No… No me abandones ahora…“Ya no tenemos energía. Si seguimos luchando moriremos”, dice antes de que cambie.“¡Gia, resiste!”, me anima Kali por medio del vínculo.Escucho que lucha contra ellos, así que trato de levantarme para ayudarlo. Me toma más tiempo del debido ponerme de pies, pero cuando lo logro doy órdenes a los lobos para que ataquen a Gael y a la gran bruja.Siento nauseas cuando vislumbro a algunas brujas destrozadas sobre el suelo, que se encuentra manchado de sangre y cubierto de tripas y órganos internos.Me repugna este olor.Aprovecho que ellos luchan para cubrirme con una de las sábanas, que adornan a la maldita cama donde ellas piensan copular con mi pareja. Después de que me envuelvo la tela en el cuerpo, me pongo a luchar en mi forma humana y a tratar de convencer a Gael.Rayos de poder impactan a Kali, quien cae herido al suelo. Corro en su dirección y le lamo la herida que tiene su pata, entonces esta se le cierra al instante.“La gran bruja es muy poderosa.
Un mes después...Me retuerzo sobre la cama como respuesta al placer que me provocan las caricias de mi esposo.—Ah... —Gael me besa la piel con hambre y esa habilidad propia de él, lo que me hace perder la cordura. Es exquisita esta sensibilidad, este gusto, esta conexión…Desde que el arcillo se incrustó en mi oreja, Gael y yo estamos más unidos y nuestro vínculo es más fuerte; pero también el placer es más intenso y nuestras ganas de comernos se ha convertido en una necesidad diaria.Jadeo cuando sus embestidas dejan de ser delicadas, tornándose en rudas y salvajes. Me encanta su fiereza, la manera en la que me hala del cabello, me lame y me muerde el cuello y los pechos mientras me toma.Sí, Gael, sigue así, cariño…Con besos, lamidas y esas deliciosas estocadas, que me hacen ver las estrellas, ambos llegamos al clímax.—Eso fue genial... —balbuceo satisfecha.—Si quieres lo repetimos —dice él con una sonrisa pícara.—Eres un enfermo. —Estallo en carcajadas y me aferro a su cuerpo
IntroducciónLeoncio es el alfa de la manada Rouge, conocida por ser una de las más poderosas en el territorio de los lobos. Este alfa perdió a su mate años atrás, por lo que quedó destrozado. Él se cerró al amor y solo les brindaba una noche de pasión a cuantas mujeres se le acercaban.Cuando los lobos de su manada empezaron a reclamarle el que no tuviera una luna, este decidió buscar una esposa adecuada; entonces el alfa Mateus ofreció a su hija Gia para que unieran poderío.El alfa Mateus le mintió cuando le aseguró que ella no tenía un mate; sin embargo, antes de ser entregada a Leoncio, Gia se unió a su compañero destinado, dejando al alfa de la manada Rouge en vergüenza delante de su gente. Debido a la humillación y el desplante que sufrió, él le declaró la guerra a la manada Luna creciente.Después de la muerte del alfa Mateus, a Leoncio le es concedida una nueva mate.¿El problema?Ella no está dispuesta a aceptar el vínculo, debido a que es la viuda del alfa Mateus y está lid
La brisa fresca, de una tarde nublada y ventosa, le acaricia el rostro con delicadeza y juguetea con las hebras onduladas de su cabellera negra. Las lágrimas le resbalan por las mejillas, al recordar que a su difunto esposo le encantaba acariciarle el cabello.«No puedo creer que estés muerto», piensa melancólica.Se siente bien poder contar con un momento a solas, en el que puede dejar fluir su tristeza y no tener que disimular su dolor. Es lo que le ha tocado hacer en esos dos meses, sonreír delante de los demás y ser fuerte para lidiar con la casa, los invitados que no dejan de llegar y darle apoyo a sus dos hijos. Porque sí, considera a Gael como a un hijo más.Por lo menos cuenta con esa satisfacción y alivio, de ver a sus amados niños felices y juntos, al fin.Ella esboza un suspiro, se limpia las lágrimas y se encamina de vuelta a la casa.Una vez en la sala, le sonríe a Gael y a Gia, quienes se encuentran acurrucados en el sofá. Esos dos nunca tienen suficiente del otro, por l
