GiaVer a Gael entrar por esa puerta me llena de una emoción indescriptible. No sabía que lo había extrañado tanto hasta este momento, donde volver a verlo me pone tan feliz y traviesa, como si fuera una chiquilla. Mas hay algo en su ser que me inquieta, es como si él estuviera sufriendo.En todo el día traté de conectar con su esencia, pero él me bloqueo; supongo que lo hizo adrede para que no pudiera sentir su malestar.—Mi amor... —Gael me carga con ansias y desesperación, y una mirada aterrorizada que me pone alerta.—¿Estás bien? —pregunto con la voz en un hilo, su aspecto me preocupa.—Te amo, Gia. —Me besa.Su beso es tan tierno y tan suave que me toca el alma. Caemos en la cama sin dejar de besarnos y Gael se acomoda para no aplastarme, luego me mira con ojos cristalizados y angustia. ¿Qué le pasó en ese viaje? Él estaba bien antes de irse.—Gael, ¿sucedió algo? —Niega con la cabeza, pero su acción es opuesta a sus gestos.—Gia, te prometo que haré hasta lo imposible para solu
Gael se ha puesto delante de mí gracias a su instinto protector. Puedo sentirlo tensarse y la manera en que su respiración se agita. Sé que Gael está calculando un ataque y las posibilidades de salir ilesos, o por lo menos, de que yo lo haga. Pero si cree que lo dejaré solo en esta situación está muy equivocado. "¿Qué buscan en nuestros territorios?". Escucho a Gael conversar con ellos por telepatía, dado que estos están convertidos en lobos. "Vinimos a convencerte de que te vengas a nuestra manada". ¿Ah? ¿Acaso a estos lobos les patina el cerebro? ¿Por qué Gael se iría con ellos? "No me digan", responde Gael en tono de burla, "Soy el próximo alfa de Luna creciente, ¿por qué me iría a su manada?” "Porque no es justo que le des tanto poder al alfa Mateus y a su manada sin recibir nada a cambio. No tendrías que verte a escondida con tu propia mate cuando tienen la solución en sus narices". Gael se queda helado y no responde; en su lugar, él los mira con desconcierto y sorpresa. Y
Corro en forma de loba junto a Gael, quien también está transformado. La brisa que acaricia mi rostro y pelaje plateado se siente muy bien. El lobo de Gael es de color dorado y sus ojos se tornan de ese mismo tono cuando se transforma, por mi parte, al igual que mi pelaje ojos cambian de gris a plateado, como si Gael y yo fuéramos opuestos y semejantes a la vez. Yo con el tono de la luna; él con el tono del sol.Gael dice que le encanta mi forma lobuna y el color de mis ojos en mis dos formas. A mí también me gusta su lobo, y no me decido si prefiero el color dorado o el amarillo ambarino de sus orbes, ya que ambos son hermosos.Corremos por el campo como manera de ejercitar a nuestros lobos y de relajarnos. Aquí somos libres y felices porque solo somos dos mates que se aman con locura, que no tienen que ocultar sus sentimientos."¿Puedes saltar encima de aquella colina?", pregunta Gael mediante el vínculo. Miro la colina, que más bien se asemeja a una montaña de lo alta que está."¿M
El extraño de apariencia elegante y sonrisa coqueta me mira de arriba abajo sin ningún disimulo y se lame los labios.—Fascinante bienvenida, el alfa Mateus sí sabe cómo recibir a sus invitados —dice el desconocido con flirteo. ¿Por qué ha usado ese tono coqueto? ¿A qué bienvenida se refiere?—Entonces usted debe ser el alfa Leoncio... —saboreo su nombre y pienso en las palabras de Celi. Tiene razón, el alfa tiene lo suyo; no obstante, Gael le lleva millas al rubito. O debe ser que yo solo tengo ojos para mi hermoso mate.—Es un placer, bella... —arrastra el adjetivo como si esperara a que yo termine la frase con mi nombre.—Gia.—Entonces eres la hija del alfa. —Sonríe de lado. A este tipo se le ve que es un mujeriego y que está acostumbrado a llamar la atención de las féminas, puesto que no deja de flirtear ni un segundo.—Esa misma y él es Gael mi..., es decir, nuestro futuro alfa. —Por poco digo mi mate.—Ya lo conozco. Pero le va a dejar el brazo morado... —El alfa Leoncio mira
