Esta parejita es terrible, y ahora el papi Florentino quiere cuidar de sus hijos y las cosas se ponen feas, poco a poco.
Lauren odiaba los hospitales; sin embargo, sentía que pasaba más tiempo allí que en otro lado, además sentía que los hospitales eran parte de etapas de su vida. Además, era tedioso estar recostado sin hacer nada, una enfermera hermosa, pero lo que se dice bella entró: —¿Lauren Montessori? —Ajá. —Eres mi paciente especial. La mujer encendió el móvil y una música de discoteca comenzó a escucharse potente, inició un show sensual y atrevido ante sus ojos; se movía como diosa y él asustado mirando a todos lados, esa mujer era una stripeer, estaba en problemas, se acercaba insinuante y se subió a su cama e hizo movimientos sobre él que observaba la destreza de la bella dama que hacía de todo para agradarle. El doctor entró a revisarlo y vio a la mujer moviéndose frenética sobre el paciente y entonces se arrancó de un tirón el vestido quedando en un pequeño sostén que luchaba contra la gravedad por contener sus enormes pechos, el médico miraba con la boca abierta estudiando la anatomía
Lauren intentaba asimilar lo escuchado, el doctor le explicó entonces: —El tiempo es el mejor aliado en casos como el suyo. —Espere, eso me pone capaz de engendrar, ¿verdad? —Es muy posible, yo diría que si insiste lo puede lograr. Estaba en problemas, si podía hacer eso entonces Dafne podía estar preñada, entonces esos síntomas eran los de un embarazo. Cuando salió rumbo a casa, pensaba en que no estaba listo para algo como eso, es decir, una cosa era ser el padre adoptivo de alguien y otra muy distinta el padre de alguien. Dafne lo mataría, escupiría en su tumba. Cuando llegó Dafne estaba con una nueva sartén en la mano y él la vio sorprendido: —Lo conseguí, me costó, pero aquí tienes tu sartén nueva. —Vaya… No imagino lo que hiciste para conseguirla, son de colección. —Costó lo suyo, casi se va la colegiatura de mi hijo, pero la tengo. Él sonrió y le preguntó: —¿Todo bien? —Todo. No quería abordar el tema, pero necesitaba saber: —Es que me quedé bastante preocupado con
—Llévala al hospital—dijo Florentino entregándosela a Jean Carlo—mi gente sigue al auto y yo iré con Lauren. Jean Carlo la llevó al auto, ella se quejaba y repetía el nombre de su hijo. Ordenó que le dieran la ubicación por el GPS y él le dio un arma. —Úsala con sabiduría. Lauren se subió a su auto y le dio a toda velocidad, nadie le quitaría nada, su corazón estaba acelerado, sintió una furia inusitada y tocó el arma, estaba listo para cualquier cosa y si era de pelear lo haría. Bruno lloraba alterado, tenía mucho miedo y ese hombre parecía de hielo. —Mamacita… Mamacita… —Tu mamacita ya es historia, imbécil Le pegó con la cacha del arma, el niño grito del dolor, mientras la sangre manaba de la herida. Uno de sus hombres le anunció: —Llegamos al aeropuerto. —Bien… pronto todo esto terminará. Bruno se cogía la cabeza y la sangre manaba de la herida y el sujeto le dijo: —Voy a venderte por un buen precio. Lo agarró y lo sacó a rastras, el niño gritaba: —¡Mamacita, mamacita,
Lauren salía del consultorio con el brazo vendado y las manos también, vio a Florentino hablando con la policía y supuso que rindiendo declaraciones sobre lo pasado, su padre llegó en esos momentos: —Mio figlio, benedetto tra i viventi. (hijo mío, bendito entre los vivientes) —Padre, ¿cómo está Bruno? Su padre le refirió: —Está bien, asustado, un poco golpeado, pero bien. —¿Quién era ese tipo? —No lo sé, lo tomaron preso, nos dirán después. Entonces dijo nervioso: —Necesito ver a Bruno. Florentino se les acercó: —Di declaración sobre el asunto, no los molestarán con preguntas necias. Entonces Lauren estalló: —¿Qué hacía usted por esos lares? Florentino mirando al piso para no notar nada comentó: —Ah, eso… Vi a la joven en apuro y la ayudé como cualquier caballero lo haría, solo eso. Lauren no entendía nada y tampoco deseaba ahondar en ese tema, solo deseaba saber de Dafne y de Bruno. Fue a ver a Bruno, tenía la cabecita vendada y estaba lloroso, al verlo, el niño gritó
Lauren daba vueltas por la habitación molesto y Dafne no entendía su “molestia” —Sé que me equivoqué y que te lo oculté. —¡Pude haberlo perdido!—gritó de pronto. Ella se recostó todo, comenzó a darle vueltas, entonces sintió un tirón en el estómago y salió corriendo al baño a vomitar. Sus piernas no las sostuvieron y cayó de rodillas, Lauren fue donde ella y la vio vomitando, el dolor que experimentaba hacía tensar su herida y él la ayudó a levantarse. —Calma, todo va a estar bien… La llevó a la cama y la recostó, Bruno entró con su cabeza vendada y una gran sonrisa: —Mamacita—se detuvo al verla pálida—¿Qué tiene? —Es el embarazo, pero no te preocupes, ella estará bien. El niño se acercó y se recostó en el regazo de su mamá: —Me duele la cabeza… —Hijo… —¿Quieres que te dé una pastilla para el dolor? —Sí, por favor. Se lo llevó cargado y le dio la medicina y lo recostó en la cama: —Debes descansar. Los perros entraron y se subieron con él a la cama. —Ellos te cuidarán.
