Regresamos a casa debajo de un cielo nublado y un viento frío que augura lluvia.—¿Estás bien? —Gael me pasa una taza con café. Asiento con la cabeza.—¿Tú lo estás? —le devuelvo la pregunta. Gael se sienta a mi lado y me acaricia el cabello.—Junto a ti siempre lo estoy, pero... —Bebe de su taza y mira al techo—. Lamento mucho lo que pasó hoy.—No fue tu culpa, Gael.—Debí controlarme. —Suspira—. He empeorado nuestro problema con el alfa. Lo siento tanto, pequeña; te prometo que buscaré la manera de arreglar este asunto, para que puedas volver a la manada y estar con tu familia.—Gael, quien erró fue papá no tú. No quiero hablar sobre eso ahora. —Lo abrazo—. Debiste sufrir tanto cuando supiste acerca de los planes de papá.—Fue doloroso. Me sentí traicionado y poca cosa. Es que no me esperaba que el alfa me restregara en la cara lo inservible que era para ti, al llevarme a la manada de ese alfa. Por lo menos debió advertirme a qué íbamos, pero prefirió que yo me enterara de golpe y h
Mi movimiento la pone alerta, así que se detiene, de lo que sea que le hará al cachorro, para encontrar al intruso.—¿Quién está ahí? —interpela ella mientras mira por todos lados.Por mi parte, sigo moviéndome.Ella camina en mi dirección y su mirada de loca se pasea por todo el lugar donde me muevo. Sigo saltando de un lado a otro con cuidado de que no me reconozca. Comienzo a alejarme y ella me sigue.¡Perfecto!Voy saltando cuando un corrientazo en la espalda me hace caer al suelo.—¡Mira a quien tenemos aquí! —celebra ella—. ¿Qué haces en este lugar?—Vine a detenerte, maldita bruja. Después de todo, mi presentimiento era correcto. Nunca me agradaste y sabía que algo ocultabas. —Me pongo de pies.—Sin embargo, caíste como tonta en mi trampa. No solo tú, todos en tu manada. ¿Sabías que tu familia fue atacada por dos manadas mientras tú te cogías con tu amado Gael?Río con ganas.—Haces de las tuyas, pero no te informas bien. No te preocupes, ellos están en perfectas condiciones.
GiaEl viento gélido me eriza los vellos y me provoca abrazarme a mí misma, con la intención de darme calor. El gris del cielo le da una apariencia melancólica a este campo desolado, cuyos arboles viejos y robustos lo hacen lucir tenebroso.Mis pies descalzos pisan la grama verde que luce opaca, mientras que mis hebras son levantadas por el viento frío, que me provoca varios temblores en el cuerpo.¿Dónde estoy?—Todos me dicen la loca. Que soy una obsesiva.Miro en dirección a la voz y descubro a una niña de unos diez años, de trenzas largas y castañas, ojos grises y una espada de madera en la mano derecha.—¿Quién eres? —inquiero desconcertada—. ¿Por qué estás sola en este lugar tan remoto?Ella me mira con tristeza y aprieta los puños.—No le importo a nadie. Solo soy un error porque nací mujer. ¿Lo olvidaste? Antes de que el alfa adoptara a ese niño te solía decir eso, que debiste nacer hombre.Una punzada de dolor me atraviesa el pecho, entonces las lágrimas se me acumulan en los
GiaSigo a Flora a dónde sea que se dirige, pese a que hacerlo represente un peligro para mí. No me importa, lo único que me interesa es encontrar a Gael y romper esta maldición, que me está matando de a poco.No solo está el hecho de que ambos moriremos, también que las brujas lograrán su cometido y eso volvería a desatar el caos en nuestra especie.En mi forma de loba, corro detrás de esta hada, quien luce diferente al resto, mientras que ella se conduce por los aires, dado que puede volar.Llegamos a un territorio remoto, pero que es tan hermoso que me quedo encantada con su belleza. Los árboles ya no son coloridos ni en el tono verde que suelo ver; estos tienen las hojas doradas y plateadas, aunque el tronco es marrón.El agua es tan clara y brillante como el cristal, y el reflejo de los árboles le da el tono de la plata y el oro, que me parece maravilloso.¿Qué es esta lugar tan especial y exótico?De momento, mi forma lobuna me deja y caigo de rodillas como humana. Doy un respir
