Katrina se queda estática en su lugar, con el corazón latiéndole muy fuerte y sin dar crédito a lo que sus oídos han escuchado.De todas las respuestas que había sopesado, no se imaginó que él haría tal confesión, ya que todavía le era difícil de asimilar que un hombre como Leoncio tuviera verdadero interés en ella.—¿H-Hablas en serio? —inquiere sorprendida.—¿Por qué no lo haría? Eres el amor de mi vida.—¿El amor de tu vida? Creí que ese lugar lo ocupaba tu primera esposa.—Ummm... —masculla él con una sonrisa traviesa—. Tuve mucho apego a Morelia; sin embargo, no tuvimos tiempo para desarrollar nuestra relación. Te parecerá extraño, porque nosotros nos hemos tratado mucho menos de lo que hice con ella, pero fue que Morelia y yo nos pasamos dos años sabiendo que éramos mates; sin embargo, en todo ese tiempo no nos reclamamos. —¿Por qué?—Porque en ese entonces, yo estaba más enfocado en reconstruir mi manada de un ataque que tuvimos y que nos debilitó bastante. Además, el padre de
En una hermosa tarde soleada, de clima cálido y con la brisa fresca paseándose de manera sutil, en la manada más glamurosa de todo aquel territorio se celebra un evento muy esperado por sus miembros.La música alegre, las decoraciones de flores frescas, coloridas y exóticas; los sirvientes contratados bien vestidos, que se movilizan en medio del gentío; la comida deliciosa y los bocadillos finos, asimismo, las bebidas más caras y elegantes protagonizan la unión formal del alfa Leoncio y su luna Katrina.—Ante todos presento a mi compañera destinada y Luna de la manada Rouge. Ella me ha sido otorgada por la naturaleza, aunque no soy merecedor de una segunda oportunidad, mucho menos de una dama tan hermosa, sabia, capaz, fuerte y especial como lo es Katrina.»Ella es más de lo que yo hubiera pedido y hoy les confieso que me siento el hombre más feliz del mundo y que, mientras mi corazón palpite, viviré rendido a mi mate y ella será mi prioridad.—¡Viva la nueva luna de Rouge! —exclaman
La cara del alfa se pone más roja que un tomate y Katrina puede notar la vergüenza en sus facciones.Él deja salir un suspiro y sus hombros decaen en rendición.—Mi luna, ¿por qué presiento que desconfías de mí? Solo mira lo alterada que te encuentras.—¿Te crees muy gracioso? Desapareciste de la nada y todos actuaron como unos dramáticos con su misterio sin sentido. ¿Qué diablos estás haciendo vestido así?Ella apunta en dirección a la túnica blanca que él lleva puesta, asimismo, a la corona de flores que se yergue alrededor de su cabeza y que le decora la frente.—Solo es un ritual para que el alfa sea asertivo en sus movimientos y puedan fecundar bajo la luna hoy —responde por él una mujer, que para nada luce como una belleza.—¿Quién eres? —indaga Katrina curiosa.—Soy la belleza. Mi título se debe a la armonía que tengo con la naturaleza, el placer y la fertilidad. Simplemente, ayudo a los hombres a sacar esa habilidad que les será útil en la noche del reclamo o, como es el caso
La noticia de que Leoncio tiene una nueva luna se riega como pólvora en las demás manadas, siendo el tema principal de conversación; pero lo que más está ocasionando conmoción entre ellos, es que su pareja es la difunta esposa de Mateus.Para los enemigos de Gael, aquella noticia es terrible porque ahora él cuenta con el apoyo de una manada poderosa y rica en recursos.Ellos tenían la esperanza de que la tensión en ambas manadas se mantuviera, debido al engaño del difunto alfa Mateus, para así ellos aprovechar el conflicto contra la manada Luna creciente. Mas ahora la influencia de Gael ha crecido, por lo que deben buscar la manera de sabotear aquella unión.Mientras tanto en la manada Rouge, Katrina decide unirse a los guerreros y retomar los entrenamientos, que no había dejado de lado desde hace muchos años atrás.Por su parte el alfa Leoncio, ufano de su pareja, le ha permitido enlistarse, pero también le ha cedido parte del trabajo administrativo en la manada, ya que quiere aprove
