EL ENCUENTRO CON GARRET. Cuando bajaron del avión, Marcelo envió a April a casa. Le dio un beso en la mejilla y le dijo que tenía que resolver unos asuntos en la oficina, pero que volvería para la cena. April asintió y se despidieron. El chofer llevó a April al departamento y justo cuando cerró la puerta, sonó su teléfono. Era Garret. ―Hola, hermanita. ―dijo con fingida amabilidad ―¿Todavía estás de viaje? April puso los ojos en blanco y respondió. ―Acabo de llegar. ¿Podemos vernos mañana? Estoy cansada. ―Santo cielo, April. Vengo desde Nueva York, solo para visitarte y ¿así es como me tratas? ¿Qué clase de hermana eres? Con razón la abuela es como es contigo, eres demasiado egoísta. La mano de April apretó el teléfono con fuerza. Comenzaba a cansarse de que su familia lo único que hiciera fuera señalarla. Nunca se habían preocupado por ella, deberían darle las gracias que aún les dirige la palabra. ―Aprecio tu bondad, Garret. Pero sabes lo que es viajar en avión, al menos quie
LA AMENAZA DE GARRETT.Cuando April regresó a casa, Marcelo ya estaba esperándola.―¿Dónde estabas? Ya iba a llamarte.April camino hacia él y lo abrazo. Marcelo pudo sentir el cambio en ella, así que se preocupó y la apartó para preguntarle.―¿Sucedió algo?Ella tenía miedo en realidad, ahora que Garret estaba en la ciudad, temía que en cualquier momento pudiera ser imprudente.―No. Todo está bien, es que estoy cansada por el viaje.―¿Y por qué saliste? Creí que dormirías toda la tarde.―Yo… estaba con mi hermano ―dijo en voz baja ―Garret está de vuelta en la ciudad.Tan pronto como Marcelo escuchó esto se tensó, su cuerpo se congeló en su sitio y sintió como si le hubieran golpeado el estómago. Incluso su cara palideció.April se dio cuenta y le preguntó preocupada.―Cielo, ¿estás bien?Marcelo no podía ni siquiera responder, pero lo hizo.―Si… Si, claro, mi amor. Solo es cansancio.Ella hizo un puchero y acunó su cara.―Mi pobre esposo, trabajas demasiado. Apenas llegamos hoy y fui
UN MENSAJE EQUIVOCADO.Pasaron dos días y Garret no volvió a contactar a April. La llamó el mismo día que Marcelo fue a verlo y le dijo que ya no era necesario que le consiguiera trabajo en la empresa de su marido. Aunque a April se le hizo extraño, se dijo que era lo mejor, no quería que la hiciera pasar vergüenza con su comportamiento.Marcelo regresó ese día a casa y aunque trató de aparentar estar bien, no pudo evitar tener miedo. Algo le decía que Garret seguiría pidiéndole dinero o hablaría. Descubrió que él y April pueden ser iguales en el exterior, pero eran completamente distintos en sus personalidades.Marcelo no podía comprender por qué se había enamorado de Garrett. Ahora que lo había visto años después, le resultaba nauseabundo e indiferente. Sin embargo, decidió no seguir pensando en eso y a cambio ser feliz con April. Ahora que ambos habían decidido tener un bebe, estaba emocionado y quería que ella estuviera embarazada cuanto antes.Esa mañana en la empresa, April se p
UN CORAZON DESTROZADO. Una semana después, April decidió organizar una reunión entre ellos y Garret. No había olvidado que dijo que eran amigos, pero curiosamente desde que le dijo que había regresado, nunca pregunto por él. Así que reservo una cena en un lujoso restaurante de la ciudad. ―Cariño, no recuerdo que me dijeras que cenaríamos. ―dijo Marcelo a través del teléfono. ―Es una sorpresa. ¿Promete que estarás allá? El hombre sonrió en su oficina y lo prometió. ―Bien, terminaré algunos asuntos y te veo en el restaurante. Casi dos horas después, Marcelo palideció, cuando vio con quién estaba su esposa. Nunca hubiera imaginado que sería Garret. Sin embargo, no le quedó más remedio que morder la bala y seguir. Pidiéndole a Dios porque la cena terminara rápido. Se inclinó hacia ella, cuando llego. ―Hola, amor. ―April le dio un dulce beso en los labios. ―¿Mucho tráfico? ―Lo normal para Chicago ―respondió sentándose junto ella. Garret que no había dicho nada, finalmente hablo.