GiaEntro a la casa junto a Pete, el hombre que pertenecía a la manada de los padres de Gael. Miro con nostalgia la sala donde recibíamos a las visitas, correteaba junto a Lía, Kali y Gael; asimismo, donde solía esconderme para escuchar las conversaciones de los adultos.Esta casa fue mi hogar por todos estos años, pero ahora se siente extraña y escalofriante para mí.¿Por qué mi padre prefirió convertirse en mi enemigo, en vez de ser mi protector?—¡Hija! —Mamá corre en mi dirección y su cuerpo pequeño se aferra al mío con desesperación.Las lágrimas resbalan por mis mejillas al verla tan desaliñada, débil y triste. He sido una mala hija porque ni siquiera he pensado en ella ni en cómo esta situación le ha afectado.—Mamá, ¿qué te sucedió? —cuestiono mientras reviso su rostro pálido y ojeroso. Ella siempre luce tan hermosa y arreglada, que verla en esas condiciones me conmociona.—¿Por qué estás aquí, Gia? Debes irte.¿Qué?—¿De qué hablas, mamá? —inquiero desconcertada.—Ahora lo en
Gael Me encuentro en un extraño trance donde el presente se mezcla con el pasado y los recuerdos de mi niñez afloran.Ahora sé quién soy y quién tiene el arcillo dorado. Es irónico que siempre estuvo frente a mis narices, asimismo, que en mi subconsciente se guardaba esa verdad que mi corazón tanto temía en develar.Necesitaba aferrarme a una familia y sentir que pertenecía a algún lugar, pero también anhelaba estar cerca de mi mate. Supongo que eso ayudó a que el alfa Mateus tuviera control sobre mi mente.—Ya la cama del apareamiento está lista. —Escucho a una de esas brujas avisarle a su líder, la mujer que asesinó a mis padres.—Bien, vamos a preparar todos los ingredientes para el ritual. Tenemos que empezar antes de que salga la luna roja.—Sí, señora.Percibo que ambas mujeres salen de dónde sea que estoy, y que me quedo solo. Me encantaría poder moverme y buscar la manera de escapar, pero el veneno en mi sangre me tiene aprisionado a la voluntad de esa bruja. Esto no puede te
Mi cabeza es un caos en este momento y tengo sentimientos encontrados. Por una parte, me duele el rechazo del alfa; pero, por la otra, la ira y la sed de venganza me recorren por completo.Miro a los lobos que me rodean y me pongo alerta, mientras que, al mismo tiempo, trato de controlar a mi loba, quien lucha por salir. No me puedo dar ese lujo ahora porque sería desperdiciar la energía que me dio Flora, y debo guardarla para luchar contra la gran bruja.—Kali… —mascullo desafiante y decepcionada, pero este sonríe con complicidad, entonces los lobos que me rodean saltan en dirección a mi padre y lo atacan.Me quedo estupefacta ante lo que mis ojos ven. Todos ellos, incluyendo los lobos que estaban con él, a excepción de los jefes, se lanzan en contra del alfa.—El alfa Mateus nos ha ofendido a todos. No permitiremos que él humille a nuestra luna ni que traiga la desgracia a nuestra manada —dice Kali, antes de convertirse en lobo.Aprovecho el desastre para liberar a las hadas, así qu
No… No me abandones ahora…“Ya no tenemos energía. Si seguimos luchando moriremos”, dice antes de que cambie.“¡Gia, resiste!”, me anima Kali por medio del vínculo.Escucho que lucha contra ellos, así que trato de levantarme para ayudarlo. Me toma más tiempo del debido ponerme de pies, pero cuando lo logro doy órdenes a los lobos para que ataquen a Gael y a la gran bruja.Siento nauseas cuando vislumbro a algunas brujas destrozadas sobre el suelo, que se encuentra manchado de sangre y cubierto de tripas y órganos internos.Me repugna este olor.Aprovecho que ellos luchan para cubrirme con una de las sábanas, que adornan a la maldita cama donde ellas piensan copular con mi pareja. Después de que me envuelvo la tela en el cuerpo, me pongo a luchar en mi forma humana y a tratar de convencer a Gael.Rayos de poder impactan a Kali, quien cae herido al suelo. Corro en su dirección y le lamo la herida que tiene su pata, entonces esta se le cierra al instante.“La gran bruja es muy poderosa.