En la enorme y lujosa cocina de la mansión, Katrina camina de un lado a otro muy feliz y entusiasmada. Sus pasos se mezclan con los ruidos de los trastes y el tarareo alegre, cuya melodía armoniosa entretiene a Leoncio y lo contagia de esa energía mañanera, que lo hace sentir en un verdadero hogar.Ya la casa no se percibe vacía como antes, aunque siempre estuvo habitada por diferentes personas, porque esa mujer lo hace sentir realizado y ufano de poder decir que tiene y un hogar dulce y lleno de amor, al cual regresar después del arduo trabajo afuera. Ella, por su parte, ha empezado a sentirse en sus aguas. Es hermosa la manera en la que la trata su mate, como si ella fuera su reina y la razón por la que él desea estar en casa siempre. Katrina mira su trabajo tomar forma y sonríe por la satisfacción que hacer aquella tarea le causa y cómo cada instrumento le da elegancia a su comida. Le encanta la variedad de utensilios que hay allí, todos de buena calidad y costosos.Ella ama los
Le parece increíble como una mañana que empezó tan bien, se convierte en una nube de sospechas, duda, sentimientos de inferioridad y el dolor que la herida lastimada le provoca; sin embargo, no le da la gana de mostrarle sus debilidades a esa serpiente venenosa. Es por esta razón, que ella decanta en ignorarla.Con rapidez y ansias, Katrina prepara la bandeja con los alimentos, entonces se encamina hacia la habitación, pero antes de traspasar el umbral de la cocina, mira a Ámbar con una sonrisa maliciosa.—Tú estás amargada porque ni siquiera sexo puedes tener con él —contraataca airosa.Katrina no espera la réplica de su rival, en su lugar, se apresura a donde su esposo la está esperando.—¡Qué bien huele, amor! —exclama él entusiasmado, desde que su mate entra a la habitación y el delicioso aroma inunda el ambiente. Se siente genial que alguien tan especial para él se tome ese tipo de molestias.Leoncio tiende una manta de textura suave y acolchada cerca del balcón, donde coloca la
Katrina se queda estática en su lugar, con el corazón latiéndole muy fuerte y sin dar crédito a lo que sus oídos han escuchado.De todas las respuestas que había sopesado, no se imaginó que él haría tal confesión, ya que todavía le era difícil de asimilar que un hombre como Leoncio tuviera verdadero interés en ella.—¿H-Hablas en serio? —inquiere sorprendida.—¿Por qué no lo haría? Eres el amor de mi vida.—¿El amor de tu vida? Creí que ese lugar lo ocupaba tu primera esposa.—Ummm... —masculla él con una sonrisa traviesa—. Tuve mucho apego a Morelia; sin embargo, no tuvimos tiempo para desarrollar nuestra relación. Te parecerá extraño, porque nosotros nos hemos tratado mucho menos de lo que hice con ella, pero fue que Morelia y yo nos pasamos dos años sabiendo que éramos mates; sin embargo, en todo ese tiempo no nos reclamamos. —¿Por qué?—Porque en ese entonces, yo estaba más enfocado en reconstruir mi manada de un ataque que tuvimos y que nos debilitó bastante. Además, el padre de
En una hermosa tarde soleada, de clima cálido y con la brisa fresca paseándose de manera sutil, en la manada más glamurosa de todo aquel territorio se celebra un evento muy esperado por sus miembros.La música alegre, las decoraciones de flores frescas, coloridas y exóticas; los sirvientes contratados bien vestidos, que se movilizan en medio del gentío; la comida deliciosa y los bocadillos finos, asimismo, las bebidas más caras y elegantes protagonizan la unión formal del alfa Leoncio y su luna Katrina.—Ante todos presento a mi compañera destinada y Luna de la manada Rouge. Ella me ha sido otorgada por la naturaleza, aunque no soy merecedor de una segunda oportunidad, mucho menos de una dama tan hermosa, sabia, capaz, fuerte y especial como lo es Katrina.»Ella es más de lo que yo hubiera pedido y hoy les confieso que me siento el hombre más feliz del mundo y que, mientras mi corazón palpite, viviré rendido a mi mate y ella será mi prioridad.—¡Viva la nueva luna de Rouge! —exclaman
