Dalia cometió el error de su vida, ya quedó al descubierto y Derek no se la dejará pasar ¿Y tú que crees?
Derek.-La despedida con Diana fue difícil para Derek, pero necesitaba un tiempo a solas vivir su duelo además en su casa habían recuerdos recientes de Anna que él quería que perduraran.— ¿Derek? –Escuchó la voz de Braulio el abuelo de Anna, sus manos comenzaron a temblar. –Sé que me estás evitando. –Derek suspiró y se giró para quedar frente al hombre, verlo fue doloroso tenía la barba descuidada, los ojos rojos, hinchados de tanto llorar estaba demacrado, su abuela lo había obligado a quedarse en la mansión, sabía que solo en aquella casa moriría de tristeza.— No… –La voz de Derek se quebró. –Don Braulio yo… lo siento— No pretendo culparte por nada hijo, las cosas pasan, siempre pensé que Anna me sepultaría a mí no yo a ella –Don Braulio rompió en llanto, la enfermera que Derek había contratado se acercó a ellos con una mirada de tristeza.— Mi abuela me dijo que no ha querido… debemos hacer el funeral aunque yo la verdad— No –Lo interrumpió. –Anna nunca hubiese querido un funera
Derek.-Había llegado a su apartamento suspiro de alivio con el silencio de lugar, dejó caer la bolsa y las llaves a un lado fue directo a su bar se sirvió un gran trago de whisky, se tumbó en el sofá su mirada se fue directo hacia la segunda planta, a pesar de haber bebido un sorbo del licor sintió la boca seca, se llevó el vaso a los labios sin apartar la mirada de su habitación, necesitaba fuerza para subir y eso solo se lo podía brindar el alcohol.Una vez terminado el trago observó el vaso vacío lo colocó en la mesa de centro, se dispuso a subir las escaleras lentamente, con cada escalón que subía sintió un peso enorme en cada una de sus piernas, al llegar al final vio la cama con las mismas sabanas había ordenado que no las cambiaran, fijó la mirada en el closet abrió la mitad que había llenado de ropa de su estilo y gusto solo para hacerla feliz que sintiera que tenía un espacio para ella en todo lo que a él le pertenecía, notó la sudadera negra no dudo en agarrarla llevándosela
Derek.-Las gotas de lluvia golpeaban con tristeza el suelo, creando un murmullo melancólico que envolvía el ambiente, el cielo gris y nublado parecía reflejar el estado de ánimo de Derek y de todos los presentes, como si las lágrimas del cielo fueran un eco de su propia tristeza, el sonido constante del agua resonaba en sus oídos cayendo sobre el féretro de color caoba recordando la pena que pesaba en su corazón, cada gota que caía parecía llevar consigo un suspiro de desolación, todos se habían retirado varios truenos se escucharon arreciando aún más el aguacero que caía sobre él, los sepultureros comenzaron a arrojar la tierra sobre el ataúd.— Derek debemos irnos –La voz de Tamy a su espalda, mientras la lluvia seguía cayendo sobre su rostro, no despertó cuando su amiga lo tomó del brazo cubriéndolo con su sombrilla. –Vamos. –Derek se dejó mover como un muñeco seguía escuchando el sonido de la tierra cayendo hasta que la distancia cesó el ruido.— Mi sentido pésame señor Morgan –De
Tamy y Chris.La mejor amiga de Derek estacionó frente a la universidad de Bellevue, estaba angustiada por la obsesión de Derek y su salud mental después de perder a Anna; Tamy no era de las que se quedaba de brazos cruzados viendo como un ser que ella amaba se hundiera como su amigo lo hacía.Seguramente la odiaría por lo que estaba a punto de hacer, pero solo había una persona que podía ayudarlo aunque él no lo quisiera Chris Sanders. Tamy caminó por el interior de la universidad con su esbelta figura y sus botas que le llegaban a los muslos, llamaba mucho la atención caminando con tanta elegancia.— Buenos días –Amablemente saludó a la secretaria con una sonrisa. –Busco al doctor Sanders.— ¿Tiene una cita? ¿Es estudiante?— Uhm…no, pero me dijeron que podría encontrarlo aquí— ¿Tú? Te vi con Morgan en el cementerio ¿Qué haces aquí? –Preguntó Chris la observó de arriba abajo.— Necesito conversar contigo— No atiendo a pacientes externos en la universidad –Chris le pasó por el lado