Aquella mañana soleada y calurosa, Gael va junto a Gia a la casa de entrenamiento, donde se encuentran con May, a quien Gia había invitado con anticipación para conversar. Por supuesto lo hizo con su segunda intención y con la esperanza de que su plan fuera exitoso y no terminara en un dolor de cabeza más.—Tu barriga está cada vez más grande. Me emociona mucho el día en que conoceré a mis sobrinos —halaga May emocionada.—¿Tú también insistes con que serán dos? Aunque Gael me dijo que escucha dos corazones latir, yo no siento que sea así.—Yo también tengo el presentimiento de Gael y tu mamá.—Sí, alcahueta. —Gia entorna los ojos—. ¿Por qué no vamos a darnos un rico baño al río? Está haciendo mucho calor, ¿no crees? —propone maliciosa, puesto que sabe que a esa hora el gamma suele hacer guardia por esos lares.May asiente en acuerdo y se dirige junto a su amiga al bosque.Ella se pasa casi todo el tiempo atenta a Gia, no vaya a ser que se resbale y se haga daño.—¡Hola, chicas! —La v
Esa tarde, Katrina se encuentra junto a Nara en la cocina, aprendiendo a preparar un dulce típico de la manada Rouge.Entre risas, conversaciones banales y las anécdotas de la mujer que conoce al alfa desde que él era pequeño, las mujeres mezclan ingredientes que aromatizan el lugar.—Huele rico aquí —dice Leoncio, al tiempo en que olfatea con una sonrisa en los labios.Él termina de entrar en la cocina y se acerca a su mate, quien lo recibe con los brazos abiertos y deja que los labios de él se adueñen de los suyos.» Me encanta el dulce cítrico, mi amor.—También a mí —le responde ella—. Quedé impresionada cuando lo probé. Ahora estoy aprendiendo a hacerlo para mandarle un frasco a los niños.—Estoy seguro de que te quedará delicioso. Todo lo que haces te sale perfecto —la halaga y vuelve a besarla.—Pero ¡qué labioso nos salió el alfa! —exclama Nara con una sonrisa maliciosa—. Quién diría que su corazón sería enamorado de nuevo. Me hace tan feliz verlo en pareja.—Para que veas que
La mujer camina en medio del campo con pasos gráciles y una sonrisa coqueta que capta la atención de los trabajadores.Ella es el centro de atracción en aquel lugar mientras les reparte un postre dulce, que lleva en porciones pequeñas dentro de una canasta.—Gracias, belleza —le dice uno de ellos, cuando la chica le extiende un trozo envuelto en un plástico de forma estética.—Gracias a ustedes por su gran labor —responde ella mientras merodea todo el lugar.Debido a su amabilidad, sonrisa amigable, sus pasos coquetos y su gran belleza, ninguno de los presentes se pregunta la razón por la que una mucama está metida allí. Quizás suponen que fue enviada por el alfa, por lo tanto, no le prestan atención cuando ella husmea de más.Horas más tarde, la joven se dirige al lugar donde Gael entrena a los guerreros, con un vaso de jugo fresco encima de una bandeja.—Alfa, le traje esta bebida para que se refresque —le dice con timidez y amabilidad.—Muchas gracias, pero no debiste molestarte —c
Katrina se levanta temprano y lucha contra la debilidad de su cuerpo porque necesita estarse lejos de esa cama o se volverá loca.Con pasos torpes, ella se dirige a la cocina y le prepara su desayuno favorito al alfa. De alguna manera, hacer lo que tanto ama la llena de vitalidad y por el momento que lleva allí se olvida de su malestar e infortunio.—¡Mi loba! —exclama Leoncio cuando la vislumbra desde el umbral—. Me asusté tanto cuando no te vi en la cama. —Él se le acerca ansioso y la abraza como si temiera perderla.Después de la conversación que tuvieron, él ha estado ansioso e inseguro porque tiene miedo de que ella regrese a Luna creciente.—Estoy bien, de verdad —contesta a la defensiva y anticipando el regaño.—¿No estás mareada? —Ella niega con la cabeza, aunque miente—. ¿Qué preparas? Voy a ayudarte.Él se pone un delantal y le colabora en la cocina. Cuando terminan, ambos desayunan en el jardín y conversan a gusto.—No quiero estar en la mansión, Leoncio; necesito pasar un