La cara del alfa se pone más roja que un tomate y Katrina puede notar la vergüenza en sus facciones.Él deja salir un suspiro y sus hombros decaen en rendición.—Mi luna, ¿por qué presiento que desconfías de mí? Solo mira lo alterada que te encuentras.—¿Te crees muy gracioso? Desapareciste de la nada y todos actuaron como unos dramáticos con su misterio sin sentido. ¿Qué diablos estás haciendo vestido así?Ella apunta en dirección a la túnica blanca que él lleva puesta, asimismo, a la corona de flores que se yergue alrededor de su cabeza y que le decora la frente.—Solo es un ritual para que el alfa sea asertivo en sus movimientos y puedan fecundar bajo la luna hoy —responde por él una mujer, que para nada luce como una belleza.—¿Quién eres? —indaga Katrina curiosa.—Soy la belleza. Mi título se debe a la armonía que tengo con la naturaleza, el placer y la fertilidad. Simplemente, ayudo a los hombres a sacar esa habilidad que les será útil en la noche del reclamo o, como es el caso
La noticia de que Leoncio tiene una nueva luna se riega como pólvora en las demás manadas, siendo el tema principal de conversación; pero lo que más está ocasionando conmoción entre ellos, es que su pareja es la difunta esposa de Mateus.Para los enemigos de Gael, aquella noticia es terrible porque ahora él cuenta con el apoyo de una manada poderosa y rica en recursos.Ellos tenían la esperanza de que la tensión en ambas manadas se mantuviera, debido al engaño del difunto alfa Mateus, para así ellos aprovechar el conflicto contra la manada Luna creciente. Mas ahora la influencia de Gael ha crecido, por lo que deben buscar la manera de sabotear aquella unión.Mientras tanto en la manada Rouge, Katrina decide unirse a los guerreros y retomar los entrenamientos, que no había dejado de lado desde hace muchos años atrás.Por su parte el alfa Leoncio, ufano de su pareja, le ha permitido enlistarse, pero también le ha cedido parte del trabajo administrativo en la manada, ya que quiere aprove
Aquella mañana soleada y calurosa, Gael va junto a Gia a la casa de entrenamiento, donde se encuentran con May, a quien Gia había invitado con anticipación para conversar. Por supuesto lo hizo con su segunda intención y con la esperanza de que su plan fuera exitoso y no terminara en un dolor de cabeza más.—Tu barriga está cada vez más grande. Me emociona mucho el día en que conoceré a mis sobrinos —halaga May emocionada.—¿Tú también insistes con que serán dos? Aunque Gael me dijo que escucha dos corazones latir, yo no siento que sea así.—Yo también tengo el presentimiento de Gael y tu mamá.—Sí, alcahueta. —Gia entorna los ojos—. ¿Por qué no vamos a darnos un rico baño al río? Está haciendo mucho calor, ¿no crees? —propone maliciosa, puesto que sabe que a esa hora el gamma suele hacer guardia por esos lares.May asiente en acuerdo y se dirige junto a su amiga al bosque.Ella se pasa casi todo el tiempo atenta a Gia, no vaya a ser que se resbale y se haga daño.—¡Hola, chicas! —La v
Esa tarde, Katrina se encuentra junto a Nara en la cocina, aprendiendo a preparar un dulce típico de la manada Rouge.Entre risas, conversaciones banales y las anécdotas de la mujer que conoce al alfa desde que él era pequeño, las mujeres mezclan ingredientes que aromatizan el lugar.—Huele rico aquí —dice Leoncio, al tiempo en que olfatea con una sonrisa en los labios.Él termina de entrar en la cocina y se acerca a su mate, quien lo recibe con los brazos abiertos y deja que los labios de él se adueñen de los suyos.» Me encanta el dulce cítrico, mi amor.—También a mí —le responde ella—. Quedé impresionada cuando lo probé. Ahora estoy aprendiendo a hacerlo para mandarle un frasco a los niños.—Estoy seguro de que te quedará delicioso. Todo lo que haces te sale perfecto —la halaga y vuelve a besarla.—Pero ¡qué labioso nos salió el alfa! —exclama Nara con una sonrisa maliciosa—. Quién diría que su corazón sería enamorado de nuevo. Me hace tan feliz verlo en pareja.—Para que veas que