Derek.-Su respiración era lenta y larga observó el lugar donde había tenido el accidente, su frente tenía una leve capa de sudor frío mientras que los latidos de su corazón eran pausados.— ¿Estás listo? –Chris preguntó desde el asiento trasero del auto de Daniel, asintió lentamente. –Bien comencemos.Chris y Derek estaban acompañados por Daniel y Tamara, al primero no le parecía mucho exponer a su amigo de esa forma, pero su hermana de inmediato lo hizo callar.— Les voy a agradecer a ustedes dos que hagan silencio, solo mi voz y la Derek –Les ordenó, se giró en dirección hacía su paciente y notó como su mirada estaba fija a un lado de la carretera aun habían rastros de las explosiones de ambos vehículos. – Bien, necesito que cierres los ojos y pongas tu mente en blanco e inhala profundamente tres veces lentamente. –Derek lo miró incrédulo, pero ya que estaba allí cualquier cosa que lo ayudara a encontrar una pista era una ventaja, así que hizo lo que Chris le ordenó. – Muy bien vas
Derek.-En su pent-house Derek se puso en marcha hizo una lista de los sospechosos que tenía en mente, la mafia rusa ocupaba el primer lugar en la lista, le costó escribir el segundo “Dalia” las palabras de su hija resonaron en su mente como un eco y la sospecha cobraba más fuerza, ella había desaparecido por años y regresó de repente con la amenaza de los rusos todavía latente arriesgándose trayendo al país a la pequeña ¿Por qué? se frotó las sienes comenzaba a dolerle la cabeza, pero se tomaría un frasco completo de ser necesario necesitaba encontrar a su esposa con vida.— ¡Aquí estamos! –Entró Tamy con su hermano y Chris detrás de ella.— ¿Qué hace él aquí? ¿Seguirá con la terapia?— Derek… –Inquirió Tamy. –Varias cabezas piensan mejor y Chris te ayudó a recordar.— Daniel necesito que llames a tus contactos más confiables en el FBI, no lo sé consigue a alguien que esté obsesionado con acabar con la mafia rusa.— ¿Sigues pensando en Dmitry? –Preguntó Daniel mientras buscaba entre s
Daniel.- La asistente de Derek vio llegar Daniel lo detuvo cuando puso la mano en la manilla de la puerta.— Uhm… señor –Daniel la interrumpió.— No te preocupes Derek me envió por unos documentos –Le sonrió a la joven con amabilidad. – ¿Cómo va todo por aquí?— Dentro de lo que cabe bien ¿Cómo se encuentra el señor Derek?— Sobrellevando todo, debo ir por los documentos –La joven asistente asintió y Daniel entró a la oficina de su amigo, cerró la puerta con seguro, caminó hasta el escritorio de Derek sacó todo lo que estaba dentro de las gavetas, una de ellas no se abrió con tanta facilidad Daniel miró tenía llave, tomó el abrecartas y forzó la cerradura cuando se abrió solo había un folder color azul, se sentó y comenzó a ver lo que contenía una de las primeras hojas mostraba imágenes de dos personas hablando en un chat y él reconocía el formato, hizo a un lado las hojas que tenían fotos de una mujer bastante sugerentes, siguió revisando y encontró otro lote de varias páginas enarcó
Moscú.-Varios días habían pasado, Anna agradecía haber estado sola cuando varias imágenes se mostraron en su mente aunque sin sentido para ella dejándola con un fuerte dolor de cabeza que había resistido delante de Dmitry, cada recuerdo lo había anotado en una pequeña libreta que había conseguido en la mesa de noche y la ocultaba debajo del colchón.Su estrategia para conquistar al ruso estaba funcionando, le hacía creer que era lo único que le daba seguridad, su embarazo aún no se notaba, pero cada día los síntomas se presentaban con más frecuencia, el cansancio era el peor de todos de las 24 horas del día, 20 se la pasaba durmiendo en parte era una ventaja había tenido sueños muy vividos uno de ellos la dejó pensando al día siguiente había sido un sueño que la dejo excitada y lo primero que recordó fue un nombre “Derek” tal vez podría ser el padre de su bebé, pero no su esposo porque no tenía anillo de matrimonio, pero cada vez que ese nombre aparecía en su mente algo en ella se rem