Estoy cansada de luchar. Estoy harta de que Gael juegue con mis sentimientos una y otra vez.¿Por qué me engañó?Me abrazo a la almohada y dejo que las lágrimas la mojen. Duele tanto.—Gia, abre, por favor. —Ignoro los toques desesperados en la puerta. Me aferro a la almohada mientras aprieto los ojos. No quiero escucharlo, necesito que se vaya.Gael sigue insistiendo, mas yo lo continúo ignorando. Pasan unos minutos y el silencio vuelve a tomar el control, pero sé que está allí, puedo olfatear su olor y sentir su presencia.Pronto los párpados pesan y mi cuerpo se siente agotado, entonces mi cerebro decide descansar.***Los rayos del sol son tan molestosos, que me muevo de un lado a otro con irritación y opto por taparme la cara con la almohada. Aun así, me es incómodo seguir durmiendo, por lo que termino de despertar y me dirijo al baño como cuerpo sin alma. Me meto debajo de la ducha con todo y ropa, y dejo que el agua fría sea mi despertador.Me siento como la mierda; me duele la
Gia Una ola de confusión me invade. ¿De qué habla Gin? ¿Cómo es que mi niño travieso se está muriendo? Eso no tiene ningún sentido. —¿De qué hablas? ¿Por qué dices que Gill se está muriendo? Él es un niño sano, lo que me dices no tiene explicación lógica. —Mis palabras salen con desesperación. —Él empezó a decaer de repente. Kali percibía una mala presencia, pero nunca dio con esta. Ahora nuestro pequeño está en cama, hemos usado nuestros poderes para liberarlo, pero no funciona. Me voy a volver loca, no sé qué más hacer para ayudarlo. Me siento herida e indignada al escucharla. —¿Por qué me estoy enterando ahora de esto? ¿Acaso no somos como una familia para ustedes? ¿Por qué no nos han dicho nada? —reclamo. —No quería alarmar a nadie sin antes saber de qué se trataba —interviene Kali—. No sabemos quién está haciendo esto, por lo tanto, no quería poner al culpable en sobre aviso. »Mas ahora no importa, puesto que no logro dar con la bruja o lo que sea que esté haciendo esto; G
Llego a la manada completamente desorbitada y sumida en mis pensamientos, que, a decir verdad, son un desastre.No sé si todo lo que sucede a mi alrededor es real o si me encuentro atrapada en una pesadilla; si se trata lo segundo me gustaría despertar ya.Camino en dirección a la casa donde ya las luces están encendidas, puesto que el sol se ha ocultado. Al entrar, siento un nudo en el estómago que me provoca náuseas, asimismo, empiezo a respirar con dificultad. Es ella, esa mujer está sentada en el sofá.Sin decir nada me dirijo a mi habitación con ganas de llorar, maldecir y golpear a alguien, mas bien a Gael. Esto era lo que faltaba para empeorar mi día, cerrar con broche de oro.—Gia, debemos hablar, cariño. —Me encuentro a Gael en el pasillo. Está descalzo, con el cabello desarreglado y su rostro tiene un semblante decaído y angustiado.—Gael, maldito infeliz, nosotros no tenemos nada de qué hablar. Mejor ve a revolcarte con tu zorrita, o ¿ya terminaron de hacerlo?—Yo no me rev
Estoy desorbitada, dolida y me siento traicionada por todos aquí. ¿Cómo es que ellos sabían que Gael era mi mate y siempre me tildaron de loca obsesiva y mentirosa? ¿Por qué me hicieron tanto daño?—Gael, cariño, no digas tonterías. —Mamá lo abraza por detrás—. Eres parte de nuestra familia, yo te amo como a un hijo. —Ella estalla en llantos. Gael acaricia las manos que se unen frente a su cintura para detenerlo, y deja salir esas lágrimas que sé que ha contenido por todo este rato.—Todos ustedes son unos falsos e hipócritas. Yo... no quiero saber nada de ninguno. —Corro fuera del estudio de papá.Escucho a Gael llamarme con angustia, mas eso es combustible para querer huir de aquí, lejos de todos ellos.¿Por qué no me permitieron decidir qué era lo mejor para mí? Si hay una maldición o no es asunto de Gael y mío, solo a nosotros nos compete. Pero él prefirió hacerme a un lado y negarme. He sufrido todos estos años porque él es un egoísta cobarde.—¡Gia, detente! —Su voz suena como t