«Me ha besado. El alfa me besó», celebró en su interior mientras miraba al hombre, que se había adueñado de sus pensamientos.La tristeza, de haber perdido a su mate sin siquiera haber tenido la oportunidad de hablar con él, provocó que el alfa se le acercara, puesto que él también sufría por la pérdida de la suya; por tal razón, veía en ella comprensión y alguien con quien poder compartir su pena.Por supuesto eran situaciones diferentes, porque la mate del alfa había sido asesinada mientras llevaba el fruto de su amor en el vientre y, aunque había transcurrido varios años desde aquel incidente, él aún no superaba aquella muerte.Pero a pesar de que se cerró a otras mujeres, en esa omega encontró esa paz que hacía mucho tiempo no sentía; asimismo, la emoción y los escalofríos que provocaba el deseo de tener contacto físico con una hembra.Katrina despierta exaltada y con lágrimas en los ojos. Desea tanto quedarse en sus sueños, para así vivir una y otra vez su historia de amor con su
El silencio se adueña del lugar, mientras que las miradas desconcertadas se posan sobre la hermosa y joven mujer que los visita.Katrina traga pesado y trata de disimular su disgusto y dolor, pero aún no es capaz de articular palabras.—Katrina... —Leoncio la saca de su ensoñación con un tono lastimero que a ella le avergüenza. No quiere la lástima de nadie ni que la vean vencida—. Su maletín... —musita con el mismo tono mientras le extiende el objeto que ha recogido.—G-Gracias... —tartamudea, razón por la que se aclara la garganta. Katrina mira en dirección a la extraña y la encara con firmeza—. La viuda del alfa Mateus soy yo, señorita Rut.—Se equivoca, señora; el alfa Mateus firmó un acuerdo de unión entre esta manada y la de mi padre. Incluso iba a mudarme con él antes de su muerte, solo estaba esperando a que terminara una misión. Me imagino que usted es Katrina, su concubina.Katrina siente que su corazón es traspasado por un dolor intenso, gracias a esa información desgarrado
Varios días después...Gael tuvo que convencer a Gia para que dejaran a Rut mudarse en la misma casa, que Katrina y el alfa Mateus construyeron para su familia. Por supuesto Gia no estuvo de acuerdo, pero luego de que Gael le explicara el plan de su madre, ella aceptó a regañadientes.Entretanto, Katrina se ha mantenido lo más distante posible de esa mujer, puesto que todavía no se siente capaz de llevar su plan a cabo.Esa mañana, Katrina tendrá una reunión con el alfa Leoncio, quien irá directo a su casa junto a otros visitantes de las manadas cercanas, quienes avisaron su visita para darles el pésame y mostrar su lealtad a los nuevos alfas supremos.—¿Hasta cuándo tendré que recibir el pésame de ese traidor? —masculla entre dientes mientras se dirige a la cocina.—Hasta que por fin la veo, Katrina.Ella se queda helada al escuchar a Rut, pero de inmediato recupera la compostura y finge una sonrisa.—He estado ocupada en estos días —se excusa.—No, yo lo que creo es que ha estado ev
«Tun-tun, tun-tun...»Los latidos de su corazón son tan intensos que siente que este le podría estallar en cualquier momento. Se encuentra en un estado donde no sabe qué hacer, decir, pensar o… sentir.«¿Qué ha sucedido?», se cuestiona desorbitada mientras corre por en medio del bosque.Pronto llega a la casa, pero en vez de ir con los demás, decanta en encerrarse en su habitación. Mira la cama y el cuerpo le tiembla, al recordar todas las veces que se entregó al alfa en carne y alma.—Te deseé, juro que fue así —dice entre lágrimas, al tiempo en que sacude la cabeza de forma brusca.Está alterada, lo sabe.¿Qué es lo que no entiende? Todo a su alrededor. ¿Acaso ha despertado dentro de un sueño sin sentido? ¿Cómo fue que su vida cambió tanto en tan solo un año?Vuelve a mirar la cama y los recuerdos se aglomeran en su mente de manera tortuosa.Se ve allí, deseosa y dispuesta a dar y a recibir placer. Nunca creyó que tuviera límites con el alfa Mateus, por lo que estaba segura de que