Lauren recibía una llamada de la policía diciéndole que Judd había sido asesinado, eso lo impresionó mucho, no le iba a decir a Dafne que descansaba en esos momentos en el jardín y a la que le había preparado un postre de gelatina: —Toma, cariño. —¡Qué rico! Hace tiempo que no como uno de estos. —Solo deseo consentirte, cariño. Bruno jugaba ruidosamente con los perros y ella le dijo: —Debes decirle que baje dos rayas a su ruido. Él miró al niño contento, parecía haber superado todo ese cruel episodio y le dijo a la joven: —A mí no me molesta. —Pero a mí sí… —¡Qué pena! Ella lo miró venenosa y él le hizo una mueca, Bruno se acercó: —Mamacita, dame un poquito. —Claro mi amor… Lauren entonces le dijo a la joven: —¿No le ibas a decir algo? El niño la miró intrigado: —Nada mi amor, que te adoro. El niño corrió a seguir jugando y Lauren se le reía por poco carácter que mantenía, quería que él fuera el malo y no le iba a permitir eso. Bruno recibía una alerta de internet y v
Lauren tenía entre sus manos el portafolio y el fotógrafo comentaba satisfecho: —Es una bella mujer, sin duda arrasará en el certamen. —Bien, ¿puede avalar esto? —Claro que sí, reconozco cuando encuentro un talento, ella lo tiene. —Claro que ella lo tiene, es hermosa tal como es. Entonces el fotógrafo le comentó: —Es un concurso para madres, modelos, mujeres bien cuidadas y su esposa es una bella mujer, de seguro pasará la prueba y más cuando sepan que ella va a ser una mamá, una bella mamá. —Ajá… soy un tipo con suerte, inscríbala. Dafne se veía su pequeña pancita mientras regaba las plantas, estaba muy relajada, sin tener que pensar en cuentas y gastos, tampoco en cocina… Ya que Lauren cocinaba divino y no la dejaba entrar a la cocina, pero cuando él no estaba podía hacer lo que deseaba, así que entró a tomar unas frutas y decía: —Lauren, estoy pisando tu cocina y me voy a preparar algo—tomaba un plato—tu plato caro está en mis manos… Tu precioso cuchillo está en mi poder…
Elisa pasó hablando de Dafne durante el camino: —¿Viste su barriga?, no es muy grande y es pareja, ¿viste a su marido? Tiene músculos, nada de grasa y sabe cocinar… —Se ve buen tipo. Diego no entendía, no solo era el tipo, era todo, atlético, interesante y con escándalos. Veía los últimos en los que había estado metido, una ex le había disparado y la novia a su lado… Pensó: El dinero puede hacer cualquier cosa. Buscó la boda y vio fotos del lugar y una reseña: Lamentablemente, la boda Montessori—Daniels, no pudo realizarse por motivos de un incidente inesperado. Continuó la búsqueda y vio fotos de la bella novia con el vestido ensangrentado y la reseña de los diarios cubriendo el evento del rapto de la novia y de su hijo… —¡No puedo creer esto!—gritó de pronto. Diego la miró sorprendido y ella le mostró: —Mira lo que le pasó a esa mujer… Él leía y se quedó sorprendido: —¿La raptaron el día de su boda? —No solo eso, mira… Dicen que ella mató en defensa propia…—entonces pensó—¿