SECRETOS REVELADOS. April se encontraba frente a la puerta de Garret, aun si no había una buena relación, ella quería de alguna manera disfrutar de un almuerzo en familia. Sin embargo, al llegar, se percató de que la puerta estaba entreabierta y se estaba suscitando una discusión dentro. Frunció las cejas y decidió abrir la puerta con cautela. Lo que escuchó en el interior del departamento la dejó perpleja. Había reconocido la voz de su marido y su hermano y su mente se llenó de preguntas sin respuesta mientras intentaba procesar lo que estaba sucediendo. ―¿Por qué no le dijiste de nuestro beso? ¿Eh? Si la amas como dices, ¿por qué le ocultas nuestro pasado? ―la sonrisa de Garret era divertida. Según sus cálculos, April ya debería haber llegado. ―¡Cállate la boca! Nunca más vuelvas a mencionar ese error. ―el solo hecho de que lo mencionara lo hacía sentirse avergonzado. ―Termina de aceptarlo… cuñado ―Garret dio un paso hacia él con una sonrisa burlona en los labios ―No la amas, n
SE QUE TE AMO.Marcelo y April entraron en el departamento en total silencio, durante todo el camino, ninguno de los dos dijo nada. No obstante, cada uno reflexionaba en lo que sería su vida a partir de ese momento.Se sentía como si hubieran caído al vacío, y la felicidad que vivieron hasta hace unas horas, ahora, parecía solo un sueño. April todavía no podía creer que su hermano y su marido habían tenido una relación en el pasado.«¿Es posible que ya lo supiera y por mi accidente lo olvide?»Esta posibilidad solo hizo que se sintiera más miserable. Tampoco podía creer el comportamiento de Garret, ni en sus sueños más locos imagino que su propio hermano sería tan cruel. La mirada cargada de burla aún estaba fresca en su mente, claramente él se estaba divirtiendo con su dolor.«¿Por qué? ¿Por qué su propio hermano y su abuela la odiaban tanto?»Dejó el bolso en la mesa y caminó hacia la habitación. Iba a tomar unas cosas, hoy dormiría en la habitación de invitados. Cuando se dio la vu
ENFRENTAR EL MUNDO JUNTOS. Luego de ese día, la situación quedó en el pasado para April, ella decidió vivir su vida a su modo, sin complacer a nadie. Amaba a su marido, y por un estúpido error del pasado, no iba a tirar por la borda su felicidad. ―¿Iras a la empresa? ―le preguntó Marcelo terminando de acomodarse la corbata. ―Todavía no. Tengo que hacer algo primero. Las manos de Marcelo se detuvieron y la miro. ―¿Iras con Garret, verdad? ―No voy a mentirte, sí. ―Cariño… ―No te preocupes ―lo tranquilizó y comenzó a arreglar el nudo torcido en su cuello ―Estaré bien, no voy a dejar que me lastime. Pero debo saber por qué lo hizo. ―¿A qué te refieres? ―Su llegada repentina, citarme en el departamento. ―April miro los confundidos ojos de su marido ―Todo fue premeditado. Y quiero saber por qué. A decir verdad, Marcelo no se había tomado la molestia de analizar la situación. Estaba demasiado atormentando y después demasiado feliz, como para pensar en eso. Pero su esposa tenía razó
EXPONERLA ANTE TODOS.La atmósfera en el velorio era pesada y llena de tristeza. Marcelo, se encontraba junto a April, toda la familia Mancini y amigos, compartían su dolor por la pérdida de su hermano. De repente, los susurros cesaron y la puerta de la sala velatoria se abrió de golpe. Todos se giraron para ver a una mujer mayor, con el cabello plateado y la mirada llena de ira. Y esa mirada estaba dirigida a April.Ella abrió los ojos con sorpresa cuando la vio. Era la abuela de April, quien había escapado del hospital en un intento desesperado por confrontarla.La anciana caminó decididamente hacia ella, su bastón de madera golpeaba el pulido mármol a medida que avanzaba. Y un segundo después, una fuerte bofetada golpeó la cara de April. Sus oídos rugieron por la fuerza del golpe y le dolieron las mejillas. Ella se cubrió la cara y miró estupefacta a su abuela.―¿Abuela? ¿Tú… tú…no deberías estar en el hospital? Tu corazón…― ¡Tú! ¡Tú eres la culpable de la muerte de mi nieto!El s