿La amenaza de la mafia? Pero si mi abuelo entregó la mina e hizo el trato con ellos para que nos dejaran a ambos en paz.— No Derek, no fue así tu abuelo si hizo un trato con ellos, pero para que te dejaran a ti no a mí, tu abuelo me exigió que me fuera me culpó por todo lo que había pasado y me amenazó diciéndome que si no me iba me entregaría al Pakhan.— ¿Qué dices? –Derek caminó de un lado a otro sin poder creerlo, en los únicos que confió toda su vida fue en sus abuelos ¿Cómo es que ahora?— Seguramente no me creerás, pero es así él
Derek.-— Estoy en shock –Tamy estaba con la boca abierta frente a Derek sopesando la noticia. –Ósea entiendo que quisiera mantener a la niña protegida, pero ocultarlo hasta ahora.— Tal vez pensó que después de estar casados, la niña estaría protegida, no lo sé Tamy me estoy volviendo loco, yo no estoy preparado para ser padre, ni siquiera me he casado con la mujer que amo que era en lo único en que estaba toda mi atención y ahora… además mi abuelo, enterarme que fue tan cruel de apartarme de mi hija, llevarse ese secreto a la tumba ¡Por dios!La angustia y la confusión estaban sobrepasando a Derek, toda esta información era como una bomba que le acababa de estallar en la cara, tenía todo fríamente calculado, casarse con Anna, enamorarla, vivir feliz, pero ahora el panorama no se veía con claridad.— Derek, respira es obvio que tienes que hablar con Anna sobre la niña, no puedes simplemente ocultárselo y lanzárselo en la boda –Él miró a su amiga apenado. – ¡Por Dios, Derek! Lo estabas
Derek.-— ¿De verdad no lo sabías? –La abuela de Derek estaba incrédula, aún seguía sin creer que su esposo pudiera ocultar algo tan importante y que Derek no lo supiera.— Abuela te dije que no, lo que no entiendo es porque mi abuelo fue tan cruel con Dalia, me mintió me dijo que el trato con los rusos incluía la protección de ambos.— Yo tampoco puedo creer, porque Damián hizo algo así y ocultarme algo tan importante, no tiene ningún sentido, él amaba la idea de tener una familia grande, verte con una buena mujer, con hijos esos actos no describen al hombre con el que estuve casada por cuarenta años –Derek notó la mirada llena de tristeza y decepción de su abuela, sintiéndose culpable una vez más por todo lo que sucedió, su abuelo no le ocultaba nada a su esposa, ella estaba al tanto de lo sucedido esa noche, sin embargo ella nunca lo mencionó para no torturar a su nieto lo que lo acercó más a ella. –Bueno la cuestión es que la pequeña existe y no hace falta ser un genio para no nota
Anna.-Un rayo de sol se mezcló por la habitación de Anna abrió un ojo y bostezó, la noche anterior se había quedado despierta hasta tarde, la abuela de Derek la había obligado a quedarse en la mansión esa noche. De inmediato su mirada se fijó en el vestido de novia colgado en el perchero dorado.El día anterior había conocido a Diana, la hija de Derek, cuando su prometido le soltó la noticia por un momento dudó que Dalia mentía, pero al ver los ojos de la niña, sus dudas desaparecieron, era más que evidente que la niña llevaba por sus venas la sangre de los Morgan.Vio el reloj en la mesa de noche marcaba las 7:00 a.m. quería desaparecer, saltó de la cama, un deseo inmenso por salir a correr la invadió buscó entre sus cosas algo de lo que tuviera debía servir para respirar un poco, encontró unas mallas y una camiseta de tirantes delgados.— Perfecto –Se alistó y salió de la habitación rogando no encontrarse con nadie, al llegar al piso de abajo se sorprendió al ver toda la alharaca de
Derek.-— Te prometo que cuando regrese Anna y yo nos tomaremos unos días libres para compartir contigo ¿De acuerdo? –La pequeña asintió lanzándose en los brazos de Derek, luego quiso darle un abrazo a Anna, pero en ese momento apareció Dalia alejándola de ella.Había llegado el momento de la “luna de miel” Derek sabía que para calmar a Anna necesitaba alejarla de todo y de todos, se subieron a la camioneta despidiéndose de todos, ya en camino el silencio reinó entre ellos.— ¿Podemos hacer un esfuerzo para que esto funcioné? –Preguntó Derek extendió su mano para tomar la de ella, pero solo recibió su rechazo, sintió una punzada de dolor en su corazón. –Anna estoy intentando esforzarme.— ¿En serio me estás diciendo eso? –Cuando anoche estuviste revolcándote con tu ex. –Derek giró la cabeza para verla frunciendo el ceño confundido.— ¿De qué diablos hablas? Anoche yo estuve –Un estruendo hizo que Derek perdiera el control del volante la camioneta donde iban los guardaespaldas delante d
Derek.-— ¡¿QUIERO SABER?! ¡¿DONDE ESTÁ MI ESPOSA?¡ -Derek pegaba alaridos dentro de la habitación, su amigo Daniel entró con la mirada llena de angustia. –Daniel dime ¿Cómo está ella?Daniel bajó la mirada, sus ojos se llenaron de lágrimas porque lo que estaba por decirle a Derek no iba a ser fácil.— Hermano, Anna… no sobrevivió –Derek no pestañeó. –Tú lograste salir del vehículo, pero ella… no dio tiempo cuando la camioneta se incendió y… –Tomó aire aclarándose la garganta.— ¡No, no, no! –El alma de Derek se hundió en la miseria, sintió como el dolor desgarraba su corazón al escuchar la perdida de Anna. – ¡Dime, por favor que hay una esperanza! –Las lágrimas comenzaron a descender por sus mejillas.— Lo siento –Respondió Daniel negando con su cabeza.— Déjame solo –Daniel lo miró con tristeza. – ¡DEJAME SOLO, NO QUIERO VER A NADIE, LARGATE! –Derek se ahogó en su propio llanto la tristeza y la culpa se adueñaron de él, la mujer de su vida estaba muerta, no pudo protegerla, si no la
Derek.-Ya varias semanas habían pasado después del accidente, Derek salió del hospital solo le quedaban los moretones en el rostro y alguno que otro dolor en su torso, su abuela lo obligó a quedarse en la mansión, pese a sus objeciones no tuvo las fuerzas suficientes para contradecirla.Perder a Anna fue lo más doloroso que ha tenido que vivir, nunca tuvo la oportunidad de decirle lo mucho que la amaba, lo que significaba para él y ahora no soportaba la idea de no verla de nuevo de no sentir su perfume, sus labios, su piel. La culpa lo estaba consumiendo, no había podido tener la valentía de darle la cara a Braulio si no la hubiese obligado a casarse con él… ella estaría viva, su mente se lo repetía una vez más y Derek intentaba callarla con otro trago de alcohol. Lo único que lo mantenía medianamente vivo era su hija Diana.— Derek –Estaba tan encerrado en sus pensamientos que no escuchó cuando la puerta de su habitación se había abierto, su amigo Daniel estaba detrás de él. –No pued